Destinos Entrelazados

By BellatrixBlack25

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Harry se entera que cuando cumpla quince, su parte criatura despertara, dándole nuevos poderes y una pareja d... More

Parte 1 Descubrimiento
Parte 2 Mi pareja destinada
Parte 3 La Marca Tenebrosa
Parte 4 El torneo de los tres magos
Parte 5 Maldiciones Imperdonables
Parte 6 Beauxbatons y Durmstrang
Parte 7 El caliz de fuego y los cuatro campeones
Parte 8 Comprobacion de varitas
Parte 9 Primer prueba y los Malfoy
Parte 10 Baile de Navidad
Parte 11 La Vision
Parte 12 Herencia y Boda
Parte 13 Konoha
Parte 14 Sucesos
Parte 15 Hogwarts
Parte 16 Rumores
Parte 17 Pluma de Sangre
Parte 18 Fin de curso
Parte 19 Se desata la guerra
Parte 20 La caida del tirano
Parte 22 Testamento
Parte 23 Boda y presentacion
Otras imagenes
Parte 24 ¡Adiós Hogwarts!
Parte 25 Decisiones
Parte 26 Planes
Parte 27 Preparativos
Parte 28 Reencuentro y equipos
Parte 29 Misiones
Parte 30 Refuerzos
Parte 31 Examenes Chunnin
Parte 32 Primera prueba
Parte 33 Segunda prueba
Parte 34 Peleas
Parte 35 Partida
Parte 36 Las princesas al fin nacen
Cosplayers de Naruto
Parte 37 Boda doble
Parte 38 Jounin
Parte 39 Estrategias
Parte 40 El fin de la oscuridad
Epilogo

Parte 21 Libres

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By BellatrixBlack25

Los personajes no me pertenecen son de J.K Rowling y Kishimoto

Summary: Harry se entera que cuando cumpla quince su parte criatura despertara dándole nuevos poderes y una pareja destinada para él, si eso no fuera poco descubre que tiene un primo en un mundo completamente diferente al suyo: El mundo Ninja, ahora luchara junto a su pareja para proteger todo lo que ama.

Parsel -"Hola"

Hechizos- Accio o Jutsus

Voz sobrenatural- Hola

Otro idioma "Hola"

Recuerdos, visiones [Hola]

Aclaración: He leído que no se ve bien que mezclen tantas palabras japonesas en un fic en español, pero para resaltar la diferencia entre ciertas situaciones, decidí colocar las palabras que mencionaré a continuación. Serán las únicas, por el momento.

Honoríficos Japoneses

Sansignificado similar a señor o señora.

Kunse usa para el sexo masculino de menor edad o categoría. También se usa cuando se habla con adolescentes o conocido de la infancia, de igual forma cuando una mujer siente un vínculo emocional.

Chan  diminutivo que indica afecto.

Senseise utiliza para dirigirse a los profesores. Se usa también para referirse a figuras de autoridad, pero en mi historia solo será usado para lo primero.

Samauna forma más respetuoso del San, también se usa cuando la otra persona es de mayor categoría.

Otou-sanpadre

Okaa-sanmadre

Anikihermano mayor

Otoutohermano menor

Ojii-sanabuelo

Hai

IieNo.

Este lo considere porque si uso Hai porque no usar Iie.

Capítulo 21 Libres

Pov Harry

Se suspendieron las clases y se aplazaron los exámenes. En los dos días siguientes, algunos padres se llevaron a sus hijos de Hogwarts; las gemelas Patil se marcharon la mañana después de la muerte de Dumbledore, antes del desayuno y a Zacharias Smith fue a recogerlo su altanero padre. Seamus Finnigan, en cambio, se negó rotundamente a acompañar a su madre a casa; discutieron a gritos en el vestíbulo y al final ella permitió que su hijo se quedara hasta después del funeral. Seamus nos contó que a su madre le había costado mucho encontrar una cama libre en Hogsmeade, porque no cesan de llegar al pueblo magos y brujas que quieren presentarle sus últimos respetos a Dumbledore.

Estuvimos platicando y aunque me de rabia como se comportó conmigo, al parecer Dumbledore ayudo a muchas personas, aunque estas no sepan los métodos que utilizo o si otras tuvieron que sufrir para que ellos estuvieran bien.

Puede verse cruel, pero todos están más tranquilos, aunque por mi parte, he estado teniendo pesadillas con lo que ocurrió en la cueva, se lo conté a Draco y se puso a maldecir a Dumbledore, por agobiarme de esa forma.

Al comienzo pensé que su muerte, era una treta del viejo, porque eso ocurrió solo momentos después que llegue a Hogwarts y se supone que lo deje débil con Rosmerta, ella vino a verme, dijo que Dumbledore se fue segundos despues, tomo dos de sus escobas y trato de alcanzarme, al parecer voló a la torre, lo que quiere decir que el viejo vio mis alas. Con todo el alboroto, no me percate si algún mortifago subió cuando baje, mi objetivo era llegar a Draco.

Además, Madame Pomfrey, informo que Dumbledore tenía una maldición y una poción que daño sus órganos internos, eso lo debilito mucho y aunque no hubiera caído de la torre, estaba condenado, la maldición en su mano estaba muy avanzada y solo le quedaban días. La profesora McGonagall me lo conto, preguntándome donde fue que salí con Dumbledore. Se lo conté, ella se horrorizo y dijo que Dumbledore fue inconsciente, pero seguro lo hizo por una buena razón. Me abstuve de decir que ninguna razón es buena para poner en peligro a un estudiante, pero como empezó a llorar, solo la consolé.

El viejo se sacrificó por el bien mayor, como tanto le gusta recalcar. Llegar a tales extremos y sin consultar o pedir ayuda a alguien, su mayor error fue que creyó siempre tener la razón y que el fin justifica los medios.

Los estudiantes más jóvenes se emocionaron mucho, cuando vieron por primera vez un carruaje azul pálido, del tamaño de una casa y tirado por una docena de enormes caballos alados de crin y cola blancas, que llegó volando a última hora de la tarde, el día antes del funeral y aterrizó en el borde del Bosque Prohibido. Desde una ventana, ví a  Madame Máxime que baja los escalones del carruaje y se lanza a los brazos del sollozante Hagrid.

Entretanto, iban acomodando en el castillo a una delegación de funcionarios del ministerio, entre ellos el ministro de Magia en persona. Evite con diligencia cualquier contacto con ellos, aunque estoy seguro que, tarde o temprano, volverán a pedirme que relate la última excursión de Dumbledore.

Nos hemos mantenido todos juntos, atraemos mucho la atención, ya que a pesar que somos amigos desde hace meses, es la primera vez que nos ven a todos juntos. En todo este tiempo, Draco ha estado en mis brazos, para molestia de muchos magos y brujas, que se creen con el derecho de opinar sobre mi vida privada.

Le enseñe a Draco el guardapelo falso y la nota de Regulus, aún no le hemos contado a nuestros amigos sobre los horrocrux y no creemos que sea el lugar ni el momento, con tantos magos alrededor y que pueden escuchar todo lo que digamos.

Al día siguiente nos levantamos temprano para preparar el equipaje, puesto que el expreso de Hogwarts partirá una hora después del funeral. En el Gran Comedor, se respira una atmósfera de profunda melancolía.

