Caer entre mis brazos por error en medio de un tumulto. Lo normal.
En varias escenas de romance que había visto dentro de películas y novelas, la futura pareja se llegaba a conocer por una situación similar a esa.
Una indefensa chica queriendo salir de un ascensor, tren, almacén o simplemente de una plaza en donde se ha atestado de gente. De repente tropieza o la empujan y cae esperando un golpe que no llega pues su príncipe ha puesto su pecho para que ella no se lastime, y después de un "¿Te encuentras bien?" o "Ten cuidado, mira por dónde vas" sus ojos se conectan y quedan prendados de amor.
Sí, perfecta situación que daría inicio a mis intentos por conseguir un amor de cliché porque ¡Carajo! Quiero saber por qué demonios se volvió tan normal y casi aburrido escenas donde se miran directamente a los ojos reconociéndose como almas gemelas.
Así que me decidí. La cafetería de la preparatoria sería mi escenario ideal y Yuuri atorado entre la multitud solo encendía mi alarma de advertencia.
Odio comprar en la cafetería, la señora que atiende obviamente le debe echar algo a la comida por todo el fastidio que le causan mientras gritan sus pedidos y reclaman sus vueltos. Yo lo haría, un poquito de laxante en el curry no vendría mal, y algo de somníferos triturados en el ramen sería la combinación perfecta.
Pero no estoy aquí para dar ideas a la mujer de cara amusgada, sino para esperar el momento indicado que ocurrirá en tres, dos, uno...
Yuuri sale con panes en una funda y jugos en otra, empuja al mastodonte de último año que está aún lado suyo y mira victorioso hacia el frente. Salió ileso.
Maldición.
Acomoda las fundas en sus manos, yo miro con decepción como se va alejando del tumulto y mis ganas de que caiga amortiguado en mi pecho se van desvaneciendo. Quizás hoy no es mi día.
O quizás...sí.
Corro en otra dirección para encontrarme con él frente a frente, no necesariamente debe ser en la cafetería ¿Verdad? Podemos chocarnos en el pasillo.
Lo veo caminar con la mirada dirigida a los ventanales que dan al patio del plantel, bajo la mirada procurando ir directamente hacia él, y cuando estamos a unos pasos lo pude sentir.
Aceptaría que Yuuri recayera en mi pecho o yo en el suyo, cualquiera de las dos situaciones hubieran complacido mis deseos de conocer ese sabor común del que todos se quejan pero, la realidad es fastidiosa.
¿Cómo pude fallar? Maldición, lo imaginé torpe y nervioso. Quizás atormentado por dejar caer en mí el jugo que va consumiendo y nuestras primeras palabras serían "Déjame ayudarte" pero ha sido ágil y ha conseguido esquivarme en un ligero roce de nuestros hombros.
Se va, desaparece entrando en nuestro salón y doy una patada al aire demostrando mi ofuscación. ¿Por qué no puede ser más torpe?
Giró con brusquedad para dirigirme a los baños y mojar mi rostro ante la idea de que aquello arrebataría de mí las iras de un intento fallido. Y cuando lo hago escucho el típico "Auch" y una risa nerviosa.
—L-lo siento—dice la chica que ha chocado contra mí y ahora se acaricia su nariz enrojecida por la colisión. Ella me mira, me mira con ojos brillosos y yo solo aprieto la mandíbula con la frustración llegándome a la coronilla.
—¡Por un demonio, Yuuri!—La hago aún lado y sigo mi camino gruñendo— ¡Aprende, grandísimo tonto!
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Ok primero lo más importante....potes de miel para mis abejitas <3
Gracias por el amor que le dan a la historia....espero que siga siendo de su agrado. Las diversas situaciones en las que se meterá Viktor por conquistar a la ambigua a Yuuri serán XD Crack XD
Ahora el vídeo XD
Solo me imaginé a Viktor cantando a todo pulmón Ave María XD
Pero OJO, hay algo además de todo el fail en esta historia...algo que deben darse cuenta conforme los caps vayan avanzando.
Me encanta hacer arder el cielo sobre el infierno.
Dicho esto paso a retirarme ^_^ Nos vemos el lunes.