Destiny ingresó a la casa Hale, encontrando a Derek leyendo un libro.
-Hola, Ser.- Lo saludó ella.
-Des, ¿Cómo te ha ido?- Le preguntó él, dejando su libro de lado y buscando algo dentro de su bolsillo.
-Genial, tengo el empleo.- Festejó ella, sonriendo.
-Sabía que lo conseguirías.- Dijo Derek.- Y por eso, tengo algo para tí.- Agregó, sacando un pequeño sobre negro de sus jeans mientras Destiny lo observaba confundida.
-No era necesario, Der.-
-Claro que sí.- Derek puso los ojos en blanco y le pasó el regalo.
-Gracias.- Se rió ella, extrayendo su antiguo collar, arreglado.- ¡Eres el mejor!- Exclamó, rodeando el cuello del hombre lobo y hundiendo su rostro en el hombro del mismo. Por supuesto, él le devolvió el abrazo.-¿Cómo...
-Cuando Scott llegó, lo levanté antes de desatar tus cadenas y lo llevé a arreglar unos días atrás.- Respondió Derek a la pregunta sin terminar.
Ella volvió a abrazarlo, dándole la oportunidad para que este enterrara su nariz en su cabello, inhalando su esencia.