Después de varias insistencias y arrepentimientos se vio caminando hacia la puerta del departamento de Jihoon, preguntándose realmente qué hacía ahí, él quería estar lo más lejos de Jeonghan, a kilómetros, cientos de kilómetros si fuese posible, su presencia lo hacía sentir más vulnerable de lo que alguna vez imaginó.
Al entrar estaban todos allí, sus amigos de siempre y uno que otro compañero, el ambiente era de fiesta y el realmente no estaba de ánimos para algo así, se sentía como un depresivo entre tanta diversión.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó de manera sorpresiva Vernon.
- ¿Acaso no soy bienvenido? – respondió haciéndose el ofendido.
- Lo ha hecho por mí, insistí – Jun se colgó a su brazo dejando un beso sobre su mejilla.
- Lo entiendo – lo entendió al Ver los ojos de su mejor amigo – No más preguntas.
- Joshua amigo – lo llamó Hoshi al verlo desde el sofá.
Desde ahí pudo ver a Jeonghan en la cocina conversando alegremente con Seungcheol, ese niño definitivamente no sabía dónde se estaba metiendo, pensó mientras se autoconvencía que lo que realmente le molestaba, era que Jihoon fuese que sufrir por eso.
- Señor Jeonghan – Lo saludó Jun al verlo desde la sala.
- Haz venido - Jeonghan salió tras el muro de la cocina – y lo vio ahí sentado presenciando la escena en primera fila - me alegro ¿Quieres algo de tomar?
- Una cerveza está bien.
- ¿Joshua? – lo miró preguntando si quería algo también, este simplemente negó con la cabeza.
Pasado un tiempo, cuando todos se encontraban más alegres de lo común tuvo la necesidad de salir a tomar aire, se estaba ahogando respirando el mismo aire que él otra vez. Joshua tenía la sensación de que su ex lo estaba ignorando sutilmente, realmente no esperaba esa reacción de Jeonghan, pero eso estaba estupendo para él se aseguró. Caminó entre medio de Jun y Cheol, que estaban cantando en el Karaoke en ese momento y salió a la terraza.
Estuvo un tiempo ahí sentando sobre una silla de madera apreciando la vista a la ciudad, se mantuvo así incluso cuando sintió una presencia extraña atravesar la puerta en silencio, no se volteó, porque no necesitaba comprobar quien era para saberlo. Y así estuvieron un par de minutos, hasta que el intruso decidió terminar con el silencio.
- Es de mala educación no saludar – Joshua se exaltó ante el sorpresivo comentario, aun así, no se volteó – No me has saludado al llegar – Jeonghan apareció interrumpiendo levemente su vista a la ciudad.
- Hola Jeonghan – respondió sin mirarlo.
- Hola – sonrió - ¿qué haces aquí? está frío – Joshua se demoraba en responderle cada vez que le dirigía la palabra, como si estuviese peleando consigo mismo si responder o no.
- Es fresco, está bien.
- ¿Quieres algo de beber? Vi que no estas tomando nada.
- estoy manejando – Lo miró por primera vez- no gracias.
- ¿Ahora? – rio ante su mal chiste y continuó hablando - está bien – dio un trago a su cerveza y volvió a hablar – ¿puedo sentarme aquí? – preguntó sin recibir respuesta, así que lo hizo de todas maneras – Podrías decir algo, si o no, tal vez.
- Te hubieses quedado igual – respondió tan natural que hizo a Jeonghan soltar una carcajada, tenía razón.
- Tienes razón – sonrió volteando a mirar lo que Joshua se estaba observando tan concentradamente, era la ciudad. Estuvieron así un momento hasta que Jeonghan volvió a cortar el silencio – Joshua... - se limitó decir, pero fue interrumpido.
- Estoy aquí por Jun, él me lo pidió e hice lo correcto, no piensen demás Jeonghan – Al mayor le gustaba como salía su nombre desde los labios de su ex novio, era duro y frio, lo que no le agradaba era lo que estaba diciendo.
