*Al día siguiente*
- M-mnnn~ - el joven abre los ojos de forma perezosa y cansada. En un pequeño movimiento vago vio la hora que era. Las 10 de la mañana...El pequeño se quejó algo bajo, él no era de madrugar. Voltea su cuerpo al lado derecho y se encuentra con el mayor a su lado quien aún seguía durmiendo de forma tranquila.
- ... - sonríe al verle así. Le planta un beso en la mejilla de forma que no se despierte y sale de la habitación dejándolo descansar...le iba a preparar algo delicioso. El mayor ante el gesto solo se volteo al lado contrario para seguir durmiendo.
Pasados los minutos, el menor no volvió. El silencio se hacía notar en la habitación y el mayor lo sentía lo cual se removía gruñendo en la cama. Estiró su brazo tratando de abrazar al menor para calmarse pero al sentir solo la fría cama se levantó confundido, sentándose y viendo a su alrededor. Suspiró y pasó su mano por donde estaría su cara y se estira como animal al haber hibernado. Justo en ese momento, escuchó unos ruidos en la planta baja. Se sentó en el borde de la cama y se dirigió al baño. Tenía múltiples... "cosas" en su cuerpo, sin contar los arañazos del menor. Aunque estos le importaban mínimo.
- "Debo tomar un baño" – se dijo mentalmente entrando en la ducha y empezó a enjabonarse y enjuagarse – " Buscaré a Zalgo y después aniquilo a quien osó entrar a mi casa" - pensó ya acabando de limpiarse.
Al terminar, salió del vaporoso baño con una toalla en el cuello y otra rodeando su cintura. Simplemente agarró uno de sus múltiples ropajes que usa en toda ocasión, el chaleco y lo demás y se lo puso. Salió del cuarto para bajar las escaleras y después dirigirse a la cocina. Estaba sacando sus tentáculos cuando...un tarareo lo hizo despertar. La voz era familiar. Se asomó por la puerta y vio algo bastante bueno para la vista.
Zalgo estaba de espaldas al mayor, con un delantal para no mancharse ya que estaba cocinando algo que olía dulce. Pero algo llamaba bastante la atención del alto...No llevaba ropa interior. Simplemente estaba desnudo con esa vestimenta para cocinar. El de tez blanca sonríe divertido y lo sigue observando, quien el contrario aún no se dio cuenta de su presencia.
El menor va hacia un gabinete alto y estira el brazo poniéndose de puntillas. Peeero desgraciadamente no llegaba. El lugar era un tanto grande para el pequeño, tanto muebles como habitaciones.
- Ay, diablos... - maldice en un susurro por la diferencia de altura mientras su cola se mueve de forma exasperada.
El mayor sonrió malicioso y, silenciosamente, se acerca a él sin decirle nada. El menor no sintió nada hasta que de repente nota que lo elevan a la misma altura del gabinete sorprendiéndole. El mayor le tomó por desprevenido agarrándole de la cintura para que llegase hasta el mueble.
Zalgo volteó la mirada – ¡O-offender! Hehe-... y-ya despertaste – ríe algo nervioso causando que el otro ría por la reacción – G-gracias – toma lo que estaba buscando y lo deja sobre el mármol. El mayor lo baja hasta el suelo y le mira con diversión.
- ¿Sabes? Te ves muy... sensual – se acerca a él y le da una nalgada.
- Ahh~ - se queja – ¡Oye! No se toca – dice haciendo puchero.
- Pero en la noche si~ - le susurra ronco en el oído.
- Nnn~ - se sonroja – V-venga...s-siéntate en la silla, que preparé el desayuno – agacha un poco la cabeza vergonzoso.
El mayor ríe un poco – Ya pues - se dirige a la silla y se sienta apoyando sus brazos en la mesa viéndola.
El sonrojo del menor baja un poco de intensidad y empieza a montar la nata con chocolate.
- ¿No prefieres que te ayude? - se teletransporta a su lado sonriéndole "inocente".
