QUE COMIENCE EL JUEGO TERMIN...

By goals_lutteo

236K 12.4K 1.6K

Karol Sevilla , una chica extrovertida, arriesgada, engreída, inteligente, rebelde, prepotente, amante a la a... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6 (Parte 1)
Capítulo 6 (Parte 2)
Capítulo 7
Capítulo 8 (Parte 1)
Capítulo 8 (Parte 2)
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14 (Parte 1)
Capítulo 14 (Parte 2)
Capítulo 15 (Parte 1)
Capítulo 15 (Parte 2)
Capítulo 16
Capítulo 17 (Parte 1)
Capítulo 17 (Parte 2)
Capítulo 18 (Parte 1)
Capítulo 18 (Parte 2)
Capítulo 19
Capítulo 20 (Parte 2)
Capítulo 21 (Parte 1)
Capítulo 21 (Parte 2)
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Epílogo
NUEVA NOVELA
PRÓXIMAMENTE
NUEVA
¡NUEVA NOVELA!

Capítulo 20 (Parte 1)

5.7K 296 77
By goals_lutteo


De nuevo era lunes, inicio de semana, la rutina me mataba. Estaba sonando "Just the Way You Are" a mi despertar, me levante forzosamente, me duché, me vestí y como siempre, baje a desayunar.

—Buenos días, ¿y papá dónde está?

—Tuvo que llegar mas temprano a la oficina, tenía que dar una de sus reuniones, ya sabes...

—Oh, espero verlo en la noche, ¿y tu que harás hoy?

—Después del magnifico fin de semana juntas, debo iniciar un articulo, es muy aburrido, pero es mi trabajo. —Dijo encogiéndose de hombros.

—No creo que sea peor que ir a la escuela todos los días...

—Créeme que prefiero la escuela.

Terminé mi desayuno, me lave los dientes, y me despedí de mi madre con un beso en la mejilla, para irme directamente a la secundaria.

Entré a mi primera clase, Biología, ignorando por completo la presencia de Ruggero, seguido de una larga clase de cálculo, llegando así el tan merecido almuerzo.

Lamentablemente, el tiempo en la cafetería pasaba volando, obligándonos a volver a nuestros respectivos salones. Seguía Historia y no quería encontrarme con mi compañero de banca.

—Hola. —Dijo dirigiéndome una de sus lindas sonrisas.

—Hola... —El Sr. Cooper interrumpió nuestra "conversación" para dar su extensa y aburrida clase.

El último bloque terminó y así llegó la salida. Estaba caminando en dirección a mi auto hasta que alguien me tomó en sus brazos, me arrebató las llaves y me hizo entrar a mi auto.

— ¿Y ahora qué haces? —Dije, acomodándome en el asiento del copiloto.

—No te diré, ahora ponte esta venda y cúbrete los ojos. —Asentí me puse la venda y solo lograba escuchar los ruidos de los autos a los costados.

Esto se me hacía gracioso, quería soltar una carcajada.

—Ya llegamos, no te quites la venda, yo te ayudo a bajar. —Escuchaba los pasos de Ruggero alrededor del auto, abrió mi puerta y me tendió la mano para bajar.

—Aún no. —Avanzamos unos cuantos pasos— ¡Ahora!

Me quite lo que retenía mi visión y me encontré un hermoso lago color azul celeste. El clima era perfecto, y el sol se reflejaba sobre éste. Las aves volaban a los alrededores, y no había señal de personas alrededor. Se podría decir que el lago esperaba nuestra visita.

—Ruggero... es hermoso.

—Ven, aun falta algo. —No acercamos al lago y había una canoa.

Primero subí yo, después de unos segundos, él se me unió.

—No se remar. —Dije tomando los remos torpemente.

—No te preocupes, yo lo haré. —Sonrió.

En todo el recorrido de un lado para el otro en el lago hablábamos de nuestras familias, nuestros gustos.

— ¿Por qué decidiste empezar con esas carreras? —Mi corazón paró por un segundo haciendo que me sobresaltara.

¿Él cómo sabía?

— ¿Mike te dijo? —Era obvio, solo los chicos sabían mi vida entera.

