The perfect omega

By wangxian028

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Cuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encon... More

Omegaverse
Prólogo
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 8
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17 (Parte 2)
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Final
Epílogo

Capítulo 17 (Parte 1)

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By wangxian028

Porque ustedes lo pidieron 1/2


Observé el gran edificio desde el auto ya estacionado fuera. Suspiré cuando los dos hombres se bajaron de este y uno de ellos me abrió la puerta; él me tendió la mano pero negué con la cabeza y me tomé mi tiempo para salir del coche, ya había cortado la comunicación con Jungkook cuando entendí, más o menos, lo que tenía que hacer.

Estaba emocionado, tan excitado pero tan aterrado a la vez, además de que tenía mi cabeza llena de dudas, de tantas preguntas que deseaba Jimin contestara, aunque sabía que cuando lo viera, él no desearía articular palabra y seguramente yo tampoco.

Aún no estaba seguro de si Jungkook había oído mal o si fue una equivocación, tal vez Jimin me terminaba tirando a patadas de su penthouse como a las omega que le habían llevado, pero fuera como fuera, quería intentarlo, mi deseo por ayudarle y mis ansias por ser deseado por el dueño de mis pensamientos podían más que el mismo temor de salir mordido de esa habitación. ¿Qué tal si Jimin llegaba a odiarme por venir sin su consentimiento? Jungkook bien podía estar equivocado, porque al final habían sido muchos días sin vernos y Jimin no movió un dedo por cambiar ello, aunque yo tampoco, pero supongo tengo mis razones.

"Lárgate." Escuché una vez el ascensor sonó mientras las puertas se abrían lentamente, indicándome que llegué al último piso del edificio, donde se encontraba el Penthouse de Jimin. "¿Acaso eres imbécil? Te dije que te largaras, o por tu cuenta o por la mía, pero te aseguro que si es a mi modo no saldrás en una pieza, bonita." Al estar justo en medio de la entrada de su habitación, podía oírlo bien, era él, estaba seguro de que esos gritos sonando casi como fuertes gruñidos enojados provenían de Jimin, era su voz

Corriendo desde el fondo del largo y oscuro lugar, ya que ni una de las luces estaban encendidas, vi una omega delgada, de largas piernas en tacones, haciendo resonar sus zapatos en el mármol del suelo, corriendo tan torpemente que estuvo a punto de caer dos veces, ella llevaba un vestido blanco cubrir sus muslos para luego un poco más arriba enseñar su escote.

Vaya, pensé, definitivamente las chicas que le traen a Jimin son de calidad.

"Ehm..." 

 "Sal de aquí" Me dijo, acomodándose sus ropas una vez se sintió segura dentro del elevador, se colocó al otro extremo de este y respiró profundo, mirándome, mostrándome el infinito terror en su mirada, la comprendía, ningún omega amaría ver a un alfa en celo enojado, muchos seguramente no habrían salido vivos de esa. "Jimin no está... Normal. Él nunca ha sido así, tú... Solo vete ¡Te hará daño!" 

Suspiré, sí, lo mismo me había dicho Jungkook, Jimin no era el mismo. Di unos dos pasos para entrar al penthouse y salir del elevador, ante la mirada atónita de la chica.

"O se hará daño." Susurré, no supe si me escuchó porque las puertas del elevador no tardaron en cerrarse. Caminé mucho más decidido que antes hasta la habitación principal, al final de ese enorme lugar, imaginé que esa era la habitación no solo por ser la más grande y que la chica haya salido corriendo por ese pasillo, sino porque olía a Jimin, Jimin y Jimin. Algo parecido a café, un olor cálido y reconfortante; ronronee queriendo acercarme más hasta que abrí con cuidado la puerta y lo vi ahí.

Jimin estaba acostado en su cama con sus manos frotando su rostro, el lugar era un completo desastre, aunque no reparé mucho a contar cuantas ventanas rotas o cuantos muebles destrozados, primero porque la oscuridad del lugar no me lo permitía y segundo porque él estaba ahí. Mi omega jadeó, yo lo hice, lo sentí arañarme interiormente queriendo que nos lancemos hacía él.

