La mansión "El Príncipe Negro" tenía más cosas de las que cualquiera podía imaginar, además de las fuertes protecciones, tenían el permiso "del propio ministro" de permitir a sus "estudiantes refugiados", utilizar magia dentro de la propiedad, dado que la institución también fungiría como "escuela de verano", dándoles cursos sobre varios temas, que aún no habían sido anunciados. De más está decir, que la inauguración de la mansión, fue todo un suceso.
En cuanto la sociedad "El Príncipe Negro" vio la luz de forma oficial, se armó un revuelo en el mundo mágico, ya había habido revuelo desde que se supo sobre la "Rebelión Slytherin", hubo infinidad de aulladores dirigidos a cierto mago adicto a los caramelos de limón, pero él ni se inmuto en leerlos, ni siquiera alcanzaron a llegar a sus manos, con un movimiento de varita casi perezoso, los aulladores se convertían en cenizas. Dumbledore estaba dispuesto a cargar con el escarnio público si eso les daba una oportunidad a los Slytherin y rogaba a todos los magos que Sirius y Severus fueran los que obraran el milagro.
El día de la inauguración de la mansión como "casa de acogida", no era un orfanato, sino un refugio para los jóvenes magos que, gracias a su decisión, estaban sin un rumbo fijo ni un lugar donde quedarse. Ese mismo día, cada alumno que había sido acogido en el santuario proporcionado por Hogwarts, estaba siéndole asignada una habitación, no eran tan grandes como las de sus mansiones, pero poco importo, los Slytherin eran libres por fin.
Otra sorpresa que se les dio a los jóvenes Slytherin es que varios de sus maestros de Hogwarts habían acordado darles un "entrenamiento especial", sobre todo en Estudios Muggles y DCAO, esto fue una sugerencia de Severus, quien no daba por hecho que sus serpientes estuvieran del todo "lejos de la influencia de sus padres", sabia el discurso pro-sangre que muchos de ellos habían escuchado desde su más tierna infancia, no habría tanto problema con los más pequeños, eran los de quince años hacia arriba los que le preocupaban. Severus demostró estar en lo correcto cuando un alumno de quinto se negó a la clase de Estudios Muggles en su nuevo hogar.
—No entiendo por qué debemos aprender sobre los muggles, todos los magos saben que son como bestias y si quisiéramos, podríamos controlarlos a todos—Dijo el altivo Slytherin.
Severus que insistía en estar presente cada que se pudiera en alguna clase, ese día estaba ahí cuando el joven soltó su más que "mascado" discurso, aprendido seguramente de uno o ambos padres.
—Dígame señor Dominique, ¿Cuántos magos hay en Gran Bretaña? ¿Quizás unos 3000 magos? ¿Unos 10000? —.
—10000—.
—Bien, ahora puede decirme ¿Cuántos muggles hay en Gran Bretaña? —.
—No lo sé, ¿La misma cantidad que de magos? —.
—Su respuesta solo hace más ridícula sus suposiciones, hay alrededor de 45 millones de muggles, por pura lógica, los magos estamos en desventaja—.
—Pero tenemos magia... —.
—Y ellos tienen ciencia, cada cual tiene sus armas. Nosotros tenemos la maldición asesina, que puede matar a una persona en menos de un segundo y sin dejar marcas, suponga que podemos lanzar una maldición asesina, todos los magos de Inglaterra, al mismo tiempo, contra todos los muggles ¿Cuántos muggles perecerán bajo nuestras varitas? —.
—10000—.
—Eso deja poco menos de los 45 millones que aún debemos eliminar, ¿Cierto? Pero déjeme decirle que los muggles, a pesar de no tener la maldición asesina, tienen armas capaces de arrancar la vida de millones en menos de lo que usted dice Quidditch—.
—¿¡No es cierto!? —.
