Como si fuera un ninja, volví hasta la fiesta y Lauren estaba en la misma columna mirando con desesperación para todos lados.
-Bonitas piernas, preciosa. ¿A qué hora abren? _susurré en su oído con voz grave y abrazándola por la cintura.
-¡Maldita perra! _exclamó girándose y empezando a golpearme.
-Podemos seguir en casa, cariño. Ahora debemos huir sin ser vistas. _dije liberándome de sus golpes y soltando una que otra risa.
Logramos salir más fácil que como entramos pero justo cuando estábamos en la calle, un montón de paparazzi empezaron a seguirnos. No les di mucha importancia, intenté irme junto a mi mejor amiga lo más rápido posible pero solo uno logró llamar mi atención con lo siguiente:
-¿Camila Cabello es tu novia?
-¿Qué dijiste? _giré mi rostro y en ese momento el flash de una fotografía me cegó temporalmente.
Lauren me llevó corriendo hasta mi moto y dejamos a los más ricos del planeta para ir a comer helado con chispas en nuestro departamento.
(...)
A la mañana siguiente en nuestra rutina diaria, acababa de hacer una entrega para Time Square y regresaba con el periódico en mano, no lo había visto desde que lo compré y aprovechando que no había entregas y casi nadie en la pizzería, empecé a leerlo.
Todo iba normal hasta que llegué a la sección de farándula.
-¡Dios Santo! _exclamé con los ojos abiertos.
-¿Qué pasa? _Lauren vino hasta mi, se sentó a mi lado y al ver lo que yo veía, no dudó en abrir sus ojos.
"Anoche en la gran celebración que tuvieron en en el Empire State los grandes empresarios del mundo, sucedió un acontecimiento importante. La hija de Alejandro Cabello, Camila, al parecer tiene un romance con una chica desconocida para el ojo público. Todo se dio a conocer en un momento de la noche mientras Camila hablaba con sus amigas y la chica misteriosa se acercó sobrepasando el espacio personal. Después de eso, ambas chicas desaparecieron y al final logramos ver a Camila volver con sus amigas y a la chica afuera del evento junto a otra persona".
En el artículo podía ver las fotos del momento en que la tomé de la cintura, cuando fuimos a la cocina, cuando estaba escapando con Lauren que aquel paparazzi había dicho que la chica era mi novia y finalmente una de Camila junto a sus amigas y si observabas bien, Camila tenía sus mejillas sonrojadas.
-¡Wou! _dijo Lauren impresionada. -Eres la novia de una niña rica. _Lauren movió sus cejas de arriba a abajo pervertidamente.
-No me molestes, ya sabes como son estas personas, hacen de cualquier cosa un escandalo. Ya verás como mañana todos olvidarán esto. _dejé el periódico sobre una mesa y pasé las manos por mi rostro.
-Newton. Tienes una entrega en Wall Street. _el jefe hizo su aparición y me entregó la dirección del lugar.
Esperé unos minutos por la pizza y después de acomodarla en la cajuela, me subí en mi moto y fui directo a aquella dirección. Llegué en cinco minutos gracias al tráfico ligero, a que no estaba tan lejos y que yo prácticamente vuelo en mi moto.
Di una mirada a la dirección y entré en aquella empresa, me detuvieron en recepción y esperé pacientemente. No era la primera vez que traía una pizza a las grandes empresas de New York y casi siempre solo llegaba a recepción y listo. Pero el día de hoy, la linda secretaria a quien le pediré el número luego, me dejó pasar con la indicación de que oprimiera el último botón del ascensor.
Le agradecí con el ceño fruncido y entré a aquel ascensor, oprimí el botón y esperé con algo de inquietud a que esas puertas se abrieran. El pasillo tenía unas oficinas y yo algo perdida porque no sé quien fue el/la que ordenó la pizza, miré el papel de la entrega.
"Empresas Cabello.
Wall Street.
Alejandro Cabello".
Me quedé helada un momento pero quienes me despertaron de mis pensamientos, fueron los de seguridad.
-Acompañenos, señorita. _ordenaron caminando delante de mi.
Estaba pensando muy seriamente en escapar por las escaleras, pero uno de los guardias me miró como queriendo decir "Ni siquiera pienses hacerlo, se donde vives". Así que decidí seguirlos, porque no quería regresar tan rápido a mi trabajo, no era porque tenía miedo.
Llegamos a una oficina, más grandes que las demás, podía verse su interior a través de un vidrio cubierto por las persianas más hermosas que había visto. Los guardias tocaron la puerta y después de escuchar un pase de la voz grave de un hombre, me abrieron la puerta y se fueron.
Lo primero que hice al entrar, fue observar como se veía Central Park desde aquel ventanal, lo segundo fue mirar a las personas que estaban en aquella genial oficina. Un hombre vestido de traje fino al que reconocí como Alejandro Cabello, otro hombre de piel oscura que creo y media dos metros y tampoco paraba de mirarme como si hubiera asesinado a su madre, una mujer con cabellos rubios y lindos ojos avellana vestida elegantemente, una pequeña niña a quien solo pude verle la espalda cubierta por su cabello castaño oscuro ya que estaba muy distraída jugando y finalmente, estaba la chica a quien creí no volver a ver en mi vida. Camila.
