Comencé a platicar con Remington, era un chico bastante lindo, me contó que el estaba aqui por problemas de la ira y de la alimentación.
Tiene 23 años, su color favorito es el negro, y que tiene dos hermanos, Emerson y Sebastian.
Le gusta cantar y no saben cuánto le rogué para que me cantara al menos una estrofa de alguna canción... cosa que no logré.
Estábamos sumidos en una plática profunda acerca de la vida... lo sé, ambos sacamos nuestro lado filosófico, pero nos vimos interrumpidos por Kellin, quien avisaba que la charla con la psicóloga comenzaría en 5 minutos... miré el reloj que marcaba las 4:23, así que Remington y yo suspendimos la platica y bajamos a la sala.
Entré y de inmediato las miradas se fueron a mi, recibí sonrisas de su parte y me sentí más cómoda.
Me senté en un sillón individual en medio de una chica rubia más o menos con mi aspecto y de otra chica rubia de cabello corto.
-Mi nombre es Juliet.- Saludó la chica de la izquierda que tenía mi aspecto.
-Y yo soy Jenna, ¿Cómo te llamas?- preguntó la otra.
-Soy _____, un gusto chicas.- Les sonreí y ellas hicieron lo mismo.
A la sala entró la que supuse, era la psicóloga, detrás de ella venía Kate y otras dos enfermeras.
-Buenas tardes chicos, ¿Cómo están?- preguntó y todos respondimos como en la escuela. -Tenemos a alguien nuevo aquí, ¿Por qué no se presentan?- preguntó mientras me sonreía.
Nadie se animaba a presentarse, fueron los segundos más incómodos que había sentido en el día, así que tomé valor y hablé.
-Hola, me llamo ______ Picon, tengo 21 años y pues... creo que es evidente que estoy aquí por problemas alimenticios...anorexia.- Sonreí levemente mientras bajaba la cabeza.
-Yo soy Remington, un placer _______, y pues ya te he dicho antes el porque de mi estadía aquí...-Delante de mi, el chico sonrió sin mostrar los dientes.
-Me llamo Kellin, 26 años y creo que hablando por todos, es un placer conocerte y que estés aquí con nosotros, yo pues... tengo problemas con la comida, como con estrés y no con apetito... no se si me entiendas...- Yo asentí rápidamente.
-Victor, me puedes decir Vic, 26 años y al igual que éste de acá lado, tengo el mismo problema...- Todos rieron.
-Soy Juliet, 29 años y estoy aquí por lo mismo que tú, problemas alimenticios.- Sonrió levemente.
-Jenna, 25 años, problemas de ansiedad y bulimia.- Suspiró cansadamente.
-Oliver, 27 años, intenciones de suicidio y adicción...-Lo miré y el simplemente me sonrió.
-Y bueno, yo soy Andy, 27 años... adicción y problemas de la ira.- Me guiñó uno de sus bellos ojos azules, Remington a su lado rodó los ojos.
-Bien, _______, aquí nos reunimos a la misma hora los Lunes, Miércoles y Viernes... platicamos de todo y para todo, nadie es juzgado así que si tienes algo que decir no tengas miedo...- Sonrió maternal.- En fin, ¿cómo sigues con el plan Jenna? ¿Haz podido comer sin vomitar?- Jenna asintió rápidamente.
-Así es... pero bueno, una vez que comí... me da un sueño terrible.- Suspira.
-Es normal, tu cuerpo no está acostumbrado...- Miró a Vic.- ¿Tu Vic? ¿Superaste aquel temor a los chiles?- preguntó sonriendo.
-Aún no pero pronto, y le traeré pruebas...- Me contagié de la risa de los demás.
-¿Andy? ¿Te funcionó la plastilina y goma de mascar?- Miré a Andy sacar un chile y metérselo en la boca.
-El chicle si, la plastilina no...- Miró al techo.
-¿Tu Juliet? ¿Cómo vas con tu suero?- preguntó, hasta ahora me había dado cuenta que Juliet traía una sonda y suero.
-Es muy cansado... no puedo subir las escaleras sin llegar casi casi muriendo... Aún tengo miedo por las calorías del suero así que...- Inconscientemente la interrumpí.