—Puede preguntarle a su profesora, la señorita Burbage, de lo crueles y despiadados que pueden ser los muggles. Si usted cree que Voldemort es malo, espera a oír sobre los horrores de las cámaras de gas en la segunda guerra mundial muggle, del arma que vaporizo a toda una ciudad en Japón, de las matanzas que han hecho entre ellos por siglos... —.
—P-pero entonces ¿Por qué no los eliminamos? —.
—Porque son demasiados, y no todo en ellos es malo, al igual que con los magos. Los muggles tienen sus "señores oscuros" también, y gente que, como muchos de nosotros, buscamos la paz y seguridad para todos. Esos muggles son la razón de que muchos magos estemos de acuerdo con formar relaciones amistosas con ellos—.
>> Pronto lo descubrirán, verán el lado muggle que sus padres no les han enseñado, pero para eso, deben estudiar y aprobar el examen que se les hará, aquel que no lo apruebe, no podrá participar de lo que se ha preparado para ustedes el fin de semana—.
La promesa de una sorpresa hizo a los Slytherin poner atención a sus clases y dado que cuando una serpiente quiere algo, lo logra, todos aprobaron el examen. Ese sábado, Severus mando la orden con un elfo de que los alumnos estuvieran vestidos "como muggles, casuales", y de que llevaran un medallón que debía estar ya en sus burós, se irían a las 10 de la mañana.
A las 9:45 de la mañana, Severus estaba saliendo de la chimenea de la mansión "El Príncipe Negro" y vio que sus serpientes ya estaban vestidos, desayunados y listos para partir.
>> Bien, hace unos días les comenté que conocerían el otro lado de los muggles, todos ustedes saben que Harry Potter tiene un primo muggle, algunos de ustedes debieron verlo durante la última prueba del torneo. Este muggle en particular, conoce sobre nuestro mundo, al igual que sus padres, ellos se han acogido a proteger nuestro secreto como si fueran magos, así que este muggle, se ha hecho amigo de sus compañeros Marcus Flint, Theodore Nott y Draco Malfoy—.
>> Además de haber convivido con toda la familia Weasley, Hermione Granger, Neville Longbottom y su propio primo, Harry Potter. No teman preguntarle, es una persona amable y está muy dispuesto a mostrarles lo que el mundo muggle tiene para ofrecerles. Dudley, puedes entrar—.
Un fogonazo en la chimenea fue seguido de la figura de un "ligeramente rollizo" adolescente, que veía a las serpientes con curiosidad.
—Buenos días, mi nombre es Dudley Dursley, soy sobrino de Severus Prince y primo de Harry Potter por el lado de mi mamá. Harry y los demás nos están esperando en Privet Drive, nos dividiremos en 5 grupos, cada uno tendrá un "líder" que les mostrara Little Whinging, aunque si quieren pueden explorar todo Surrey, pero no deben alejarse más allá del condado—.
>> Las protecciones que rodean a Harry Potter son a prueba de casi todo, pero no cubren más allá de Surrey. Bien, su líder de grupo los guiara por el pueblo y les mostrara algunos lugares que podrían interesarles, pueden explorar con libertad y hacer las preguntas que quieran—.
—¿Quiénes son los otros líderes? Supongo que tú serás uno de ellos—Pregunto un pequeño Slytherin.
—Harry Potter, Ron Weasley, Draco Black y Neville Longbottom, además de esto, habrá magos cuidando a cada grupo, Severus Prince, Sirius Black, Remus Lupin, Percy Weasley y Alastor Moody—.
>> Ahora, si no hay más preguntas, armaremos los grupos y les daremos dinero muggle para que gasten a su gusto, a las 3 de la tarde, deben estar en el punto marcado en el mapa que está en la bolsa para poder comer, tendrán otras dos horas para explorar y entonces regresaremos aquí para que descansen y tomen el té, luego de eso tendrán el resto del día libre. ¿Nos vamos tío? —.
