HAMLET

By WattpadClasicosES

116K 4.6K 1.8K

Hamlet, la obra más conocida de Shakespeare, es en realidad una pieza llena de lagunas e indefiniciones. Una... More

Personajes
I.I
I.II
I.III
I.IV
I.V
II.I
II.II
III.I
III.II
III.III
III.IV
IV.I
IV.II
IV.III
IV.IV
IV.V
IV.VI
IV.VII
V.I

V.II

3.9K 180 127
By WattpadClasicosES



V.II ENTRAN  HAMLET Y  HORACIO.

HAMLET

De eso nada más. En cuanto al resto, veamos.

¿Te acuerdas de todo mi relato?

HORACIO

¡Cómo no acordarme, señor!

HAMLET

Había en mi alma una especie de lucha

que me tenía despierto. Me sentí peor

que un amotinado en los grilletes.

En un rapto... Benditos los arrebatos:

admitamos que a veces el impulso

nos es más útil que el cálculo, lo que nos muestra

que hay una divinidad que modela nuestros fines,

cualquiera que haya sido nuestro esbozo.

HORACIO

Así es.

HAMLET

Salí del camarote y, envuelto

en mi tabardo marinero, anduve

a tientas en las sombras hasta hallarlos

les quité los documentos y volví

finalmente al camarote, permitiéndome

abrir el real comunicado, mis temores

venciendo mis modales. Horacio, en él leí

(¡ah, regia canallada!) la orden expresa,

guarnecida de razones muy variadas

sobre el bien de Dinamarca e Inglaterra,

con, ¡ah!, todos los duendes que me hacen peligroso,

de que, a su lectura y en el acto,

sin esperar a que afilasen el hacha,

me cortaran la cabeza.

HORACIO

¡No es posible!

HAMLET

Aquí está el comunicado. Léelo sin prisa.

¿Quieres saber cómo procedí?

HORACIO

Os lo ruego.

HAMLET V

Véndome atrapado por infames

(antes que le diera un resumen al cerebro,

él ya veía la acción), me senté, proyecté

una nueva orden, la escribí con buena letra.

Al igual que los políticos, yo antes

menospreciaba la caligrafía

y me esforcé en olvidarla, pero ahora

me ha prestado un fiel servicio.

¿Te digo el contenido de la orden?

HORACIO

Sí, Alteza.

HAMLET

Fue un ruego muy solemne de parte del rey:

Puesto que Inglaterra ha sido su leal tributaria

y sus lazos deben florecer cual la palmera,

puesto que la paz debe llevar siempre

su guirnalda de espigas y unirlos en su afecto,

con otros muchos «puestos» bien colmados,

que, a la vista y lectura del escrito,

sin debate y cumpliéndolo a la letra,

se dé a sus portadores la muerte inmediata

sin lugar a confesión.

HORACIO

¿Y cómo lo sellasteis?

HAMLET

Hasta en eso fue el cielo providente:

llevaba en la bolsa el anillo de mi padre,

cuyo sello es idéntico al del rey;

doblé el escrito a la manera del otro,

lo firmé, sellé y reemplacé sin que nadie

advirtiera ningún cambio. Al otro día

fue el combate naval; lo que sigue

ya lo sabes.

HORACIO

Y Guildenstern y Rosencrantz fueron a su muerte

HAMLET

¡Pero si estaban prendados de su oficio!

No me rozan la conciencia. Su caída

resulta de su propia intromisión.

El inferior corre peligro atravesándose

entre los fieros golpes y estocadas

de rivales poderosos.

HORACIO

¡Qué rey es este!

HAMLET

¿No crees que ya es mi turno?

Mata a mi padre, prostituye a mi madre,

se mete entre la elección y mi esperanza

y a mi propia vida le echa el anzuelo

con toda esa maña. ¿No sería de conciencia

pagarle con mi brazo? ¿Y no sería condenarse

permitir que esta úlcera se extienda

y siga corrompiendo?

HORACIO

Tendrá pronto noticias de Inglaterra

informándole de todo lo ocurrido.

HAMLET

Muy pronto. Pero el intervalo es mío.

