Anchor ➳ James Sirius Potter

By __jmnsmile

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❝ Algunas veces tienes que ser tu propio héroe.❞ James Sirius Potter Fanfic ... More

『ᴀɴᴄʜᴏʀ』
『ᴀɴᴄʜᴏʀ』
ᴘʀᴏʟᴏɢᴜᴇ
─ act i
i
ii
iii
iv
v
vii
viii
ix
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xi
xii
xiii
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xv
xvi
xvii
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─ act ii
ᴘʀᴏʟᴏɢᴜᴇ²
ii. i
ii. ii
ii. iii
ii. iv
ii. v
ii. vi
ii. vii
ii. viii
ii. ix
ii. x
ii. xi
ii. xii
ii. xiii
ii. xiv
ii. xv
ii. xvi
ii. xvii
ii. xviii
ii. xix
ii. xx
ii. xxi
『thanks』

vi

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By __jmnsmile

❝ They're going to die.❞


El corredor de aquella casa lucia destruido, el crujido de la madera se podía escuchar con cada paso que se daba, el lugar no tenía mucha iluminación por lo que caminar por allí era imposible. La pelirroja ya había tropezado y chocado con varias cosas, deseaba detenerse, pero un sollozo la hacía ir cada vez más rápido, cuando al fin parecía encontrar el lugar de donde estos sollozos provenían una luz verde la hizo detenerse abruptamente y gritar.

— ¡No! —gritó atrayendo la atención de sus compañeras, pero ella solo podía tener su vista en la figura negra en uno de los rincones de la habitación observándola atentamente.

— ¡¿Qué te pasa?! —la pelirroja dirigió su mirada a su compañera de habitación que había terminado en el piso a causa de su grito, Iris estaba intentando contener la risa al ver a su mayor en el suelo, mientras que Genevieve seguía dormida.

Isabelle seguía callada mirando a Iris, detrás de ella estaba otra silueta negra. Desde hace unas semanas atrás ella había despertado de una pesadilla, era muy parecida a la que acababa de tener solo que, en esa, ella era la que recibía el impacto de aquella luz verde, Isabelle era a quien atacaban con la maldición asesina. Genevieve fue quien la despertó aquella vez, fue esa misma noche en la que comenzó a ver estas sombras con más frecuencia, la última vez que vio una de estas fue en el aeropuerto junto a la señora, y ahora estas parecían estar siempre junto a ciertas personas.

— ¿Otra pesadilla? —Isabelle asintió— ¿Quieres hablar de ello? —negó, como iba a explicar que veía a personas siendo asesinadas, que veía extrañas sombras en ciertas personas. Ni ella mismo tenía una explicación.

Habían pasado apenas dos meses desde que estaba en Hogwarts y conforme pasaba el tiempo la idea de ir hasta aquel lugar se veía más errónea por parte de sus padres, si bien este pensamiento ya rondaba por su cabeza, desde que las sombras aumentaron, su pensamiento cobro más fuerza, incluso había llegado a enviar una carta a su abuela materna para que decidiera hacer algo, la mujer también fue rechazada por su padre.

Aunque, por otro lado, cierta parte de ella ya se sentía a gusto con su estadía en aquel lugar, hasta ya se había hecho costumbre las constantes provocaciones de James Potter, aunque él todavía no se acostumbraba al rechazo de la pelirroja. Ambos habían empezado un juego de coqueteo, sobre todo ella, su juego era provocar a James sabiendo que este caería rápidamente, el azabache estaba teniendo un gran golpe a su orgullo, pero eso no le impedía seguir molestando a la pelirroja.

Volviendo a la actualidad, Isabelle después de aquel suceso había optado por ir a tomar el desayuno, era sábado y podría ir al pueblo cerca del castillo. Recordaba que en Salem los fines de semana todos corrían hacia la Taberna del hombre Alto y la Posada de Burroughs, los mejores lugares para pasar el rato, habían otros reconocidos lugares, como la dulcería o la tienda de bromas, esta última era la que más solía llenarse en Halloween, para cualquiera el Instituto de las Brujas de Salem no es más que una organización de mujeres inspirada en la histórica quema de varias mujeres acusadas de hechicería, pero detrás de esa fachada que la mayoría de brujos conocía esta era una institución como Hogwarts. La única diferencia era que el número de estudiantes era un poco menor al de Hogwarts.

Isabelle llegó al comedor dejando que su mirada recorriera todo el lugar hasta caer en la mesa de las serpientes donde vio a su hermano comer solo, algo extraño pues siempre tiene a una chica a su alrededor, a paso lento camino hasta donde él estaba y se sentó, recibiendo la mirada extrañada del mayor de los Bennett.

— Te ves horrible. —comentó, la pelirroja en otras circunstancias ya habría golpeado a su hermano, pero esta vez solo se quedó allí mirando la mesa, Alec volvió a mirar a su hermana— ¿Qué pasa, Belle?

— No es nada... —susurró, pero Alec sabía que no era así pues omitiendo el golpe que ya hubiese recibido, Isabelle todavía no se había lanzado a atacar la comida. La pelirroja lo miró y suspiró— ¿Ves algo en el profesor Slughorn?

La mirada de Alec se dirigió al viejo maestro. — Aparte de esa enorme panza y sus notorias canas, no... ¿Qué ves tú?

— Una sombra negra detrás de él.

— ¿Qué?

— Y no es el único, el chico rubio de Ravenclaw, la castaña que está al lado de Josh, Iris...

— ¿Qué...? ¿Qué crees que signifique?

