[Hasta el más valiente tiene derecho a llorar,
aunque sea por una sola vez en su eternidad...]
Hoy tengo ganas de llorar,
de permitir fluir de mí en libertad,
todo el dolor y la tristeza
que he acumulado durante eras.
Las manos llevo a mi cara,
mientras recojo mis rodillas cansadas,
recuerdo lo que ya no está
y la primera gota tibia mi mejilla moja.
"Cuán pesada es esta carga,
cuantas heridas han lastimado mi alma...
Cuán helada es la soledad,
cuantos pasos perdidos en la oscuridad..."
Cuando los dragones lloran,
cuando la más grande pena aflora.
Cuando el corazón zozobra,
cuando el alma se encuentra rota...
Hoy las lágrimas amargas
del corazón estoy dejando escapar,
caen como gotas de lluvia
y lo hacen siete veces en la eternidad.
Levanto al cielo mi cabeza
sin saber qué es lo que deseo hallar,
sólo sé que estas lágrimas
antes de rozar la tierra se esfumaran.
"Cuán dura ha sido mi vida,
cuantas noches he visto en pleno día...
Cuán honda es la desdicha,
cuantos desiertos repletos de cenizas..."
Lejos de la aurora mi vieja alma llora...