—Lo hiciste muy bien Dudley, bien, ya lo oyeron, armare los grupos e irán cruzando la chimenea hacia mi casa en Privet Drive, su líder los estará esperando afuera y los llevará hasta el centro del pueblo para que exploren. Si alguno se ve en un problema y no hay un mago cerca que los auxilie, solo deben apretar el traslador y estarán en la sala de mi casa, esperen ahí y un mago de los mencionados ira a buscarlos—.
Severus empezó a armar los grupos y Dudley iba repartiendo las bolsas a cada uno con dinero muggle y el mapa con el punto de reunión. Pronto, todos los Slytherin estaban siendo guiados hacia la parada muggle luego de que fueron recibidos por su "líder" de grupo. Harry estaba muy divertido de la situación, muchos de esos chicos no tenían ni la más remota idea de lo que les esperaba cuando vieran la realidad de los muggles. Ron y Neville guiaban a sus grupos con firmeza, cosa que habían aprendido de ver a Severus impartiendo clases. Draco no tenía problemas en guiar a su grupo, el respeto de su casa ya se lo había ganado desde que se emancipo. Dudley era el más entusiasta y eso parecía irritar un poco a su grupo, hasta que tuvieron su primera prueba de fuego, el autobús.
Para darles más seguridad, Severus y Sirius habían rentado un par de autobuses en vez de usar el autobús común. Aun así, ninguno de los Slytherin excepto Draco y Theo, habían subido nunca a un artilugio de esos. Así que todos subieron de forma aprensiva, hasta que vieron que el "autobús" solo se movía. Pronto estuvieron en el centro del pueblo y vieron a lo que se refería Severus con "el otro lado de los muggles".
Había un lindo parque, un cine, varios comercios que se veían interesantes, el restaurante de hamburguesas, la tienda de magia y muchas cosas que asombraron a los Slytherin, varios pidieron ir al cine, así que todos los grupos entraron a ver una película llamada "Jim Y El Durazno Gigante", la mayoría de los Slytherin se volvieron locos con las palomitas, y apenas podían creer que la película no era obra de la magia. Ahora sí, todos los Slytherin acatarraron con preguntas a sus líderes de grupo. Luego de eso, se dedicaron a recorrer cada negocio que pudieron, se sentaban en el parque a comer las golosinas que habían comprado.
Mas de un transeúnte le preguntaba a los "adultos" que, si se trataba de alguna excursión de una escuela de verano, ya que no era normal ver tantos adolescentes y niños juntos, Severus y los demás magos dijeron que solo era una visita de campo, ya que los alumnos eran de otras nacionalidades y se estaban acoplando a la vida en Inglaterra, eso pareció tranquilizar a los muggles, porque después de que les contestaban eso, se iban.
Pronto llegó la hora de la comida, y la casa de las serpientes se enfrentó a su primera hamburguesa, Draco que ya sabía cómo comerse una, les enseño a su grupo, y aunque muchos hicieron cara de asco al ver como se "desparramaba" un poco, apenas dieron la primera mordida hicieron un ruido de aprobación que hizo que los demás grupos empezaran a comer.
Las dos horas siguientes pasaron rápido y los Slytherin se encontraron con que aún no querían irse, pero lo hicieron y regresaron a Privet Drive para volver a la mansión. Ese día, el té de la tarde estuvo plagado de mucha conversación e impresiones muy positivas sobre lo que el mundo muggle podía ofrecer, así que en cuanto acabó el té, muchos Slytherin se volcaron a sus libros de Estudios Muggles para saber más sobre un mundo que parecía tan fascinante como el suyo. De más está decir, que, a partir de ahí, Charity Burbage no volvió a tener problemas con ningún alumno y varios mandaron sus lechuzas para inscribirse a Estudios Muggles en su siguiente año.
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Hadiya Hoshi buscaba el número 6 de Privet Drive, su amigo y casi tío Alastor Moody la había traído directo de Japón con la misión especial de proteger a Harry Potter y el hombre que había creado un caos en las familias sangrepura, Severus Prince. Decir que estaba emocionada, era poco. Tenía muchas ganas de conocer a ambos, pero por razones distintas a la fama del niño-que-vivió como muchos podrían suponer.