- U-uh – abre los ojos sonrojado de nuevo al verlo – B-bueno...R-realmente no necesito ayuda. Puedo con esto - dice mezclando con las varillas la nata.
- "Qué lástima..." – piensa - "Yo que quería llenarlo... de chocolate" - pensó divertido y algo molesto.
El menor al notar el silencio se lo repensó mientras seguía mezclando. Alzó la vista y lo miró.
- B-bueno. Si quieres, ves mezclando el otro bol - allí había Nutella algo mas desecha pero aun estaba espesa, donde llevaba trocitos de plátano – Mézclalo hasta que no queden grumos, por favor.
- Mmh bien - agarra una espátula y empieza a moverla lentamente. Sabía cocinar pero nunca intento hacer postres. Quien lo hacía era su hermano menor Splendorman.
- ... Hehe. Hace siglos que no cocino postres. Sólo recuerdo haberlo hecho dos veces – dice sincero continuando con su trabajo.
- Literalmente – se burla.
- Hehe...si... - responde dejando una pausa larga.
Siguió mezclando hasta que sus ojos curiosos, que miraban un poco por alrededor del mármol, se topa con el bote de Nutella. Luego mira al mayor y de nuevo al bote. Sonríe divertido...se le había ocurrido una idea. Mira con diversión el recipiente y lo coge entre sus manos.
- Mnn~ - mira pensativo la manteca de chocolate. Adentra el dedo índice en el bote cogiendo un poco de Nutella - ... Jiji – el joven sonriendo de forma algo sospechosa se acerca al mayor lentamente. El otro, de todas formas, no se dio cuenta, haciendo que el bajo sonría más de forma traviesa. Después de tan solo unos segundos, pasa el dedo por la mejilla del otro, manchándole. Le era curioso ver la piel blanca y grisácea con la Nutella en la cara. Hacía un contraste de color llamativo.
El otro volteó a verlo, confundido. Con una mano se tocó la mejilla y tomó lo que sería la Nutella, parte de ella - Oh, con que así quieres jugar~ - habló divertido sacando un tentáculo para agarrar el bol. Con una mano toma un poco de la mezcla y empezar a dibujar cosas en la cara del menor.
- ¡He-hey! – se queja pero al mismo tiempo divertido. Coge también un poco de la mezcla del otro bol y se lo pone en el rostro del mayor, jugando mientras reía.
- Tu empezaste, niño - ríe tratando de apartarlo.
- Sí, pero es divertido – ríe respondiéndole. Pasa el dedo índice por la mejilla del mayor y de forma algo lenta, se lo mete en la boca saboreándolo – Mnn~ Esta muy bueno~ - ronronea con una sonrisa al ya sacarse el dedo.
- "Debe ser una broma" - piensa - ¿Me estas provocando, acaso? - le pregunta sonriendo lascivo.
- ¿Q-qué? ¡No! ¿Cómo querría? - abre los ojos sonrojado ante la pregunta de Offender. El de tez blanca se acerca a él y lo abraza por la cintura acercando su rostro a un lado de la cabeza de Zalgo.
- No lo sé, aunque, debo admitir que siempre lo estás haciendo - murmura en su oído.
Una corriente eléctrica le recorre el cuerpo entero del bajo al sentir el aliento cálido del otro – Nmm~ - cierra los ojos derritiéndose internamente. Le gustaba como le susurraba al oído. La voz, grabe y... sensual – He-hey... ¿p-porque no seguimos con la cocina? – preguntó nervioso ya que el mayor se apegó hacia él.
- No tengo hambre – responde restregando su mejilla con el otro, manchándolos aun más. Ahora era él, el que se comportaba como un gato.
- Mn~ - suelta un suspiro pesado. Su trasero estaba tocando el borde del mármol, sintiéndose acorralado – P-pero~...- trató de replicar con uno de los ojos cerrados al tener la mejilla de Offender presionando la suya.
- Quiero comerte a ti~ - le interrumpe empezando a lamerle la cara, por donde tenía rastros de Nutella. Quién diría que Zalgo lo tenía planeado.
