"-Mamá ya te he dicho que no pasó nada, tan sólo vimos una película y jugamos a la Wii, no hicimos nada más.- Repetí por vigésima vez a mi madre.
-Sophie, sois novios, estabais los dos solos en su casa, no soy tonta, sé que lo hicisteis.- Me dijo enfadada y yo ya harta decidí contestarla.
-¡Pues sí lo hicimos!, ¿contenta?, me acosté con él, follamos, como quieras llamarlo, !¿contenta?!- La grité en medio de la calle y ella se quedó asombrada.
-Pero si sólo tienes 16 años.... eres muy joven.-
-¡Ya no soy una niña mamá!- Grité antes de cruzar todo el paso de cebra para llegar a la otra calle.
Me di la vuelta y la vi acercándose pero en un segundo o menos las cosas cambiaron....."
-¡NO MAMÁ!, ¡POR FAVOR NO!-
-Sophie, Sophie despierta....-
Abrí los ojos y me encontré con los ojos caramelo de mi medio-hermano pequeño, Logan.
-Logan.....-
-Sólo ha sido una pesadilla. Tranquila.- Me abrazó aun a pesar de que mi cuerpo estuviese bañado en sudor, y yo se lo acepté.
-¿Papá se ha enterado?- Le pregunté cuando ya nos habíamos separado.
-No, sigue durmiendo, no te preocupes. Y mi madre tampoco, ya sabes que ella se pone los tapones en los oídos para no escuchar los ronquidos de papá.- Dijo y nos empezamos a reír. -¿Son así no? -Imitó un gran ronquido.-
-No, son así.- E imité un gran ronquiido y Logan empezó a descojonarse.
Miró la hora del reloj de muñeca y me miró con una gran sonrisa.
-Feliz cumpleaños.-
-Gracias.- Y nos abrazamos.
-Y venga, vete a la cama.- Él hizo un saludo militar y se fue de allí procurando no hacer ruido.
Me tumbé de nuevo pero me fue imposible reconciliar el sueño, por lo que me puse a escuchar música hasta que amaneció y el ruido y los murmullos en la cocina me dieron a entender que todos se habían levantado.
Me puse las zapatillas y bajé a la cocina, donde Logan desayunaba, Megan, su madre y mi madrastra tomaba su café, y a mi padre haciendo yo que sé.
-Buenos días a todos.-
-Buenos días cielo.- Me dijo Megan mientras me daba un beso en la frente.
Zorra mentirosa..... Pensé.
-Feliz cumpleaños Sophie. Te he preparado el desayuno.- Me dio un pequeño abrazo y me mostró encima de la mesa un plato de tortitas con sirope de chocolate por encima.
-Gracias.- Dije y le di un beso en la mejilla aunque no quisiese, pero tenía que ser amable si no quería que pasase algo malo.
Me senté al lado de Logan y le removí el pelo con mi mano para después darle un beso en la mejilla.
-Cómo pasa el tiempo, aun recuerdo cuando tenías 2 años y estabas intentando hablar y caminar y ahora tienes 18 años, ya eres mayor de edad.-
Mayor de edad para largarme de este infierno.....
-Sí.....-
Al terminar de desayunar me fui al baño y me duché.
Al salir me enrollé la toalla a mi cuerpo y fui a mi habitación, donde me puse la ropa interior, me eché la crema y me puse la ropa que consistía en un vestido de tirantes, la parte del pecho era blanco hueso y la falda con fondo azul y pequeñas flores, y de zapatos unas cuñas de color azul como el vestido.
Me sequé mi pelo, me eché espuma que hizo que se me rizase y me cayese casi rozando por encima de mis hombros. Me maquillé ligeramente y me coloqué mis gafas para poder ver de lejos estilo Ray-Ban, y como me diría él, que hipster que eres. Reí al recordar la primera vez que me vio con esas gafas.
Fui hasta el salón y vi a los tres sentados en el sofá. Megan miraba la tele, mi padre leía el periódico, y Logan enredando con el móvil.
-Voy a salir.-
-¿Vendrás para comer?- Me preguntó mi padre mirándome por encima del periódico.
-No, y tampoco me esperéis para cenar, Taylor va a hacer una fiesta por mi cumpleaños con los demás.-
-Vale, no llegues tarde.-
Asentí con la cabeza, me colgué mi.mochila/bolso en los hombros, agarré las llaves y salí de allí. En el portal vi a Taylor enredando con su pelo.
