La Ilusión de una Verdad |ECA...

By AzenethMireles

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Primera parte de la saga: El Camino al Paraíso. Aunque te vallas, sabes que jamás podrás huir de tu pasado... More

Aclaración
Dedicatorias
Prefacio
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capítulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capítulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capítulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Epílogo
ESPECIAL *Conociendo a Cathalinna Capaldi*
ESPECIAL *El desastre que es mi vida*
ESPECIAL *Compras Navideñas*
Último especial

Capitulo 35

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By AzenethMireles

Y al fin hemos llegado al capítulo favorito de todos (CREO)

(Viajes al infierno)

A decir verdad, mi madre seguía dando miedo, mucho miedo a pesar de ya no ser la misma Déborah de antes. Sin embargo, en este momento yo no estaba bien, en otro tiempo, hubiera agachado la cabeza ante su regaño... Ahora no. Había venido a América para alejarme de todo lo que mantenía presa en Grecia. Al igual que Gemma, anhelaba libertad y había sido esa la razón por la que había accedido cuando ella con sus locas ideas había llegado a casa para intentar convencerme de cometer la mayor locura de nuestras vidas.

Y ahora no iba a echarme para atrás, no dependía de mis padres, o no completamente, tal vez aún seguía atada a ellos de cierta forma, pero no a tal forma de irme a Grecia.

—Nada... —decidí contestarle por fin.
—¿Cómo que nada? —dijo ella furiosa.
—Bueno... de hecho si pasó algo por mi cabeza —le dije pensativa, sabía que probablemente estaba cavando mi propia tumba pero aun así decidí tomar el riesgo, y poniendo la mayor expresión de inocencia de la que fui capaz agregué— pasó que había tomado un poco de más en esa fiesta a la cual me habías insistido en ir... argumentando que me divertiría mucho... debo confesar que no te creí al principio, pero terminó por agradarme la idea cuando conocí en la pista de baile a un lindo chico de ojos penetrantes...

—No quiero tus estúpidos cuentos Cathalinna —dijo seca.
—Tú preguntaste, yo solo estoy respondiendo, además... ¿Todo lo que hago es estúpido? No lo sabía... porque a mí me pareció de lo más placentera la experiencia de hacer a mi bebé... no estúpida, de hecho, haberme acostado con Ray es de las cosas más inteligentes que he hecho desde que decidí ser amiga de Andrea... ¡Y que noche...! —dije exagerando— ¿Sabías que fue cuando tuve mi primer orgasmo? A la fecha no me canso de arañarlo y gemir su nombre mientras....

—Suficiente —dijo seria. Yo tenía ganas de reírme... mi madre podía haberme arreglado un matrimonio, pero no podía soportar escuchar a su hija hablar sobre sexo... eso me daba gracia.
—Tú querías saber...
—¿Fue en Grecia? —preguntó alzando las cejas.
—Si... fue en Grecia y en casa de los Soileidis por cierto, te recuerdo que Gilmore, el primo de Gavril fue quien organizó la fiesta —le dije y puse ojos de bebé a punto de llorar— por eso no considero correcto lo del matrimonio arreglado... yo odiaría a alguien que se embarazó de otro en mi cama.
—¡¿Qué?! —dijo Déborah escandalizada.
—Lo siento —dije— era la única habitación desocupada...

Una pequeña sonrisa tiró de las comisuras de mi boca, sabía que estaba desesperándola y que no tardaría en agotar su paciencia. Era divertido hacerla rabiar, más si se coloraba como tomate...

—Cathalinna —dos voces pronunciaron mi nombre al mismo tiempo... una era de mi madre, que seguramente hubiera iniciado un regaño terrible si Ray no me hubiera llamado entrando a la habitación.

—Dime —le dije con ternura a Ray, este era el momento de la prueba final con mi madre.
—Ma... —miró de soslayo a mi madre antes de corregirse rápidamente— El Dr. Bershmont ha dicho que puedes levantarte para ir con Clary.
—Excelente Cielo —le dije y le estiré las manos, él me miró con curiosidad, rodé los ojos, a veces era tan... Gordo...— Ayúdame Cielo, aún me duele levantarme.