Una vida no dura más que decir «uno».

Pero me ha dolido mucho, buen Horacio,

haberme propasado con Laertes,

pues en el rostro de mi causa puedo ver

el reflejo de la suya. Me ganaré su favor.

Sin embargo, sus alardes de angustia

dispararon mi arrebato.

HORACIO

¡Chsss! ¿Quién viene?

Entra el joven OSRIC.

OSRIC

Alteza, sed muy bienvenido a Dinamarca.

HAMLET

Con humildad os lo agradezco. ‑ ¿Conoces a esta li­bélula?

HORACIO

No, mi señor.

HAMLET

Más gracia para tu alma, que conocerle es pecado. Posee tierras, muchas y fértiles. Con que un animal sea dueño de animales, ya tiene el pesebre en la mesa del rey. Este es un rústico, pero, como digo, con grandes extensiones de estiércol.

OSRIC

Mi querido señor, si vuestra gentileza se hallara ociosa, os transmitiría un mensaje de Su Majestad.

HAMLET

Señor, le prestaré oídos con toda entrega de espí­ritu. Dadle a vuestro gorro el uso debido: es para la cabeza.

OSRIC

Gracias, Alteza. Hace mucho calor.

HAMLET

No, creedme: hace mucho frío. El viento es del norte.

OSRIC

En efecto, señor; hace bastante frío.

HAMLET

Para mi complexión hace un calor sofocante.

OSRIC

Sobre manera, Alteza. Hace mucho bochorno, como quien dice... ¿Cómo decirlo? Pero, señor, Su Majestad me manda participaros que ha hecho una gran apuesta en favor vuestro. Señor, se trata de...

HAMLET

Acordaos de cubriros.

OSRIC

No, mi buen señor, de veras; por respeto. Alteza, no ignoráis la excelencia de Laertes con su arma.

HAMLET

¿Y cuál es?

OSRIC

Estoque y daga.

HAMLET

Son dos armas. Pero, en fin...

OSRIC

Señor, el rey ha apostado seis corceles berberiscos, a los cuales, según creo, Laertes ha contrapuesto seis esto­ques y puñales franceses con todos sus adherentes, tales como el cinto, los tahalíes, etcétera. En verdad, tres de las portaderas son muy gratas al gusto, muy acordes con la empuñadura, un auténtico primor y de extrema­da fantasía.

HAMLET

¿A qué llamáis «portaderas»?

ORISC

Señor, las portaderas son las correas.

HAMLET

El término sería más propio si pudiéramos ceñirnos un cañón. Entre tanto, llámense correas. Mas sigamos. Seis caballos berberiscos contra seis espadas francesas, con sus adherentes y tres portaderas de extremada fantasía. Es la apuesta francesa contra la danesa. ¿Por qué se ha «contrapuesto», como vos decís?

OSRIC

Señor, el rey ha apostado que en doce asaltos entre vos y Laertes, él no os ganará por más de tres. Laertes ha apostado por nueve de los doce. Podría ponerse a prueba de inmediato si Vuestra Alteza se dignase res­ponder.

HAMLET

¿Y si respondo que no?

OSRIC

Señor, quiero decir si accedierais a enfrentaros.

HAMLET

Señor, pasearé por este salón. Si le place a Su Majestad, es mi hora de ejercicios. Si traen las armas, y está dispuesto el caballero, y el rey mantiene su apuesta, haré que gane si puedo. Si no, me ganaré la deshonra y los golpes en cuestión.

OSRIC.

¿Transmito así vuestra respuesta?

HAMLET

En tal sentido, señor, con los floreos que os dicte vues­tro estilo.

OSRIC

Me recomiendo con lealtad a Vuestra Alteza.

HAMLET

Todo vuestro.

Sale OSRIC.

Hace bien en recomendarse, pues nadie lo hará por él.

HORACIO

Este chorlito se va con el cascarón en la cabeza.

HAMLET

Le hacía ceremonias a la teta antes de mamar. Éste y otros muchos de su cuerda, que tanto cautivan a nues­tro frívolo mundo, sólo han pescado la jerga de moda y las fórmulas externas: un surtido de pamemas que los saca adelante entre las mentes más cultas; pero prueba a soplarles y les revientas las pompas.

