"Jimin, entiende, por favor, él no quiere verte".
"Chae Rin, eres tú el que no sabe ... ¡Debo verlo!"
"Y él no quiere ¿Por qué no comprendes?" Escuchaba con claridad a Jimin y a Chae Rin discutir, pero no solo con el menor intento de moverme. No sabía si había pasado una o dos veces desde que todo sucedió, pero me encontré acostado con el cuerpo dormido de Kwang en mis brazos, mientras que me acerqué más cerca de él, deseando que Jimin entienda y se fuera.
Sabía que no era fácil para mi hermana el estar enfrentando a un alfa, aunque ambos sabían que Jimin era inofensivo, que hablaba relativamente, la voz de Chae iba apagándose más y más, aunque aún la oía, tan terca como ella era, no dejaba que Jimin ingrese a la casa, o eso me pude imaginar.
"Es algo de pareja, Yoongi es mi omega, quiero-"
"No es tu omega". Lo interrumpió ella. "No lo tiene mordido y lo de ser novios es una estupidez. No es tu cosa, no te queda nada que no es algo de parejas, puedo meterme y decirte que no quiero que las hagas más daño a mi hermano. ¡Vete!"
"Chae Rin, solo ... Por favor, solo hablaré con él."
"No, Jimin, no quiere, respeta su decisión ¿Y eso que decías de que los alfa y los omega son iguales? Él no quiere verte, déjalo tranquilo."
"Lo sé, lo sé, realmente lo sé ... Solo ... Mierda". Maldijo. "Dile ... Dile que lo amo ¿Por qué? Por favor, dile que es mi vida y que me disputa el celular o algo. Que no llore más por mí, no solo porque no lo valgo, sino porque es como él cree , mi bebé no debería estar llorando ahora. ¡Demonios! " Escuché un sonido de golpe y después un silencio total.
Me iba a levantar para saber qué había sucedido cuando la puerta de mi habitación se abrió y Chae entró. Soltando un largo suspiro, relajó su cuerpo de una manera tan exagerada que no hay nada por el que se me haya quitado el ojo, seguro me había reído de ella.
"Dice que te ama" Me dijo, acercándose para sentarse a mi lado en la cama, pasando sus dedos por mis cabellos, acariciando mis raíces. "Y que no debes llorar por nadie, ni siquiera por él."
"Lo sé, lo oí."
"Sí, tú igual". Ella sonrió. "Es la primera vez que veo algo así, estoy algo ... Sorprendida."
"Él es así ... Siempre me dice cosas como esa."
"Exacto, a ti". Chae se encogió de hombros. "Es un mundo al que le se le aguaron los ojos mientras le hablaba de una cosa que no tiene mordido a otra cosa. Lo siento si tú estás acostumbrado ... Yo no".
"¿Lloró?"
"Casi. Golpeó su mano contra el marco de la puerta."
"¿Y él está bien?"
"No lo sé ¿Y si le preguntas?" Ella acarició mi mejilla, mostrándome una pequeña sonrisa. "¿Estás seguro de que no quieres escucharlo?"
"Chae, ella se estaba desnudando mientras que él se bañaba ¿Es en serio? Y no es una cosa cualquiera ... Es ella, la única chica por la que no hay una vez, desnudándose para él ¿Crees que no lo harían?"
"Jimin no esperaba que tú fueras a su departamento porque antes nunca lo hiciste solo, es solo eso ... Él ... Bueno, eso. "Chae suspiró. "Para ser como dados, realmente parece muy seguro de sus palabras."
"No sé qué quiere". Suspiré, observando a mi pequeño dormir. "Seguro solo quiero quedar bien, me ha contado muchas cosas y teme lo que diga en los medios o algo por el estilo".
"Sí ... Estoy segura de que no va por ese lado". Le hice un pequeño puchero, sacándole una sonrisa. "Mi pequeño hermanito." Ella se tomó su tiempo antes de continuar. "Sé que has sufrido mucho, Yoongi, más de lo que podría vivir, no solo por el idiota de Seung, sino porque te has enfrentado a una discriminación que nadie imaginaría solo por ser diferente. Entonces ... Te puedo imaginar como un vaso a punto de rebalsar."