Ray se apresuró a llegar a mi lado, una vez estuvo ahí, me sonrió y me guiñó, del lado que mi madre no alcanzaba a ver. Entonces se giró hacia ella.

—Señora Capaldi, lamento no haberme presentado antes, pero como tal vez sepa, no solo debía estar pendiente de Cathy, Clary también está mal, y debía firmar mucho papeleo. Soy Raymond Rickford.

Mi madre le dedicó la mirada más amenazadora que alguna vez había visto, sin embargo, también había dolor en su mirada, no daba crédito a que de verdad mi madre se preocupara por mí.

"Es tu mamá Cathalinna" escuché la voz de mi padre en mi cabeza "Ella te quiere a su manera"

Tal vez eso era cierto... y mamá tenía cierto aprecio por mí... solo tal vez.

—Muy bien Cathy, ahora vamos a ver a Clary.

Me ayudó a levantarme y me pasó unas lindas pantuflas que me había traído. Al tiempo que con una de sus manos me rodeaba la cintura y con la otra me tomaba del hombro.

—Estas son nuevas —le comenté extrañada.
—Creí que serían más cómodas —dijo encogiéndose de hombros— iban a ser para cuando tuvieras que levantarte a las dos de la mañana a ver a...

Ray entendió la mirada y rápidamente se corrigió en el tono... debía ser dolor.

—Gracias —dije mientras con mi mano, acercaba su rostro al mío para darle un beso en la mejilla— De verdad —y lo decía total y completamente en serio.
—No hay de qué Princessa.

Yo reí. Y haciendo acopio del mayor valor que pude, tomé el tripié del cual colgaba una solución y comencé a caminar hacia la puerta, dejando atrás a mi madre y cerrando yo misma la puerta a nuestra salida.

* * *

—Ella da miedo —dijo Ray una vez que estuve sentada al lado de la cama de Clary— no quería creerte, pero realmente da miedo.
—Claro que ella da miedo —dijo Daniel— No quiero imaginármela cuando hablaron.
—Técnicamente... —le dije a Daniel— no hemos terminado de hablar, hemos hablado en partes, creo que es por eso que aún sigo con vida.
—Creí que morirías cariño —le dijo Marina a Daniel riendo— estabas temblando cuando le dijiste a Déborah que era nuestra y no su familia.

—Marina querida —dijo Daniel con ternura— podías omitir los detalles... ¿Por favor?
—Pero así ya no sería divertido hermano —dijo Gabriel con una sonrisa ladina.

Todos estaban donde Clary, esa niña podía unir a toda la familia. Inclusive Andy, Gemma y Victoria estaban ahí.

—¿Qué harás querida? —me preguntó Elara.
—¿Sobre qué? —me había agarrado por sorpresa.
—Sobre Grecia.
—No pienso volver, eso es definitivo —le dije rotunda— y no puede obligarme.

—Aún está el contrato con los Soileidis y ya no hay bebé —dijo Elara.
—Lo sé, pero me aseguré de hacer bien las cosas y tengo un contrato para dirigir un proyecto importante en México, una oportunidad que ni siquiera ella podría dejar perder.

—¡¡Wow!! —exclamó Gemma— ¿Dónde consigues eso? Yo quiero uno así...

Todos me miraron, esperando la respuesta del siglo, y yo no pude más que mirar a Daniel. Entonces todos siguieron mi mirada.

—¿Por qué cojones no me dijiste nada? —le dijo Marina molesta a su marido. Era la primera vez que la escuchaba diciendo palabras malsonantes.
—Un secreto solo es secreto si lo sabe una sola persona —respondió el aludido— de hecho, Cathalinna lo firmó antes de que fueran a California, fue un acuerdo mutuo. Y exclusivamente para ayudar a Cathalinna. El beneficio para The Titans es como un bonus.

—A mí me beneficia —me apresuré a aclarar.

Eso no era del todo cierto, pues en realidad yo no iba a dirigir el proyecto, no totalmente, más bien lo que habíamos hablado, había sido acerca de una inversión de mi parte para el proyecto de Daniel, algo que favorecería la unión de la familia Capaldi con los Rickford. Obviamente todos sabían que trabajaba con Daniel, pero lo que no esperaban era que él declarara que sería yo la encargada del proyecto en México.