HORACIO

Perderéis este encuentro, señor.

HAMLET

No lo creo. Desde que él marchó a Francia, no he dejado de practicar, y con tal apuesta ganaré. Aunque no te imaginas el malestar que siento. Pero no importa.

HORACIO

¿Qué es, señor?

HAMLET

Una tontería; uno de esos presentimientos que turba­rían a una mujer

HORACIO

Si vuestro ánimo está inquieto, obedecedlo. Haré que no vengan y diré que no estáis listo.

HAMLET

Nada de eso; los augurios se rechazan. Hay singular providencia en la caída de un pájaro. Si viene ahora, no vendrá luego. Si no viene luego, vendrá ahora. Si no viene ahora, vendrá un día. Todo es estar preparado. Como nadie sabe nada de lo que deja, ¿qué importa dejarlo antes? Ya basta.

Entran el REY, la REINA, LAERTES, corte­sanos, [OSRIC] y acompañamiento con trompetas, tambores, cojines, espadas de es­grima y manoplas,‑ una mesa con jarras de vino.

REY

Ven, Hamlet; ven y toma esta mano.

[Pone la mano de LAERTES en la de HAMLET.]

HAMLET

Perdonadme, señor. Os he agraviado.

Perdonad como caballero. Los presentes

bien saben y a vos de cierto os han dicho

que estoy aquejado de un grave trastorno.

Si rudamente he provocado

vuestros sentimientos, honor y disgusto,

aquí proclamo que ha sido locura.

¿Fue Hamlet quien hirió a Laertes? Jamás.

Si Hamlet ha salido de sí

y, no siendo él mismo, agravia a Laertes,

no es Hamlet quien obra; Hamlet lo niega.

Entonces, ¿quién obra? Su locura. Si es así,

Hamlet es también de la parte agraviada

y la locura es su cruel enemiga.

Señor, ante esta asamblea:

que mi negación de un mal pretendido

me absuelva en vuestro noble pensamiento,

como si mi flecha, volando por encima

de la casa, hubiera herido a mi hermano.

LAERTES

Lo admito en mis sentimientos,

que son los que más deberían moverme

a la venganza. Respecto a mi honor

me reservo, y no deseo reconciliarme

hasta que voces de probada autoridad

emitan juicio y precedente de concordia

y mi buen nombre salga intacto. Hasta entonces

acojo como afecto el afecto declarado

y no lo menosprecio.

HAMLET

Lo acepto muy gustoso, y lucharé

abiertamente en este encuentro fraternal. –

Traed las espadas, vamos.

LAERTES

Venga, una para mí.

HAMLET

Laertes, os daré realce. Mi torpeza

hará que vuestro arte brille tanto

como un astro en la noche más oscura.

LAERTES

Os burláis, señor.

HAMLET

No, os lo juro.

REY

Dales las espadas, joven Osric. Hamlet,

¿conoces la apuesta?

HAMLET

Perfectamente, señor.

Vuestra Majestad ha apostado por el débil.

REY

No me inquieta; os he visto a ambos.

Mas, como él es un maestro, se te ha dado ventaja.

LAERTES

Ésta es muy pesada. A ver otra.

HAMLET

Ésta me gusta. ¿Son todas del mismo largo?

OSRIC

Sí, Alteza.

Se disponen a luchar.

REY

Poned las jarras de vino en esa mesa.

Si Hamlet da el primer golpe o el segundo,

o se desquita en el tercer asalto,

que en todas las almenas disparen los cañones.

El rey beberá por el vigor de Hamlet

y en la copa echará una perla más valiosa

que la que cuatro reyes sucesivos

en la corona danesa portaron.

Dadme las copas; el timbal hablará a la trompeta,

la trompeta al cañón de la muralla,

el cañón al cielo y el cielo a la tierra, diciendo:

«El rey bebe ahora por Hamlet.» Empezad.

Jueces, vosotros siempre vigilantes.

HAMLET

Vamos.

LAERTES

Vamos, señor.

Luchan.

