En algún momento de la vida, desearas vivir la vida de alguien más? No por cobardía, no para huir de la tuya, sino solo para dejar de sentir dolor...
Ese dolor que cuando llega, sientes que la vida se va por la herida... ese dolor que no se calma ni con llorar, cuando las lágrimas fluyen y tu dolor no se calma.
Eso fue lo que le ocurrió a Nicole cuando escucho lo que había sucedido.
Félix había muerto.....
Cómo? Nadie sabe. Ese fatídico viaje fue trágico.
No quería creerlo, no podía creerlo. Ella simplemente quería que fuese un mal sueño.
Quería correr, despertar y poder ser alguien más para no sentir ese dolor tan grande que le provocaban esas pocas palabras.
No quería creerlo, quería pensar que era solo una sucia mentira. Ustedes están locos: -Dijo por fin- cómo van a creer eso.
-Félix sabía nadar... no puedo creer que haya muerto ahogado.
Don Juan y su esposa se vieron mutuamente.
Luisa la abrazo porque sabía que su dolor la hacía hablar.
Ella la abrazo pero Nicole no lloraba, se había refugiado en esa parte del cerebro en los que estaban los recuerdos que compartía con Félix, no quería salir de allí.
Quería mantener esa felicidad que le daba su compañía en el tiempo que compartieron juntos. Quería quedarse allí para siempre.
Había pasado un momento y preguntó:
-¿Están seguros?.
-Lo siento nena, dijo su papa.
Nos avisaron temprano, la muerte pasó anoche.
Julio avisó al papá de Félix anoche, entrando la madrugada que el mar se lo había llevado, como a las seis. Lo buscaron, pero no querían asustar a su papa y a su mamá, pero como vieron que no aparecía, los llamaron y hoy por la mañana apareció, pero nada pudieron hacer por él, ya había fallecido desde hacía horas.
Están en la Costa haciendo los trámites para traerlo, parece que el cuerpo viene por la tarde.
-Está bien dijo- y se fue.
Se retiró a su habitación cerro la puerta y soltó en llanto... lloró tanto que sus ojos dolían, pero no más que su corazón.
Paró de llorar y pensó: No puede ser. Félix no puede ser.
Lloró hasta quedarse dormida. Don Juan y su esposa abrieron la puerta preocupados por su hija.
Cuando la encontraron, lloraron de verla hecha un ovillo. Llorando su dolor.
Lo que menos quieres es que tus hijos sufran, no querían vela así.
Era casi medio día y no había desayunado, esperaban que almorzara. Pero no quería comer.
No quería comer nada. Se sentía muy mal.
En la tarde llegó José. Ella le había platicado anteriormente el "cariño" que sentía por Félix y sabía que la iba a encontrar mal. Los hombres presienten cuando otro hombre ha dejado huella imborrable en una mujer.
José sabía lo que Nicole sentía, lo que estaba pasando. El no era una persona egoísta y quería estar con ella, en ese momento en el que ella lo necesitaba. Y quería que ella supiera que él estaría con ella en las buenas y en las malas.
Toco a la puerta y ella abrió.
Abrió y lo abrazo tan fuerte.
Él sintió en ese abrazo el dolor que ella estaba pasando. Sólo se quedó callado, esperando que ella dijera algo pero no sucedió. Ella solo se quedó callada y él la acompaño para que ella llorara su dolor.
La hizo comer un poco y empezaron a doblar las campanas de la iglesia, anunciando que el cuerpo del fallecido había llegado.
José le preguntó que si quería ir al funeral, él la acompañaría. Ella aceptó. José le dijo que tenía que comer y ella sólo obedeció. Comió la sopa que le habían llevado.
Él se fue a su casa a ponerse ropa de duelo, ella se quedó haciendo lo mismo.
Al llegar al funeral, sintió un gran dolor de ver allí una caja de madera, en el cual estaban los restos de la persona que había marcado su vida, la persona que había amado y aún amaba. No podía creerlo.