-1,500...- Sentí la mirada de todos en mi.- El suero tiene 1,500 calorías.-Miré a Juliet, sus ojos me miraban asustada.- Lo sé porque estuve internada 6 veces, y en todas me daban el mismo suero, la misma cantidad...-Quite mi vista de sus ojos preocupados.
-¿Te sabes las cantidades de calorías de los medicamentos?- Jenna preguntó.- ¿Cuánto por la amoxicilina?- Acercó su rostro hacia mí.
-¿Y la amoxicilina con ácido clabulanico?- Juliet me tomó del brazo.
-100 para la amoxicilina y 130 con ácido clabulanico.- Miré a los demás quién me veían sorprendidos. Me sentí incómoda así que me levanté de golpe y me fui hacia mi habitación.
Empecé a hacer sentadillas y abdominales, me detuve cuando Remington entró en la habitación.
Lo miré por unos segundos, y seguí haciendo lo mío.
-¿Tienes qué hacer eso?- Por el rabillo del ojo lo miré sentándose mientras me observaba.
-¿Hacer qué?- Me levanté del piso, mi respiración era agitada.
-Ejercicio... Ya estás demasiado delgada para que hagas ejercicio.- Frunció el ceño.
-No lo sé... es mi manera de sacar el estrés, la verdad no lo sé.- Dudé de mis palabras.
-Pero...- El grito de Kate anunciando la cena nos interrumpió.- Olvídalo, vamos.- Abrió la puerta de la habitación y se quedó a un lado de ésta.
Me miré en el espejo, las ventajas de esto era que yo no podía sudar. En realidad me veía presentable.
Caminé hacia la puerta y una vez afuera, Remington cerró la puerta. Ambos bajamos las escaleras, atravesamos la sala y entramos a lo que era el comedor.
En una punta Oliver estaba sentado, a su lado izquierdo se sentó Remington, luego Kellin y Vic, del otro lado estaba Jenna, yo y Juliet (sentadas en ese orden) para terminar con Andy en la otra punta.
Una de las enfermeras, de nombre Minnie comenzó a poner comida en el centro de la mesa, Kellin y Vic fueron los primeros en tomar de los platos.
-Calmados fieras...- Oliver habló por todos.
-¿Siempre son así?- Pregunté a Jenna entre risas.
-Y eso que están "tranquilos"- Jenna me sonrió y tomó una zanahoria.
-Minnie... ¿me trajiste queso?- Kellin habló como niño chiquito. Los ojos le brillaron cuando Minnie puso frente a él un pedazo de queso.-¿Es todo?- La miró confundido.-¿Tú quieres que yo muera? ¿Por qué solo éste mini-pedacito de queso?... ¿P-Por qué Minnie?- Vic le dió una cachetada y todos aguantamos una risa al ver a Kellin mirándolo dolido y sorprendido.
....
Kellin le devolvió la cachetada.
-Pensé que eras mi hermano...- Comenzó a comer su queso dolido.
-¿Cómo puedes comer queso?-Vic mordió un pedazo de lechuga.
-¿Cómo NO puedes comer queso?- Kellin hizo énfasis en el no.
-Soy vegetariano idiota...- Kellin abrió los ojos al escuchar a Vic.- Además, el queso huele horrible...-Tragó su pedazo de lechuga.
-Espero que a Minnie se le olvide desinfectar las lechugas...- Vic rodó los ojos. Saqué la carcajada que me tenía guardada e instintivamente tapé mi boca. Mis mejillas comenzaron a ruborizarse.
-Perdón...- Miré a los demás, me miraban sonrientes. Remington bajó la cabeza mientras se lamia los labios.
Comenzamos a comer, tomé un poco de ensalada y comencé a comer lentamente.
-¿El queso tiene calorías?- preguntó Kellin recargando sus codos en la mesa.
-Tiene 1250 calorías Kellin...- Reí al ver como Kellin ponía una mano sobre su corazón, exagerando la situación.
Mientras los demás comían, discretamente miré sus platos. Oliver miraba la comida para después comerla, Juliet pellizcaba la comida, Jenna simplemente comía una zanahoria. Andy y Remington comían sin problema alguno... y que decir de Vic y Kellin, ambos parecían niños jugando con la comida.
-Termine...- Miré a Minnie.
-Pero casi no haz tocado tu comida...- Se acercó de inmediato, los demás dejaron de comer para dirigir su atención hacia mi y luego a mi plato.