Pronto dio con la casa y se sorprendió de lo "muggle y sencilla" que se veía, eso le agrado más, se trataban de dos magos que pudiendo vivir como reyes, preferían la sencillez. Toco a la puerta y se topó cara a cara con el hombre del momento.
—¿Sí? ¿A quién busca? —La voz profunda y casi de barítono que poseía el afamado pocionista y nuevo Lord desconcentro momentáneamente a Hadiya.
—Y-yo... —.
—¿Se encuentra bien señorita? —La preocupación que imprimió en su voz Severus, fue lo que termino de sacarla de su estupor.
—Disculpe Lord Prince, mi nombre es Hadiya Hoshi, el señor Moody me envió como guardaespaldas de usted y su protegido Harry Potter—.
Severus frunció el ceño un momento y hasta ese momento reparo en la joven, tendría quizás apenas unos 18 años, enfundada en ropa negra, bastante bonita, de piel ligeramente bronceada, algo aceitunada, de ojos verde-azules como aguamarinas, apenas un poco más baja que él, de curvas pronunciadas, pero lo más destacable de la chica, eran su cabello, negro y rojo y muy aleonado, la mayor parte del cabello era de un negro profundo, incluso más que el de Severus, y el rojo, era casi del color de la sangre ya oscurecida, un rojo intenso y oscuro, cada mechón de cabello parecía ir en su propia dirección pero le daba el aspecto de una leona, una muy bella leona. Severus no podía decir que hubiera visto nunca una mujer así; tenía un cierto toque de peligro en su magia, algo oscuro. De cualquier forma, Moody le dijo que sabría quién sería su guardaespaldas con una sencilla contraseña.
—¿Cómo perdió su nariz Moody? —.
—El malnacido de Evan Rosier—.
—Adelante—.
Hadiya paso a la salita más bonita que había visto en ese país, su "tío" Moody era más bien "algo siniestro" a la hora de decorar, pero esta salita tenía ese aire "hogareño" que le gustaba, se veía que Lord Prince era un hombre de "familia".
—Linda casa señor Prince—.
—Gracias ¿Té? —.
—Por favor—.
Severus llevó a la joven hasta la cocina y le preparo un poco de té de menta y le ofreció algo de pastel. Ya que ambos tenían una taza en las manos, Severus empezó su interrogatorio.
—Primero que nada, déjeme decirle que no estoy contento con la disposición de un guardaespaldas, mi hijo y yo hemos sido perfectamente capaces de salir delante de cada situación que el Señor Oscuro nos ha presentado. Si aceptamos es porque el director Dumbledore nos lo ha "pedido"—.
—Entiendo eso señor Prince... —.
—Severus, por favor, prefiero escuchar mi nombre que mi apellido—.
—Bien, entiendo eso Severus, pero ninguna protección está de más, así que supongo que tus "dudas" son más bien referentes a mi habilidad como "protectora", evidentemente debo señalarte mis credenciales—.
—Si es tan amable señorita Hoshi—.
—Hadiya, si yo te llamo Severus, tu llámame Hadiya. En fin, nací en Japón, pero mi padre es inglés y mi madre egipcia. Tengo 25 años. Estudie en Mahoutokoro y termine haciendo una carrera como auror de élite, y espía de los barrios bajos. Moody fue mi mentor durante mi formación como espía, pero conocía a mis padres desde antes de que yo naciera y casi me crió junto con ellos, así que desde niña me "entreno" extraoficialmente—.
—Así que Moody en persona es quien fue su, digamos, tutor—.
—Exactamente, sin embargo, esa no es mi única "credencial", pero para mostrarle la otra credencial, sería mejor hacerlo en un espacio abierto, y de ser posible, mañana, vine de forma muggle y los vuelos internacionales no son lo más cómodo—.