—Si, pero quiero que seas tu la que me lo diga. —La conversación sobre mi pasado inició, pero relatársela a él era emotivo, era como si en realidad tuviera la necesidad de saberla.

Después de la larga historia se encaminó el atardecer pero con el sol aún anunciado. Nos aproximamos a la orilla y bajamos de la canoa.

— ¿Te gustó el paseo? —Sonrió.

—Si, todo fue encantador. —Esto es lo mas tierno que alguien a hecho por mi, es muy lindo de su parte querer compartir esto conmigo. Un motivo más para quererlo.

Tomó mis dos manos sosteniéndolas sobre su pecho.

—Te quiero pedir algo... —Hizo una pausa— ¿Quieres ser mi novia? —No podía creerlo, ese perfecto y mágico momento se estaba dando ahora mismo.

— ¿Qué?

— ¿Quieres ser mi novia? —Repitió pero ahora con una sonrisa aún mas grande.

— ¿De... de verdad quieres estar conmigo? —Dije mientras Ruggero me abrazaba contra su pecho— ¿De verdad me quieres?

—Puede que necesites ir al médico, porque creo que estas sorda. —Bromeó Ruggero— Pero antes contéstame. ¿Tú también me quieres?.

—Puede que tú necesites ir al oculista. Si no ves que te quiero, desde que nos besamos por primera vez, entonces es que estás ciego.

— ¿Y aquella noche en Malibú? —Preguntó Ruggero.

—También, siempre sentí algo por ti, aunque me costaba aceptarlo, esa es la razón por la cual siempre trataba de evitarte. —Ruggero sonreía de oreja a oreja.

El sol comenzó a ocultarse, cambiando el tono del cielo por un naranja rojizo. El atardecer era precioso, pero era aún más hermoso el momento que ambos compartíamos.

—Y entonces...

—Me encantaría ser tu novia, Ruggero 
—Dije mientras mis brazos se apoderaban de su cuello, y él me elevaba sobre los aires.

—Me haces la persona más feliz del mundo. —Dijo, juntando nuestras frentes.
Aún estando en el aire, enredé mis dedos sobre su cabello, y lo apegué hacia mis labios. Lo besé como nunca antes lo había hecho. Lo besé como jamás creía poder besar a alguien.

Ruggero era especial.

—Espera... —Dijo mientras metía su mano a uno de sus bolsillos— Esto es para ti. —Dijo mientras me ponía un hermoso brazalete de oro con un dije de corazón, en el que estaba grabada su inicial.

—Es... hermosa, gracias, pero no debiste. —Dije avergonzada, se veía muy costosa.

—Te mereces eso y mucho más. —Dijo dando un delicado beso en mi mejilla.

Lo mire fijamente, luego su boca, me abalancé rápidamente para devorar sus labios, depositando un beso de esos que siempre tuve deseos de darle.

—Ya va a oscurecer, debemos irnos. —Dijo mientras me abrazaba por los hombros.

—No quiero. —Crucé mis brazos haciendo un puchero como una niña pequeña.

—No hagas eso, sabes que no me resistiré. —Exclamó, tomando de mi mano.

—Solo lo haré porque ya se va a hacer de noche.

— ¿Segura que solo lo haces por eso?

—Si, no te tengo miedo. —Enuncié en una sonrisa.

—Pues, deberías. —En un hábil movimiento se acerco a mí para hacerme cosquillas, a lo que yo reaccione con risas ahogadas.

—No, Lo... No más, No por... ¡por favor!

— ¿Segura que aún no me tienes miedo?

—No. —Me logré soltar, ya me estaba faltando el aire.

Corrimos hasta mi auto y nos incorporamos a este.

—Debo llevarte a tu casa, ya es tarde... —Dije, conteniendo la risa.

— ¿No se supone que el novio tiene que llevar a la novia? —Dijo en una sonrisa elevando una ceja.

—No, como buena chica te dejare en la puerta de tu casa como hiciste tu aquella vez, ¿recuerdas?

—Eso no vale, fue tu padre quien me lo pidió...

—Si, ahora yo le hago un favor al tuyo. —Encendí el auto y tome rumbo a casa de Ruggero.

—Hoy podrías quedarte y ser mi niñera. —Mordió su labio. Ahora comprendí el doble sentido.