—Odio esto, lo que menos deseaba es que el Viejo muriera como un mártir, quería desenmascararlo, mostrar su verdadera forma de ser. Que no le importaba que métodos usar, con tal de conseguir su objetivo. Pero que tenemos a cambio, a un mago benevolente que lucho hasta el último momento de su vida contra el mal—Draco me acaricio el brazo y sonrió con pesar.

—Lo que más te duele, es que la persona que consideraste un abuelo, te haya manipulado y dañara a las personas que amas. No tienes que ocultar lo que sientes, sabes que podemos sentir el sentimiento del otro, hay tristeza y dolor en tu corazón—suspire cansado, tiene razón, si tan solo hubiera aceptado mis decisiones y no tratarme como un idiota, se hubiera dado cuenta que mi familia no es un estorbo, sino fuerza para vencer a Voldemort.

—No tiene nada de malo que estés triste o llores por él, aunque toda tu vida te manipulo, fue alguien importante sin importar lo que hizo, solo perdónalo, deja de ir toda la rabia y el odio, te sentirás mejor—asentí y lo besé, no sé si puedo hacerlo, pero tratare de superar todo lo que hizo.

Todos llevan sus túnicas de gala, pero nadie parece tener hambre. La profesora McGonagall dejo vacía la silla del centro de la mesa del profesorado, más grande que las demás. La silla de Hagrid también está vacía.

Rufus Scrimgeour entro con su comitiva, esquive los amarillentos ojos del ministro cuando éstos recorrieron el comedor; tengo la desagradable sensación, que el ministro me busca con la mirada. Entre el séquito de Scrimgeour, distinguí el cabello pelirrojo de Percy Weasley. Ron no dio otra señal de haber advertido la presencia de su hermano, que clavarles el tenedor con una brusquedad inusitada a los arenques ahumados.

En la mesa de Slytherin, los chicos mantienen un perfil serio e indiferentes. Draco me guiño el ojo cuando noto mi mirada. La profesora McGonagall se puso en pie y el lastimero rumor que suena en el comedor se apagó de inmediato.

—Ha llegado el momento. Por favor, sigan a sus jefes de casa a los jardines. Los alumnos de Gryffindor, esperen a que salga yo —anunció la profesora.

Los estudiantes se levantaron de los bancos y desfilaron casi en silencio. Vi a Slughorn, que lleva una espléndida y larga túnica verde esmeralda con bordados de plata, en cabeza de la columna de Slytherin, y a la profesora Sprout, jefa de la casa de Hufflepuff, que nunca había ido tan aseada, pues no tenía ni un solo remiendo en el sombrero. Cuando llegamos al vestíbulo, Madame Pince de pie junto a Filch: ella iba con un tupido velo negro, que le llega hasta las rodillas, él con un viejo traje y una corbata negra que apestaban a naftalina.

Al acercarnos a los escalones de piedra de la entrada, mire que todos se dirigen hacia el lago. Los tibios rayos del sol me acariciaron la cara, pienso buscar a Draco, es cierto que debemos estar con nuestras respectivas casas, pero lo necesito a mi lado en este momento.

Colocaron cientos de sillas en hileras a ambos lados de un pasillo y encaradas hacia una mesa de mármol que presidía la escena. La mitad de las sillas ya están ocupadas por una extraordinaria variedad de personas: elegantes y harapientas, jóvenes y viejas.

Reconocí a algunas, por ejemplo, a los miembros de la Orden del Fénix, Sirius me mostró una foto, en la cuál aparecen todos incluyendo mis padres.

Kingsley Shacklebolt, Ojoloco Moody y Tonks, cuyo cabello recupero, la señora Weasley viene con Charlie y  Bill acompañado por Fleur, seguidos por Fred y George, que llevan chaquetas de piel de dragón negra. Parpadee confundido cuando Sirius y Remus aparecieron agarrados de la mano, supongo que al enterarse,  quisieron estar presente y ahora sé que son parejas, aunque la forma de tratarse lo dijo todo. Sirius quedo impactado cuando vio la nota de su hermano, la guardo como reliquia. Espero que los niños estén bien, debieron de quedar solo con Narcissa.

Madame Máxime, que ocupa dos sillas y media; Tom, el dueño del Caldero Chorreante; Arabella Figg, mi antigua vecina squib, la melenuda que toca el bajo en el grupo mágico Las Brujas de Macbeth, Ernie Prang, el conductor del autobús noctámbulo; Madame Malkin, de la tienda de túnicas del callejón Diagon; y algunos otros que sólo conozco de vista, como el camarero de Cabeza de Puerco, no pude evitar entrecerrar los ojos al verlo, es demasiado parecido a Dumbledore solo que más desaliñado. La bruja que lleva el carrito de la comida en el expreso de Hogwarts.

También están los fantasmas del castillo, que sólo son visibles cuando se mueven, pues la luz del sol hace brillar sus intangibles y etéreas figuras.

Ron, Hermione y yo nos fuimos a sentar con los Slytherin, Draco me guardo un lugar, al final de una hilera, junto al lago. Siguen llegando gente, miré cómo Luna ayuda a Neville a sentarse, sentí un profundo cariño por ellos. Luna y Neville son los únicos que no criticaron mi boda con Draco, más bien me felicitaron, Neville salió herido defendiendo al castillo.

Cornelius Fudge pasó por mi lado y se dirigió hacia las primeras filas, parece muy compungido y hace girar su bombín, como de costumbre. Mire con molestia a dos personas que esperaba no encontrarme nunca más, pese que Lucius me ayudo con Rita Skeeter. Dolores Umbridge, exhibe una expresión de dolor poco convincente en su cara de sapo y se adorna los rizos rojo pardusco con un lazo de terciopelo negro. Draco gruño al verla. Al ver al centauro Firenze, que está de pie como un centinela cerca del borde del agua, Umbridge dio un respingo y se encaminó rápidamente hacia un asiento muy apartado de él.

Los últimos en sentarse fueron los profesores. Observe a Scrimgeour, con aire grave y circunspecto, situado en primera fila con la profesora McGonagall, me preguntó si el ministro o alguna otra de aquellas personas tan importantes sienten verdadera tristeza por la muerte de Dumbledore, despues de todo, el viejo no era muy querido por ellos.

En ese momento escuche una melodía extraña que parece de otro mundo, de modo que me olvide del desprecio que me inspira el ministerio y mire en busca del origen del sonido. Sin embargo, no fui el único, pues otras personas también volvieron la cabeza con cierta alarma.

—Allí —me susurró Draco al oído señalando las luminosas aguas verde claro. Un coro de gente del agua canta en una lengua extraña, las pálidas caras se mecen a escasa distancia de la superficie, me acorde con horror de los inferí.

La melodía me puso carne de gallina, sin embargo, no es un sonido desagradable. Sin duda habla de la pérdida de un ser querido y de la desesperación que provoca. Mientras contemplo las transidas caras de la gente del agua, recuerdo que hablo sobre mi desempeño con ellas.