- No pensé nada.
- Bien.
- Bien.
A eso de las 1:30 de la mañana decidieron ir en grupo a una famosa discoteca de la ciudad, Joshua se resistió a ir, pero lo convencieron para que los llevase en su auto hasta ahí, después de ello insistieron que se quedara y así fue, diciéndose a si mismo que no quería dejar a su novio solo.
- Se que no te gustan mucho las discotecas, pero pasémoslo bien ¿vale? – Le habló jun dándole un dulce beso.
- Vale – respondió regalándose una sonrisa calida.
En un principio se resistió a bailar quedándose solo en un rincón del lugar, siendo llamado varias veces por su novio para quejarse de que se encontraba sin pareja de baile y era penoso. A la cuarta vez que fue en su búsqueda, decidió mover sus pies hasta la pista de baile y ahí comenzaron a bailar tranquilamente. Jun le susurraba chistes tontos, algunos más coquetos, bailaban, le robaba uno que otro beso, lo estaban pasando bien hasta que se comenzó a hablar de su ex novio y Cheol quienes bailaban a una pareja más de ellos, apostando que algo ocurriría aquella noche entre ellos, y ya Joshua se estaba cansando de escucharlo mientras en su mente buscando alguna excusa para salir de ahí, pero lo único que logró es que Jun decidiera moverse hasta la pareja a bailar.
Jeonghan lo miraba, lo miraba mientras le hablaba a Seungcheol, lo miraba cuando Jun le hablaba al oído o lo besaba, lo miraba todo el tiempo, seguro y sin expresión a nada, como solo él podía. Luego de un tiempo Jun y Cheol quienes se estaban secreteando hace un rato, desaparecieron excusándose para ir al baño, dejándolos ahí frente a frente mirándose sin saber que hacer, no pasó mucho hasta que Joshua decidió huir dándose media vuelta para salir de ahí y volver a casa una vez que Jun volviese, pero su intento quedó en eso cuando sintió la mano de Jeonghan sobre la suya reteniéndolo, forcejeó intentando soltarse pero este apretó un poco más, ejerció un poco más de fuerza haciendo al mayor endurecer su agarre. Se habló mentalmente y prometió que no se daría la vuelta, no le daría en gusto por lo tiró fuertemente su muñeca logrando zafarse, haciéndose algo de daño en la acción y quizás también a Jeonghan.
Cuando se encontró respirando aire fresco decidió sacar su celular del bolsillo derecho de su pantalón y llamar a su novio, pero se encontró con siete llamadas perdidas de Mingyu quien estaba en la fiesta con lo demás, pero había perdido el rastro de ellos hace un rato. Tomó su celular y llamó vuelta.
- Al fin – escuchó la voz de Mingyu interrumpida por el bullicio de la fiesta, entre voces y música – Ya me iba a dar algo – su voz sonaba aliviada.
- ¿Ocurre algo?
- Jihoon está muy ebrio, debes llevarlo a casa – suspiró cansado ¿Porqué tenían que hacerlo siempre tan complicado? Pensó - ¿Dónde estás? Estamos en el baño de hombres.
- Voy para allá – Cortó el teléfono y se dispuso a caminar en busca de su amigo ebrio, mientras un fuerte dolor de cabeza lo invadía y es que en eso se estaba convirtiendo su vida últimamente, un dolor de cabeza.
Caminó entre la gente, ganándose uno que otro golpe y roces involuntarios, hasta que vio a sus amigos alrededor de un pequeño tirado, literal, tirado sobre la silla.
- Aleluya – suspiró Wonwoo al verlo.
- Pero ¿qué mierda pasó? – al acercarse pudo ver que su ex novio también estaba ahí.
