Ni siquiera ir a la casa de mi tía me va a borrar la felicidad que tengo, no señor.
O al menos eso era lo que me repetía en el carro de camino allá.
Es que mi tía cuando quiere, puede ser la mujer más fastidiosa del mundo. Y además tiene unos hijos que parece haberlos parido desde el mismo infierno. Son HellGuys en versión humana.
Siempre he creído que mi tía se acostó con el mismo satanás, ya saben como esa historia de "A donde él va, va el fuego", siempre he creído que ella es la chica. Y en cierto modo todo encaja perfectamente porque mi tía no tiene esposo, según ella dice está en un lugar inexplicable, y tiene unos hijos que parecen la reencarnación de HellBoy en persona.
Piénsenlo, su historia podría ser la próxima fascinación histórica del año por ese descubrimiento.
Volteé mi vista a la ventana del auto y me adentré más profundamente en mis pensamientos y en la música que ahora sonaba en mis audífonos. Miranda Cosgrove cantaba Kissin' U, es una de mis canciones favoritas.
El mayor de los hijos de la tía Wendy se llama Andrés, está cursando el primer trimestre en la universidad en Ingeniería Industrial; la segunda es Milena, está en el último curso de la escuela, es con la que mejor me llevo de los cuatro pero es igual de fastidiosa que sus hermanos y su madre; Indira y Lucas son gemelos, son los más pequeños, tienen 5 años y los quiero ahorcar.
Recuerdo una vez que estaba tomando una siesta en casa de mi tía, los gemelos se acercaron a mí y me piquetearon la nariz hasta que me desperté y lo primero que vi fue a una cámara enfocando mi cara de recién despertada, tengo que decir que me encuentro la chica más hermosa cuando me despierto, pero en este caso no lo estaba porque tenía cara de estreñida. O al menos así era que parecía mientras veía el video que Milena grabó.
Y como si no fuera suficiente, cuando Andrés llegó de la universidad y pasó por el cuarto de Milena, que era donde estaba tomando la siesta, y vio el video que grabaron de mí les dio la "grandiosa" idea de que debieron haberme pintado bigotes para que se me notaran "más" los bigotes que ya tenía.
En mi defensa, todo se debe a que cuando era pequeña me gustaba comer del sazón que le echaban a la comida. Mamá siempre decía que si me los comía me iban a salir bigotes, pero yo no le hacía caso porque pensaba que lo decía para que no me lo comiera.
No sé si me salieron bigotes por comer sazón o porque saqué los genes peludos de mi padre y me salen pelos por todos lados. Creo que me salen pelos en los dedos también, pero no estoy muy segura porque no he revisado bien.
Mmm... ¿De qué estaba hablando antes? Ah, sí.
A los gemelos les pareció una fantástica idea la de marcarme los bigotes que decidieron buscar un crayón, tirarse encima de mí y marcar "bigotes" en mi rostro, pero me rayaron toda la cara y ese día en la cena familiar parecía haber metido mi cara en una cubeta de lodo porque el crayón era permanente y no se borraba fácil.
Desde ese día aprendí la lección de no dormirme para una siesta en casa de mi tía, JAMÁS.
—Llegamos chicos.— canturreó mi madre al mismo tiempo que abría la puerta y bajaba del carro.
—Que comience la tortura.— murmura William igual bajando del auto. Y la verdad es que tengo que concordar con él mentalmente.
Mientras camino en dirección a la puerta de la inmensa casa de mi tía voy tratando de pensar las mil y una formas que hay de escapar lejos de mis primos.
Tengo dos opciones: puedo engañarlos para jugar al escondite y esconderme en un lugar donde no se les ocurra encontrarme y sólo salir para comer y para irnos a casa, pero sé que eso no daría resultado porque esos demonios cuando están obstinados en algo no lo sueltan hasta que lo terminan; o también podría escaparme un rato al parque sin que se den cuenta de mi presencia.
Lo he hecho varias veces y una de ellas terminé volviendo temprano a casa porque a un viejo melancólico-depresivo se le dio con contarme los desastrosos detalles de su melancólica vida con la mujer que lo engañó y que al final terminó muriendo.
Sé que dirán que pude haberme alejado de él para que no me molestara y lo hice, en serio lo hice pero el señor, Alfonso creo que se llamaba, me perseguía a cualquier lugar que iba. Incluso si iba al baño se quedaba afuera de la puerta contándome su vida, y la ventana del baño era muy pequeña como para que mis tetas (no senos), los míos son tetas grandes, cupieran por la pequeña abertura.