"Yoongi." Susurró, él aún no me había visto y no estaba muy seguro de si me habría olido o escuchado, así que podía ser mi olor o lo desarrollado que estaba su oído para ese instante. Alzó la mirada y me vio, fue todo. Cualquier gramo de consciencia había terminado de desaparecer. "Yoongi." Volvió a repetir sin apartar la mirada de mí mientras se acercaba con sigilo pero rapidez, parecía un depredador asegurándose de acercarse de forma cautelosa o su presa desaparecería.

"Jimin." Murmuré, viéndolo cada vez más cerca. Aclaré mi garganta, deseando que mi voz no saliera tan excitada. "¿Es-Estás bien?"

Él me miró atentamente con su oscura mirada, Jimin me observaba con detalle, como si estuviera asegurándose de que yo no era una ilusión, no me moví ni un centímetro, ni siquiera cuando observé sus fosas nasales inspirar, recibiendo todo el olor de mi celo, estaba seguro que podía imaginarse lo mojado y excitado que yo estaba, el celo de ambos se podría incluso palpar en el aire, él lo sabía.

Solté un respingo cuando no respondió, Jimin tomó mi cuello y acunó mi rostro con su pulgar antes de lanzarse a mis labios. Jadee y lo escuché gruñir cuando el placer nos envolvió a ambos, su sabor estaba de nuevo en mis labios mientras comenzaba a devorarme, empujándome contra la puerta cerrada, presionando mi cuerpo contra el suyo o contra la superficie. Sentí la dureza en su entrepierna y volví a gemir, el sonido no salió, Jimin me follaba la boca con su lengua sin ni siquiera darme la oportunidad de corresponder, tan salvaje como un animal, me imaginé que su alfa lo estaba controlando más que bien.

Jimin buscó mis manos y estuve seguro de que ambos jadeamos aunque nuestras bocas estuvieran ocupadas, entrelazó nuestros dedos y alzó mis brazos para sostener ambos sobre mi cabeza, contra la dura puerta de madera oscura. Mordió y tiró de mi labio inferior, comenzando a frotarse contra mí, succionando y tirando de mi labio apenas me liberó, dejándome jadear, removerme gustoso para rozarnos más, dejándonos sofocar por ese inmenso calor.

"No me temas... No te haré daño, Yoongi." Apretó mis manos y me atreví a mirar su rostro, sus ojos estaban fijos en mis labios, observando los suyos húmedos por nuestra saliva. Volvió a moler su cuerpo contra el mío y ambos jadeamos, él lo sabía, él ya sabía muy bien cuanto lo deseaba.

"No... No, sé que no, yo..." Las palabras salían atropellándose unas a las otras, mientras sentía como el inmenso calor intentaba terminar de enloquecerme. Nunca, absolutamente nunca me había sentido de esa forma. La conexión con mi omega y como poco a poco se abría paso para liberarse, gimiendo, jadeando o incluso hasta chillando emocionado con el calor que emanaba del duro cuerpo de Jimin, con su firme erección dejándose sentir aún a pesar de nuestras prendas. Mi corazón palpitaba acelerado y más cuando enterró su cabeza en mi cuello. "Jimin." Gemí, por miedo, por ansias, mi cuerpo entero me pedía que le entregue todo el espacio posible, que ladee mi cabeza y le muestre mi cuello en señal de sumisión, de deseo, de las ansias que me consumían porque me mordiera.

Me sorprendí cuando no besó ningún espacio de mi cuello, su nariz se hundió en mis cabellos más largos hasta que sus manos soltaron las mías y con rapidez me tomó por los glúteos, sus dedos se separaron, cogiendo mis nalgas y alzándome sin el mayor esfuerzo, mis piernas lo rodearon en un completo impulso e incluso gemí sorprendiendo, ganándome un gruñido de su parte.