- Se le ocurrió la brillante idea de jugar a ''quien resiste más'' con Vernon y otros imbéciles para ganar un simple ticket de 75% de descuento en ''Papa johns''. Olvidándose que en su metro cincuenta no cae mucho alcohol – hablaba indignado Seungkwan.
- Y ganamos – Vernon abrazó a Jihoon quien en su estado lloriqueaba en la silla, su mejor amigo de lo contrario estaba bien, rojo y alborotado, pero bien.
- Porque él lo tomó todo estúpido – Kwan estaba enojado con un Vernon apoyado sobre él – Puedes llevarlo a casa antes de que termine vomitando o inundado con sus lágrimas este lugar.
- Si, vamos - buscó a su novio con la mirada sin tener éxito – Pueden buscar a Jun y decirle que nos vamos, y ustedes – se dirigió a Mingyu y Wonwoo – lleven al muerto hasta mi auto.
Caminó guiando a sus amigos hasta la salida, seguido por un silencioso Jeonghan a su lado, quien antes de llegar al auto sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarros, la abrió, tomo uno y lo puso en entre labios, pero antes de prenderlo sintió la mirada extraña de Joshua, una mirada que duró un tiempo ya que Jeonghan solo continúo mirándolo.
- ¿Fumas? – aunque intentó no decir nada, ya que él no quería hablarle y mucho menos parecer interesado, no pudo evitar abrir su gran boca.
- Cuando estoy nervioso – encogió sus hombros restándole importancia.
- ¿Cuantas veces estas nervioso al día? – se mordió la lengua, se sentía un maldito idiota.
- Mmm varias – contestó tan suave que apenas sonó fuera de sus labios, y continúo caminando a lado de Joshua.
- ¿Dónde se supone que vas? – le preguntó seco.
- A casa – respondió relajado.
- ¿Y en qué? Por aquí no se toman los taxis.
- Vivo con él sabes, tiene las llaves del departamento – dijo rodando los ojos.
Oído esto impidió que Mingyu siguiera caminando y revisó entre las prendas de Jihoon rápidamente, bajos los atentos ojos de sus amigos quienes no soltaron ninguna palabra.
- Toma, ya puedes quedarte – le lanzó las llaves y comenzó a caminar rápidamente.
- Que gracioso – Jeonghan con un toque de ironía en su voz lo siguió detrás – Necesita alguien que cuide de él en estos momentos.
- Toma un taxi ¿necesita dinero jefe? – dijo deteniéndose a mirarlo.
- Olvidaba la madurez de mi ex novio.
- A mi auto no entras – dijo determinante.
- Mira cuanto caso te hago – registró el bolsillo izquierdo de Joshua y ahí estaban, no necesitaba buscar demasiado ya que lo conocía a la perfección, celular en el derecho y llaves en el izquierdo. Tomó las llaves dejando a un Joshua estático y comenzó a caminar rápido al destino.
- Quien es el maduro ahora ¡por Dios! – lo siguió con la ira en sus venas, pero se arrepintió de lo que iba a hacer.
- Pueden apurarse, este metro cincuenta si que pesa – Dijo Mingyu con Jihoon sobre su espalda siendo afirmado por Wonwoo.
- Iré a buscar a Jun, asegúrense de dejar a ese loco lejos de mi auto – Apuntó a Jeonghan haciéndole soltar una carcajada sin mirarlo, y volvió por donde había salido.
Al encontrar a su novio le explicó la situación y al escucharlo este aceptó que era tiempo de irse. Volvieron al estacionamiento con Seungcheol, sí tendría que llevarlo a casa también, y al llegar Jihoon ya se encontraba casi durmiendo en el asiento de atrás mientras su ex estaba en el asiento de copiloto, se acercó y simplemente lo miró, no quería ser provocado por su estúpida actitud.
- ¿Qué? Tengo algo en la cara– le preguntó descaradamente apoyando su brazo derecho sobre la puerta.
- Ve a atrás – no preguntó, ordenó.