—Cathalinna ya puede ejercer legalmente en el país, y continúa preparándose. Tiene tiempo de sobra para ayudarme en unos proyectos, además, confío en ella y en su habilidad y capacidad para el diseño.

Todos se quedaron en silencio, nadie sabía del trato que yo había hecho con Daniel, realmente les habíamos mentido, ambos. Yo sabía perfectamente de todo porque ambos lo habíamos planeado como "Plan B" para una vez que terminara la farsa del embarazo. Faltaba afinar algunos detalles acerca de la herencia de mis abuelos, pero era algo de lo que aún no estaba segura, pero que le contaría en cuanto lo estuviese. The Titans era una empresa grande y a la cual me convenía unirme en determinado momento, al menos como aliada.

Y no es que realmente no quisiese quedarme con mi familia, pero cada día que pasaba, papá estaba más convencido de que lo mejor era divorciarse, a pesar de lo que eso implicaba. Sin papá en la empresa... bueno, yo no quería quedarme a merced de las horribles decisiones de mi madre.

Los Connelly realmente no tenían problema, si bien su nombre figuraba, era para trámites meramente legales, pues ellos tenían otra forma de ingresos, eran dueños de la cadena hotelera más importante a nivel mundial, así que no les afectaba realmente que quebrara la empresa de mis padres.

Y si habían recurrido a la Familia de Gavril... no era solo porque Déborah quisiese fastidiarme la vida... de eso estaba segura, ella había recurrido a ellos para salvar la empresa.

Por lo tanto... yo necesitaba una empresa estable de la cual auxiliarme... no una que tuviera que rescatar. Y no es que fuera fría ni nada, pero contra todo, era hija de Déborah Capaldi... era estratega nata y calculadora por naturaleza... no podía permitirme perder. No podía permitirme darle a mi madre el gusto de verme caer.

—Bueno... en vista de que ahora Cathalinna es alguien importante en nuestra empresa... —comenzó Gabriel.
—¡¡Wow, Wow, Wow!! —dijo Daniel— es parte de MÍ parte de la empresa, no es empleada compartida.
—Tío... eso sonó mal... —dijo Kaleb riendo y todos reímos con él, mientras se relajaba el ambiente y Daniel se sonrojaba.

—Me encantaría poder ayudarlos a los tres —dije con tono juguetón— pero para efectos legales de contrato... por ahora me mantendré bajo las órdenes de la familia directa del padre de mi bebé.

Entonces todos volvieron a reír. Dentro de estas cuatro paredes, no necesitaba esconderme de nadie, no necesitaba fingir nada, podía ser yo, solamente Cathalinna... sin miedo a prejuicios.

—¿Cathalinna? —se abrió la puerta y por un pequeño espacio, pude ver a Day asomado— ¿Tienes un minuto?
—Claro —dije con la mejor sonrisa que podía en ese momento, todos se habían quedado callados, expectantes a mi reacción, al ver que esta era buena, decidieron seguir con lo suyo.
—¿Estarás bien? —me preguntó Ray.
—Si te tranquiliza... puedes venir conmigo Gordo —le dije sin pensar, luego me arrepentí de ello, pero ya era tarde.
—Te acompaño —decidió.

Salimos de la habitación y seguimos a Dayno hasta otra habitación un tanto más alejada, nos hizo pasar y cerró la puerta tras nosotros. Si dijera que eso no fue incómodo, estaría siendo la mentirosa más grande del mundo. Day no miraba bien a Ray... y éste en respuesta, no le dirigía a Day su mirada más amistosa.

—Chicos, déjenlo ¿vale? —les dije a ambos.
—¿El qué? —preguntaron a la vez.
—Day, él no es Gio, no hagas eso —dije mirando a mi hermano— si ya entre ustedes da miedo... que hagas eso con Ray ahora... me darás pesadillas hermanito...

Entonces poco a poco comenzó a aparecer una sonrisa en los labios de mi hermanito menor, y ésta rápidamente alcanzó sus ojos.

