|T.N|
Tras aconsejarle a Clary y que Izzy nos haya dejado. Me retiré del instituto tras un rato de charlas con Clary.
Tan solo pisar mi casa las memorias llegan de nuevo a mi.
Entre más crecía más vulnerable se volvía mi mente. Los recuerdos que una vez fueron reprimidos salían otra vez a la luz. Siempre viviendo bajo la sombre de alguien, siempre siendo la segunda opción. Pero aquel recuerdo no se compara con los demás, por eso siempre que estaba sola sentía la presencia de alguien, por eso ese sueño el que me ahogaba.
—______...¿_____?—Escucho que me llaman y salgo de mi transe.
—Alec, Hola—el me ve con el ceño fruncido y me levanto—Estaba a punto de cenar ¿quieres acompañarme?—pregunto
—No. Vamos a transportar a Valentine a Idris—regreso a verlo sonriente
—Con mayor razón, una buena cena y un buen vino para brindar la salida de Valentine—.
—Te conozco y sé que algo está mal. Sea lo que sea, estoy aquí para ti—regreso a verlo
—Lo aprecio. Pero estoy bien—insisto
—No, no lo estás. Lo siento, pero no me iré hasta que me hables—se cruza de brazos. Rayos, esto va en serio.—Una vez dijiste: "Cuando las cosas se pongan difíciles, no me alejes".—Suspiro resignada
—Cuando me torturaron en el cuerpo de Valentine, la runa de agonía...Me hizo revivir cosas que yo no sabia que habían pasado. Y ahora no puedo sacarlo de mi cabeza—me siento en el sofá. Cada vez que cierro los ojos lo veo—Alec se pone de rodillas frente a mi y sujeta mi mano.
—¿Qué es?—pregunta
—Nunca se lo conté a nadie. ¿Recuerdas una vez, cuando recién había llegado al instituto; que me levantaste en la madrugada porque estaba gritado?—Alec asiente—No era un sueño. Supuestamente soñaba que me estaba ahogando, pero ahora recuerdo mejor el sueño. Estaba dentro de un lago y una voz retumbaba en mis odios, alguien canturreaba "Tú eres la elegida y morirás" mis oídos, nariz, boca y ojos comenzaban sangrar y un dolor me atormentaba. Cerré mis ojos fuertemente y de pronto yo estaba en un patio rodeada de gente todos me gritaban "abominación". No contuve mi enojo y los quemé vivos, pero por alguna razón disfruté matarlos. Los maté a todos, con tan solo 6 años—comienzo a temblarme y siento un fuerte dolor en la cabeza—¡Yo los maté!—Alec me abraza
—No fue tu culpa, no sabias controlar tus poderes—.
—Eso no me quita la culpa de encima—.
—Lo superarás, lo superaremos juntos—besa mi frente.
Me comienzo a temblar tan feo, a tal punto que Alec me tomó en sus brazos y me metió a la ducha fría.
—yo los maté, yo los maté—susurraba una y otra vez. El dolor en mi cabeza no se iba. Grito.
—¡¿Qué tienes, ____?!—el trata de apartar mis manos de mi cabeza pero simplemente no puede. Ambos empapados por el agua fría.
—¡HAZ QUE PARE!—grito y las lagrimas de dolor no tardaron en salir. Alec saca su estela y dibuja en mi la runa Iratze para sanar mi dolor. Mi dolor poco a poco desaparece, Alec lo nota y me abraza fuertemente. El agua que se dirigía hacia la coladera llevaba sangre.—¿De dónde ha salido esa sangre?—pregunto pausadamente. El no me responde—Alec—.
—De tus ojos, salían en forma de lagrimas. Me asustaste mucho—.
***
Tras lo ocurrido anteriormente, ambos ya estábamos cambiados. Por alguna razón había ropa de Alec en mi armario, por lo que ambos nos cambiamos sin ningún problema.
—¿Segura que te encuentras bien?—pregunta Alec por milésima vez
—Si, ya estoy bien—le sonrío
—Está bien—abro un portal y llegamos al instituto, caminamos hacia el elevador y bajamos a la celda de Valentine.
Los guardias ya lo tenían esposado de las muñecas y de los pies.
—Valentine Morgenstern, por orden de la Clave, se le remite al Grand en Idris—dice Alec.
Izzy me hace la señal y yo abro el portal hacia Idris.
—Quizá esté en una celda, pero, por lo menos, estaré en Alacante, donde el aire no apesta a Mestizas. Que gran abominación—dice Valentine viéndome con asco
—sáquenlo de aquí—ordena Alec frío.
—Púdrete—le digo con odio
Izzy y Jace son los primeros en cruzar, seguidos por tres guardias shadowhunters. Valentine y Duncan cruzan juntos, me dio mala señal cuando Duncan puso una mano en el hombro de Valentine, pero al final atravesaron dos guardias más.