- Me gusta ir de copiloto – lo escuchó Joshua y comenzó a contar hasta mil, debía ser paciente y no lanzarle insultos como quería porque se metería en un gran problema-
- No importa bebé, puedo ir atrás – Jun se acercó tomándolo del brazo – Señor Jeonghan no se preocupe – realmente amaba a ese chico, pensó.
- Ve a atrás – volvió a decir, pero no estaba seguro de ello, cualquier ecuación que se formar entre Jihoon, Jun, Jeonghan y Cheol no era realmente buena.
- Ya escuchaste al chico, no le molesta cederme su lado – Jeonghan estaba siendo malicioso en sus palabras – ¿Podemos irnos ya? El enano estuvo vomitando fuera del auto.
A duras penas e insultando a todos sus ancestros se subió al auto y dio marcha, en la parte trasera del auto estaban sentados Jihoon, Seungcheol y Jun en ese mismo orden, mientras su amigo lloriqueaba diciendo cosas inentendibles en los brazos de Cheol el castaño los miraba, no le gustaba para nada esa situación ya que realmente nunca le agradó ese chico para el más bajo.
- Lo tocas otra vez y tendrás que ir caminando a casa – habló la quinta vez que lo vio acariciar y consolar a Jihoon, ganándose un mirada extraña de todos.
- Bebé – soltó sorpresivo Jun, todos sabían que a Joshua no le terminaba de gustar aquel chico, eran conocidos y tenían una relación cordial, pero nada más.
- Me escuchaste Seungcheol – Y no es que le cayera mal, simplemente le había agarrado cierto recelo por su actitud con Jihoon y este ya había sufrido lo suficiente con otros imbéciles.
- Si – fue lo único que salió de su boca.
Manejo hasta dejar al chico en la puerta de su casa, luego de ello fue el turno de su novio, ya que Jihoon y el vivían exactamente a una cuadra de diferencia, que mala suerte. Al bajar jun se acercó a la puerta de Joshua para despedirse.
- Gracias señor Jeonghan por invitarnos lo pasé muy bien – le regaló una sonrisa inocente.
- El gusto es mío – Joshua odiaba lo falso que sonaban esas palabras en su boca.
- Adiós bebé – le dio un besó sobre los labios – gracias por traernos, nos vemos el lunes – y luego otro yéndose.
- ¿No ves a tu novio el domingo? – preguntó luego de un tiempo en silencio.
- ¿Te importa? – continúo manejando sin mirarlo.
- La verdad es que no, P... - iba a seguir hablando, pero Joshua subió el volumen de la radio haciendo reír a Jeonghan rio por lo estúpido que era.
Continuaron el viaje, mientras Jeonghan iba cambiando las emisoras de la radio según las canciones que les gustaban, en eso Joshua se percató de que este tenía la mano roja y con algunos rasguños.
- Hemos llegado primito – dijo el pelinegro mientras bajaba el volumen de la radio con su mano dañada, hasta este entonces Joshua venía luchando con él mismo, si hacer referencia a ello o simplemente dejarlo pasar, pero no, él no estaba tomando buena decisiones últimamente.
Tomo la mano de Jeonghan entre las suyas y la acaricio suavemente, el mayor se sorprendió ante aquel acto por lo que busco con su mirada una explicación, se quedaron así por un momento mientras sus miradas se cruzaban, Joshua acarició otra vez haciéndolo arrugar el ceño levemente en acto de dolor.
- Lo siento – soltó al verlo así – realmente no quise.
- Está bien, me lo busqué.