Hagrid camina despacio por el pasillo. Solloza en silencio y tiene el rostro surcado de lágrimas; en los brazos, envuelto en terciopelo morado salpicado de estrellas doradas, lleva el cadáver de Dumbledore. Al verlo, se me hizo un nudo en la garganta, y por unos instantes fue como si la extraña melodía y la conciencia de estar tan cerca del cadáver del viejo profesor hicieran desaparecer el calor y la luz del entorno. Ron esta pálido e impresionado. Hermione está derramando lágrimas, Draco tomó mi mano y la apretó, suspire confuso por el tumulto de emociones, dolor, tristeza, odio, resentimiento, cariño.

Parecía que Hagrid deposito el cadáver con extremo cuidado sobre la mesa de mármol. Y se retiró por el pasillo sonándose con fuertes trompetazos, que atrajeron algunas miradas escandalizadas, entre ellas la de Dolores Umbridge.

Intente hacerle un gesto cariñoso a Hagrid cuando éste pasó por mi lado, pero tiene los ojos tan hinchados que es un milagro que pueda ver dónde pisa. Mire hacia la hilera a la que se dirige Hagrid y comprendi cómo se guía a pesar del llanto, porque allí, vestido con una chaqueta y unos pantalones confeccionados con tela suficiente para levantar una carpa, se halla el gigante Grawp, cuya enorme y fea cabeza, lisa como un canto de río, se inclina con gesto dócil, casi humano. Recuerdo que nos comentó sobre él, lo había olvidado por completo.

Hagrid se sentó al lado de su hermanastro y éste le dio unas palmaditas en la cabeza, lo que provocó que la silla se hundiera unos centímetros en el suelo.

Un individuo bajito y de cabello ralo, ataviado con una sencilla túnica negra, está de pie frente al cadáver de Dumbledore. No se oye lo que dice. Algunas palabras sueltas llegan flotando hasta nosotros por encima de cientos de cabezas: «nobleza de espíritu», «contribución intelectual», «grandeza de corazón» ... cerré los ojos y dejé que todo sentimiento negativo saliera de mi sistema, tal como dijo Draco, debo de perdonarlo, aunque sus métodos no fueron los correcto. Poco a poco, todo lo malo fue saliendo de mí, sentir todo el amor que Draco está vertiendo por el vínculo, ayuda. Sonreí cuando todo lo malo se fue. Te perdono Dumbledore, aunque no se lo merezca.

El hombrecillo de negro terminó su discurso y volvió a sentarse. Supuse que se levantaría alguien más, pues imagino que el ministro pronunciará otro discurso, pero nadie se movió.

Entonces varias personas chillaron. Unas llamas relucientes y blancas habían prendido alrededor del cadáver de Dumbledore y de la mesa sobre la que reposa, y se alzaron cada vez más, hasta ocultar por completo el cadáver.

Un humo blanco ascendió en espiral y moldeó extrañas formas: en un sobrecogedor instante, me pareció ver cómo un fénix vuela hacia el cielo, dichoso, pero un segundo más tarde el fuego había desaparecido. En su lugar hay un sepulcro de mármol blanco que contiene el cuerpo de Dumbledore y la mesa sobre la que lo habían tendido.

Luego el fénix voló en mi direccion, posándose en mi hombro. Lo mire atónito y todos me vieron asombrados, enterró sus garras, provocando que sangrara, iba a reclamarle cuando se hizo sangrar a sí misma y coloco su pata en mi herida. Siento como el vínculo se forma, quedé sorprendido cuando hizo lo mismo con Draco. Es la primera vez que veo que una criatura mágica hace por sí misma un ritual, es imposible, al menos eso creía.

—Está incompleto, debemos decir el hechizo para que sea completamente nuestro familiar, pera ya hizo la primera parte. Es la primera vez que veo una criatura tener dos magos como familiar, supongo que al estar vinculados es como si fuéramos uno para el—comento Draco en voz baja. Mire como voló hacia el bosque, supongo que lo veremos aparecer en otra ocasión.

Volvieron a oírse gritos de asombro cuando cayó del cielo una lluvia de flechas que fueron a parar lejos de la gente, comprendí que es el homenaje de los centauros; a continuación, vi cómo éstos dan media vuelta y desaparecen de nuevo en el sombrío bosque. La gente del agua también se fue.

—¡Harry! —Me di vuelta. Rufus Scrimgeour cojea, apoyándose en su bastón.

—Confiaba en poder hablar un momento contigo... ¿Te importa si caminamos juntos? —tome con fuerza la mano de Draco, dándole a entender que no se fuera, cuando los chicos lo hicieron.

—No, pero espero que mi esposo no sea un problema, no pienso separarme de él—respondi con indiferencia, y nos pusimos en marcha. Si no quiere hablar con Draco presente, es asunto suyo.

—Qué tragedia, no te imaginas cómo me afectó la noticia. Dumbledore era un gran mago. Teníamos nuestras diferencias, como bien sabes, pero nadie conoce mejor que yo... —dijo el ministro en voz baja.

—¿Qué quiere? —pregunte serio.

A Scrimgeour no le gustó mi tono, pero, como había hecho en otra ocasión, se controló y adoptó un gesto de tristeza y comprensión.

—Comprendo que estés destrozado. Sé que querías mucho a Dumbledore. Hasta es posible que hayas sido su alumno favorito. El lazo que los unía... —aseguró.

—¿Qué quiere? —repetí con frialdad y esta vez, nos detuvimos. Scrimgeour también se detuvo, se apoyó en su bastón y mirandome fijamente con expresión perspicaz.

—Dicen que fuiste con él cuando se marchó del colegio la noche que lo mataron.

—¿Quién dice eso?

—Alguien le hizo un encantamiento aturdidor a un mortífago en lo alto de la torre, cuando Dumbledore ya había muerto. Y arriba había dos escobas. En el ministerio sabemos sumar, Harry— Supongo que, aunque no me encontró, se llevó la otra escoba con él.

—Sabe ministro, es de muy mal gusto interrogar a una persona, en medio de un acontecimiento como este—siseo Draco con frialdad.

—Fue el único lugar donde puedo hablar con él—replico indignado.

—Me alegro. Pero mire, adonde fui con él y qué hicimos allí, es asunto mío—no estoy loco para decir que hice, sería un boleto a Azkaban.

—Haces gala de una lealtad admirable, desde luego, pero Dumbledore ha muerto, Harry. Muerto —comentó Scrimgeour, que hace visibles esfuerzos por contener su irritación.

—Dumbledore sólo abandonará el colegio cuando no quede aquí nadie que le sea fiel —dije sonriendo con pesar. Porque, aunque me utilizo y fue un tirano conmigo, ayudo a muchas personas.

—Mira, muchacho, ni siquiera él puede volver de...

—Él no dice que pueda regresar. Usted no lo entendería. Pero no tenemos nada que explicarle— Scrimgeour vaciló un momento.

—El ministerio puede brindarte toda clase de protección, ya lo sabes, Harry y no solo a ti, sino tu familia tambien. Para mí sería un placer poner a un par de mis aurores a tu servicio... —ambos reímos, porque estamos más seguro con nuestra familia.

—Voldemort quiere matarme, él en persona y los aurores no van a impedírselo. Así que gracias por el ofrecimiento, pero no, gracias. Podemos cuidarnos solos—dije apretando la mano de Draco.

—Entonces, lo que te pedí en Navidad... —continuó Scrimgeour con tono más frío.