- N-ngh~ - tiembla un poco y su sonrojo aparece de nuevo - ...S-siempre q-quieres comerme – dice vergonzoso.
- Eso es verdad y no lo niego – se separa un poco para reírse a lo bajo.
- Nn~ - hace puchero – Pervertido~... - dice bajo.
El mayor se separa al recordar algo - ... Ey - le llama acariciando su mejilla, temiendo por lo que piense, ignorando el "insulto".
- ¿U-...uh? – alza la vista viendo al mayor dándose cuenta que hizo algo mal al ver la expresión de Offender – L-lo siento, n-no tenía la intención – rectificó con voz preocupada posando las manos en los hombros del otro.
- No es eso – dice rápidamente.
- ¿Uh? – ladea la cabeza confundido el ojirojo - ...Oh ... e-entonces...n-nada – alza levemente los hombros desviando la mirada. No quería meterse con él.
El mayor suspira – Poco me importan esos "insultos" ¿sabes? – le dice sincero – Pero contigo obtengo diversión – le acaricia la cabeza.
- Nmm~ - sonrojado cierra un ojo cuando le acaricia la cabeza, mientras mueve la cola algo nervioso. Parecía un animal.
- Pero... Has estado aquí casi tres días... ¿Tus demonios no deben de estar preocupados? – se burla al decir "preocupados".
- ¿Uh? Pff... ¿De qué se preocuparían? - dice con tono algo molesto haciendo sorprender al mayor - Ellos no muestran afecto ni preocupación. Por eso son "demonios" – recalca la palabra - ... Aunque es raro también... que tenga esta actitud...en parte porqué... tu lo despertaste – murmuró sonrojado pero sincero.
El mayor sonrió al oír lo último. El menor desvió la mirada hacia un lado porque sabía que todo su rostro estaba colorado.
- ¿Acabas de admitir que me quieres? – se acerca a su rostro, casi rozando los labios.
- U-uh... - abre los ojos sonrojándose más - ... b-bueno... s-si... c-creo... - contestó vergonzoso.
El mayor rió ante la reacción del otro – Yo también te quiero, My Little Demon – susurra para después besarlo dulcemente, lento y calmado. El menor corresponde lentamente apoyando su mano en la nuca del otro para profundizarlo un poco más. Además al principio se sorprendió un poco a que Offender tomara la iniciativa.
- "Y yo que quería ser dulce "– pensó sonriendo dando lo que quería el menor. Un beso profundo y francés.
- N-nmm~ - sonrojado intenta seguir el ritmo del otro.
- Haz lo que te plazca, pequeño. Aun así, yo te lo devolveré con algunas "cosas" – rie separándose un poco para respirar y volver a besarlo.
El menor se confundió al momento ¿A qué se refería con "cosas"? Entonces ideas empezaron a volar por su mente, haciendo que se enrojezca más fuerte y se sienta algo excitado.
- No te pongas erecto, niño – le acaricia la cintura separándose de él, mordiéndole ligeramente el labio inferior ajeno.
- Nghh~ C-calla... - murmuró en un mohín – N-no puedo evitarlo~ - dice desviando la mirada al sentir su temperatura subir de nuevo a su rostro – E...es tu culpa porque esté así – soltó puchero pero vergonzoso de sus palabras. No estaba acostumbrado a decirlas, por no decir que no las decía nunca porqué no le pasó esto semejante en su vida.
- Pero si yo tengo cosas que hacer~ - reprocha igualmente – Aunque las puedo dejar para complacer a mi princcipe – se dice más para sí mismo.
El menor entrecierra los ojos volviendo a poner ese rostro ukeable sin darse cuenta.
- Ayy~... t-tonto.
- Jeje~
- Mnn~ E-...entonces por qué no sigues~? – preguntó en voz baja con tono algo deseoso.
- Porqué es tu castigo por ensuciarme – ríe separándose del menor. Le agarra el bote de Nutella y se lo va comiendo para dirigirse al baño.
