-¿quien fue el que dono mi riñón? -Pregunto confundido
Raphael se tenso, se colocó nervioso y leonardo lo notó de inmediato.
-raphael...... Necesitó saber quien fue el que......me entregó su riñón - continuó esperando la respuesta de su novio
-leo......te lo diré no quiero que te alteres, el donador de tu riñón fue........usagui
-¿¡usagui?! Pero......como es posible.....el no
-el se fue a Inglaterra para tomar un tratamiento que lo ayudará a vencer el Cáncer...... No lo logró y.....envió una carta diciendo que el queria ser tu donante se disculpó por correo porque no podría hacerlo en persona
-entonces......¿usagui murió? -preguntó dolido
-lamentablemente no pudo con la pelea contra el cáncer.......
Leonardo bajo la mirada, pese a todo lo que había hecho y dicho le dolía que hubiera muerto por culpa del cáncer. Tras ese pensamiento no se dio cuenta de que el doctor entraba a la habitación con papeles en mano.
-buenos dias, ¿como dormiste? -preguntó mirando al oji-azul
-bien.....con un poco de dolor-
-tengo una noticia que hará que te alegres y te mejores rápidamente.
-¿que?
-podrás regresar a tu casa, en este instante te doy el alta definitivamente del hospital -
Esa noticia alegro enormemente a leonardo, raphael rápidamente y también emocionado le tomó las manos.
-pero antes de que te vayas, tienes que seguir una dieta para acostumbrar a tu riñón y ejercicios para que vuelvas a caminar rápidamente -
-¡que alegría! -
-¿cuando nos podemos ir? -preguntó leonardo entusiasmado
-en este mismo momento - comentó con una sonrisa el doctor -ahora es momento de salir y dejar a leonardo para que se cambie
Ambos salieron dejando a leonardo cambiándose. Con cuidado, se sacó la bata de hospital colocándose calzoncillos y unos jeans. Buscó en la maleta y sacó una playera amarilla con azul con una enorme letra "L" en el centro del pecho.
Cuando ya estuvo listo. Raphael entró al cuarto junto con una silla de ruedas, se acercó al pelinegro sonriendole.
-¿estas listo? -preguntó sonriendo
-si.....un poco nervioso.....pero listo
-entonces vamos
Raphael con cuidado, trasladó a leonardo de la camilla a la silla de ruedas se colocó el bolso de leo al hombro y salió con el hacia la sala de espera en donde estaban los demás; al salir se encontró con sus amigos felices al verlos, todos se acercaron a el joven.
Minutos después todos los jóvenes salieron del hospital no sin antes despedirse del doctor que hizo posible la operación y el trasplante. Raphael estaba verdaderamente agradecido con el.
Continuará......