HAMLET

¡Uno!

LAERTES

¡No!

HAMLET

¿Jueces?

OSRIC

Un punto, un punto muy claro.

LAERTES

Bien, sigamos.

REY

Alto. Traed el vino. Hamlet, tuya es esta perla.

Bebo a tu salud.

Suenan tambores y trompetas, y disparan una salva.

Dadle la copa.

HAMLET

Primero, este asalto. Dejadla a un lado. ‑

Vamos.

Vuelven a luchar.

Otro punto. ¿Qué decís?

LAERTES

Otro punto, lo confieso.

REY

Ganará nuestro hijo.

REINA

Está sudando y sin aliento.

Hamlet, toma mi pañuelo, sécate la frente.

La reina bebe por tu suerte, Hamlet.

HAMLET

Gracias, madre.

REY

Gertrudis, no bebas.

REINA

Quiero beber, esposo; con permiso.

Bebe [y ofrece la copa a HAMLET].

REY [aparte]

Es la copa envenenada. Ya es tarde.

HAMLET

Aún no me atrevo, señora. Beberé luego.

REINA

Ven, deja que te seque la cara.

LAERTES

Majestad, esta vez le toco.

REY

No lo creo.

LAERTES [aparte]

Esto va casi contra mi conciencia.

HAMLET

Vamos al tercero, Laertes. No dais en serio.

Os lo ruego, atacad con más ardor.

Temo ser vuestro juguete.

LAERTES

¿Eso creéis? Vamos.

Luchan.

OSRIC

Ningún punto para nadie.

LAERTES

¡En guardia!.

Hiere a HAMLET. Hay un forcejeo y se cambian los estoques. HAMLET hiere a LAERTES.

REY

¡Separadlos! Están furiosos.

HAMLET

No, sigamos.

Cae la REINA.

OSRIC

¡Atended a la reina!

HORACIO

Sangran ambos. ‑ ¿Cómo estáis, Alteza?

OSRIC

¿Cómo estáis, Laertes?

LAERTES

Como pájaro cogido en mi trampa, Osric.

Mi propia traición me da justa muerte.

HAMLET

¿Cómo está la reina?

REY

Se ha desmayado al verlos sangrar.

REINA

¡No, no, el vino, el vino! ¡Ah, mi buen Hamlet!

¡El vino, el vino! ¡Me ha envenenado!

Muere.

HAMLET

¡Ah, infamia! ¡Que cierren la puerta!

¡Traición! ¡Descubridla!

[Sale OSRIC.]

LAERTES

Está aquí, Hamlet. Hamlet, estás muerto.

No hay medicina que pueda salvarte.

No te queda ni media hora de vida.

El arma traidora está en tu mano,

con punta y envenenada. La vileza

se ha vuelto contra mí. Mira: yo,

caído para siempre, y tu madre, envenenada.

No puedo más. ¡El rey, el rey es el culpable!

HAMLET

¿Con punta y envenenada? ¡Pues a lo tuyo, veneno!

Hiere al REY.

TODOS [LOS CORTESANOS]

¡Traición, traición!

REY

¡Amigos, defendedme! Sólo estoy herido.

HAMLET

¡Toma, maldito danés, criminal, incestuoso!

¡Bébete la pócima!

[Obliga a beber al REY.]

¿Está ahí tu perla? Sigue a mi madre.

Muere el REY.

LAERTES

Recibió su merecido:

es veneno que él mismo preparó.

Perdonémonos, mi noble Hamlet.

¡No caigan sobre ti mi muerte ni la de mi padre,

ni la tuya sobre mí!

Muere.

HAMLET

El ciclo te absuelva. Voy a seguirte.

Me muero, Horacio. ‑ ¡Adiós, pobre reina!

Vosotros, que palidecéis y tembláis

ante esta desdicha, comparsas o testigos

mudos de esta obra, si me quedara tiempo

(pues el esbirro de la muerte siempre arresta),

ah, os contaría... Ya basta. Horacio, me muero;

tú vives: relata mi historia y mi causa

a cuantos las ignoran.

HORACIO

Nada de eso.

Más que danés soy antiguo romano.