—Está bien, pero solo porque eres tú "Aggy" —entonces se acercó a mí y me dio el abrazo más hermoso que me habían dado en el último año. Además, mi hermano me había llamado como solía hacerlo de pequeño, cuando recién aprendió a hablar. Al parecer intentaba decirme "Cathy" como hacían papá y Rupert. Pero solo logró salir un "Aggy" de sus tiernos labios.

—Creo que debo presentarlos, oficialmente al menos.
—Creo que sí, y que nos debes una explicación, Gio está entreteniendo a mamá y Rupert, fue el trato.
—Bien... ¿Qué te parece pasarte por la casa una vez esté yo ahí? No me gustaría hablar aquí Day.
—¿Tan delicado es?
—Bastante. Por eso necesito total intimidad y discreción.
—Será como tú quieras Cathy. Tal vez no sea mala idea vacacionar un poco por tu ahora cuidad —dijo con una sonrisa ladina.

—Está bien Day —le dije sonriéndole a mi hermano— Ahora sí, Day... te presento a Raymond Rickford, Ray o Gordo como yo le digo...
—También le dices "El idiota de mi clase de Literatura" cuando estás molesta con él —dijo citándome Athala— lamento la interrupción chicos, pero creo que deben ir a controlar a sus padres respectivamente —dijo mirándonos a mí y a Ray.

—De mi madre se ha de encargar mi hermano —dijo Dayno— ¿Y tú eres?
—Athala Smith, hermana de Kaleb Smith, Prima de Gordo e hija de Gabriel Smith —dijo Athala extendiéndole la mano, sabía bien que se estaba burlando de Day, así que no pude evitar que una sonrisa se escapara por mis labios.
—Dayno Capaldi, hermano de Rupert Capaldi y de Cathalinna Capaldi, clon de Gio Capaldi, hijo de Déborah y Drystano Capaldi —dijo mi hermano de forma rápida. Athala que hasta entonces había estado muy seria, viendo que Day no le daría la mano, esbozó una sonrisa y con la sonrisa divertida le dijo.
—Me caes bien Dayno, bienvenido al clan de los Titanes.

Fue entonces cuando finalmente le dio la mano mi hermano.

—Bien, ahora Ray —dijo mirándolo— hora de que vallamos a controlar a nuestra familia.

Ray comenzó a caminar, sabía que Athala debía decirle algo, no lo sacaría solamente para que "controlara" a su padre. Athala me dedicó entonces una mirada significativa, entendí que tenía que ir también.

—Day, prometo una explicación, pero no aquí.
—Cathalinna, no sé por qué presiento que me estás evitando la respuesta.
—Jamás haría eso hermano —dije abrasándolo, intentando transmitirle todo lo que lo quería, él rompió el abrazo y me tomó de las manos, Athala y Ray ya habían salido de la habitación.
—Cathy, lamento lo de la bebé.... yo... no sé qué decirte...
—Day — dije zafándome y poniendo mis manos alrededor de sus brazos, me pegué lo más que pude a mi hermano, temiendo que inclusive el viento me escuchara, con la voz más baja que pude y articulando lo menos posible le dije— nunca hubo embarazo.
—¿Qué? —dijo el confundido.

No tuve el valor de decirle nada más, porque entonces comenzaron a venir a mi mente las imágenes de Mattew y mi diagnóstico. Así que tomé la mejor decisión de ese momento, salir corriendo tras Ray y Athala. O al menos caminando rápido, porque el tripié no me dejaba correr precisamente.

—Cathy —dijo Athala preocupada— Kaleb y Gemma vieron a Gavril cerca del hospital.
—Espera... ¿Qué? — pregunté más impresionada de lo normal.
—Que Gavril está cerca del hospital.

No quise decirle que a lo que yo me refería era al hecho de que hubiera mencionado que, juntos, Kaleb y Gemma, habían visto... algo, lo que fuese.

—Mattew dice que lo que les pasó no fue accidente —dijo Athala— nos lo dijo a Greta y a mí. La familia se repartió en hospitales, justo ahora, los Da Silva y Roxana partieron con Camille, pero necesitamos gente de confianza aquí.
—¿Cómo que no fue accidente? —preguntó Ray comenzando a enojarse.
—El chofer del otro auto, no falleció en el accidente, le operaron y había salido bien, pero justo cuando entró a recuperación, falleció antes de que los doctores fueran a verlo.

