Justin POV
Me encontraba en la sala, observando mi reloj una y otra vez. Ya eran las tres de la mañana y Miley ni se aparecía. No podía evitar sentirme preocupado y celoso. No quería ni imaginarme lo que pudiera estar pasando entre ellos. No sopotaría verla en los brazos de otro ¿por qué no puede sentir lo mismo que yo? ¿por qué no puede amarme como yo a ella?. Si supiera lo que soy capaz de hacer por ella. Recordé nuevamente el beso de la mañana y también como se besaron el día que llegó Nick.
¡Maldita sea! Soy un estupido.
Me levanté furioso y adolorido, me dirigí rápidamente a mi habitación. Sentí que la puerta se abría lentamente, inmediatamente dirigí mi mirada hacia la puerta y ahi se encontraba ella.. Miley.
—¿Qué quieres?
—¿Todavía estas despierto? —pregunta sonríendo y acercándose— ¿me estabas esperando? —dice subiendose en la cama— pues aquí estoy.
—¿Qué haces? —murmuro, sintiéndome débil.
—¿Qué quieres que haga Biebs? —dice subiéndose encima de mi. Respiré hondo y tomé fuerzas.
—Quitate —ella se detiene y me mira a los ojos— ¡que te quites! —ella sonríe y se acerca a mis labios.
—¿Qué te pasa Biebs? Yo sé que lo deseas —la tomé por la muñeca y me senté.
—¿Para qué me buscas? —ella se pone seria— me haces el favor de salir de mi habitación.
—Justin yo...
—¡No quiero oírte! ¡no quiero verte! —dije parándome y llevándola hacia la puerta.
—Espera.
—¿Cómo tienes el descaro de venir a buscarme despues de revolcarte con el tipo ese?
—¿Eso es lo que piensas de mi? —la tomé nuevamente por las muñecas y acorralé su cuerpo contra la pared.
—¿Qué más quieres que piense de ti?. Le brincas encima y lo besas como una... —la miré a los sus ojos celestes. Aunque quisiera lastimarla y soltar toda esa rabia que me quema por dentro no podía hacerlo.
—¿Cómo una qué? —pregunta con los ojos cristalizados. Sentía un deseo inmenso de abrazarla y hacerle el amor. Pero mi orgullo y la imagen de como ella y Nick se besaban me lo impedían.-
—¡Déjame! ¡déjame en paz!
Abrí la puerta y la empujé suavemente. Golpeé la puerta, se que le hize daño con lo que le dije. No sabía si abrir la puerta e ir tras ella o simplemente hacer como si no ha pasado nada. Opté por la última opción.
La luz de la luna se reflejaba sobre el agua de la piscina. La cálida brisa de la noche acariciaba el rostro y su cabello parecía bailar con cada ráfaga. Ella estaba sentada a la orilla, con los pies sumergidos en el agua y la cabeza agachada hacia abajo. Es hermosa, parece un ángel. Por más que intento no puedo estar lejos de ella. Me acerqué a ella y me acerqué a su oído.
—¿Qué haces aquí? Perdóname... Soy un idiota —ella se encoge de hombros, aun sin voltearse— entiendeme Miley. Sabes cuales son mis sentimientos. Me enferma saber que te pasas un día entero a solas con el Nick ese —una sonrisa se curva en sus labios— ¿me perdonas? —pregunté extendiéndole la mano. Ella alza la mirada hacia mi mano y despues de unos segundos me la toma. La jalé, parándola y abrazando su cuerpo.
—Yo...
—No tienes que decirme nadar. Yo sé que tu tal vez no estés preparada pero...
—Justin por favor —dice alejándose un poco. La jalé nuevamente hacia mi.
—Solo dime una cosa ¿pasó algo entre vosotros?
—No —sonreí.
—Entonces venías con deseos —dije rozando mis labios con los de ella. Ella sonríe.
—No te creas Biebs —dice girando su cuerpo, déjandome en frente de la piscina— creo que necesitas enfriarte —no tuve tiempo de reaccionar, cuando ya estaba sumergido en el agua.
—¡Vas a ver! ¡Estás loca!
—Tal vez. Mmm te ves.. —se acerca a la orilla y se baja un poco.
—¿Ah sí? —ntes de que ella pudiera alejarse la tomé por los brazos.
—¡No te atrevas! ¡Justin suéltame! —dice haciéndose la enojada. Yo solo sonreía— ¡Justin No! éste vestido es nuevo.
—Pues fácil, quitatelo.
—¿Cómo quieres que haga eso si no me sueltas?