Así que al final terminé engañando al pobre hombre diciéndole que iba a comprar unas botanas para que nos la comamos juntos, que podía esperarme sentado en una banca pero en realidad lo que hice es que me fui a la casa de mi tía.
Dios sabe que no quería engañarlo, pero estoy segura de que Dios también sabía que el hombre hablaba más que Katherina cuando hablaba sobre sus pompones.
—¡Oh, mis preciosos sobrinos!— exclamó la tía Wendy parada en el umbral de la puerta —Y mi bella hermana panza de balón.
—Gracias por el cumplido, Wen.— respondió Ale sarcástica.
—Oh, sabes que amo ponerte apodos de cariño. Ven aquí.— extendió sus brazos para aceptar a mi madre en un abrazo y la apretó tanto como le pudo dejar su enorme panza hacerlo —Y mis hermosos sobrinos que cada día crecen más y están tan guapos como su tía.
Rompió el abrazo con mi madre y a continuación nos abrazó y apretujó a Will y a mí.
—Hola, tía Wendy.— saludamos William y yo al unísono.
—Vengan, entren a la casa, ya casi sirvo el almuerzo.
—¿Y a tu cuñado no lo saludas?— preguntó mi padre con cara falsa de ofendido.
—No molestes, Claudio y entra a la casa de una vez. Sabes que todavía no te perdono el haber embarazado a mi hermana y alejarla de mí.
—Aún la sigues viendo, no sé de qué te quejas.
—Y lo seguiré haciendo por muchos años más. Así que ten cuidado con tratar de alejar a mi hermana de mí.— entrecerró los ojos apuntando con su dedo índice en su pecho, haciendo ver el notable estremecimiento en el cuerpo de mi padre. Se giró para entrar a la casa mientras reía —Me encanta asustarte. Por cierto Clary, los chicos están ansiosos por tu llegada.
Ay, no. Mierda.
Se escucharon unos pasos corriendo de tres pares de pie bajando por las escaleras con dirección a la puerta. Exactamente el lugar en donde estaba.
Retrocedí tres pasos y eché a correr por donde había venido pero fue inútil. Dos cuerpecitos pequeños se tiraron encima de mi espalda y caí de boca en la hierba del jardín.
—¡¡Clary!! ¡Viniste, viniste!— empezaron a dar saltitos en mi espalda mientras mi cuerpo se sacudía dolorosamente con cada brinco.
—Lucas, Indira. Por favor— traté de hablar con el poco aire que quedaba en mis pulmones —, bájense que no respiro.
Los demonios se bajaron de encima de mí y cuando me paré del piso no pude ni siquiera tomar aire porque Milena ya estaba asfixiándome en un abrazo del oso.
—¡Clary!— chilló en mi oído —Tanto tiempo sin verte ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que nos vimos? ¿Nueve meses?
—Tres semanas— respondí apenas en un hilo de voz.
—Bueno, no importa.— rompió el asfixiante abrazo del oso y sentí la gloria cuando mis pulmones se llenaron de aire nuevamente —Tengo muchas cosas que contarte. Subamos a mi cuarto y hablemos tranquilamente.
—Creo... que en esta... casa... no existe esa palabra.— todavía respiraba entrecortadamente, parecía que había corrido un maratón tres veces.
A los gemelos les pareció buena idea agarrarse a mis pies como Koalas y Milena jaloneando de mi brazo no ayudaba mucho que digamos.
—Niños, por favor. Necesito mis pies para caminar.
Indira se levantó de uno de mis pies y de un salto se subió a caballito en mi espalda.
A veces Indira tiene complejo de rana y Lucas de mono-araña. Milena simplemente habla mucho, torturándonos con su voz, y no se calla. Y yo, a veces, no sé a quién quiero matar primero de los tres.
—Oh, pero si ha llegado la enana Parker... digo CLARISSA Parker.
¿Dije tres? Lo siento, me equivoqué. Andrés también va anotado en mi lista de Torturas para Muertes Suculentas, Lentas y Dolorosamente Devastadoras.
—Hola, Andrés.— murmuré apretando mis dientes.
—Es André.
—Que yo sepa en tu Acta de Nacimiento dice ANDRÉS Mallete.
—Si yo digo que es André, es así ¡y punto!
—Vaya reina del drama que eres.
—No molestes CLARISSA, vete a acabarte la nevera de la casa o a hacer algo productivo por la patria. Yo me voy, adiós.— caminó hacia su Lexus y antes de arrancar el carro bajó la ventanilla del lado del copiloto y me dio una sonrisa cínica —Pareces mamá osa con esos niños a tu cuidado. Procura no volverlos igual de loca obstinada que eres, pero no te culpo. Está en tu naturaleza.