—De acuerdo, te acompañare a la habitación de huéspedes—Severus llevo a la recién llegada hasta la habitación de huéspedes y le mostró el lugar, Hadiya entro y rápidamente se sentó en la cama, comprobando que era cómoda—El desayuno es a las 8, y nos iremos a la mansión "El Príncipe Negro" a las 10, ahí tenemos mucho bosque y zonas protegidas anti-muggles, supongo que serán lo suficientemente abiertas para que demuestres tu potencial—.
—Es probable, que descanses Severus—.
—Igualmente—.
Al día siguiente y luego de haber presentado a la recién llegada con Harry (quien pensó que nunca había visto una chica como ella), los tres desayunaron casi en silencio y luego partieron hacia la mansión. Severus saludo a sus Slytherin que estaban levantando la mesa del desayuno (otra idea que tuvo y a la cual se resistieron un poco), y salió con su nueva guardaespaldas y Harry al patio de entrenamiento.
>> Bien, Hadiya, muéstrame que puedes hacer—.
—De acuerdo, pero pon un hechizo de escudo, el más fuerte que tengas, y aléjense lo más que puedan de mí—.
Severus miro a la joven con incredulidad, pero decidió hacer caso y llevo a Harry lo más lejos de la mujer e invoco un poderoso Protego.
—Estamos listos—.
La joven desapareció y en su lugar quedo un león, no, una leona de color negro y rojo, como el cabello de la joven, sus ojos eran del mismo tono aguamarina, pero la bestia frente a ellos emanaba peligro, era una fiera salvaje y muy oscura, una criatura que podría hacer temblar al mismo Voldemort. La bestia rugió y el hechizo escudo se tambaleo, pero resistió la magia invocada por ese rugido. Segundos después, Hadiya estaba de vuelta.
>> ¿¡Qué demonios era eso!? ¡Por todos los magos oscuros! ¿Qué eres? —.
—Soy una leónida, bueno, mitad leónida, aunque ustedes seguramente conocen su otro nombre, Sekhmet—.
—La diosa león de Egipto, "la terrible", la diosa de la guerra y la venganza. P-pensé que estaban extintas—.
—¿Qué paso papá? ¿Ella es como el tío Remus, pero en León? —Pregunto Harry intrigado del porque su padre estaba asustado.
—No Harry, ella no depende de la luna ni ningún ciclo, ella puede transformarse a voluntad como las veelas—.
—Ahh sí, creo que mi madre tenía unas amigas veelas por ahí. ¿Sabes? Ya puedes quitar el escudo—.
—¿Qué? Ahh sí—Severus levanto el escudo y dejo que la leónida se acercara a ellos.
—¿Están asustados? —.
—Impresionados, nada más—.
—¿Entonces? ¿Ahora crees que pueda ser su guardaespaldas? —.
Severus pensó un momento en lo que sabía acerca de las "antes" extintas Leónidas, se trataba de mujeres gato-león, cuando estaban felices y enamoradas, se transformaban en una simple leona muy mansa, como una gata muy grande, pero enojadas, furiosas o protegiendo a los que amaban, eran capaces de transformarse en leonas feroces, capaces de matar hasta magos oscuros, porque se alimentaban de magia oscura si querían y podían regresarla hacia quien quisiera hacerles daño. Todo eso, porque ellas podían usar cualquier clase de magia.
—Dile a Moody que acepto tus servicios, pero tú objetivo principal, debe ser proteger a Harry—.
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Nota al margen: Hadiya es de origen musulmán y significa regalo, mientras Hoshi es un apellido japonés que significa estrella. Así que su nombre seria "Regalo de la Estrella".
Las Leónidas son una lluvia de estrellas en la realidad, pero ya que no encontré mitos sobre mujeres león más que la diosa egipcia, decidí darle el nombre de leónida a la criatura en que se convierte Hadiya, y aparte de que es una criatura "medio oscura" como Remus, tiene otro secreto que pondré más adelante.
Y sí, esta va a ser la novia de Severus, pero primero lo va a hacer sudar mucho.