—¿Qué me pidió? ¡Ah, sí! Que le contara a todo el mundo el espléndido trabajo que están haciendo a cambio de... —tuvo el descaro de mandarme una carta, pidiéndome algo que nunca han hecho bien.

—¡A cambio de levantarle la moral a la gente! —me espetó Scrimgeour.

—¿Ha soltado ya a Stan Shunpike? — El rostro del ministro se congestionó, me hizo recordar a Vernon.

—Ya veo que sigues... —lo mire con frialdad.

—Fiel a mis principios, cueste lo que cueste. Pues sí—sentencie, ni siquiera Dumbledore consiguió que cambiara en ese aspecto.

Scrimgeour nos lanzó una mirada penetrante; luego giró sobre los talones y se marchó cojeando sin decir nada más. Comprobé que Percy y el resto de la delegación del ministerio lo esperan. Lanzan nerviosas ojeadas al sollozante Hagrid y a Grawp, que todavía no se habían levantado de sus asientos. Los chicos corrieron hacia nosotros y se cruzaron con Scrimgeour. Seguimos caminando despacio, dándoles tiempo para que nos alcanzaran. Los diez nos reunimos por fin bajo la sombra de un haya, donde nos sentamos muchas veces en tiempos más felices.

—¿Qué quería Scrimgeour? —susurró Hermione.

— Pretendía que le pasara información confidencial sobre Dumbledore y que prestara mi cara y mi nombre para hacer propaganda del ministerio—conteste con desgana. Ron pareció debatir un momento consigo mismo y luego le dijo a Hermione.

—¡Déjame volver y pegarle un puñetazo a Percy!

—No es lo más sensato Ron—dijo Draco con una pequeña sonrisa.

—¡Me quedaré muy descansado! —rompí a reír. Hasta los chicos sonrieron un poco, aunque la sonrisa se les borró de los labios cuando miraron hacia el castillo.

—No soporto pensar que quizá no volvamos a Hogwarts ¿Cómo pueden cerrar el colegio? —dijo Pansy con un hilo de voz.

—A lo mejor no lo hacen. Aquí no corremos más peligro que en nuestras casas, ¿no? Ahora no estamos seguros en ningún sitio. Incluso diría que en Hogwarts estamos más protegidos, porque en ningún otro sitio hay tantos magos para defenderlo. ¿Tú qué opinas, Harry? —especuló Blaise.

—Esperemos tengas razón Blaise—las cosas se complicarán, sera un año decisivo.

Hubo un largo silencio. La muchedumbre casi se había dispersado ya, mientras que los rezagados rehuían la monumental figura de Grawp, que seguía abrazando a Hagrid, cuyos aullidos de dolor todavía resonaban sobre las aguas del lago.

—Pero, ¡eh!, antes que nada, tienen que pasar por casa de mis padres. Sera la boda de Bill y Fleur y ellos ya tienen las invitaciones de todos, sin importar la situación en que este el mundo magico, ellos piensas celebrarla—miro fijamente a los Slytherin que sonrieron y asintieron.

—Sí, eso no podemos perdérnoslo —dijo Daphne sonriendo.

—Pueden venir a la mansión Malfoy, tenemos algo importante que contarles. Además de presentarles a dos personas que son muy importante para nosotros—dijo Draco, estuvimos hablando y decidimos que mientras estemos de vacaciones, los niños lo pasaran con nosotros, además que es hora que nuestros amigos los conozcan.

—Si es posible, antes de la boda—nos iremos con Remus y Sirius, que nos están esperando, utilizaremos un traslador, por lo que no viajaremos en el tren. Si medimos los riesgos, es mucho peor viajar en tren.

Pov Voldemort

Mire a mi alrededor, los pocos mortifagos no son nada comparado con los que tenía. Aun no puedo creer que haya perdido a más de la mitad de mis seguidores.

—Estoy decepcionado, esperaba que lograras cumplir con la simple tarea de matar a Dumbledore, no te castigare, porque a pesar de que no cumpliste con esa meta. Lograste meter a los mortifagos y eso te salva de la tortura que te hubiera dado—sisee con frialdad, mire a todos mis mortifagos. Bellatrix, los Lestrange, Fenrir, aunque no es un mortifago en sí, ya que su sangre está contaminada. Avery, Mulciber, Alecto y Amycus Carrow, Walden Macnair, Antonin Dolohov, Augustus Rookwood, Thorfinn Rowle, Yaxley y por supuesto Severus Snape.

Perdí a los más influyentes en el mundo magico, solo tengo mortifagos buscados por la justicia o que no poseen tanto poder.

—Gracias mi Lord—claro que están los nuevos seguidores. Mire como Terence Higgs tiembla.

—Mi nuevo objetivo es Draco Malfoy, como todos saben, es pareja de mi enemigo y lo usare para matar a Potter, no importa que métodos usen. Lo quiero en mis manos, lo más pronto posible—sisee furioso.

—Sera un placer mi Lord, le demostraremos a esos traidores, su lugar—se carcajeo Bellatrix mirándome desquiciada.

Desearan nunca haberme traicionado, ninguno de ellos. Los hare pagar uno a uno y cuando menos se den cuenta, los tendré a mis pies.

—Es hora que nos apoderemos de los dos lugares más importante en el mundo magico: el Ministerio y Hogwarts—todos rieron y festejaron emocionados. Se llevarán una gran sorpresa.

Pov Severus

Nos aparecimos de la nada, a unos cuántos metros de un camino angosto e iluminado por la luna. Por un segundo nos quedaron quietos, las varitas apuntando directamente al pecho de uno y otro; entonces, reconociéndonos mutuamente, guardamos las varitas dentro de nuestras capas y comenzamos a caminar a buen paso en la misma dirección.

—¿Noticias? —Preguntó Yaxley.

—Las peores—replique mirándolo. El camino esta bordeado a la izquierda por plantas silvestres y zarzas a medio crecer, a la derecha por setos altos y perfectamente cortados. Las capas se agitan alrededor mientras caminamos.

—Pensé que íbamos tarde. Fue un poco más difícil de lo que pensé. Pero espero que vaya a quedar satisfecho. ¿Confías en que tu recibimiento será bueno? —dijo Yaxley, sus toscos rasgos se esconden y muestran mientras las ramas que sobresalen de los árboles bloqueaban la luz de luna. Despues de que Lucius deserto, no me he puesto en contacto, sé que debo de hacerlo pronto. Sin importar los planes del viejo, debo de protegerlo hasta que sea el momento indicado.

El chico cambio radicalmente desde que se casó con Draco, admito que no me sento muy bien que digamos y me sorprendió que Lucius lo aceptara. Ni siquiera comprendo cómo es que llegaron a enamorarse, de igual forma, aunque haya prometido protegerlo, el chico sigue sin caerme bien.

Me mantuve al margen por petición de Dumbledore, si seguí el plan fue para que Lucius tuviera ojos y oídos, pienso mandarle una carta contándole todo, incluyendo el plan del viejo, espero que consigan una forma que sobreviva, sino todo lo que hice habrá sido en vano.

Giramos a la derecha, hacia una amplia entrada que deja atrás el camino. Los altos setos se curvan hacia nosotros, y siguen hacia la distancia más allá del par de imponentes puertas de acero que bloqueaban el camino. Ninguno detuvo el paso. En silencio ambos levantamos los brazos en un ademán de saludo y pasamos directamente a través de ellas, como si el oscuro metal estuviera hecho de humo.