-Ya estoy aquí.- Dije al salir. -Vamos antes de que no pueda comprar el pasaporte.
Nos montamos en su coche
-¿Has podido dormir?-
-Muy poco, tuve otra vez pesadillas. Otra vez aquel momento.-
-Sophie, no fue tu culpa, fue de aquel conductor que iba borracho como una cuba y además sobrepasó la velocidad de la permitida.-
-Lo sé, pero si no me hubiese enfadado con ella por aquella estupidez....-
-No sabías que iba a pasar. Deja de amargarte por eso.- Me sonrió y el resto del camino a la estación de tren estuvimos escuchando música de la radio y hablando de algunas cosas.
Cuando llegamos fuimos a la taquilla.
-Hola muy buenos días. ¿En qué puedo ayudarlas?- Nos dijo la mujer de la taquilla.
-Un billete de ida a Londres.-
-¿Para qué hora lo quiere?-
-El de madrugada.-
-El último es a las 2:30 de la madrugada.-
-Perfecto. Ese mismo.-
-Pues son 30£.- Saqué mi cartera y al entregarle el dinero ella me dio el billete y lo guardé para evitar que mi padre o Megan lo descubriesen.
Salimos de la estación y nos fuimos a su casa a pasar la tarde.
-Por cierto. Feliz cumpleaños.- Me dijo una vez que entramos en su habitación. En sus manos sostenía una caja envuelta en papel de regalo violeta, mi color favorito, con pequeñas estrellas doradas. Lo cogí, me senté en su cama y lo abrí con delicadeza, procurando no romper el envoltorio. Al quitarlo observé un álbum de fotos, rosa claro con florecitas adornando la portada, todas eran de color carne y con un botón en el centro. Lo abrí y estaba repleto de fotos de nuestro grupo de amigos, aunque la mayoría eran de Taylor y mía. Debajo de cada una aparecía escrito con una caligrafía preciosa dónde y cuándo se hicieron las fotos. Había de todo tipo, en fiestas de discotecas, de pijamas, de disfraces, y como no, la de graduación. Pasé mi mano por ellas mientras las lágrimas de felicidad iban cayendo por mis mejillas.
-¿Te gusta?- Me preguntó Taylor y levanté la cabeza para mirarla.
-Me encanta, muchísimas gracias.- Dejé el álbum en su cama y la abracé enseguida.
*******
-¿Segura que no quieres que duerma en tu casa?, así podría ayudarte a hacer la maleta mientras tu padre y su mujer duermen.- Dijo mi amiga una vez que estábamos en el portal de mi casa. La noche ya había cubierto el cielo y en unas horas el tren me llevaría de nuevo a mi casa.
-Segura, ya haces bastante por mi viniendo a recogerme.-
-Está bien, te enviaré un mensaje cuando ya esté esperándote en la esquina.-
-Vale.- Nos abrazamos y subí a mi casa. Afortunadamente estaban todos dormidos. Fui procurando no hacer ruido hasta mi habitación. Al entrar encendí la luz y vi algo que me conmovió. Mi hermanastro estaba dormido encima de mi cama. Abrazaba con sus brazos un paquete envuelto en papel de regalo. Me quité los zapatos y me acerqué a él.
-Logan. Logan despierta.- Estuve moviéndole hasta que poco a poco fue abriendo los ojos. -Hola.- Le sonreí.
-Hola.- Dijo con la voz dormida.
-Se supone que deberías estar en tu cama.-
-Te estaba esperando para darte tu regalo.- Me tendió el paquete. -Feliz cumpleaños, siento habértelo dado tan tarde.-
-No pasa nada.- Lo cogí y al abrir vi que era una caja blanca. Al abrirla vi un patinete nuevo. Al sacarlo vi que en la parte de atrás venía, con las letras de su nuevo disco, Little Mix y alrededor los símbolos de Perrie, Jade, Jesy y Leigh-Anne.
-Hay más, miré dentro de la caja y por poco no grito de la emoción. Dentro venía un set con todos los productos de maquillaje de ellas, de cada una.