Cuando llegó, la mama de Félix la recibió y la abrazó. Si hubiera aceptado desde un principio, esto no habría sucedido. -Le dijo-.
Ella solo la miró en silencio.
Ella se acercó al ataúd, pero la mamá se negó a abrirlo, ella quería asegurarse que era él.
La mamá le dijo algo que lleva con ella: -Solo recuerda cómo él era- Feliz y sonriente.
Se quedó allí parada dando en su pensamiento palabras de despedida al cuerpo inerte de Félix.
Faltaba lo más difícil, al día siguiente sería la despedida final.
Pasó la noche allí, ya que al día siguiente temprano sería el sepelio.
Las campanas empezaron desde temprano a repicar con una melodía triste que se siente en el ambiente el dolor o tal vez era el dolor de ella que era tan grande que se propagaba por todo el pueblo.
Cuando llegó el momento, ella ya no tenía lagrimas que derramar, ya se habían agotado pero el dolor no... el dolor era inmenso.
Salió de la casa y los gritos no se hicieron esperar, todos lloraban de tristeza de ver partir el cuerpo de un muchacho que era lleno de alegría, lleno de vida y ahora era sólo un cadáver.
No recuerda nada más. Sólo recuerda despertar en su habitación, sin saber que hacía allí...
José estaba sentado en una silla a la par de su cama.
-¿Que sucedió?
Te desmayaste... te traje hasta tu casa.
-Vamos... tengo que despedirme de él.
-Es tarde, Nicole-
Ya pasó todo. Estuviste dormida durante dos horas. Vino el doctor Ramírez y dijo que sólo te dejáramos descansar.
Pero ya todo pasó.
-¿Te sientes bien?.
Que tonta pregunta era esa.
Estaba devastada, pero no quería discutir. Sólo respondió que si.
¿Quieres que me quede?
No, estaré bien.
¿Mamá y papá ya regresaron?
-Si, están en la sala.
-Yo no podré quedarme más porque es tarde. Mañana vendré a verte.
Le dio un tierno beso en la frente y la abrazo.
El quería que con ese abrazo, todas las piezas rotas de Nicole se pegaran, pero eso era imposible.
Sólo se fue.
No quería comer, pero sus padres la obligaron a comer aun que sea un poco porque no querían verla enferma.
La noche fue más dura, los recuerdos aparecían como película en su mente.
Dolían mucho. Creía sentir sus abrazos, sus besos, creía oír su voz. Y la realidad era que ya nunca lo volvería a ver y eso dolía.
Al día siguiente fue al cementerio y verlo por ella misma. Ver su lápida con su nombre. Claro que no fue sola. Adriana y Luisa fueron con ella y le mostraron.
Ese día se despidió de él.
Realmente el mundo algunas veces no es tan lindo como otras.
Ese día el mundo para ella dejó de ser lo que era antes. Algo cambio, algo murió con él.
Cada día elevaba una oración pidiendo a Dios por él. Para que se volviera un ángel y cuidara de ella.
La vida desde ese día cambió para ella. Pasaron semanas que no podía dejar de llorar. Paró los preparativos. José le preguntó que si quería posponerla. Ella contestó que no... Eso no habría querido él.
A la semana siguiente tocaron a la puerta... Era la mamá de Félix. Doña María la invitó a entrar pero no quiso.
Sólo dijo que llevaba algo para Nicole.
Ella la llamó y cuando Nicole la vio la abrazo. Alargó la mano y le entrego un sobre.
Hoy estábamos limpiando su cuarto dijo entre lagrimas. Encontramos esto para ti. Quise que lo tuvieras y sólo a eso vine.
Sigue adelante hija. No dejes que esto cambie quien eres.
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GRACIAS POR ACOMPAÑARME HASTA AQUÍ. SOLO UN CAPITULO MAS Y TERMINO GRACIAS A TODOS. NO QUISE DEDICAR CAPÍTULOS PORQUE SE QUE OLVIDARÍA A ALGUIEN. NO OLVIDEN VOTAR. :)