Y sin más, arrancó el auto a toda velocidad como el loco maniático que es, haciendo rechinar las llantas en el asfalto. Qué pesado que es.
—Ese hijo de... su mamá.— murmuré para mis adentros.
—¿Cuándo será el día en el que ustedes dos dejarán de pelear por cualquier cosa a su alrededor?— preguntó Milena a mi lado. Me giré y cojeé en dirección a la casa. Sí, cojeé porque Lucas aún no se soltaba de mi pierna.
—El día en que los cerdos vuelen y yo me vuelva la bruja mala-come-niños de Hansel y Gretel.
—Según Andrés dice, eres una bruja mala pero no dijo que comías niños.— le di una mirada fulminante pero la muy tonta ni cuenta se dio —De todos modos no sé cuándo, ni cómo o por qué ocurrió toda esta pelea entre ustedes dos pero no me importa, sigan así porque de esa forma tengo más historias de ustedes y sus peleas que contar en la escuela. Sus peleas me vuelven famosa.— dio un pequeño saltito de alegría y emoción ahí donde estaba, a mi lado agarrando mi brazo.
—Sí, lo que digas.— murmuré cojeando y encorvada por el peso de Indira en mi espalda.
En este momento lo único que quiero hacer es entrar a la casa y quitarme a estos diablillos de encima.
********
—I'm a barbie girl in a barbie world. Life in plastic is fantastic. Vamos, canten chicos.— meneé las caderas de un lado al otro como las barbies del video para que los gemelos me imitaran pero sólo Indira y Milena me seguían el paso, Lucas estaba parado al lado de Indira cruzado de brazos.
—No me gusta esa música.— gruñó con su vocecita de niño.
—¿Ah no?— puse la música en stop y me agaché para quedar a su misma altura —¿Y qué te gusta entonces?
—One Birection.
—Es Direction.
—Eso fue lo que dije Clary, Birection.
—Ajá y ¿Por qué te gusta la música de One Direction?
—Porque son alegres.— sentenció decidido.
—Pero también tienen música lenta que hacen llorar como Moments, Little Things y Story Of My Life.
—Pero Milena sólo pone música alegre de ellos y esa es la que me gusta.— miré a la susodicha y ésta se encogió de hombros.
Rodé los ojos. Típico, Milena es una Directionator. Ni siquiera me sorprende.
—Pues pongamos música de One Direction. Creo que tengo en mi celular ¿Cuál quieres que ponga?— le pregunté con mi celular en la mano.
- La del video donde están en Nueva Yol - dijo él alegre.
—No, esa no.— protestó Indira —Quiero que pongas la de donde están en la pichina.
—No te lleves de ellos, Clary.— habló Milena —Pon Best Song Ever.
—¡Que no! Que ponga la de Nueva Yol.— empezaron una guerra de gritos entre ellos que casi me deja sorda. Casi, no lo hicieron pero estaban cerca.
—¡OK, YA!— grité tan fuerte como pude y al parecer funcionó porque todos se callaron prestándome total y absoluta atención —Pondré a reproducir las canciones una tras otra pero primero tienen que aclararme cuáles quieren ¿Ok?
Todos asintieron y cuando les pregunté a los gemelos por sus canciones me las tararearon. Resultó ser que Lucas quería que le pusiera One Way Or Another e Indira quería que le pusiera Live While We're Young.
Les puse la música en reproducción y los dejé en la sala bailando, me asomé a la cocina para ver qué estaban preparando y lo que vi fue a William sentado en un taburete chateando por el celular (de seguro con Sara) y a mi padre observando el trasero de mi madre quien estaba frente a la estufa discutiendo con mi tía sobre que no necesita echarle más agua a la carne.
Me paré al lado de papá chocando su hombro con el mío, él pasó un brazo por mis hombros y besó mi frente.
—¿Qué tanto le miras el trasero a mamá?
—Es que siempre me ha gustado su trasero y cuando está embarazada se nota más.— volvió a poner su atención en su trasero mientras se mordía el labio inferior.
—Ugh, es tan desagradable oír eso de mi padre.
—Ya verás que no dirás lo mismo dentro de... 20 años cuando tu esposo te mire el trasero.
—¿20 años?— pregunté horrorizada ±¿Qué esperas? ¿Que me vuelva monja en el proceso o que me case y tenga hijos cuando tenga muchas canas y parezca una viejita rechoncha?
—¿Viejita rechoncha?— preguntó riéndose —Lo de volverte monja en el proceso me gusta. Ya sé que con los nietos que me dará William voy a tener suficiente.