- Nmm~... Aunque no lo creas...también estoy algo deseoso – murmuró muy bajo pensando que el mayor no le escuchó, mientras bajó de la encimera quedándose ahí de pie. Estaba avergonzado. ¿Hace cuanto se sentía de esa forma? Nunca había sentido ese sentimiento. Era la primera vez que lo experimentaba...pero le gustaba. En ese momento se sintió dependiente del mayor y... eso le molestó un poco hacia sí mismo.
El mayor, a pesar que el menor lo dijo bajo, llegó a oír lo que dijo anteriormente, haciendo que se detuviera en la puerta del baño, pensativo ante las palabras del ajeno - ...Mmh... - suspira rendido – Solo te ayudaré a correrte ¿bien? Se acerca al menor de nuevo.
- Uh... - se sonroja de nuevo al notar su cercanía a pesar de aun no haber alzado la vista.
- A diferencia de ti, yo puedo saber si me pongo o no... Y a veces... - murmura dejando una pausa.
- ¿A... a veces? – preguntó esperando a que el otro respondiera, alzando finalmente la cabeza.
- No lo puedo evitar. Tranquilo, que esta no es una de ellas- ríe poniéndose enfrente de él.
- Nmm~ - rojo entrecerrando los ojos - ¿D-de verdad quieres hacerlo? – Preguntó tímido – Siento que te esté obligando... - murmuró desviando un poco la mirada.
- En todo caso, yo te obligaría ¿No lo crees? – ríe divertido alzando el delantal por la mitad mostrando el "amiguito" de Zalgo, provocando que el contrario le recorra un escalofrío.
- Nn~... v-verdad... pero...n-no me disgusta – dice de forma casi inaudible.
- "Eso dices ahora" – pensó divertido sonriendo.
El menor trató de desviar la mirada pero estar tan cerca del mayor no podía evitarlo ver por debajo de su rostro – Hi-hice...l-lo que querías... - confesó haciendo puchero – Sé que te referiste a esto...
- Si~ y eso merece un premio ¿no? – canturrea.
-Nmm~...supongo – contestó con vergüenza.
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El mayor ríe enternecido ante su actitud. Se agacha poco a poco quedando de rodillas empezando a besarle los muslos adentrándose a su entrepierna, provocando que el pequeño suspirara con el paso de los segundos. Al oírlo respirar de esa forma empezó a besar ahora su "amiguito" y de vez en cuando se lo metía en la boca mordiéndolo de rato en rato.
- Nghh~ a-ahh~ - se queja un poco por las mordidas.
El mayor finalmente lo adentró a su boca. Lo lamía y succionaba como Zalgo lo hizo la noche anterior.
- A-aah~ n-nmm~ - suspira y jadea moviendo un poco la cadera nervioso.
- Parece que te gusta~- se separó un poco. Mientras hablaba, le acariciaba parte de sus muslos y de vez en cuando el miembro del menor.
- Nghh~ - tiembla un poco desviando la mirada rojo~ - tiembla un poco desviando la mirada rojo – N-no lo voy a negar...
Offender ríe bajo y simplemente siguió con lo suyo, solo que ahora mordía sutilmente el tronco y con las manos lo estimulaba.
- A-ahh~ nghh~ - se queja un poco – C-cuidado~ - dijo entrecerrando los ojos con una de sus manos apoyada en la encimera y la otra cubriéndose el rostro sonrojado con el dorso de la mano. Maldición, se veía tan lindo y sumiso.
- Pero si lo disfrutas – le recuerda - ¿Quieres que haga algo en especial? Vamos, aprovecha – ríe bajo mientras sigue con su trabajo.
- Nghh~ - suelta un jadeo – N-no sé... q-qué hacer~ - respondió avergonzado.
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<<Burr Burr Burr>>
- ¿U-uh~? – se confunde al oír ese sonido que se sonaba a la esquina de la cocina.
- Aggh... - se queja bajo. Se pone en pie mientras un tentáculo surge de su espalda para alcanzar al causante de ese ruido que interrumpió el "ambiente". Era su teléfono móvil – Slender, siempre tan inoportuno – susurra viendo la pantalla táctil.