Lo tercero que hice fue escarbar en mi cerebro algo con lo que romper el silencio incómodo que se había formado y lo mejor que se me ocurrió fue:
-¿Grande con queso y piña? _levanté una ceja junto con la caja de pizza.
-¿Cuál es tu nombre? _preguntó Alejandro con la actitud que creo utiliza para sus negocios.
-______ Newton. _contesté bajando la pizza y frunciendo el ceño.
-Tienes un apellido extraño, eso ayudaría en mucho. _dijo el hombre mas para si mismo.
-Alejandro piensa en las consecuencias de lo que piensas hacer. _advirtió la mujer quien supongo ahora es su esposa.
-Es necesario para la buena imagen de nuestra empresa, Sinu.
-Papá, mamá tiene razón, estás exagerando. _dijo ahora Camila.
Los tres empezaron a discutir sobre lo que sea que estuvieran hablando, el hombre no paraba de mirarme fijamente y la niña estaba intentando agarrar la pizza. Me estaba desesperando, y cuando me desespero solo ocurre una cosa:
-¡Qualcuno può spiegare cosa sta succedendo qui?!
(¡¿Alguien puede explicarme que está sucediendo aquí?!
Todos se quedaron en silencio ante mi arranque y siguieron con la mirada como empezaba a caminar de lado a lado.
-Está bien, no entiendo que hago aquí. Mi trabajo es entregar una pizza e irme, no quedarme a la hora del té. Necesito que me digan que hago aquí... ¡¿Y podrían decirle a aquel hombre que deje de mirarme de ese modo?! _exclamé con frustración.
-Big Rob, deja de mirar así a la chica... _dijo Alejandro y el hombre obedeció quedándose serio y podría jurar que estaba ignorándome. -Lamento nuestro comportamiento, ______. Soy Alejandro, ella es mi esposa Sinu, mi hija menor Sofi y creo que ya conoces a la mayor.
Asentí cruzándome de brazos.
-Un placer.
-Será mejor que tomes asiento, tenemos una propuesta para ti.
Me senté sin decir nada y ellos siguieron mis pasos. Camila y yo nos miramos unos segundos. Ella estaba muy bonita hoy, creo ella no necesitaba de muchas cosas para verse bonita.
Alejandro llamó de nuevo mi atención y allí empezó la charla.
-Veo que hablas italiano. _fue lo primero que dijo aquel hombre.
-Me mudé de Italia hace dos años, cuando terminé la secundaria. _contesté.
-¿Y tus padres?
-Siguen allá... Con todo respeto señor Cabello, no sé a que quiere llegar con esto, así que será mejor que me vaya porque no quiero perder mi empleo. _me levanté e hice una inclinación con la cabeza, pero la imagen de chica que no quiere puede perder su empleo porque su mejor amiga la asesina quedó olvidada cuando el grandulón me cargó como costal de papas y me regresó a mi asiento.
-Iré al grano, ______. _dijo Alejandro cruzando sus manos sobre la mesa. -Anoche en mi fiesta tú y lo hija fueron el centro de atención de los paparazzi.
Asentí esperando a que continuara.
-Debes saber que Camila es la heredera de todas mis acciones y por lo tanto debemos dar una buena imagen.
-¿Y el grano cual es?
-Tú y mi hija son noticia internacional, lo que significa que eso trae más publicidad a mi empresa. Y lo que quiero proponerte es que finjas ser la novia de Camila hasta que se gradúe del instituto.
Por poco dejo que mi mandíbula se caiga por segunda vez, pero debía mantener una postura.
-¿Por... Porque yo? _pregunté.
Alejandro ya me había dado la razón, pero no podía pensar en estos momentos.
-Porque mi hija está "saliendo" con una desconocida para el ojo público. Eso significa que querrán saber de ti y las únicas fuentes confiables somos nosotros, a lo que quiero llegar es que tú nos darás mejores inversiones.
Asentí y miré a Camila que estaba cruzada de brazos mirando a su hermanita jugar.
-¿Y ella que opina? _Camila levantó la mirada y se encontró con mis ojos.
-Quiero lo mejor para la empresa de papá, y si eso significa hacerme pasar por tu novia, lo haré. _contestó sin dejar de mirarme.
-¿Cuales son las condiciones?
-Firmarás un contrato del que no puedes retirarte y volverás al instituto...
-¡¿Qué?!... No, no, no. Yo ya pagué mi condena muchas gracias. _negué cruzándome de brazos y escuchando la pequeña risa de las dos mujeres.
-Solo será por un año, volverás a tener 18 años, irás con nosotros a nuestros eventos y cuando todo termine... Tendrás 50 mil dólares a tu disposición al igual que podrás pedirme lo que quieras.
Esta vez no pude evitar que mi mandíbula tocara el suelo. Medité unos segundos, solo debía aguantar esto por un año y después tendría una gran suma de dinero que en estos momentos necesito con urgencia.
-Acepto. Pero solo tengo una condición.
-¿Cuál es?
-Mi mejor amiga viene conmigo.