—¿Cómo sabes que William te dará nietos?
—Es mi hijo, lo conozco. Y además no deja descansar a la pobre Sara.
—No me cambies el tema.— entrecerré los ojos en su dirección pero él sólo siguió riéndose y dándome besos en la coronilla de mi cabeza —Por cierto papi, tengo novio.
—¡¿QUÉ?!— se separó de mi lado y me miró con los ojos como plato. Solté una pequeña carcajada de niña traviesa y bateé mis pestañas con dulzura —No será el tonto hermano de Sara que anda persiguiéndote desde pequeña ¿verdad?
—Tomy no es tonto, es lindo.— respondí con una sonrisa.
—Oh no, tú no vas a tener novio hasta que cumplas los 30.
—¡Papá! ¿Y qué hay de ti? Mamá ni siquiera tenía los 20 cuando la embarazaste.
—Eso... yo...— balbuceó sin poder encontrar un argumento para defenderse —¡Alejandra! Tu hija tiene novio, dile que no lo podrá tener hasta que cumpla los 30.
—¿Qué?— se giró ella emocionada mirándome —¿Por fin se te declaró Tomy?— asentí. Dio un chillido de emoción donde estaba parada y corrió a abrazarme —¡Al fin! Tienes que contarme los detalles. Ven, vamos a sentarnos en el sofá. Quiero que me cuentes todo.
—¡Alejandra!— protestó mi padre.
—Tranquilo amor, tendremos una charla de madre a hija.— me guiñó un ojo y me guió hacia el sofá de la sala —Mientras, puedes hablar con William. Él sí necesita una charla contigo, estoy preocupada de que se le caiga el pene de tanto que lo usa.
—¡Mamá!— jadeé repugnada por las imágenes que aparecían en mi cabeza. A veces suelo pensar muy gráficamente y créanme, imaginarte el pene gastado de tu hermano en tu mente no es muy agradable.
—¿Qué?— preguntó como si nada. Yo sólo negué con la cabeza riéndome y vi a William fruncir el ceño con incomodidad hacia ella.
—Espérenme.— gritó la tía Wendy desde la cocina —Yo también quiero escuchar la historia de la declaración.
Cuando se sentó junto a nosotras empecé a narrarles lo sucedido desde que entramos a mi cuarto hasta que Sara entró y se lo llevó, luego Lucas llegó corriendo a donde la tía Wendy.
—¡Mami! ¡Mami!
—¿Que pasó tesoro?— lo abrazó la tía Wendy.
—Indira pateó al Sr. Colorado.— gimoteó.
—Yo no pateé al Sr. C.— gritó Indira llegando a la sala —No lo vi.
—Fue sin querer, cariño.— lo consoló la tía Wendy.
—Eh... ¿Quién es el Sr. Colorado?— preguntó William.
—Es el amigo invisible de Lucas.
—Te está saludando Clary.— dijo Lucas con su ceño fruncido hacia mí.
—Oh, no lo sabía.— dije, siguiéndole el juego —¿Cómo está Sr. C? Gusto en conocerlo.— extendí mi mano al aire para hacer parecer como que estaba saludándolo.
Luego de la comida, todos nos fuimos al patio. Los niños jugaban al escondite, Milena y yo conversábamos de lo que habíamos hecho en la escuela y los demás estaban en la terraza hablando entre ellos.
La visita a los primos no resultó ser tan mala después de todo.
----------------------------
Hola, holis, holiwis c:
¿Me extrañaron? No, no. La pregunta es... ¿Extrañaron a Clarissa y sus extraños pensamientos? Ah, yo sé que sí :3 Capítulo un poquito largo.
Lamento no haberles podido subir capítulo hasta hoy, lo tenía listo desde ayer, en serio, pero es que no tenía inspiración y salí a pasear a la Feria del Libro y... y... ay, ya. Déjenme vivir T_T #DramaQueen Ok, ya! x)
¿Han leído "Diario de una Pasión"? Yo apenas hace unos días que la terminé de leer y ando muy sentimental a causa de eso :') Al principio no quería leerla porque creía que era DEMASIADO sentimental para mi gusto pero cuando me decidí a leerla se volvió una obsesión para mí (como todos los demás libros). Quiero un Noah para mi solita que se quede conmigo hasta que me ponga vieja como una pasa *o*
Ahora estoy leyendo una novela que se llama "Tangled" y no puedo evitar querer un Drew Evans para mí, aunque sea todo un cabrón al principio (sorry por la palabra).
¿Y ustedes qué historia/novela/libro están leyendo ahora?
Ok, ok. Ya me voy, bye. Nos leemos en la próxima ;D