"Es algo así."
"Lo sé, pero piensa poco poco."
"¿En qué?"
"¿La última gota tiene la culpa de que el vaso esté tan lleno?"
Solté un largo suspiro, mirándola a los ojos. Chae tenía razón, Jimin no tenía la culpa de la cantidad de pensamientos que pasaba por mi cabeza, de mi baja autoestima o de mi creencia de que no merezco absolutamente nada, pero la realidad es que eso no tiene nada que ver, yo vi lo que vi, no lo imaginé y sinceramente ... No me ocurre una forma para justificar lo que sucedió.
"Da igual, Chae". Me acomodé mejor en la cama, cerrando los ojos con fuerza. "Para este momento él ya está con Yoora revolcándose y jurándole amor eterno".
"Eh ... Sí, de hecho ..."
"¿Qué pasa?"
"Él no se ha ido".
"¿¡Lo dejaste entrar !?"
Grité, cubriéndome la boca después al recordar que mi pequeño estaba durmiendo a mi lado. Chae y yo lo vimos removerse hasta que se entregó de nuevo al sueño, sacándonos un suspiro de alivio, no me gusta que Kwang me vea llorar, amaba lo fuerte que era ante sus ojos.
"No, no lo dejé entrar, tonto."
"¿Entonces?"
"Está sentado en los escalones de afuera, o ahí lo dejé antes de venir a verte."
"¿En serio?" Busqué la ventana de mi habitación y me sorprendí con lo que vi Había empezado a llover. "Bueno ... Para este momento, ya está, está lloviendo y no creo que quiera mojarse."
"No lo sé ¿Por qué no lo compruebas tú mismo?" A pesar de lo mucho que deseaba quedar en cama, tenía miedo de que él realmente no se hubiera ido y estuviera allí, sentado a los pies de nuestra puerta como un vagabundo abandonado. Me levanté de la cama y luego de mirar a Chae, asegurándome que se quede con Kwang, salí de mi habitación para dirigirme a la entrada, intentando hacer el menor ruido posible.
"¿Cómo está él?" Me sorprendí al escucharlo en mi mano se colocó sobre la puerta. Asustándome, llevé mis dos manos a mi boca para cubrirla y no soltaré ningún chillido o ruido extraño. "¿Chae Rin? ¿Mi bebé está bien?"
Miré por la ventana al lado de la puerta y sigo lloviendo. ¿En serio estaba mojándose fuera de mi casa?
"Mm" Iba a decir algo, aunque al final no lo hice, toqué con suavidad la madera de la puerta, suspirando profundamente. Él en serio estaba ahí. No había vuelto para estar con ella.
"Eres tú ¿Verdad?" No respondí, no dije nada. "No puedo olerte, pero sé que estás ahí, amor, gracias por venir." Con cuidado, me sentí en el suelo, apoyándome en la puerta. Encogí mis piernas y apoyé mis brazos en mis rodillas, solo escuchándolo. "Sé que si lo quiero, ahora mismo puedo obligar a abrir la puerta, pero sabes que no voy a hacerlo". Asentí. "Sé que quizás no quieras verme y si esta puerta me permite que no te vayas, entonces que se quede ahí, es buena."
"Buena puerta". Murmuré, sabía que debido a sonido de las pilas golpear el piso de la calle, Jimin no me oiría igual.
"Realmente te amo, espero que Chae Rin te lo haya dicho porque eres lo que más amo en este mundo, Yoongi." Cerré los ojos, apoyando mi cabeza también contra la firme madera. "Yo no sabía que Yoora estaba en mi penthouse". Comenzó. Hice un gesto, queriendo levantarme solo al escuchar el nombre de aquella omega. "Te juro por el amor que te tengo que nada como parece".
"Ella es bonita". Dije, cansándome de mi propio silencio. "Es hermosa y es ... Es mujer. A tu madre le gusta ella para ti ¿No? Es como ... Perfecta."
"No, tú eres el omega perfecto". Hizo una pausa. "Demonios, eres mi omega perfecto y te quiero a ti y solo a mi vida".