— No lo sé, solo sé que están ahí, es la primera vez que las veo constátenme. —soltó un suspiro y tomó una rebanada del pan que estaba frente a ella, Alec alzó una ceja, pero sonrió al verla comer— ¿Crees que me esté volviendo loca? Digo, esas visiones extrañas las sentía normales, pero todo esto ya me sobrepasa.

— Posiblemente ya estés loca.

Sonrió ante las palabras de su hermano. Isabelle se quedó en la mesa de las serpientes comiendo con su hermano, pero claro este al ser prefecto y ser sábado tenía que hacer otras cosas en su casa por lo que al terminar su desayuno este se levantó de la mesa dejando a Isabelle con un plato de frutas frente a ella, esta miró el plato y lo tomó para levantarse y caminar hacia la mesa de los leones, Fred quien observó a la chica le sonrió y le hizo una seña para que fuera hasta su lado, ella caminó hacia él y se sentó a su lado, el morocho pico su mejilla en forma de saludo y volteo a ver a su primo, sonrió al ver el rostro del azabache al ser ignorado por la pelirroja. James miraba a Isabelle comer el pastelillo y la fruta simultáneamente esperando al menos que le dijera algo, pero no pasó nada, indignado así se sentía.

— ¿Qué planeas hacer hoy?

— Me quedare por aquí.

Fred frunció el ceño. — Debes disfrutar de los días como estos fuera del castillo antes de que el invierno llegue y eso está muy cerca.

— Es solo que no me he sentido muy bien. —respondió, el azabache la volvió a mirar, abrió la boca para decir algo, pero se vio interrumpido por las lechuzas que habían entrado, una de ellas había soltado un periódico frente a él, le extraño ver un periódico pues no era muy fanático de estos, aunque más extrañado se quedó al ver como la pelirroja lo tomaba y se fijaba en la noticia que más resaltaba en este.

— ¿Isabelle estas bien? —preguntó James al ver a la pelirroja más pálida de lo normal— ¿Isabelle?

Los ojos de la nombrada se despegaron del periódico mientras sus manos temblaban, Fred quien estaba más cerca de ella había logrado atraparla antes de que esta cayera de la banca, la pelirroja se había desmayado y a James sin importarle los platos que había sobre la mesa brinco para llegar hasta donde su primo estaba con la pelirroja en brazos.




─ ✦ ─




Los ojos de Isabelle se abrieron de golpe, el lugar todavía era iluminado por los pocos rayos de sol que aún quedaban, un mareo la golpeo, pero unas manos la tomaron con cuidado de los hombros y la apoyaron en el respaldo de la cama, los ojos verdes de Isabelle se posaron en James.

— ¿Qué fue lo que paso?

— Te desmayaste en pleno comedor —respondió—, digamos que estuviste dormida gran parte del día.

— Vaya... —susurró— ¿Tu...?

— Tampoco tenía muchos planes. —la pelirroja lo miró y le dio una pequeña sonrisa, ver aquella sonrisa para James fue como recibir un regalo en navidad— Quédate aquí, llamaré a la enfermera.

Isabelle vio como James se levantaba de la silla y caminaba lejos de ella, le pareció tonto que dijera que se quedara ahí, pues hasta ella mismo sabía que si intentaba dar un paso se caería. Por otro lado, se preguntaba donde estarían sus hermanos, pues era bien sabido que ambos se preocupaban mucho por ella y no verlos ahí como dos chicles se le hizo extraño. James en cambio caminó rápidamente hasta el escritorio donde la mujer estaba, para cuando él regreso de las vacaciones de Navidad en primero se llevó la sorpresa de que Madame Pomfrey se había retirado, la mujer ya estaba demasiado mayor como para seguir ejerciendo su profesión, había otra enfermera que la ayudaba, esta era su aprendiz, la cual ahora ya era oficialmente la enfermera.

La Sra. Andrews estaba en sus treinta, nacida de muggles, había estudiado en Francia, pero sus estudios para ser medimaga fueron realizados en Reino Unido donde conoció a Pomfrey, esa era la razón por la que estaba ahí, madame confiaba en Andrews para que siguiera con su trabajo y luego de una charla con McGonagall, el puesto fue suyo.

La cortina se movió, Isabelle logró ver no solo a la enfermera, también vio a aquella sombra negra adherida a ella, la enfermera se dio la vuelta para tomar algo e Isabelle estiró la mano hasta poder tocar aquella sombra.

Un enorme pasillo se hizo presente, varios médicos caminaban por ahí, rápidamente supo que estaría en algún hospital, miró a todos lados y caminó hasta una pequeña sala donde se quedó de pie ahí sin saber que hacer hasta que los gritos de varias personas la hicieron moverse. Una camilla pasaba a toda velocidad y entró a una puerta, Isabelle reconoció a la enfermera.

Como si de una película se tratara, ésta mágicamente apareció en la misma sala donde habían ingresado a la mujer, miro a ambos lados hasta ubicarse a un lado del doctor.

— Hora de muerte: 18:37...

— Isabelle... —el susurro de su nombre la sobresalto, su cuerpo había comenzado a temblar, la pelirroja se alejó del cuerpo de la mujer asustada, Alec, quien acababa de llegar a la enfermería corrió hacia su hermana al verla toda pálida, asustada y temblorosa, la tomó entre sus brazos y la dejó ahí, hasta que se pudiera calmar.

— Va morir Alec. Lo vi... —susurró, el nombrado se separó y la observó— Las sombras... Van a morir. 

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