En su interior Joshua realmente lo sentía, en sus años de novios él se prometió nunca hacerle daño físicamente a Jeonghan, la verdad cualquier tipo de daño, pero en especial jamás físico. Cuando ellos peleaban el mayor siempre fue muy explosivo, lloraba desbordantemente, se hacía daño el mismo o lo dañaba a él. La primera vez que pelearon fuerte Jeonghan le tiró tres cosas, dos zapatos y una almohada, en las siguientes se sumaron otros objetos, además de mordiscos, gritos, uñas enterradas y más llanto. Se convenció a si mismo que su novio no buscaba dañarlo, sino que no había aprendido una muy mala forma de expresar lo que sentía, pensaba que Jeonghan realmente tenía un conflicto emocional, no era normal que alguien se desbordara de esa manera, por eso aguantó y se prometió jamás devolverle nada de lo que él le hacía, porque sabía perfectamente que el dolor interno del mayor era tanto que necesitaba sacarlo de sí y no conocía otra manera, por eso pacientemente lo cuidó y aguantó cada día gris a su lado, ahora se arrepiente de no haberlo impulsado a ayudarse. A pesar de ello y aunque ya no tuviesen la misma relación, el no rompería esa promesa, ya que el dolor interno que tenía su ex novio era demasiado.
- No es así, yo no debí – acarició la mano otra vez – ponte algo ¿sí? – Joshua le hablaba tan dulce, tan parecido a los viejos tiempos, que Jeonghan ni se percató que había dejado de respirar.
- E-es superficial – tomó aire – va a pasar – se miraron por un momento, sin defensas en el alma, se traspasaron con la mirada como si buscasen algo más en ellos.
Fue Joshua quien decidió cortar con el momento excusándose de que Jihoon lo estaba pasando realmente mal, así que bajaron del auto, tomaron al pequeño y subieron al departamento. El castaño lo ayudó a llegar hasta su cama, lo dejó en ella y fue hasta la salida.
- ¿No quieres quedarte un momento? – le preguntó Jeonghan apoyado en la puerta.
- No.
- No pienses mal, es solo hablar y...
- No.
- Creo que merecemos una conversación.
- Todo quedó claro en nuestro último encuentro Jeonghan, no lo necesitamos.
- Estábamos bien antes de esta última vez.
- Exacto, ese día tu dijiste mucho más de lo que hablaste, así que no tenemos nada que conversar.
- Yo si tengo qué decir ¿me escuchas al menos? Por favor.
- No insistas – volvió a decir corto y frio – me voy, cuida de él por favor.
- Adiós – dijo Jeonghan desde la puerta mientras lo veía marcharse.
Al tocar la almohada Joshua estuvo lejos de sentirse tranquilo, se sentía horrible, en su pecho había una sensación extraña que hace mucho tiempo no aparecía. Cuando tocó la mano de su ex novio sintió una necesidad estúpida de tenerlo cerca, vi al Jeonghan de sus años de adolescencia a ese que amó como a nadie y con esa sensación se durmió.
Era cierto los domingos rara vez los pasaba con Jun, los días de Joshua tenía un orden y rutina muy marcada, el domingo era el día de las visitas.
- Chicas llegó Joshua – se escuchó la voz de un grupo de mujeres desde la puerta.
- Cariño al fin llegas – una mujer de unos 50 años se acercó al castaño y besó su mejilla con ternura – las chicas estaban como locas esperándote.
- Precioso mío me has traído lo que te he pedido – otra mujer, un poco más joven se abrió paso entre las otras tres.
- Crema de café y oreos, como olvidarlo – Los domingos eran los días de visita, y días de café y oreo.
Ingresó a la casona vieja de madera saludando a los conocidos de manera educada, caminó hasta el final a la derecha entrando a la habitación que tenía un piano y varias otras mujeres alrededor de este, se sentó y comenzó a tocar.
- Esta semana traje una nueva canción, espero les guste – sonrío y comenzó a mover sus dedos sobre el piano - Es difícil que me recupere de todo lo que me ha herido, a cuando estabas ahí, cuando estabas ahí. Y una parte de mí continúa aferrándose, solo en caso de que esto no se haya acabado supongo que todavía me importa un poco ¿Aún te importa lo que vivimos?
HOLA!!!