—Thals, tenemos muchos problemas aquí y ahora, y lo principal es pensar en Clary —esto último lo dije más por Ray, que sabía que, si se desenfocaba, cometería cualquier locura— luego nos ocuparemos de los hechos legales del accidente, por ahora, solo quiero que Clary esté bien.

—¿Y cómo vamos a preocuparnos solo por eso? —dijo Ray apretando los dientes después de que Athala nos dejó solos— La gente puede durar años en coma, Cathalinna, mi hija podría morir sin despertar nuevamente. Esto no puede quedarse así, quien sea que nos haya hecho esto tiene que pagar. Podría no volver a verla sonreír nunca, y todo por ese maldito que nos chocó.

Me sentí culpable entonces, había entendido la insinuación de Athala, y estaba segura de que Ray también, el hecho de lastimar a esta hermosa familia, solo porque no quería ir a Grecia, era muy egoísta. Y si Athala estaba en lo cierto, era mi culpa que Clary estuviera en coma en este momento. Todo se quedó en silencio, no tenía el valor para levantar la mirada, me sentía como la peor persona de la tierra, había prometido cuidar a esa pequeña, y no había podido ni siquiera protegerme a mí.

—Cathy —dijo Ray con voz suave, sorprendiéndome por la suavidad del tono— lo siento, yo... —dio un largo suspiro— lo siento, no solo yo estoy sufriendo, sé que tú también lo estás, sé cuánto quieres a Clary, y cuanto la adoras. Esto tampoco debe ser fácil para ti. Y lo de tu herida... Cathy, ustedes son lo más importante que tengo, y cuando estuve despierto y me dijeron que ambas estaban delicadas, quería morirme. Gemma y Kaleb fueron los primeros en llegar, Mattew le avisó a Gemma. Y cuando me dijeron que estabas en quirófano... —me giró y me hizo mirarlo a los ojos— Cathy, sentí pánico, Clary aún estaba delicada, pero sabía que no podía soportar perderlas a las dos. No creí que tu hubieras estado tan delicada... no sabía que hacer Cathy, me sentía completamente perdido sin ti, desde que llegaste pareció que con tu irritante forma de ser comenzaste a alegrarme un poco —dijo sonriendo— me molestaba verte siempre tan contenta y con una seguridad inquebrantable, no entendía cómo es que hacías para mantenerte así. Después te fui conociendo y tú de a poco fuiste levantando cada uno de los pedazos rotos que tenía y me arreglaste, porque de no haber sido por ti, jamás me hubiera acercado a Clary. Y jamás me hubiera llenado de luz la vida.

—Siento que... si Athala tiene razón, es mi culpa que Clary esté en coma...

—¿Cathy, somos familia no? Nadie te echa la culpa, ni mis padres, ni mis primos, ni yo, y te aseguro que ni siquiera Clary lo haría. Cathy eres parte de esta familia y lo hubiéramos hecho por Gem también. Sabíamos en qué nos metíamos Cathy, conocemos cómo es el negocio, no nos metíamos a ciegas. Y aun sabiendo los riesgos, decidimos ayudarte, porque protegemos a nuestra familia.

—Ray, no merezco...