Los arbustillos amortiguaban el sonido de las pisadas. Hubo un movimiento en alguna parte de mi lado derecho. Yaxley levantó su varita de nuevo apuntando por encima de la cabeza, pero la fuente del ruido probo no ser nada más que un duendecillo.

La grava tronó bajo nuestros pies mientras nos encaminaban hacia la puerta frontal, la cual se movió hacia adentro cuando nos acercabamos, aunque nadie la abrió visiblemente.

La sala estaba llena de gente en silencio, sentados alrededor de una larga y ornamentada mesa.

El mobiliario usual de la habitación había sido amontonado sin miramientos contra las paredes. La luz proviene del fuego que refulgía por debajo de una hermosa repisa de chimenea hecha de mármol y por encima se encuentra un espejo dorado. Nos quedamos por un momento en el umbral.

Mientras nuestros ojos se acostumbran a la falta de luz, me di cuenta de una característica extraña en la escena: aparentemente se trata de una figura humana inconsciente sostenida por encima de la mesa, se mueve lentamente como suspendida por una cuerda invisible, y se refleja en el espejo y en la desnuda y pulida superficie de la mesa que se encuentra debajo. Ninguna de las personas sentadas por debajo de esta figura singular la mira.

—Yaxley, Snape—dijo una clara y fuerte voz desde la cabecera de la mesa.

—Llegan casi bastante tarde—nos encontramos en la mansión Avery. Quien hablo está sentado directamente frente a la repisa de la chimenea, así que, al principio, es difícil distinguir más que su silueta. Mientras nos acercamos, sin embargo, su rostro se iluminó a través del brillo: sin cabello, como una serpiente, con hendiduras en lugar de fosas nasales y brillantes ojos rojos cuyas pupilas son verticales. Esta tan pálido que parece emitir luz propia. Cada vez que lo veo, me causa repelus.

—Severus, aquí—dijo Voldemort, indicando el asiento que se encuentra a su derecha. Yaxley se sento junto a Dolohov.

—¿Y? —pregunto impaciente, respire y me prepare para el crucio que recibiré.

—El chico Potter no tiene ningún contacto con la orden del fénix, a decir verdad, presiento que dicha organización se separó cuando Dumbledore murió. Sirius Black, Remus Lupin y los Weasley salieron de ella. Aunque sigue habiendo reuniones, no saben qué hacer—Voldemort no hablo. Su vista se había dirigido hacia el cuerpo que se mueve lentamente por encima de su cabeza, y parece estar perdido en sus pensamientos.

—¿Y bien Yaxley? ¿El Ministerio habrá caído para el siguiente sábado? —Voldemort clamó hacia la mesa, la luz del fuego brillo extrañamente en sus ojos rojos. Una vez más, todas las cabezas giraron. Yaxley enderezó los hombros.

—Mi Señor, le tengo buenas noticias en ese aspecto. He tenido éxito en poner un Hechizo Imperius sobre Pius Thicknesse—dijo con dificultad y después de un gran esfuerzo. Varios de los que estan sentados alrededor de Yaxley, se mostraron impresionados, junto a él Dolohov, un hombre con cara larga y torcida le dio palmaditas en la espalda.

—Es un comienzo, pero Thicknesse es sólo uno. Scrimgeour debe estar rodeado de nuestra gente antes que actúe. Un atentado fallido en contra de la vida del ministro me tomaría demasiado—dijo Voldemort.

—Si... mi Señor, eso es verdad... pero ya sabe, como el Dirigente del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, Thicknesse tiene contacto regular no sólo con el ministro en persona, sino también con los Dirigentes de los demás departamentos del Ministerio. Será, creo, más fácil ahora que tenemos a un alto mando oficial bajo nuestro control el subyugar a otros, y entonces todos pueden actuar juntos para hacer caer a Scrimgeour—dijo Yaxley nervioso.

—Mientras nuestro amigo Thicknesse no sea descubierto antes de llevar a cabo el resto, de cualquier forma, aún parece poco probable que el Ministerio sea mío antes del siguiente sábado. Si no podemos tocar al chico en su destino, entonces debe hacerse mientras viaja—dijo Voldemort.

—Estamos en ventaja en eso mi Señor. Ahora tenemos bastantes personas infiltradas en el Departamento de Transporte Mágico. Si Potter se Aparece o utiliza la Red Flu, lo sabremos inmediatamente— dijo Yaxley, quien parece determinado a recibir una porción de la aprobación.

—No hará eso tampoco, Lucius debe de saber que sería riesgoso y ninguno utilizara nada que esté controlado por el ministerio—dije serio, la ventaja de que Potter este con los Malfoy, es que Lucius conoce más o menos la forma de trabajar de Voldemort.

—Mucho mejor. Más fácil de atrapar, por mucho. Tendrá que moverse abiertamente—dijo Voldemort.

—Deberé acercarme al chico en persona. Ha habido varios errores en lo que se refiere a Harry Potter. Algunos de ellos míos. El que Potter viva se debe más a mis errores que a sus triunfos—Los que rodean la mesa observan a Voldemort aprensivamente, cada uno de ellos, por su expresión, temerosos de ser culpados por la existencia de Harry Potter. Voldemort, sin embargo, parece estar hablándose más a si mismo que a cualquiera de ellos y sigue mirando al cuerpo inconsciente que se mantenía sobre él.

—He sido descuidado y frustrado por la suerte y la oportunidad, aquellos restos de todo excepto los mejores planes. Pero ahora lo entiendo mejor. Entiendo esas cosas que no entendí antes. Debo ser quien mate a Harry Potter, y lo seré—Ante esas palabras, y al parecer en respuesta a ellas, un repentino lamento se escuchó; un terrible llanto inmerso en miseria y dolor. La mayoría de los de la mesa miraron hacia abajo asustados, ya que el sonido parecía provenir por debajo de sus pies.

— Wormtail ¿No te he dicho que mantengas a nuestro prisionero en silencio? —dijo Voldemort, sin cambio alguno en su callado y pasivo tono, y sin quitarle los ojos al cuerpo que se mueve por encima de nosotros.

—Si, m....mi Señor—jadeó temeroso, no puedo creer que ese ser tan insignificantes antes hubiera sido parte de los merodeadores, estoy seguro que solo lo aceptaron por lastima, dignos Gryffindor.

Uno o dos de los magos apenas reprimieron un escalofrío mientras se oye más alto; algo pesado puede escucharse arrastrándose a través del piso debajo de la mesa.

La enorme serpiente emergió para subir lentamente por la silla de Voldemort. Se levantó, semejando ser infinita, y terminó por descansar sobre los hombros de Voldemort, su cuello del ancho de un muslo de un hombre, sus ojos con sus ranuras verticales por pupilas, sin pestañear. La figura regreso a la vida con un quejido y comenzó a luchar contra lazos invisibles.

—¿Reconoces a nuestra huésped Severus? —preguntó Voldemort. Levante los ojos hacia el rostro por encima de mí. Todos los mortifagos miran al cautivo ahora, como si se les hubiese dado permiso de mostrar curiosidad. Mientras se revuelve para quedar de frente al fuego, lamentablemente solo puedo ver, no hay nada que pueda hacer por ella.

