Estaba a punto de ir, correr a decirle que quitara sus labios de Harry, que él no le pertenecía, pero... ¿me pertenecía a mi?
Harry no era un objeto y su carta me había dejado claro que íbamos a separamos por un tiempo. Pero aún así, ¿con la qué fue mi mejor amiga?
–¿Sorprendida?
De repente, escuché una voz jocosa detrás de mi, giro sobre mis talones, encontrándome con los grandes y divertidos ojos azules de Annabelle, quién observaba con algo de odio la escena detrás de mi.
–No eres la única, el día que Harry apareció en el instituto tomando las manos de esa zorra sentí que ya había perdido.
–¿Perdido? –pregunto, sin entender.
–Siempre creí que podría quitarte a Harry fácilmente, y cuando te fuiste a Chicago pensé que Harry finalmente se fijaría en mí –soltó un profundo suspiro–, sin embargo apareció con esa chica, me hizo darme cuenta de que él solamente me veía como su mejor amiga.
Por una fracción de segundo, pude notar en destello de tristeza en los ojos de Annabelle; sin embargo, esté desapareció rápidamente, siendo remplazado por una actitud desinteresada.
–En fin, será mejor que hagas algo, porque si hay una cosa que odio más que ver a Harry contigo, es verlo con esa perra.
¿Abby? ¿Perra?, es cierto que lo que estaba haciendo ahora afirmaba que si, Abby era una perra, sin embargo todos los años que fue mi mejor amiga siempre se comportó como la chica dulce y divertida que yo solía conocer, la chica que estaba perdidamente enamorada de Niall.
Le dediqué a la pareja una última mirada antes de marcharme.
–Niall, has estado raro toda la tarde –comento, llevando un puño de palomitas a mi boca.
Gwen, Niall y yo nos encontrábamos en mi habitación viendo películas, sin embargo Niall estaba ausente, ni una palabra había salido de su boca desde que la película dio inicio, y algo que me resultaba aún más raro, no había comido nada desde que llegó.
–Es mi culpa –murmuró.
–No es tu culpa Niall, Summer fue la que se casó y destruyó el pobre corazón de Tom –inquirió Gwen, sin despegar la vista de la televisión.
–Tampoco es culpa de Summer, ella le dejó muy claro a Tom que no estaba buscan...
–¡Chicas! –me interrumpió Niall con una fuerte exclamación– estoy hablando de Harry y Abby, no de la estupida película.
–¿Harry y Abby? ¿Cómo puede ser eso tu culpa? –pregunté, con algo de intriga.
–Cuando Abby y yo estábamos juntos ella siempre me dejo el claro que se ponía celosa cada vez que yo estaba cerca de ti, sin embargo yo no le tomaba importancia, eras mi mejor amiga y además estabas con Harry, no pensé que algo fuera a pasar –soltó un suspiro–. Pero las cosas fueron empeorando, Abby cada día estaba más molesta conmigo, y por más que yo tratara de resolver las cosas ella estaba bastante convencida de que tú y yo teníamos algo.
No pude evitar reír mentalmente, imaginarme a mi con mi mejor amigo era como imaginarme con Luke. Ese último pensamiento causó que un cosquilleo de asco recorriera mi cuerpo, yo y mi hermano, prefería ver a Harry y Abby manosearse todos los días.
–Creo que Abby está con Harry para vengarse de nosotros dos –una lagrima resbaló por la mejilla de Niall– no entiendo cómo puede hacerme esto, se supone que ella me amaba.
–Oh cariño –murmuró Gwen, rodeando a Niall con sus brazos–, no estés triste por ella, no vale la pena.
–No estoy triste, estoy furioso –el semblante de Niall cambio repentinamente– he estado ideando una manera de fastidiarla.
–¿Y cuál es esa manera? –pregunté.
–Hay que fingir Jude, tú y yo, pretender que somos una pareja.