—Pervertido...

—No, eres tú, yo solo dije lo de la niñera, el resto lo pensaste tú. —Me acusó.

—No sería "pervertida" si no me dijeras cosas con doble significado. —Estacioné el auto frente a su casa.      —Espera, ¡no salgas! —Rodeé el auto para abrir su puerta. —Bien, ahora si puedes salir.

—Ja, ja, que graciosa. —Tomé su mano y nos dirigimos al pórtico de su casa.

Toqué el timbre.

— ¿Qué estas haciendo? —Pregunto con una risita.

—Te estoy dejando en la puerta de tu casa. —Abrieron la puerta y era una de sus hermanas, Emy.

— ¡Hola linda! —Le sonreí a la pequeña.

— ¡Hola Karol! —Miró mi brazalete que colgaba en mi muñeca— ¿Ya son novios?

—Emy, este será otro de nuestros secretos, ¿está bien? —Le dijo Ruggero.

—Si, pero después me cuentas que tal todo... ¡Adiós Karol! —Dijo la pequeña entes de entrar a su casa.

— ¡Adiós preciosa! Tu hermana es una dulzura... ¿y dónde esta Alli?

—Supongo que adentro, ¿quieres pasar?

—No, debo irme. Adiós. —Pretendía irme sin darle ningún beso de despedida, quería ver su reacción.

—Esta bien, adiós. —No se mostraba enojado, no tenía ninguna reacción al parecer.

Empecé a caminar lentamente hacía mi auto, me giré y él estaba ahí con sus brazos cruzados y una tonta sonrisa en su rostro. Me quede parada en la mitad del camino debatiéndome en volver o no. Corrí hacía él para hacerlo golpear contra la pared que lo recibía, puse mis labios contra los suyos uniéndolos en una danza perfecta.

—Sabía que no te resistirías... —Balbuceó mientras me sostenía en sus brazos.

— ¿Acaso me estás retando?

—No, no podría vivir sin tus besos. —Dio el último beso, para ver como me marchaba, llegué a casa y me uní a mis padres para tomar la cena.

Mi sonrisa me delataba, mi felicidad no se comparaba.

— ¿Dónde estabas? —Cuestionó mi madre.

—En casa de Valen. Me estaba comentando cosas de sus entrenamientos y el tiempo pasó volando. —Mentí.

Tan solo recordar en donde estaba en una cuantas horas, me hacía sonreír.

— ¿Y cómo le va siendo animadora?, jamás me lo espere de ella... -Añadió papá-.

—Bien, supongo. —La cena terminó, fui hasta mi habitación, me sumergí en la tina y disfruté el momento, me puse el pijama.

Mi corazón me decía que estaba enamorada. Me dormí contenta, con una sonrisa en los labios.

Al día siguiente, me levante con la dulce melodía de "All my Loving" de The Beatles, mire hacía mi muñeca y ahí estaba su inicial, esa "R", la prueba irrefutable de que yo le pertenecía como él a mi.

Abrí la ventana y el corazón. El sol inundó mi habitación, y el amor inundó mi alma. Me duché, me vestí, y baje a tomar mi desayuno.

— ¡Buenos días! —Enuncié en una gran sonrisa.

—Buenos días, querida, hoy iremos de compras, ¿necesitas algo? —Dijo mi madre, sirviendo un poco de jugo en mi vaso.

— ¡Helado!

—De acuerdo, ¿algo más? —Comentó mi padre.

—No, creo que eso es todo. —Terminé mi desayuno y salí apurada a la secundaria.

Estacioné el auto y entre a las clases del día martes. Me senté junto a los chicos, las clases avanzaron, llegando así el almuerzo, me dirigí a mi casillero para guardar todo lo innecesario, de repente alguien se inclinó a un costado de mi casillero.

—Hola, linda. —Dijo con una de sus bellas sonrisas.

—Hola. —No sabía que hacer, tan solo su presencia me hace estremecer.

—Ven, quiero que hagamos algo. Pero quiero que tú estés de acuerdo...

— ¿Qué? —Dije mientras me tomaba de la mano en camino a la cafetería.

—Quiero decirle a los chicos sobre... nosotros. —Añadió regalándome una gran sonrisa.