—¡Severus!, ¡ayúdame! —grito desgarradoramente.

—Ah, si—comente mientras la prisionera se voltea de nuevo.

—Para aquellos que no lo saben, nos acompaña esta noche Charity Burbage quien, hasta hace poco enseñaba en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Si... la Profesora Burbage les enseñó a los niños de magos y brujas todo acerca de los Muggles...como es que no son tan diferentes de nosotros... —Uno de los Mortífagos pateó el piso. Charity Burbage se volteó para verme de nuevo.

—Severus... por favor... por favor...

—Silencio, en silencio como con una mordaza. No contenta con corromper y ensuciar las mentes de nuestros hijos magos, la semana pasada la Profesora Burbage escribió una apasionada defensa de Sangre Sucias en el Profeta. Los Magos, dijo, deben aceptar a esos ladrones de conocimiento y magia. La falta de Sangre Puros es, dice la profesora Burbage, una circunstancia más deseable... nos quiere todo amistad con Muggles... o, sin duda hombres lobo... —dijo Voldemort. No había equivocación en el enojo y descontento en la voz de Voldemort.

Por tercera vez, Charity intento verme. La mire impasible y desee que me perdonara y muriera rápido.

Avada KedavraEl brillo de luz verde ilumino cada rincón de la habitación. Charity cayó con un resonante choque sobre la mesa de abajo, la cual tembló y tronó. Varios de los Mortífagos se hicieron para atrás en sus sillas.

—La cena Nagini—dijo Voldemort suavemente, y la gran serpiente se balanceó y deslizó de sus hombros hasta la pulida madera.

Pov Harry

Las cosas empeoraron desde que salimos de Hogwarts, han pasado semanas y no hemos podido ver a nuestros hijos debido a que tenemos que ser sumamente cuidadosos, no queremos arriesgarlos. Lucius nos advirtió que incluso viajar por red flu y usar trasladores es peligroso. Ya que Voldemort cuenta con espías dentro del ministerio, los cuales informan cuando alguien de su interés lo utiliza.

Los peor es que Scrimgeour fue secuestrado y no sabemos dónde pueda estar, lo más seguro es que Voldemort lo tenga, debo de hacer algo, detener toda esta matanza. Quisiera tener un verano como el pasado, a pesar de los inconvenientes, tuvimos paz y felicidad. Draco está molesto por no poder tener una celebración digna con ellos.

Queríamos celebrarles el cumpleaños a los niños, nunca hemos podido hacerlo y queríamos prepararle algo hermoso, con todos nuestros amigos presente y los niños del clan, debido a que decidimos registrarlos como mellizos, aunque Altaír nació el diecinueve de enero y Aries el diez de octubre.

Ninguno posee buenos recuerdos de su cumpleaños, además que Aries es mayor. En el ministerio están registrados el quince de agosto y pensamos que sería una buena fecha para su cumpleaños. No importa lo que tenga que hacer, pero tendré una vida familiar tranquila y feliz.

Miré el libro en mis manos mordiéndome el labio, es arriesgado, pero según lo que leí, ellos son leales. El aspecto de dicho libro no me tranquiliza, parece forrado con piel humana y un ojo es la cerradura, hay sangre en varios lugares.

No quise contarle a nadie sobre lo que hare, ya que no es seguro que funcioné, decidí hacerlo en el sótano. Corte mi mano y deje caer sangre sobre el libro, un remolino negro surgió de este, al igual que rugidos y gritos agónicos. Gracias a Merlín puse un hechizo en el lugar, para que nadie oiga lo que pasa.

Yo te conjuro, Oh Círculo de Poder, que abre los límites entre los mundos

de la humanidad y las fuerzas de la oscuridad, para preservar y contener el poder

que se elevará en este tu círculo que será abierto, pero nunca quebrado.

Por su gracia que me concede el poder para invocar y ejecutar lo

que deseo, para alcanzar el fin por el cual requiero de su ayuda,

Invoco a las Fuerzas de la Oscuridad para que me concedan su infernal poder a mí.

Invoco Drekavac, conocedor del futuro, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis órdenes, hasta el momento que te libere—un demonio de aspecto desagradable apareció, es como si no se hubiera formado bien. Al verme se arrodillo.

Invoco a Mefistófeles, recolector de alma, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis ordenes, hasta el momento que te libere—el aspecto de este es un poco más terrorífico, es esquelético cubierto de sangre y con enormes alas, al igual que el otro, se arrodillo.

Invoco a Ziminiar, demonio controlador, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis ordenes, hasta el momento que te libere—presiento que cada demonio que viene, es peor que el anterior. Este es un poco parecido al primero, solo que mas grande y no tiene rostro, literalmente, sus manos son garras y tiene un tono verdoso, cayó al suelo inclinando su cabeza.

Invoco a Onoskelis, demonio de la corrupción, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis ordenes, hasta el momento que te libere—por primera vez, un demonio femenino hizo acto de presencia, es una hermosa mujer de piel clara, tiene el cabello largo negro, la mitad de su cuerpo esta putrefacta, con órganos expuestos.

Invoco a Azazel, líder de demonios, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis ordenes, hasta el momento que te libere—es quien mejor aspecto tiene, su rostro no se ve, debido a la capucha. En el pecho lleva algo parecido a una armadura medieval, sus manos son garras. Como los otros se arrodillo.

Invoco a Abaddon, demonio de la destrucción, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis ordenes, hasta el momento que te libere—tiene cuatro brazos y su parte inferior es de una cabra, dos enormes cuernos sobresalen en su cabeza, su cabello es largo y negro, posee dos enormes alas. Se puede decir que es un sátiro o algo parecido.

Invoco a Malphas, devorador de los infiernos, que vengas y me sirvas como te fue ordenado. En mi mundo seguirás mi palabra, mi voluntad, mis ordenes, hasta el momento que te libere—este es uno de los más intimidantes, es como si estuviera en carne viva, todo chamuscado, es negro con rojo y está envuelto en fuego. Dos enormes cuernos sobresalen en su cabeza. No tiene ojos, solo fuego como todo en él. Como todos, se arrodillo ante mí.

Por su esencia de la vida, que lo sustentará. Por su juramento de que me obedecerán.

Por esta declaración que yo he invocado, sus juramentos serán sellados con la sangre. En esta sagrada noche, las puertas del infierno trajeron ante mí, nuevos siervos.

—Estamos para servirle, han pasado siglos desde que fuimos invocados por un Zoldyck, solo ordene y obedeceremos—dijeron todos a la vez. Gracias a Merlín, mi familia pago un sacrificio para que nos sirvieran mil quinientos años humanos, han pasado quinientos, por lo que deben de servir sin ningún pago, otros mil años.

—Por el momento, necesito que abran un portal que me permita viajar a otros países, sin que sea detectado, si es posible quiero un artefacto, ya que no quiero que nadie se entere de su presencia. Pueden alimentarse solo de almas corruptas, hay unos en particular, que sería bueno que eliminaran. No quiero enterarme que mataron inocentes, saben las reglas—todos pusieron su mano en el pecho e inclinaron su cabeza. Les mande una imagen mental de algunos mortifagos que escaparon de Azkaban, son de rango menor, por lo que Voldemort no se dará cuenta. Aun no estoy seguro de Severus Snape, tengo que hablar con Lucius al respecto, una vez todo este aclarado, el resto será eliminado al igual que Voldemort.

