Lucir fuerte no es lo mismo que serlo, o sentirlo.
De fachadas externas he tenido que vivir sin saberlo,
han colmado mi paciencia y quebrantado mi alma.
Me ha visto la cara aquel por el que yo hubiera dado mi vida entera.
Monstruo, tu que no duerme abajo de mi cama,
duermes a mi lado, cerca de mi pecho,
¿cuáles son las penas que te he causado que el destino me está cobrando?
Me desnude para ti y te vi con otros ojos, ¿así me pagas?
Monstruo, tu que ahora duermes en otras camas
¡Ojala estuvieras muerto!
¿Quién soy? ¿Quien era? ¿Qué perdí?
¿Por qué yo siendo yo tuve que dejarme vencer tan fácil?
¿Por qué yo siendo yo me hundí de esa forma en este océano de desdicha?
Me he convertido en un ancla, pesada, me han hundido, he tocado fondo
y haz disfrutado usarme como ancla para detener tu barco en un mejor puerto.
Me pinte de azul y ni siquiera me gusta ese color.
Atrapada en un infierno de llamas azules como el cielo.
Sobreviviendo entre tonos de azul.
Disfruta. Disfruta mientras puedas.
Mientras este débil.
Mientras mi mundo este cegado y todo lugar sin luz me parezca aterrador.
Goza ahora que mi guardia esta baja.
Goza como nunca lo haz hecho.
Baila sobre mis cenizas, escupelas y pisalas, son tuyas, haz lo que quieras con ellas.
Porque cuando renazca de entre los escombros
desearas y me imploraras benevolencia de rodillas.
Y seré yo quien gozará al final.