-Muchísimas gracias Logan. ¿Pero cómo lo has conseguido?-
-Tengo mis contactos. Y no ha sido nada, teniendo en cuenta que no te veré en mucho tiempo.- Dijo al principio alegre pero luego se puso triste. -No quiero que te vayas.-
-Logan....- Le abracé. -Te prometo que hablaremos todos los días, y haremos Skype. Pero comprende que yo no puedo estar más tiempo aquí.-
-Lo sé.- Y no dijimos nada más. El silencio había inundado el lugar y a veces se podían oír nuestros sollozos y la escena que se podía ver era de los dos sentados en la cama abrazados. Después de un rato nos separamos. -Venga a la cama, que mañana tienes que madrugar.-
-Buen viaje hermanita.-
-Gracias hermanito.- Se levantó de mi cama y justo en la salida de mi habitación me miró con una sonrisa y con los ojos brillantes debido a las lágrimas y cerró la puerta yéndose de allí. Saqué el regalo de Taylor y al ver las fotos me acordé de ese momento.
Flashback
-¿Falta mucho?- Pregunté riéndome mientras sentía como me guiaba por algún sitio, pero la tela que me había puesto en los ojos para evitar ver el lugar sorpresa.
-Poco.- Andamos unos pasos más. -Ya hemos llegado.- Sentí como se ponía detrás de mi, desató el nudo del pañuelo y este cayó al suelo, dejando que la luz llegase a mis ojos y que por fin viese esa sorpresa.
-Liam.....- Pero puso un dedo en mis labios y me callé.
-No digas nada y disfruta del momento.- Y asi hicimos. Nos encontrábamos en el ático de su casa. Una tienda estaba montada y luces alrededor de esta, dándole un toque más romántico. Y al fijarme, vi que dentro de la tienda había un par de mantas, una cubitera con la botella de algo dentro, al lado un par de copas y por último un cuenco con fresas y otro con chocolate.
-Vamos.- Me cogió de la mano, nos acercamos a la tienda y nos sentamos dentro de esta.
-Es licor de mora sin alcohol tranquila.- Me dio la copa, sacó la botella y me echó el líquido en el recipiente para después hacerlo con su copa.
-Brindemos. Brindemos por nosotros, para que duremos mucho tiempo, porque eres la mejor chica del mundo, eres guapa, divertida y te amo.- Sonreí mientras las lágrimas de felicidad iban cayendo por mis mejillas.
-Chin chin.- Chocamos nuestras copas, bebimos del licor y después nos dimos un beso en los labios.
Dejamos las copas a un lado.
-¿Y ahora qué vamos a hacer?-
-Túmabate.- Me ordenó dulcemente y eso hice. Cogió el bol con las fresas y luego el de chocolate. Cogió una fresa, la mojó de ese dulce marrón y la acercó a mi boca, que ya estaba abierta. Di un muerdo y estuve masticándola mientras mi novio me miraba con una sonrisa y esos ojos chocolate que me tienen enamorada.
Al tragar empezamos a besarnos. El ambiente pasó a ser sexual, y no fui la única que se había dado cuenta.
-¿Segura que quieres hacerlo?- Me preguntó al separarnos.
-Segura.- Nos besamos de nuevo y dejamos que todo llegase al final.
Fin Flashback
Dejé el álbum a un lado, me levanté de la cama y me acerqué al armario para guardar mi ropa en la maleta.
*****
Guardé la foto enmarcada en la que aparecíamos Logan y yo abrazados en la bolsa y al cerrarla suspiré y vi toda mi habitación vacía, o parte, ya que dejaba aquí las cosas que mi padre o Megan me habían comprado. Miré la hora y eran las 2:25. Cogí mis cosas y fui hasta la entrada con cuidado de no despertar a la pareja "feliz y amable". Dejé la nota en la mesilla y antes de irme dije:
-Hasta nunca.- Y cerré la puerta.
*****
-En unas semanas iremos John y yo a verte.- Ya nos encontrábamos en la estación, el tren estaba apunto de llegar.
-Lo estaré deseando.- Nos abrazamos y al separarnos mi tren llegó. Cogí mis cosas y entré.
Dejé las cosas en el compartimento de arriba y me senté al lado de la ventana, donde pude ver a Taylor saludándome con la mano.
Cuando el tren empezó a marchar, vi cómo su figura se iba alejando hasta llegar a un punto de no verla.
Me dormí casi todo el camino y al despertarme ya era de día y faltaba poco para llegar.