Mordí mi labio, evitando hacer algún comentario tonto, queriendo aclarar mi cabeza para preguntar solo y realmente necesitando y controlando mi corazón, rogándole al cielo que me fuerzas para no abrir la puerta y terminar lanzándome a sus brazos, pidiéndole que nunca me Deje.
Él nos hace daño. Pero es a él a quien más amamos.
"¿La llamaste?" Murmuré, notando, segundos después, el bajo que había hablado y que seguro él no había merecido. "¿Tú le dijiste que ... Que querías verla? Eso de madurar ... Eso."
"No, claro que no. Joder, mi pequeño ¿Cómo puedes creer que tu eres algo así?" Silencié, esperando que continúe. "Sé que quizás soy algo ... Insensible o ... No me llames, no hay hasta que llegues a mi penthouse que no sea la razón de tu enojo y que no se haya visto de Chun Hee o de algo más, sino de mis palabras solas. Soy un muy estúpido por no haber pensado que algo malo estaba pasando con mi omega ".
"No es tu culpa" Susurré. "Tú ... No puedes leer mi mente."
"Algún día podremos leer la mente mutuamente, ya sabes, como los almas gemelas de los cuentos."
"Eso no se puede."
"¿Por qué? Hasta hace un tiempo no creías ni en las almas gemelas." Bufé, cerrando los ojos suavemente.
"No te gustará mi mente." Sonreí amargamente. "Es todo alboroto aquí, desorden entre dolor, ideas, pensamientos, miedos ... No hay nada bueno."
"Yo me encargaré de arreglar todo eso, bebé."
"Jimin... No hagas esto."
"¿Hacer qué?"
"Hablarme como si fuera nuestro para siempre". Sentí un agudo dolor en el pecho, encogiéndome más en mi lugar, mientras mi vista se nublaba, cubriéndose con las lágrimas que amenazaban con salir nuevamente. "No hagas que te ame más ... Por favor, me hace daño."
"Te prometo que dejará de doler si abres la puerta, bebé".
+
Hundí aún más mi cabeza en el espacio entre su cuello y su hombro, dejando que mi nariz se roce con su piel, sintiendo su propio cuerpo tenso, que era muy cosquilloso justo en esa zona. Su brazo me atrajo más por la cintura y Kwang se quejó en sueños, estirándose para conseguir más espacio justo en medio de nuestros cuerpos.
No hace mucho que Chae se había ido y Jimin se había ido, vistiéndose de sus ropas que había dejado en sus visitas anteriores, apenas con un pantalón para acurrucarse en mi cama junto a mí y mi pequeño. Sinceramente, cuando se apresura demasiado, se acerca a la altura de mi suerte rostro.
"¿En qué pensabas quedándote bajo la lluvia así como? Eres un tonto."
"No puedo permitir que siguieras enojado conmigo". Él se encogió de hombros. "Un poco de lluvia no va a matarme, el miedo que sentí al pensar que me odiabas era lo que realmente me estaba volviendo loco."
"No puedo odiarte". Besé su clavícula, soltando un pequeño ronroneo, sintiendo que mi omega quiere salir y frotarse contra Jimin, llenarnos de su olor, además de confirmar que es solo suyo. "Nunca podría."
"Nunca podría estar con nadie más ahora que lo encontré, quiero que comprendas eso también". Él estiró su mano hasta tomar la mía, entrelazando nuestros dedos. "¿Cómo engañarte, Yoongi, si eres lo único por lo que vivo?"
"Es que ... Ella dijo ..."
"Lo sé, sé lo que dijo." Jimin gruñó. "Pero tú sí que has dicho y nunca has dicho ese tipo de cosas". Acercó mi mano a sus labios hasta besar a mis nudillos, empujando suavemente su hombro para que tuviese el rostro y al final ambos nos miremos a los ojos. "Hubiera deseado que esperaras que saliera del baño, aunque sea para golpearme, pero poder poder tenerte ahí, poder abrazarte y decirle que eres tú quien y que mi madre está loca, o algo por el estilo."
"¿Tu madre? ¿Qué tiene que ver ella con esto?"
"Ella fue la que dijo que Yoora estaba ansiosa por ver cómo podía haber madurado y fue la que le dio el permiso a Byul para que Yoora entre a el departamento."
"¿En-En serio?"