"Jimin." Gemí otra vez, a pesar de la oscuridad de sus ojos sabía que él aún estaba ahí, aún no había cedido completamente al deseo de su alfa, él me veía, no un pedazo de carne cualquiera, sabía que era yo e incluso así, apretaba mi cuerpo más cerca del suyo, empujándome contra su dura erección, al parecer deseando aliviarse a sí mismo con esos roces toscos. Empezó a caminar hacía la cama con rapidez.

"Yoongi." Solo bastó eso para que, mientras me tendía con sumo cuidado en la enorme cama y se colocaba encima de mí, mis manos subieran a su cuello y tirara de él, atrapando su boca en otro intenso beso, gimiendo de puro gusto cuando de nuevo todo su sabor se fundió con el mío, disfrutando de su tan conocido pero fuerte olor, su calor, sus labios, su cuerpo, Dios, estaba tan húmedo y caliente, necesitaba... Lo necesitaba de una vez.

Mordisqueó mi labio inferior repetidas veces, mientras una de sus manos tomó los extremos de mi remera y comenzó a tirar de ella. Lo escuché gruñir, mostrándome lo irritado que estaba cuando se separó de mis labios y bajó la mirada a la prenda. Sin preámbulos, la rasgó. Escuché el largo sonido de la tela rompiéndose y jadee, intenté ocultar una tímida sonrisa, tenerlo tan ansioso por tocarme me hacía feliz, más que feliz.

"Jiminnie." Balbucee su nombre cuando me encontré de nuevo con sus ojos, él me dedicó una sonrisa llena de chulería y pasó a tomar mi nuca, alejándome del colchón para empujar su lengua de nuevo entre mis labios, callándome mientras terminaba de sacarme la oscura remera ya rota, ayudé, no iba a irme desnudo a la mañana siguiente.

Cuando me soltó, mi cuerpo rebotó en el fino colchón y separé mis piernas, dejándole más espacio entre éstas mientras de nuevo, entre lentos e hipnotizantes movimientos se acercaba a mi cuello e inhalaba antes de bajar para empezar a repartir besos por todo mi pecho. Solté pequeños gemidos ocasionales cuando los besos duraban más, estremeciéndome por los ligeros toques de sus dientes o al entretenerse a hacerme un chupón en cualquier lugar posible.

Arqueaba mi espalda cada que una de sus succiones se concentraba alrededor de mis tetillas, luego bajo mi ombligo y aunque lo intenté, me fue imposible no gemir su nombre mientras una de mis manos iba directo a sus cabellos, tirando de estos, esa zona... Esa zona no, era... Mierda, era demasiado.

Cuando se alejó, mi cuerpo se relajó como si hubiera ganando la guerra contra el depredador, sus manos tomaron mis jeans y bajó de la cama para ganar espacio, jaló de estos junto con mi ropa interior, dejando que las telas cedieran junto con las botas dejándome completamente desnudo.

Me admiró, no sé bien por cuantos segundos pero sentí ese tiempo eterno, mi omega gemía, quería rogar que me hiciera suyo, pero mordí mi labio, sí podía, un poco más, quería resistir un poco más antes de perder la razón y ceder ante esa mitad mía que deseaba duro sexo con el dueño de sus pensamientos, anhelaba tanto recordar esto por siempre.

"Solo te necesitaba a ti." Susurró con la voz rasposa mientras se acomodó entre mis piernas. Delineó mis labios con su lengua hasta que me ericé cuando una de sus manos acarició mi muslo por la cara interna, muy lentamente. Me contraje cuando sus dedos tuvieron contacto con una zona tan cerca de mi ano que sabía sus dedos se humedecieron un poco. "Desnúdame, Yoongi." Me ordenó, hablándome al oído con tanta dulzura que creí perderme, nadie jamás se daría una idea de lo reconfortante que era escuchar mi nombre salir de sus labios, recordándome que aún ambos estábamos dispuestos a evitar que el celo nos controle por completo.