Me puse a escuchar música todo el trayecto hasta que al ver a lo lejos mi ciudad una gran sonrisa se dibujó en mi cara y unas lágrimas de felicidad empezaron a caer por mis mejillas sin que pudiese evitarlo.
Cuando llegamos, cogí todas mis cosas y bajé del tren deprisa y ansiosa por verles.
-¡Taxi!- Grité al estar en la entrada de la estación y uno se paré enfrente de mi. El taxista se bajó y entre los dos guardamos las cosas en el maletero. -A la calle Shakespeare.- Dije una vez que estábamos dentro. El hombre asintió y al arrancar el coche me puse a ver la calle.
El camino hasta mi casa se hizo eterno, no veía el momento de llegar a mi casa. Una vez que llegamos, pagué al hombre y cuando saqué las cosas del coche este se fue de allí.
Miré la que fue y será a partir de ahora mi casa. Estaba exactamente igual, incluso en el balcón las macetas que mi madre regaba cada mañana.
Saqué las llaves que en ningún momento tiré y abrí la puerta.
-¡Voy!- Escuché decir a mi hermano Albert. Su voz estaba exactamente igual que hace dos años, aunque un poco más grave. Sonreí nerviosa y a la vez eufórica ya que en unos segundos iba a ver a mi familia, a mi verdadera familia.
-Dígame.- Dijo abriendo la puerta.
-Tiene una visita. Una visita que no se irá de nuevo.- Y me abrazó, me abrazó como si su vida dependiera de ello.
-Estás aquí, estás aquí.- Dijo en susurros mientras lloraba desconsoladamente.
-Estoy aquí y no me voy a ir.- Lloramos los dos juntos sin consuelo. Rompimos el abrazo pero no nos separamos.
-¡David, David ven!- Gritó mi hermano llorando pero con una gran sonrisa en su rostro.
-Albert, ¿cuántas veces te he dicho que no.... me....?- Fue parando cuando me vio.
-Hola David.- Dije sonriendo y llorando como Albert.
-Sophie....- Y me abrazó igual que Albert, y también llorando, cómo se nota que son mellizos. Albert se nos unió a ese abrazo y los tres estuvimos llorando.
-¿Dónde está?- Pregunté una vez que nos habíamos separado.
-En su habitación, sentada enfrente de la ventana.- Me dijo Albert con una sonrisa.
-Vale.-
Caminé por los pasillos y miles de recuerdos me vinieron a la mente. Recuerdos buenos y a la vez malos. Cuando llegué a su habitación di un par de golpes a la puerta cerrada y al oírla decir 'adelante', abrí la puerta con cuidado y ahí la vi, con un camisón puesto y sentada en la mecedora mientras miraba por la ventana.
Me puse delante de ella y de cuclillas, y como no se había dado cuenta de mi presencia, cogí sus manos.
-Abuela...- Ella bajó la mirada y al verme se quedó asombrada, puso su mano en mi cara para comprobar que era yo. -Estoy aquí abuela.- Y no dije nada más, ya que me aferré a sus piernas y estuvimos llorando durante minutos.
******
-¿Vas a ir a verles?- Me preguntó mi abuela. Los 4 estábamos en el salón y mis cosas ya estaban en la que era mi habitación.
-Por supuesto. ¿Algo que tenga que saber?-
-Nada interesante.- Me dijo Albert y yo me reí. Me levanté, me puse la chaqueta, cogí mi bolso, le di un beso a cada uno de los tres y me fui de allí feliz.
Al llegar a mi antiguo instituto las puertas estaban cerradas, aunque en unos minutos ese silencio iba a ser sustituido por vitoreos de los estudiantes, dando a conocer que ya estaban de vacaciones y que no iban a volver a tocar un libro hasta dentro de 3 meses, excepto los que están en el último año. Subí las escaleras hasta la clase donde estaban ellos y fui andando de un lado a otro en el inmenso pasillo, oyendo únicamente la aguja del reloj pasando lentamente y mis tacones que hacían eco.
Después de 5 minutos que me parecieron horas, el timbre sonó, anunciando el fin de las clases, oleadas de alumnos salieron corriendo de las aulas para poder salir al exterior. Pero ellos no. Me acerqué a la clase de ella, y allí estaba. Se encontraba sola, el profesor ya se había ido, al igual que sus compañeros. Estaba de espaldas y guardando sus cosas.