Contesta a la llamada y mientras escuchaba la voz al otro lado de la línea, besaba el cuello de Zalgo que aun tenía mordidas notorias.
- Nmm~ - se muerde el labio inferior resistiéndose para no hacerse evidencia.
-"¿Donde estas? Te estamos esperando" – habla Slender desde el otro lado de la línea.
- Estoy ocupado – gruñe. Al decir eso, empezó a acariciar el amiguito de Zalgo que aun no se corría...vaya resistencia.
- N-nghhh~ ahh... - jadea bajo – "M-mierda..." – pensó un poco nervioso.
-"¿Qué tipo de ocupación?" – pregunta desconfiado. Zalgo ante las acciones del mayor, le mira con rostro suplicante pero sumiso.
- Oh no, no me hagas esa cara, niño – le susurra. El menor cierra los ojos mirando hacia abajo aguantando las caricias del otro ahí abajo.
"-... Ahora eres pedófilo? Offender, debes de estar aquí. No m importa qué estás haciendo ahora. Ellos te esperan y no tienen paciencia" - habla molesto.
- ¿Si lo fuera te importaría? – gruñó cual ogro – Además pueden esperar y, como ya te dije, ESTOY OCUPADO – le gritó lo último colgando la llamada, causando que el menor se sobresaltara ante la voz potente de Offender al gritar.
El menor tiembla un poco – Nn~ N-no soy un niño – se queja puchero mirando hacia otro lado.
El mayor suspira – Para mi si – le murmura ya calmado.
- Nmm~ - abraza al mayor.
- Debo irme, pequeño – murmura algo molesto repartiendo besos en el cuello del otro.
El menor fuerza un poco el abrazo - ¿De verdad tienes que irte~? – preguntó con leve tono suplicante.
Offender ríe bajo ante la pregunta – Si~ Si no voy, se molestaran más, aunque no me importa la verdad – ríe divertido – "Pero... no quiero dejarte solo..." "¿Y si..." - piensa.
- Nmm~ n-...no quiero irme de ti~ - confesó escondiendo su rostro en el pecho del alto.
- Mmh... ¿Quieres ir? – le pregunta dudoso.
- ¿Uh? P-pues... n-n tengo n-nada que hacer ahora...creo...
- Solo una cosa – levanta un dedo – vístete – ordenó viéndolo. No se aguantó y le agarro una nalga.
- Nnghh~ - jadea al sentir el apretón que hizo Offender – A-ahora voy~ p-pero...q-quita la-... - dice sonrojado sin acabar.
- ¿Uh? ¿Qué cosa? Vamos, dime – empieza a jugar aun con el tiempo en contra suya. Sigue con su actitud indiferente a todo.
- Nghh~ q-quita la~... nnmm~ - se echa un poco para atrás.
- No, no, no – lo detiene agarrándolo con su otra mano por la cintura, mostrando una sonrisa divertida.
- Nmm~ - se estremece al estar su cuerpo y el suyo juntos.
- Vamos, que por esta vez debo estar estresado y como un viejo cascarrabias – se burla alzando al menor por los glúteos, empezando a caminar escaleras arriba.
- ¿U-uh? – Comienza a ponerse nervioso - ¿A-a dónde vas? - Preguntó con la voz un poco temblorosa agarrándose a los hombros de él para no caer.
- Te bañare haber si así se te baja eso - con un tentáculo acaricia la entrepierna del menor - y después te cambiare. Y no acepto un no por respuesta.
- Nmm~... v-vale~... - responde cabizbajo.
- No te sientas mal~ - le dice.
- Nmm~ - apoya su frente en el hombro del otro. No se sentía mal. Era la vergüenza que sentía justo en ese mismo momento. Estaba rojo como tomate. Al haber notado sus manos agarrarse por sus glúteos, hizo que su temperatura subiera más. Agarrándole con la piel desnuda, eso lo fascinaba. Por eso ocultó el rostro. Aun era tímido ante esas cosas.