Un Puerto, Un Faro Y Mi Cuento PARTE II: El Regreso

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["Un día regresaré." Aquellas palabras
las dijo alguien que ahora vuelve...]


Tantos años lejos de este lugar,
de este puerto llamado esperanza.
Hoy por fin vuelvo a la ciudad
donde tuve que dejar a mi amada.

Mientras recorro las esquinas
vienen los recuerdos de sonrisas,
el bar donde la conocí un día,
pienso si ella aún espera mi visita.

Abro la puerta y vacío está
mientras una voz ronca me habla:
"Muchacho nadie viene acá
después de que ella se marchara."

Pregunto ¿dónde se encuentra?
Pues yo sólo quiero volver a verla,
el viejo contesta: "Es tarde ya,
esperó, pero en invierno murió ella."

No puede ser, eso es ¡mentira!
Corro hasta su casa, allí en la colina,
pero el edificio yace en ruinas,
nada hay excepto viejas fotografías.

Sólo el faro de lejos me ilumina,
ese lugar donde le juré que volvería,
voy allí mientras su luz me guía
y a mis lágrimas se las lleva la brisa.

Mil recuerdos asechan mi senda,
todos y cada uno le pertenecen a ella.
Esta noche soy un alma en pena,
el mar y las estrellas miran mi tristeza.

Por fin del faro subo sus escaleras
como si fuera al cielo en busca de ella,
aquí le di una sortija a mi doncella
jurándole que ella sería mi única reina.

Observo el ir y venir de las olas
y no puedo negar que todo mi ser llora,
por ella luche lejos, a cada hora,
mas yo regresé tarde y nada tengo ahora.

¿Cómo podré enfrentar la aurora?
Si desde esta terrible noche silenciosa,
mi pobre alma se encuentra rota
mientras mi corazón sangra gota a gota.

Un grito de mi dolor dejo escapar
pero las olas del mar rápido lo opacan.
Unos pasos lentos escucho detrás,
es el anciano que me habló en ese bar.

"Muchacho, esto te dejó mi hija,
tú eres el único dueño de esta sortija."
Era la misma que le di aquel día
mas en ella había un grabado que decía:


††† Se feliz mi vida†††


"Caigo de rodillas sosteniendo con fuerza la sortija,
abro mis manos y de mis ojos cae una lágrima tibia
mientras la luz se refleja en la plata que brilla
recordándome a ella con su cálida sonrisa..."


Yo aún vivo en este lugar
junto al anciano en su vieja casa,
estamos bien gracias a unas monedas
frutos de mi vieja marcha...

Me convertí en el encargado
del faro del amor y la esperanza,
de la luz que un día guiará mi alma
a donde ella aún me aguarda...



NOTA: Revisar en mi perfil
IKRÄTHA: Cuentos de Soledad -Trygdall-
Capítulo XV
para leer la primera parte.

IKRÄTHA: Cuentos De Soledad I -La Espada Rota-Where stories live. Discover now