-We are, friends for life. Hold that, deep inside. Let this, be a drive. To survive.- Ella al oírme cantar se quedó quieta y sin darse la vuelva continuó con la canción:
-And just stand, high and tall. Make sure you give your all. And if you ever fall. Know that I'm right here.- Se dio la vuelta y nos vimos después de dos años sin saber nada la una de la otra.
-We'll always be together, don't you worry (worry). I'll always be by your side, don't you worry (worry). The circle will never end(end), just know that we'll meet again (again). And we'll always be together, forever, always (Ohhh Uuh). I am here.- Nos fuimos acercando y al estar una enfrente de la otra nos abrazamos fuertemente. Ella lloraba y yo sonreía alegremente.
-Has venido....- Dijo en un susurro y sin romper el abrazo.
-Lo prometí Amelia, y nunca rompo una promesa.-
-Amelia, ¿nos vamos?- Le oí, estaba justo detrás de mi. Su voz se había vuelto un poco más grave, pero seguía siendo perfecta.
Flasback
-Por favor no te vayas, no te vayas.....- Lloraba Liam desconsoladamente. Todos estábamos en la estación de tren.
-Tengo que hacerlo Liam, la ley me obliga a irme con él.- Y él me abrazó sin querer soltarme.
-Sophie, venga, déjate de tonterías y vamonos.- Me ordenó mi padre.
-Tengo que irme Liam.- Rompí el abrazo delicadamente, y antes de subir al tren, le cogí de la cara y uni mis labios con los suyos. -Espérame. Prométeme que me esperarás. Prométeme que dentro de dos años me seguirás esperando y cuando nos veamos formaremos una familia, nos iremos de viaje, o lo que surga, pero prométemelo.-
-Te lo prometo.- Y selló la promesa con otro beso. Al separarnos me monté en el tren y este al momento empezó a marchar, y no miré por la ventana porque si no se me haría más doloroso de lo que ya es.
Fin Flashback
Amelia se separó de mi con una sonrisa en su rostro y los ojos y mejillas brillantes y húmedas.
-¿Amelia?- Preguntó Liam esta vez temblando. Me di la vuelta sin borrar la sonrisa.
-Lo prometí.- Y los dos corrimos a abrazarnos. Nos miramos a la cara y nos dimos ese beso que tanto tiempo llevábamos esperando.
*****
-¿No se te hará dificil?- Me preguntó Amelia en cuanto nos pusimos enfrente de la tumba de mi madre.
-Mucho, pero quiero hacerlo, no pude despedirme de ella.- Me agaché, pasé mi mano por la lápida, y donde se podía leer:
Aquí yace Marie Stevenson, madre, hija y amiga. Descansa en paz, tus amigos y familiares te llevamos en nuestros corazones. 05/01/1970-25/03/2012.
-Hola mamá. Sé que no he he venido a visitarte, y que tampoco estuve en tu entierro ni en tu funeral, pero yo conoces a papá, me llevó con él a la fuerza y he estado encerrada dos años.- Silencio. -Lo siento, siento haberme enfadado contigo tantas veces y sobre todo ese día. La gente me dice que no debería sentirme culpable por lo que te pasó, que la culpa fue de ese conductor borracho, pero yo lo siento asi. Si hubiésemos pasado juntas ese cruce tú seguirías aquí, a mi lado, riñiéndome por mis estupideces, apoyándome por mis errores y felicitándome por mis logros. Mamá, tú fuiste, eres y siempre serás la que mejor me comprenda. Me llevaste en tu vientre 9 meses, fuiste la primera en verme al darme a luz, me enseñaste a hablar, a caminar, a ser fuerte ante lo que dijesen los demás, a ser amable con el que lo necesita. De no ser por ti yo no sería así. Gracias mamá. gracias por todo, ocupas un gran lugar en mi corazón. Un lugar que ninguna otra persona podrá ocupar. Te quiero y siempre lo haré.- Las lágrimas ya habían aparecido y estaban cayendo por mis mejillas. Me levanté con ayuda de Amelia y Liam. -Vendré pronto a visitarte mamá.- Me agaché y planté un beso en la lápida.
Liam y yo nos cogimos de la mano mientras que con la otra iba agarrada del brazo de mi mejor amiga y los 3 nos fuimos de allí.
FIN