Como ordene amo—exclamaron y desaparecieron. Dejando solo el libro y un hermoso collar de plata. Al salir, me sorprendió verlos a todos en la puerta. Están pálidos y miren con cautela el sótano.

—¿Qué hiciste Harry? —pregunto Draco nervioso.

—¿Por qué? —es posible que todos hayan sentido la presencia, si lo hicieron, los del ministerio pudieron sentirlo tambien.

—Una sensación escalofriante y muy oscura se sintió en toda la mansión. Como si estuviéramos rodeados de seres malignos y perversos, sedientos de sangre—dijo nervioso Sirius.

—Nunca había sentido algo tan oscuro—murmuro Lucius. Les mostré el libro en mis manos, ninguno lo conoce, pero solo el nombre y la apariencia lo dice todo. Necromancia.

—Invoque a los demonios que sirven a mi familia, las cosas están empeorando y debemos de usar todos los recursos disponibles. No se preocupen que nunca atacarían a nadie de la familia, leí todo el libro, las reglas y forma en que deben ser tratados. Lo primero que le pedí fue una forma de viajar sin ser detectado, pero estoy considerando eliminar a Voldemort y los mortifagos del círculo interno atreves de ellos—comente, Draco solo me abrazo, relajado luego de explicar las cosas.

—Igual debes de pagar un precio, los demonios no hacen nada gratis—comento Lucius preocupado.

—Ya está todo resuelto, no sé qué hizo mi familia, pero los demonios deben de servirnos por mil quinientos años, solo han pasado quinientos, por lo que aún me deben mil años de obediencia. Si deseo que sigan sirviéndome debo de dar un sacrificio—un elfo domestico apareció.

—Amo Lucius, el elfo del amo Snape quiere entregarle una carta—que raro.

—Hazlo pasar, despues de revisar si no lleva algún hechizo encima—el elfo asintió y desapareció. Al instante dos elfos aparecieron, uno lleva la carta mencionada. Lucius la tomo y el elfo se quedó retorciéndose los dedos. Cuando la acabo de leer, nos miró pensativos.

—Dile que puede venir y si es una trampa, deseara no haber nacido—el pobre elfo pego un chillido y desapareció.

—¿Qué quería Snivellus? —pregunto Sirius molesto.

—Deja de llamarlo así, ya no son adolescentes—le dije serio, solo hizo un puchero. Al parecer el tiempo en Azkaban, obviamente le paso factura.

—Tiene información de Voldemort, se arriesgó mucho al usar su propio elfo doméstico, hay hechizos que permiten rastrearlos—eso es algo que sabemos, ya que, debido a eso, no hemos podido viajar de ninguna forma. Paso media hora, en la que platicamos y planeamos.

—Amo, el señor Severus Snape, está esperando en la entrada—Lucius asintió y dijo que lo dejara entrar. El profesor Snape no ha cambiado nada desde que dejo Hogwarts.

—Veo que no estás solo, Lucius—dijo mirándonos con desagrado, a Sirius, Remus y a mí. No es como si esperara un trato especial.

—¿A que debo el placer de tu visita? —pregunto ignorando su comentario. Nos miró mal, al ver que no pensamos movernos.

—No quería decir esto, pero lo hare porque es correcto. En primera me disculpo con usted señor Potter, ya que fui uno de los responsables de la muerte de sus padres, fui quien le dijo la profecía al señor oscuro, al darme cuenta que iba detrás de ustedes, fui donde Dumbledore para que los protegiera, espere que hiciera algo más que recomendar el fidelius.

Ofrecí ser su espía y empecé a darle información de cada cosa que el señor oscuro hacía, despues de su caida, dijo que trabajara como profesor, para cuando regresara el señor oscuro me considerara uno de los más cercanos y útiles al estar cerca de ustedes. Semanas antes de morir, me conto sobre los horrocrux y que debías de morir, ya que eras uno. Me enfurecí porque prometí que protegería al hijo de Lily, no prepararlo como cerdo al matadero. Una de sus órdenes fue que lo matará, una vez que regresara de la misión a la que te llevo, ya que sabía que Terence Higgs no podría hacerlo y de igual forma moriría. Eso haría que el señor oscuro me favorecía aún más. Dijo que debía seguir con sus planes y prepararte lo suficiente. Pero no comento con nadie de la orden sobre mi rol de espía, no he podido dar la información que he recolectado hasta ahora.

El verdadero objetivo de Dumbledore es que ambos murieran en manos del otro, pero antes me pidió que te entregara esto—me entrego un frasco con una memoria dentro, tengo una leve idea de lo que hay. Pero aún estoy aturdido por todo, mire al profesor Snape, no estoy seguro de que debo sentir.

—Maldito desgraciado, por tu culpa James y Lily están muertos—Sirius lo golpeo en el rostro.

—Fui uno de los responsables, pero no el único. Debieron de elegir un mejor guardián, no una maldita rata cobarde y traicionera. Lily o Potter pudieron ser el guardián, no era necesario que fuera alguno de ustedes, pero no lo pensaron y escogieron al peor—escupió resentido y furioso Snape. Parpadee ante esto y por la cara de todos, a nadie se le ocurrió ¿Por qué mis padres no fueron los guardianes? Estarían vivos, ya que obviamente nunca lo revelarían. Al ver que aún tratan de golpearse me enfurecí, de que sirve todo esto, ya no hay vuelta atrás.

—¡Basta! De nada sirve buscar culpables, mis padres están muertos y con sus estúpidas discusiones no regresaran, ahora lo único que interesa es matar a Voldemort y así viviré tranquilo, sin un maldito desquiciado detrás de mi cabeza—sisee con frialdad.

—Harry dejo de ser un horrocrux, cuando nos casamos, nuestras almas se fusionaron y la de Voldemort fue expulsada y eliminada. Gracias a eso supimos la existencia de los otros, los buscamos y destruimos, solo queda Nagini, quien probablemente es el último que queda, al matarla, Voldemort puede ser asesinado por cualquiera—dijo Draco tomándome la mano.

—La rata es quien siempre esta con Nagini, es como si Voldemort supiera que algo está pasando y la mantiene muy cerca suyo. No hay forma de llegar a ella, suele mandar mortifagos a cumplir sus objetivos—estoy seguro que los demonios pueden hacer el trabajo.

—Mandare a mis siervos, ellos lo harán al instante y nadie quedara vivo—murmure con frialdad.

—¿Siervos? ¿Acaso usted tambien es como el señor oscuro? —una sonrisa maliciosa surco mi rostro.

—Los invoco—al instante los siete demonios aparecieron frente nosotros, todos sacaron sus varitas y les apuntaron. Tome la cintura de Draco y lo acerque a mi cuerpo, me miro temeroso y bajo la varita. Al igual que el resto.

¿Qué desea amo? —dijeron todos, es muy escalofriantes. Mire al profesor Snape, solo por lo que hizo, no merece morir, ni los jóvenes, porque la mayoría de ellos, son mortifagos por sus padres.

Mentalmente, me informaron del exterminio de los magos que anteriormente les pedí que eliminarán, ahora solo quedan los que están al lado de ese maldito.