—Tienes razón. Mejor te la quito yo —la jalé dentro del agua. ella empieza a golpearme pero de una manera juguetona. La detuve y la acorralé contra la orilla de la piscina, pegando mi cuerpo al de ella— sabes lo que tienes que hacer —ella sonríe y me empuja.
—Claro Biebs. Pero hoy te necesito
Miley POV
Tomé la mano de Justin y lo guié hasta los escalones, lo senté, arrodillándome entremedio de sus piernas.
—Me vuelves loco ¿sabes? —sonreí y rozé mi cuerpo contra el suyo, subiendo hasta llegar a sus labios. Abrí un poco los labios para dejarle paso a su lengua, mientras bajaba la cremallera de su pantalón. Intentaba bajarle el pantalón, pero el bulto que se pronunciaba en el me dificultaba— ¿necesitas ayuda?
—Quédate quieto Biebs. Yo sé lo que hago —dije entre besos. Por fín logré liberar su miembro duro y dispuesto— ¿lo quieres? —pregunté masajeando con rozos largos y suaves. El agua creó un lubricante bastante excitante.
—Si —murmura entre gemidos. Agaché la cabeza debajo del agua y pasé la lengua sobre la punta de la erección. El intengo no gritar. Procedí en lamer desde la base hasta la punta, para luego introducirlo completamente. No pude más así que subí para tomar aire. Cuanto estuve a punto de bajarme de nuevo, el me detuvo.
—Te necesito —gira su cuerpo, quedando sobre mi— eres mía Miley, solamente mía —gemí, atrayendo su cuerpo hacia al mio con desesperación y lo besé con la misma pasión.
—Hazme tuya Justin. Por favor hazme tuya —se deshace de mi vestido lentamente, besando mis dedos, brazos, besando cada rastro de mi cuerpo.
—Te amo.. Te amo más que a mi propia vida —dijo, apenas pude escuchar. Entre más besos y caricias hicimos el amor. Amandonos como nunca y entregándonos a ese amor y a esa pasión indescriptible y único.
Justin POV
Abrí los ojos al los rayos del sol. La cabeza de Miley se encontraba sobre mi pecho y en mis brazos, aun dormida. Solo observaba, admirando su cuerpo desnudo y mirando como su pecho se movía con cada respiración. La noche increíble e inolvidable para mi, no sé si para Miley también. Hicimos el amor en la piscina bajo las estrellas.
¿Cuándo va a dejar ese miedo? Yo sé que me ama. Lo siento cuando hacemos el amor. La siento tan mía. Es mía.
Besé su cuello y tomé una de sus manos entre las mías. No quisiera dejarla nunca. ¿Hasta cuándo vamos a escondernos? Quisiera gritarle al mundo todo esto que siento por ella. Le besé tiernamente los dedos, uno por uno, poco a poco se despierrta y me sonríe.
—Buenos días —dije sonríendo y rozando mis labios contra la mano de ella.
—¿Qué hora es?
—No importa la hora preciosa.
Me levanto un poco, para que nuestros rostros queden frente a frente.
—Tengo frio —abracé su cuerpo y me pegué más a ella.
—¿Estas mejor así? —ella sonríe y me besa.
—Justin creo que debo irme —la agarré más fuerte.
—No —ella ríe.
—¿Cómo que no? Si mi madre se da cuenta que no estoy en mi habitación, saldrá a buscarme.
—Miley ¿Por qué mientes? Yo se que tu eres así; un poco loca y te encantan estas situaciones arriesgadas —dije acaricoiando su rostro— ¿a qué le temes?
—A... a.. ti —detuve mis caricias.
—Miley mírame —ella levanta la cabeza despacio— yo jamás te haría daño. Sabes que yo te amo. Te amo Miley
—Justin —intenta levantarse, pero aumenté el agarre.
—Dime lo que sientes, dime lo que sientes cuando estás en mis brazos, cuando hacemos el amor, cuando te beso —le dí pequeños besos en el rostro— dímelo.
—¡Justin! —gritan desde afuera. Haciendo que nos sobresaltemos— ¿has sabido de Miley? No esta en en su habitación.
—¿Qué hacemos? —pregunté en voz baja. Ella sonríe.
—Dile que estoy contigo
—Miley, esto no es broma. La puerta no tiene seguro.
—Esta bien Biebs —dice parándose y dirigiéndose hacia el baño. Miré de arriba abajo su cuerpo desnudo. La sangre comenzó a acomularse en mi miembro. Pero mis pensamientos y deseos, fueron arruinados por la voz de Jeremy.