Me sorprendió mucho al imaginarme la escena. Tres mujeres planeando algo de ese tipo en contra de Jimin, entonces, a mi mente volvió el recuerdo de cómo le importan las otras cosas que también entraron en celo ¿Qué era la madre de Jimin que era un corazón sin corazón? ¿Una máquina para procrear o algo parecido? ¿Por qué nunca tomaba en cuenta su voluntad?
"Sí y debo hablar con ella". Él se acercó hasta robarme un pequeño beso. "Si Yoora estaba ahí desnudándose porque su plan era seducirme pensando que yo la deseaba, cuando nada de eso es verdad, ni siquiera la llamaba para quedar en algún lugar o algo parecido."
"Pero tú y yo hablamos de ella justo hoy, no tiene sentido". Coloqué mi mano sobre su pecho para arrullarlo, deseando que esta forma tranquilice a mi alfa, sabiendo lo frustrado que se siente para ese punto. Mi alfa, alfa mi buen alfa.
"No lo sé, creo que la única forma de averiguar qué está pasando es hablando con mi madre, cosa que deberíamos hacer ahora el mismo ... Primero quería arreglar las cosas contigo."
"Lamento-"
"No. No lo digas." Jimin rozó nuestras narices cariñosamente, mostrándome una pequeña sonrisa. "Nunca lamentes lo que eres, Yoongi, sé que tienes el corazón muy lastimado y eso te impide creer o confiar en mí y en mi amor, pero aunque sea eso, el mar malo, eso me da la misma fuerza para continuar el diario que eres el "alma gemela" que he esperado toda mi vida."
"Te amo, Jimin."
Lo miré a los ojos, sabiendo lo rojo e hinchados que debían estar en los míos, imaginándome mi rostro hecho un desastre y que esa no era la mejor situación para decirlo, solo ... Lo dije. Se lo dije, lo admití en voz alta y nadie jamás se imaginó lo bien que se hizo así. La paz en mi corazón antes de los rápidos latidos de mi corazón.
"Otra vez". Dijo él, mostrándome una preciosa sonrisa en su rostro, junto con sus mejillas abultadas y sus ojos convirtiéndose en dos media lunas. "Mierda. Dilo de nuevo, amor".
"Te amo. Te amo, te amo, te amo" Lo besé. Lo besé muchísimas veces luego de ello.
Y ahora seguro que se lo repetiré toda la noche.
+
Después de esa noche, no me cansé de repetir a Jimin lo mucho que lo amaba, incluso en los momentos menos indicados, él solo me sonreía y me besaba, diciéndome que me amaba también, rozando nuestras narices antes de continuar hablando.
No puedo mentir, me sentí el omega más feliz y afortunado del planeta.
Lamentablemente, Jimin no pudo hablar con su madre sobre la situación con Yoora, pero sí que se encargó de su ser sincero y le dijo que no estaba interesado, o eso me dijo y le creí, realmente le creí. Pasamos tres días totalmente tranquilos, Jimin y yo trabajábamos, además de mis estudios, así que en nuestros momentos libres nos veíamos y yo continuaba recogiendo el diario de mis clases.
Myeong estaba ... Bueno, no tenía idea de cómo estaba ella y no asistió a la Universidad de los días siguientes y aseguró sus amigos conmigo en demasía. Tampoco supe de la situación de Chun Hee, pero cuando venía a su grupo de amigos, él ya no estaba entre ellos.
Se podía decir que la Universidad se había vuelto algo rutinaria en esos primeros días, tenía a Jin y a Taehyung conmigo hablando de Jungkook constantemente o discutiendo sobre alga para verlo de nuevo, o cuál de los dos era más seductor, preguntándome siempre qué opinaba. Y mi respuesta todos los días era la misma: Par de idiotas.
En las tardes, me concentro en mi trabajo para salir lo más pronto posible, tratando las sesiones de fotos o los eventos profesionales. Kyung ha estado muy ocupado debido a una nueva marca de ropa interior que vende la publicidad de la revista y que no consiguió modelos que vayan con el perfil que deseaba, es decir, no se puede personalizar con una página completa de Korea Time, claro que no ... O eso decía Kyung.
Así que todo estaba bien, hasta que ...
