Narra Max
Texas. La bonita y amada Texas, estoy pisando el suelo de su aeropuerto.
Le mando un mensaje a Nathan diciéndole que ya estoy aquí.
Me responde que el también, sentado en unos taburetes de plástico clavados en un enorme cristal que da hacia la carretera de despegue.
Y sí, ya lo veo, cuanto más me acerco, más fuerte suena en mi cabeza la conversación que tenían Chloe y él en el baño. Y el disparo, recuerdo muy fuertemente como sonaba el disparo. Y lo que más fuerte se me repite es que Chloe no sabe nada de esto.
-¡Max! ¡Oh dios mio no sabes cuanto me alegro de verte! - Dice Nathan corriendo hacia mi, abranzandome y haciendo que la maleta me caiga.
-Eh, Nathan, que tal haha- Digo mientras le doy palmaditas en la espalda.
-¡Estás sana y salva! ¡Es increíble! - Grita asombrado cogiéndome con las dos manos la cara.
-Sí... Lo estoy. -
-Vamos, dale la maleta a mi guardaespaldas. -
-¿Guardaespaldas? -
-Sí, mi padre lo ha contratado, ya sabes, por si las moscas... - Dice bajando la cabeza.
Mientras vamos caminando hacía no sé donde, Nathan me explica miles de cosas las cuales no puedo oír, estoy demasiado mareada y agobiada.
Esto me supera, estoy con Nathan Prescott, el casi asesino de mi actual novia. El asesino de Rachel Amber. Y he aceptado el venir a verle.
Siento como me vibra el móvil, debe ser Chloe, paso.
-Max- me llama la atención Nathan tocándome el brazo- ¿estás bien? Te veo muy pálida. -
-Eh.. Si, perdón, es sólo que me cuesta asimilar un poco esto. - respondo rascandome la nuca.
-Si, lo sé.. Entonces.. ¿Chloe está bien?- Me pregunta con ojos tristes.
-Sí, sí, está perfectamente, dentro de lo que cabe claro.-
-No me puedo creer lo de Arcadia... A sido muy fuerte, como han podido morir tantas personas... Y todo por culpa de un enorme tornado.-
Sí, por mi culpa.
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Llegamos a la casa de vacaciones de los Prescott, donde, sorprendentemente, Nathan tiene una cama preparada para mí.
Esto es muy extraño.
Salgo fuera a que me de el aire mientras tomo algunas fotos.
Nathan se a ido a por mantequilla.
Su madre me a tratado de maravilla, se la ve una buena mujer.
En sus ojos puedo ver la tristeza y siento que quiere expresarme unas disculpas a traves de sus palabras.
La casa es enorme, toda blanca con algunos detalles azules y llena de pequeños arboles correctamente tallados.
La puerta del garaje esta abierta, y veo algo.
El coche de uno de los Prescott, no sé cual, pero hay un graffiti enorme en la parte trasera.
"ASESINO".
Leerlo me pone la piel de gallina, en realidad, estoy en la casa de un maldito asesino, y me están tratando de maravilla, sin saber que quieren.
El móvil me vibra por décima vez y decido contestar vagamente.
*Conversación telefónica *
-¿¡Max!? ¿¡Donde coño estabas!? - Grita Chloe desde la otra línea.
-No me grites. -
-¿Perdona? Te he llamado doce jodidas veces y te he whatsappeado unas 200 putas veces.- me responde ella perdiendo los nervios.
En el fondo tiene razón.
-Perdón, es que he estado ajetreada y aquí no hay mucha cobertura. -
-¿Ya sabes cuando volverás? - dice rebajando el tono, pero aún así podía percibir su vena de la frente hinchada.
-No Chloe, y no creo que podamos hablar mucho estos dí- me interrumpe Nathan entrando por la puerta.- oye, tengo que dejarte. Te quiero. -
-Pero que cojon-
Eso es lo último que logro escuchar salir de la boca de Chloe, va a estar muy cabreada cuando vuelva.
-Ey Nathan, has vuelto. - Digo mirando al joven mientras carga con una bolsa de compra. Quizás no lo dejan conducir.
-Ey Max, ¿Entras? - dice abriendo la puerta principal y dándome paso.
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Hola, siento mucho el retraso chicxs, pero ya estoy aquí, con mas ideas que nunca. Espero que os vaya gustando, os leo como siempre <3.