No podía creer que él estuviera ahí, cuando llego el profesor, se presento a la clase se llamaba Cristian, me quede un rato embobada mirándolo de pie a cabeza creo que se dio cuenta porque en ese momento me miro, de inmediato deje de mirarlo, me sentía tan avergonzada por como lo miraba.
Le asignaron el puesto que estaba al lado mío, para mi mala suerte, bueno tal vez es un poco exagerado, pero no me iba a concentrar en clases con el a mi lado.
Finalmente se acabaron las clases, lo único que quería ahora era llegar lo más pronto a mi depto, cuando alguien me agarro el brazo, inmediatamente me gire para saber quien lo había hecho, cuando me encontré con esos ojos ámbar viéndome.
-Hola, a que se debe esto-le dije secamente
-¿Quería saber cuál es tu nombre?-me entro la duda, para que lo quería saber, pero bueno creo que solo era curiosidad.
- Me llamo Fernanda y lo siento por chocado con tigo anteriormente-estaba reprimiéndome de nuevo por a ver chocado con el
-Qué bonito nombre tienes, y no importa fue solo un accidente-inmediatamente me coloque roja por su cumplido.
-Muchas gracias-fue lo único que se me ocurrió decirle.
-No hay nada que agradecer-
-Entonces nos vemos mañana adiós-quería retomar mi dirección. Pero rápidamente se coloco al frente mío.
-Te puedo acompañar-me dijo suavemente, yo al comienzo no quería pero después me convencí además, no podía negar que quería pasar algún tiempo con el a solas, a si que acepte.
-Bueno, acompáñame-le dije con una sonrisa dibujada en mi rostro.
De camino a mi departamento charlamos de cualquier cosa, y en algunos momentos sus ojos me hipnotizaban, cada vez me caía mejor.
Cuando llegamos lo invite a entrar a mi departamento, y el inmediatamente acepto. Cuando entramos me comencé a poner nerviosa y a creer que invitarlo no había sido un gran idea de mi parte, pero bueno el ya estaba adentro.
-¿Quieres algo de beber?-
-Si muchas gracias, tengo mucha sed-me dirigí a la cocina.
-¿Qué quieres agua o bebida?-no sabía de sus gustos.
-Quiero bebida-inmediatamente me gire para sacar la bebida del refrigerador y servirla.
Después me dirigí a donde lo había dejado para pasarle el vaso, luego de entregárselo el se comenzó a acercar a mí, y yo lo único que me preguntaba era que quería el. Se acerco a mi oído y me dijo suavemente.
-A donde está el baño-inmediatamente me tranquilice y le señale la dirección.
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Espero que les haya gustado este nuevo capitulo :)