—Calla Cathy —dijo poniéndome un dedo sobre los labios— si mereces, y lo haces, porque eres una mujer maravillosa, que puedes ganarte el mundo con solo tu sonrisa, porque eres tan dulce con Clary como nadie más lo sería y ella te adora como mamá, porque es gracias a ti que mi padre y yo volvimos a hablarnos, porque mamá te adora, porque Athala prefiere defenderte a ti antes que a mí, porque llegaste a mi vida siendo la más molesta de las compañeras de equipo que alguna vez tuve y terminaste siendo la más brutal y refrescante tormenta que puede haber en mi vida —en algún momento, Ray había logrado acunar mi rostro entre sus manos y secaba mis lágrimas con sus pulgares— muchas veces tuve ganas de ahorcarte y esconder tu cuerpo en algún lago —dijo divertido— pero siempre me recordaba a mí mismo que si hacía eso, mi vida se vendría abajo de nuevo, porque no sabría encontrar la escoba en la casa, y no sabría cómo cuidar cada una de las flores que compraste... pondría las de sol en la sombra y las de sombra se quemarían con el sol o dejaría ahogar las que van dentro de casa —inevitablemente reí con ello, conocía perfectamente bien a Ray como para saber que eso realmente podría pasar— Cathy, lograste cambiar muchas cosas y sin saberlo, hacía demasiado tiempo que no me reía como cuando te conocí. No me gustaba salir, pero lograste darle de alguna forma una razón a mi cabeza para atreverme a hacer cosas nuevas y locas. Cathy, de verdad que no sabes cuánto has llegado a significar para mí, a tal grado que no podía concebir el perderte.

Sus ojos también estaban llorando, no podía creer que de verdad me estuviera reconfortando cuando necesitaba él, el mismo consuelo. Tenía tantas cosas que decirle, pero ninguna salía de mi boca, estaba completamente muda y no podía decirle nada de lo que me moría por decirle. Por un minuto sentí un pánico total, pánico por todas las emociones que veía en sus ojos, fuertes y latentes, pero estaba aún más asustada porque al verme en el reflejo de sus ojos pude ver que las mismas emociones las reflejaban mis ojos.

—Cathy, soy un idiota. Tuve que estar a punto de perderte para darme cuenta de que no vale la pena perder tiempo en dudas mal infundadas ni en miedos. Una vez te prometí que no dejaría que nadie te lastimara de nuevo... y ahora pienso cumplir esa promesa como se debe. Cathy, no sé si esto sea bueno, o correcto, pero estoy completamente seguro de que es lo que quiero hacer, viniste a revolucionar mi vida, a llenarla de locuras y ocurrencias y de valor, que es todo lo que necesito. Prometí alguna vez, no volver a arriesgar todo por alguien, no volver a entregarle mi corazón a nadie. Solo que no me di cuenta de que tu tuviste el mío desde el principio, y de que incluso entonces, ya estaba arriesgando todo lo que tenía y creía por ti. Y no me importaría volver a hacerlo Cathy. Y si esto no es correcto, no me importa, y no me importa porque estoy dispuesto a aceptar cualquier consecuencia que conlleve el hecho de tenerte a mi lado, el hecho de amarte Cathalinna, inclusive si eso incluye ir al infierno.

—Si tú te vas al infierno, entonces iré contigo Gordo.

Fue lo único que pude responderle, no había mucho más que decir. Todo aquello que pudiera haberle dicho con palabras, ahora intentaba transmitírselo en ese beso que de a poco estaba robándome el alma entera. El momento en el que sus labios tomaron los míos un peso enorme se fue de mis hombros, sabía que aún estaba en problemas con mi madre, que Clary estaba aún en mal estado. Sin embargo, algo me dijo que mientras Ray y yo estuviéramos juntos no tendría que soportar ese peso yo sola. Sin poder evitarlo varias lágrimas rodaron por mi mejilla, sabía que él estaría conmigo, pero ahora sentía la necesidad de hablarle acerca de lo que había hablado con Mattew y Gemma. Entonces Ray me atrajo más cerca de él tomando mi cintura y todo eso pasó a segundo término. En ese momento, el atardecer se colaba por la ventana de la habitación, y habiendo tantos escenarios posibles, ese era para mí el mejor.

****************

¿Tendrá razón Athala?  ¿Despertará Clary?   ¿Qué pasa entre Kaleb y Gemma?   ¿Qué pasará con Déborah?   ¿Qué otros secretos guarda Cathalinna además del contrato?

Seres de Luz!!!!!!!!!!!!!!!

¿Les gustó el Cap? Quiero opiniones chic@s. Quiero que me digan de qué paises son, me gustaría saber hasta dónde hemos llegado con esta novela.

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Afortunadamente ambas cosas son gratis 😂😂😂 Intentaré contestarles todos los comentarios

Abrazos y Saludos

22/07/18
18/07/20

Azeneth

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