—Les tengo una nueva misión, maten a Tom Marvolo Riddle, mejor conocido como Voldemort, a su serpiente Nagini y los seguidores que estuvieron a su lado en la primera guerra, excepto a los que vendrán aquí, en un momento—Lucius tiene la mirada horrorizada y al instante se levantó a llamar a los mortifagos que desertaron. Espere que todos llegaran, al hacerlo, lo hicieron con sus familias. Todos jadearon temerosos y con ayuda de Lucius fueron llevados a otra habitación.

Como ordene—todos desaparecieron en una bola de humo negro.

—¿Cómo sabremos que todo acabo? —pregunte cuando todos tomaron poción calmante y se sentaron.

Se que mis siervos no fallaran, pero olvide pedirles que matarán primero a Nagini y aunque Voldemort muera, puede regresar si las cosas no se hacen como deberían.

—La marca tenebrosa desaparecerá por completo—dijo John Parkinson. Asentí comprendiendo, cuando Voldemort se volvió un espectro, la marca solo se puso borrosa pero no desapareció.

—No sabíamos que tenía trato con demonios, señor Potter, ni siquiera el señor oscuro logro semejante hazaña—dijo el profesor Snape, serio.

—Mi familia ha tenido contrato con los demonios desde hace siglos, recibí el libro después de casarme—comenté casualmente.

—Los Potter siempre han sido una familia de luz, como es que están involucrados en algo tan oscuro—dijo Ethan Greengrass.

—No hablaba de los Potter, sino de la familia de mi madre—todas las miradas se posaron en mí, indignadas de parte de Sirius, Snape y Remus e intrigadas el resto.

—Esa es una broma de mal gusto, los parientes de Lily son muggles—siseo molesto Snape.

—No me gusta estar de acuerdo con Sniv...Snape, pero eso no es gracioso Harry—dijo Sirius igual de molesto.

—Creo que olvidaste el apellido que dijeron en la boda Sirius, mi madre no es una nacida muggle, sino que proviene de una familia sangre pura originaria de Francia, los Zoldyck—el reconocimiento está en el rostro de todos.

—Los nigromantes—susurro Natalie Zabini, aunque todos la escuchamos.

Pov Voldemort

Me encuentro reunido con la mayoría de mis seguidores, algunos no están presente, espero tengan una buena excusa, por fin logramos atrapar al ministro, lo hemos torturado con el fin de que nos diga todo lo que sabe, pero es un hueso duro de roer, no habla. Ahora pondremos a uno de los nuestros al mando.

Una opresión se empezó a sentir en el aire, todos se tensaron, mire con horror como siete figuras se materializaron. Pero lo que me causo horror, es que son demonios.

La mayor parte de nuestra comida esta aquí—dijo uno de ellos, sacando la lengua y pasándola de forma desagradable por sus labios. Son horrendos, nunca había sentido tanto miedo en mi vida.

—¿Quién los mando? Puedo hacerles una oferta mejor—dije desesperado, esto no debería de estar pasando.

Solo obedecemos al amo Zoldyck, nada ni nadie cambiara eso—porque un Zoldyck está atacándome, no comprendo, como mis planes se arruinaron solo por una persona. Siempre quise tener control sobre los demonios, pero son seres orgullosos que solo sirven a ciertas personas, magos sangres puras.

Empecé a retroceder al ver como desmiembran y destrozan a los mortifagos, las suplicas y gritos no se hicieron esperar. Grité con rabia al ver a uno de ellos comiéndose a Nagini. Wormtail se transformó en rata, pero la mujer demonio, lo agarro y se lo comió, sorbiendo la cola como si fuera espagueti.

Los gritos de agonía y terror se oyen por todo el lugar, le lancé un avada al demonio que está cerca, pero este siguió dirigiéndose donde me encuentro, corrí, esquivando muebles y lanzándoles todos los hechizos que conozco, tropecé, empecé arrastrarme hacia atrás, sin apartar la vista de los demonios que rien y gruñen. Hubiera preferido mil veces morir bajo el avada que, de esta forma, si es posible no morir nunca.

—N...no quiero morir, por favor, piedad, malditos desgraciados—lo último que vi, fueron sus horrendos rostros acercándose, todo fue oscuridad y dolor.

Pov Harry

Draco está hablando con nuestros amigos, por mi parte preferí quedarme con los adultos, escuchando la poca información que tienen sobre la familia de mi madre. Al rato un jadeo colectivo por parte de los antiguos mortifagos se escuchó.

—No esta, la marca desapareció—susurro Lucius extasiado, viendo su brazo limpio despues de tantos años.

—Tengo que confirmarlo, regresare lo vea con mis propios ojos—dijo Snape dirigiéndose a la chimenea.

—Iré con usted, necesito tener bajo control a todos los demonios, de igual forma no creo que encontremos nada, son devorados—al menos eso leí.

—Le diré a Cissy que puede regresar—comento Lucius emocionado, todos están felices, por primera vez, puedo decir que no tengo nada que temer.

—Voy contigo—susurro Draco abrazándome. Al final los antiguos mortifagos se unieron en la inspección, incluyendo Lucius, después de llamar a Narcissa. Al llegar a la mansión, un fuerte olor a putrefacción llego a nosotros. Saque la varita, no por temor, sino que, si los demonios obedecieron mis ordenes, aún hay mortifagos, aunque sean solo los jóvenes.

Revisamos el lugar, hay miembros y partes humanas por todos lados, no fue difícil identificar a Voldemort, solo dejaron la cabeza, es horrible ver la expresión, es como si estuviera gritando. Con Draco bajamos al escuchar ruidos en el sótano, fue una sorpresa ver al ministro, nos miró sorprendido, sonrió y se desmayó.

—Aunque no soy muy aficionado a los demonios, pero estoy agradecido porque tenemos nuestra libertad, podemos ser felices con nuestra familia—susurro Draco abrazándome. Fawkes entro volando, cantando una hermosa melodía. Si, por fin libres.

Hola chicas y chicos, espero les haya gustado el capítulo, no sé si notaron en uno de los capítulos anteriores, que los demonios fueron mencionados, bueno ya saben el motivo, quería encontrar el momento adecuado para su entrada, sé que fue una muerte completamente diferente a la esperada, pero no le veo sentido a escribir todo igual al libro, además que los horrocrux fueron destruidos a lo largo de la historia.

Estuve pesando mucho como seria y a quienes matar, obviamente todos los mortifagos fugados están muertos, así como Dumbledore, no hay trampa ni nada, sé que es rápido y hasta cierto punto decepcionante, pero en esta historia Dumbledore no era completamente malo, simplemente utilizo todos los recursos para cumplir sus metas, sacrificándose en el proceso. Quise darle la misma muerte que le dio Rowling en el libro.

Con respeto a Voldemort, consideré seriamente en como matarlo y decidí introducir a los demonios, hecho que ya había considerado. Los demonios no desaparecerán, sino que serán como sirvientes de Harry de ahora en adelante. Ahora vamos con el mundo ninja, veremos que pasara con nuestros chicos, de ahora en adelante.

Nos seguimos leyendo

Bella.

Drekavac  

Mefistófeles  

Ziminiar  

Onoskelis  

Azazel  

Abaddon  

Malphas  

Libro que usa Harry, o parecidos

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