Aún queda bebida.

HAMLET

Como hombre que eres,

dame esa copa. ¡Suéltala! ¡Por Dios, dámela

¡Ah, buen Horacio! Si todo queda oculto,

¡qué nombre tan manchado dejaré!

Si por mí sentiste algún cariño,

abstente de la dicha por un tiempo

y vive con dolor en el cruel mundo

para contar mi historia.

Marcha a lo lejos y cañonazo.

¿Qué es ese ruido de guerra?

Entra OSRIC.

OSRIC.

El joven Fortinbrás, de vuelta victoriosa

de Polonia, dispara esta salva marcial

en honor de los embajadores de Inglaterra.

HAMLET

¡Ah, ya muero, Horacio!

El fuerte veneno señorea mi ánimo.

No viviré para oír las nuevas de Inglaterra,

pero adivino que será elegido rey

Fortinbrás. Le doy mi voto agonizante.

Díselo, junto con todos los sucesos

que me han llevado... El resto es silencio.

[Lanza un hondo suspiro y ] muere.

HORACIO

Ha estallado un noble pecho. Buenas noches,

buen príncipe; que cánticos de ángeles

te lleven al reposo. ‑ ¿Por qué vienen los tambores?

Entran FORTINBRÁS y los EMBAJADORES de Inglaterra, con tambores, estandartes y acompañamiento.

FORTINBRÁS

¿Dónde está la escena?

HORACIO

¿Qué queréis ver? Si es algo

de asombro o dolor, cese vuestra busca.

FORTINBRÁS

Esta sangre pregona matanza. Muerte altiva,

¿qué festín preparas en tu celda infernal,

que con tal violencia hieres a la vez

a tantos príncipes?

EMBAJADOR

El cuadro es angustioso y nuestra embajada de Inglaterra llega tarde.

Sordos están los oídos que nos deben

dar audiencia, pues su orden fue cumplida

y Rosencrantz y Guildenstern han muerto.

¿Quién nos dará las gracias?

HORACIO

Su boca, no, aunque en ella

hubiera vida para agradecéroslo;

él nunca dio la orden de matarlos.

Mas, puesto que llegáis en hora tan sangrienta,

vos, de la guerra con Polonia, y vos,

de Inglaterra, disponed que los cadáveres

sean expuestos en alto a la vista de todos

y permitid que cuente al mundo, pues lo ignora,

todo cuanto sucedió. De este modo sabréis

de actos lascivos, sangrientos e inhumanos,

castigos fortuitos, muertes casuales

y otras que se deben a engaños y artificios;

y, por último, de intrigas malogradas

vueltas contra sus autores. Todo esto

fielmente os contaré.

FORTINBRÁS

Apresurémonos a oírlo,

y que esté presente toda la nobleza.

En cuanto a mí, acojo mi destino con dolor.

Sobre este reino tengo derechos históricos

y ahora es la sazón para reivindicarlos.

HORACIO

Hablaré también de ello

y del voto que otros muchos atraerá.

Mas cumplamos sin tardanza lo propuesto,

ahora que los ánimos se encienden, no sea

que a estas tramas sucedan más desdichas.

FORTINBRÁS

Cuatro capitanes portarán

a Hamlet marcialmente al catafalco,

pues, de habérsele brindado, habría sido

un gran rey. Su muerte será honrada

con sones militares y ritos de guerrero.

Llevaos los cadáveres. Esta escena,

más propia de batalla, aquí disuena.

Vamos, que disparen los soldados.

Salen en marcha solemne, seguida de una salva de cañón.


Continue Reading

You'll Also Like

32.4K 881 14
Oliver es un niño huérfano que ha perdido a ambos padres. Pasa sus primeros años en el asilo de la señora Mann. Al igual que el resto de niños en el...
183K 9K 31
Catherine Morland, es una muchacha que no parece haber nacido para ser la protagonista de una novela: belleza común, familia normal... y una gran ama...
46.4K 1.9K 30
( Uno de mis escritores favoritos e inspiración para muchas cosas )
296K 10.4K 15
❝¿Necesitas ayuda? bienvenido.❞