"Sí... Sí." Obedecí sin dudar a las roncas palabras que salían de su boca, intentando ignorar el inmenso calor tan sofocante que trataba de consumirme por completo, llevé mis temblorosas manos a su camisa y empecé a desprender botón por botón, gimiendo de impotencia cuando mis dedos no colaboraban. Todo mi cuerpo temblaba ligeramente, del deseo, del temor o de la excitación, quizás todo junto, pero no podía terminar de desprender los botones. "Vamos... Por favor." Jadee frustrado, hablándole a los botones.

Di otro respingo cuando sentí sus manos colocarse sobre las mías, sus oscuros ojos me observaron y una seductora media sonrisa se encargó de derretirme, de nuevo me dejé caer completamente sobre el colchón cuando sus dedos sustituyeron los míos y con facilidad rompió uno a uno los botones restantes hasta que la camisa estuvo completamente abierta, mostrándome parte de su esculpido cuerpo.

"Dios... Oh, Dios santo." Gemí mientras se terminaba de sacar la prenda y la lanzaba a un lado, tomó mis manos y las guió hasta sus pectorales, dejándolas ahí, toqué la dureza de estos y me sentí contraerme de nuevo. "Mierda, no."

Aparté mis manos y las llevé directamente al colchón, hundiendo mis uñas en las frazadas de este. Observé su mirada preocupada, no es que no quisiera tocarlo, vaya que quería, deseaba conocer cada rincón de su bronceado cuerpo pero ahora no, necesitaba... Necesitaba... "Por favor, Jimin. Por favor." Separé más mis delgadas piernas para darle una idea de qué era lo que ansiaba tanto, tiré mis cabellos desordenados para atrás mientras lo observaba cuestionárselo, no sabía si mi celo había llegado a su etapa más alta antes que el de él pero ya no podía más, iba a correrme si lo tocaba, iba a llegar de solo tenerlo así y eso que aún no lograba desprenderlo de sus pantalones. "Por favor... Te necesito."

Jimin observó por largos segundos en medio de mis piernas abiertas, imaginé lo que veía y me sentí tentado a juntarlas de nuevo por la pura vergüenza cuando él inspiró profundo y relajó sus músculos, sus manos tomaron mis rodillas y separó mis piernas un poco más. Temblé, pero no me opuse, me sostuve con más fuerza de las sábanas una vez él acarició el interior de mis muslos con sus pulgares, acercándose a mi masculinidad hasta que dos de sus dedos estuvieron presionando sobre mi agujero.

"¿Es aquí donde me necesitas?" Se burló juguetonamente, mientras mi entrada se lubricaba un poco más y un disparo de mis feromonas llenó por completo la habitación. Jimin se inclinó sobre mis labios y empujó sus dos dedos dentro. Gemí de nuevo, queriendo cerrar mis piernas y retorciéndome debajo de él, lo escuché gruñir desde el fondo de su garganta así que me calmé, ese era un claro "Estate quieto" de su alfa, y mi omega pensaba obedecerlo.

Mi interior recibía y estrujaba sus miembros mientras yo intentaba contenerme, tratar de removerme lo menos posible por la ligera incomodidad, no recordaba cuanto tiempo había pasado sin hacerlo, pero nada se sentía tan real como esto, la conexión, los nervios y la excitación estaban jugando en mi contra.

Separó sus dedos en mi interior y los sacó para luego volver a empujar con agresividad. Gemí, disfrutando de la rápida y tosca penetración de ambos dígitos en mí, sintiendo su mirada sobre mi rostro, sabía que estaba admirando cada una de mis expresiones. "Creo que sí, es justo aquí donde me querías, Yoongi."

"Mmm."

 "Y estás tan mojado para mí. Voy a follarte justo así y más fuerte, no vas a olvidar esta noche nunca, bebé."

Ingresó un dedo más y empujó los tres hasta que sentí sus nudillos rozar mis glúteos, rápido y tan profundo como podía, ayudándose con la lubricación de esa zona. Claro que él iba a cumplir con su palabra o estaba seguro que terminaría muriendo de una frustración sexual si se atrevía a detenerse.

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