—De acuerdo. —Nos aproximamos a la mesa de nuestros adorables amigos.

—Chicos, tenemos que decirles algo. —Exclamó Ruggero. Todos se giraron para ver nuestras manos entrelazadas.

— ¿Qué pasa? ¿Sucede algo malo? —Comentó Mike.

—No, todo lo contrario. —Sonreí.

— ¡Dinos ya! —Replicó Agus perdiendo su paciencia.

—Ruggero y yo estamos en una relación. —Hice un ademan con mis manos.
Las expresiones de mis amigos pasaron de absoluta intriga a sorprendente felicidad.

— ¿O sea que son novios?

— ¡Sí! —Dijo Ruggero, obsequiando un beso a mi mejilla.

—Me alegro mucho por ustedes, pero nosotros ya lo sabíamos... —Dijo Mike.

— ¿Como que ya lo sabían? Apenas ocurrió ayer...

—Karol, mirabas a Ruggero cada minuto en clases. —Dijo Lio.

Me ruboricé por completo haciendo que Ruggero riera.

—Y tú, Ruggero, hablabas de Karol en cada conversación con nosotros, vamos, no somos tan tontos como para no notarlo. —Manifestó Jorge con una sonrisa. Y ahora el turno del rubor fue de Ruggero.

—Si, es cierto, ya lo recuerdo, cada vez que hablábamos Ruggero te nombraba cientos de veces. —Aclaró Mike.

La sangre no se iba de mis mejillas, era algo muy tierno que Ruggero platicara sobre mí.

—Rugge, solo te pido algo, hazla feliz. —Dijo Agus con una mirada enternecida.

—Eso haré. —Afirmó dando un corto beso en mis labios.

— ¿Quién lo diría? Nuestros mejores amigos juntos. —Dijo Jorge con uno de sus graciosos gestos.

El timbre de regreso a clase interrumpió nuestra declaración.

—Es hora de irnos nos vemos luego, los amo. —Dije mientras donaba un beso en la mejilla a cada uno de mis leales amigos.

—Y nosotros a ti... —Dijeron al unísono.

Ruggero y yo nos dirigimos hacía nuestros salones de clase sin antes que un feo y horrible obstáculo se interpusiera en nuestro camino.

— ¡Ruggero! —Le brindó una sonrisa— Karol—me miró con fastidio.

— ¿Qué sucede Savannah? —Dijo Ruggero cortante.

—Sucede que haré una fiesta en mi casa y estas invitado, ¿qué dices? —Dijo mordiendo su labio.

—Oh claro, ¿puedo llevar a mi novia?

— ¿Novia? ¿Quién es tu novia? —Pregunto la rubia, un poco confundida. Muero por ver su cara cuando se entere.

Ruggero pasó su brazo por mis hombros.

—Ella es mi novia. —Sonreí mostrando todos mis dientes. Sabía que la noticia le caería como agua fría sobre su rostro.

— ¿Y desde cuándo? —Exigió una respuesta.

—Eso no te importa. —Ruggero me interrumpió.

— ¿Puedo llevarla, sí o no?

—No, es algo... —Me miro con desprecio— Exclusivo.

—Entiendo, entonces creo que no iré, nos vemos... —Reí en mi interior,
Ruggero la había dejado con la palabra en la boca, se lo merecía.

—Me toca aquí. —Dije señalando mi próxima clase.

—Nos vemos, más tarde. —Sonrió, beso mi frente y tuvo la intención de marcharse pero se detuvo, devolvió sus pasos hacía mi.

— ¿Me quieres? —Dijo tomando mi rostro son sus manos.

—Si... y mucho. —El sonrió sin antes darme un corto beso en los labios, se retiro perdiéndose en el pasillo.

Continue Reading

You'll Also Like

314K 29.9K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...
34.6K 2.7K 27
Después de recibir una oferta de trabajo, Peter se muda a su ciudad de nacimiento y empieza su vida desde cero. En el camino tiene que enfrentar gran...
19.6K 1.5K 24
Tal vez ... El olvido fue algo inesperado La desilusion algo inmediato El amor algo que no se puede recuperar Por eso... Comencemos a conocernos. Com...
2.3M 234K 132
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...