"¿Viaje?"
"Sí, viaje". Gruñó Jimin al otro lado de la línea. "Sé que debería decírtelo luego, en la noche que estemos juntos o después, pero que yo sepa de mí y no tengo modo de cancelarlo, con mis padres fuera del país, alguien debe asistir a esa reunión."
"Lo sé pero ... Espera ¿Lo hubieras cancelado?" Pegué más el celular a mi oído, saliendo de la habitación donde empecé a acomodar la escenografía para hacer las fotos que tanto Kyung necesitaba.
"Él canceló muchas reuniones por no querer salir del país, pequeño." Jimin esperó unos segundos antes de continuar. "¿En serio piensas que me voy a ir del país, dejándote absolutamente solo, con tanto alfa estúpido suelto por ahí?"
"Eres un tonto". Sonreí, sintiendo mi corazón empezar a latir con rapidez, pero no le tome importancia, ya era una reacción típica que Jimin causaba en mí. "¿Y no pasa nada si los cancelas?"
"Antes no, incluso se puede mandar a Jungkook. Son largas y cortas, a lo mucho duran hasta fin de semana o menos."
"¿Y qué pasa con esta?"
"Es una firma de contrato, tengo que estar presente y también los abogados, todo debe estar conforme para que la empresa pueda trabajar a la par con P-Alfa."
"¿Qué empresa es?"
"Pertenece a un programa de televisión, según entiendo, la oportunidad de muchos jóvenes talentos para demostrar y demostrar lo que están hechos ... O eso dice este panfleto que estoy leyendo". Reí, escuchándolo reír también. "Es un tal Kim Min Ki con el que tengo que verme".
"Entiendo". Suspiro, tratando de ignorar esa sensación de incertidumbre que se empezaba a formar en mi pecho. "Entonces ... ¿Un fin de semana?"
"Ni un minuto más". Afirmó. "¿Tengo tu permiso?"
"Idiota," Reí, pensando en qué contestarle cuando no era una de las trabajadoras hacer las señas, si no mal recordaba su nombre era Hea, o al menos así lo decían, una omega muy tierna y tímida. "Jiminnie, tengo que colgar, hay trabajo y ... Ya sabes."
"Sí. Hablamos en la noche ¿De acuerdo?"
"Claro. Te amo."
"Te amo, mi hermoso omega".
Corté la llamada y guardé el celular tan rápido como pude, acercándome a Hea con un gesto de disculpa. Ella se encogió de hombros, señalando con la mirada hacía dentro de la habitación.
"Lamento más bien haber interrumpido" Murmuró, hablando en un tono de voz muy bajo. "Sé que deberías ser algo importante pero ... Uno de los modelos está por llegar y ... Necesitamos que ya lo esperes dentro."
"Claro, no te preocupes. ¿Sabes su nombre o algo por el estilo?"
"No." Ella revisó entre los papeles que traían en sus brazos. "Solo sé que al parecer son aficionados, no tienen mucho currículum y es compañero, pero Kyung dijo que quedan perfectos con esa ropa interior".
"De acuerdo ... No quiero saber cómo Kyung sabe eso". Bromee, sacándole una pequeña risa a Hea, quizás en ese momento ambos imaginamos al par de omegas más coquetos y capaces de seducir a un solo de Kyung para conseguir el trabajo.
Sin embargo, obedecí. Entré a la habitación y comprobé las luces, sabiendo que es una publicidad en blanco y negro, necesitan toda la iluminación posible para la variedad de colores y así, al cambiarlos durante la edición, la foto tenga más impacto que una simple fotografía común de catálogo. Tomé mi cámara con cuidado y le quité la tapa al lente, enfocando hacía el medio de la escenografía, cuando entró una persona a la habitación.
No había notado que a excepción de él, estábamos completamente solos. No lo he visto hasta el momento siguiente en que las piernas quisieron salir y salir corriendo, aunque lo hizo por la única puerta de la habitación. Sus ojos se encontraron con los míos y me sentí morir, pero no de buena forma, al contrario, mi estómago se removió en un doloroso retorcijón apenas escuché su voz y confirmó lo que tanto temía.
Un fantasma del pasado justo frente a mis ojos.