-Termine.- Ésta vez hablé más seca. -Muchas gracias Minnie...- Suspiré y me levanté de la mesa.
Quizás exageré con mi escenita en el comedor... los demás de seguro pensarán que soy una bipolar.
¿De cuando acá me importa lo que piensen de mi? Rodeé los ojos fastidiada, ni yo me soporto.
Llegué a la habitación y me acosté... me tomé el cabello frustada, y sin esperar más tiempo, saqué mi cuaderno de dibujos, y mi lapicero con todos mis plumones y lápices.
Comencé con un boceto, de algún árbol perdiendo sus hojas... porque así me sentía, me sentía sin vida, sin ganas de vivir.
Tomé un pedazo de carbón y comencé a hacer sombras, difuminé con mi dedo, mezclé pintura azul con rojo y metí un viejo cepillo de dientes para después salpicar la pintura en la hoja.
La puerta de la habitación se abrió y se cerró, Remington me vió y suspiró.
Se sentó a mi lado.
-Es un hermoso dibujo...- Lo miré a los ojos, el me dio una sonrisa muy linda y yo se la regrese.
-Si quieres puedes quedártelo...- Remington abrió sus ojos como platos.
-¿De verdad?- Sus ojos cafés brillaron.
-Por supuesto.- Firmé mis iniciales en cursiva con una pluma en una esquina de la hoja.
Con cuidado arranqué la hoja y después de advertirle a Remington que la dejara secar se la entregué.
-Que linda, en serio muchas gracias...- Me dio un abrazo que me dejó un poco confundida.
Se levantó y lo puso encima del tocador. -Los demás están en el patio, ¿quieres venir?- preguntó mientras caminaba hacia la puerta.
-En un momento bajo... gracias.- Le sonreí.
Remington encogió los hombros y cerró la puerta.
Miré el reloj y éste marcaba las 9:54 de la noche... ¿Cómo porqué estarían todos afuera?
No le di importancia y bajé al patio.
Juliet venía subiendo las escaleras y al verme sonrió.
-¿A dónde vas?- Pregunté.
-A dormir, el suero hace que me agote más rápido...- Bostezó cansada.- No te preocupes, todos siguen allá bajo.- Sonrió levemente y siguió subiendo.
Caminé por el pasillo hasta llegar a la puerta del fondo, la abrí e instintivamente todos me miraron.
-¡Hey ahí está la chica calorías!- Bromeó Kellin.
-Kellin, ¿ya pudiste superar las calorías del queso?- Lo miré burlonamente.
-¡Oye!- Aventó uno de los cojines hacia mi.
-¿Qué harán el viernes?- preguntó Vic.
-Primero que nada no sabemos si nos dejarán salir...- Oliver sacó un cigarrillo y lo prendió.
-¿Me das uno?- Me senté a un lado de Oliver, el gustoso me entregó uno y lo prendió.
-Servido madam.- Me guiñó un ojo.
Sonrojada agradecí por el cigarrillo.
Sentí la mirada de alguien así que levanté la vista, para encontrarme con los ojos de Andy.
Pasamos unas horas más hasta que tuvimos que subir a dormir, me despedí de Jenna, de Oliver, Kellin y Vic.
-Eres hermosa...- Andy susurró en mi oído. -Pero creo que lo serías aun más si estuvieras más... llena.- Descaradamente me hizo a un lado para cerrar la puerta.
Mi corazón comenzó a palpitar, lleno de vergüenza y de coraje. ¿Lo podría catalogar como un insulto? Definitivamente.
Maldito Andy, ¿Quién se cree para insultarme de esa manera?
Cerré la puerta de un portazo.
-Oye tranquila, hay muchos que intentamos dormir.- Remington se quejó desde su cama.
-Lo siento....- Abrí el closet y saqué mi pijama, la aventé con rudeza a la cama.
-¡Woah! Pobre de tu pijama...¿Qué te sucede?- Remington se colocó de lado y apoyo su cuerpo en uno de sus codos.
-El estúpido de Andy dijo que.... ¿Por qué tendría que contarte?- Lo miré estresada.- Ash que más da..- Rodeé los ojos y me acosté. Apagué mi lámpara de noche y me di la vuelta, dándole la espalda a Remington.-Buenas noches Remington.-Suspiré.
-Buenas noches... chica bipolar.-Lo escuché reírse pero inmediatamente caí en los brazos de Morfeo.