Nublado.
Nublado.
Nublado.
Era lo único que Hoseok podía pensar mientras miraba por la ventana como el día había arruinado los planes de hacer un picnic en el jardín.
Miró con cierta tristeza la rosa azul que YoonGi había hecho crecer en su jardín y se vio obligado a salir para hacerla vivir otra vez.
Hace días que no veía a YoonGi, porque el mayor ahora no se encontraba siempre en casa.
Pasó su mano por encima de la flor, que se abrió orgullosa con su característico color azulado.
Sonrió.
Como no tenía nada que hacer, llamó a JungKook para pedirle una tarde de películas otra vez, a lo cual el menor accedió rápidamente.
En otro lugar de la ciudad, YoonGi se encontraba con Jimin, ya que ahora eran conocidos y no les molestaba salir juntos. Aunque YoonGi no se diera cuenta de que estaba descuidando a Hoseok.
Como al de cabellos rosas le gustaban las mismas cosas a YoonGi, fueron juntos a un concierto de piano y luego a cenar. Era una buena instancia para conocerse mejor.
El chico azulado tuvo una velada muy tranquila y agradable con Jimin. Pero en un momento, no tenía control sobre sus acciones y actuó por puro impulso.
-Hyung. . .
Jimin tenía las mejillas de ese gris brillante otra vez.
-¿Sí?
-¿Me daría permiso de besarlo aunque sea una vez?
. . .
Hoseok estaba muy entretenido con las cosas que JungKook le contaba a medida que veían la película, pero su expresión cambió drásticamente al sentir una fuerte punzada en el pecho.
Dolía, dolía mucho.
-Hobi-Hyung ¿Estás bien? ¡Hyung!
Hoseok negó con la cabeza mientra sus ojos se llenaban de lágrimas, era insoportable.
¿Qué estaba ocurriendo?