Evan Woods.

By Till_Copolha

7.6K 459 23

Evan Woods, un chico poeta, alejado y distante está en los últimos meses de su último año de instituto. Ademá... More

Dedicatoria.
Prólogo.
I
"Demente." (Poema)
II
Misticismo color gris.
III
Tristeza con tonalidades color azul.
IV
"Cariño. "
"Soledad./Melancolía. "
VI
"Arte./Café. "
VII
Tienpo de tormenta.
VIII
Epílogo.

V

221 15 0
By Till_Copolha

"Es curioso, como el cuerpo se siente en sincronía al sentirlo,

Predomina por un indefinido tiempo, a veces llega a ser una característica notoria,

Es una compañía que escuchar y en la que se puede confiar,

Como la amistad y la sinceridad, la soledad y la frialdad. "

CAPÍTULO V

Miro el alrededor, los pinos, tan imponentes, la leve niebla que abarca la lejanía, tan fantasmal, y el cielo, nublado y gris. Pareciera como otros días, pero cada día es diferente, es la máxima expresión de lo inmarcesible.

Este lugar es bastante silencioso como frío. El hecho de que esta casa se encuentre al final del camino por el que he pasado en el bosque le otorga tranquilidad.

Algún día debería ir a la profundidad del bosque, tal vez al río.

El sonido de un trueno indica que la lluvia pronto ha de comenzar, por lo tanto, me levanto del escalón más alto y rápidamente comienzo a descender. Por más que la lluvia me relaje, no quisiera estar por aquí cuando llegue.

Continúo caminando por la ciudad, paso por una de las áreas más concurridas, cerca de los locales de comida. Observo mi reflejo a través del cristal de los ventanales de las cafeterías, parte de mi rostro queda iluminado por las luces amarillas que las lámparas ubicadas del otro lado de la calle emiten.

Me detengo cuando paso por la entrada de una cafetería, observo al interior, del otro lado hay ventanas desde las cuales se puede contemplar la lluvia que ahora comienza a caer.

La puerta emite un sonido causado por una pequeña campana cuando entro al grisáceo lugar.

Hay varias personas reunidas en el área principal del lugar, es entonces que me doy cuenta que este lugar es un bar, dado de que las personas reunidas en la barra tienen distintos tipos de bebidas alcohólicas a la vez que el bartender les atiende.

De nueva cuenta estoy en un lugar equivocado, bastante confuso, decido salir de aquí.

—Hey, Evan —dos segundos después de que doy la media vuelta para salir una voz me llama.

Rápidamente observo al chico que se encuentra sentado en un taburete con una botella de cerveza.

No recuerdo haberlo conocido, pero al parecer él si. Hace un ademán para que acuda a su lado.

Trato de recordar si lo he visto alguna ocasión, pero su rostro es tan desconocido como ajeno, que hace que me cuestione si de persona no se habrá confundido.

—¿Por qué te ibas a ir?

"Porque este es el tipo de lugar que aquel monstruo frecuentaba en exceso y solo destacaba lo peor de él."

—No debí venir aquí.

—Vamos Evan, te invito un trago —anuncia de forma animada.

—No, no es necesario —respondo automáticamente.

Miro su cerveza con el líquido por debajo de la mitad, pronto el recipiente quedará vacío y estaré conversando con una persona que se encontrará cegada.

—Tom te diría que te quedes.

La imagen de ese chico conversando con Tom en la reunión pasada aparece en mi mente.

Tiene razón, si Tom dijera que sería buena idea quedarme lo haría, pero no lo he visto en dos días. Tal vez el individuo amigo de Tom sepa.

—¿Quieres un trago? —dice mientras sonríe señalado al bartender.

Niego con la cabeza, quedo de su lado izquierdo. —Parecía que todo tu grupo de amigos se reunían en los mismos lugares —digo, sin una pizca de interés.

—La mayoría de veces, si —vuelve a dar un trago—. Me gusta beber solo también.

—¿Y Tom? —le pregunto un segundo después—. No lo he visto en días, ¿se encuentra bien?

—No lo sé, tampoco lo he visto en días... Es como si hubiera desaparecido.

Muevo mi ceja izquierda en señal de confusión al escuchar sus palabras.  

Pensaría que solamente es el efecto de la bebida en su organismo, pero puedo notar la tristeza en su mirada. ¿Le habrá ocurrido algo a Tom?

—¿A qué te refieres?

—A que... Un día nadie lo había visto, pensamos que pudo haberse ido a algún lugar a acampar, ya sabes, cosas que acostumbra hacer —tose—. Hoy tampoco ha aparecido y no ha enviado algún mensaje o marcado por teléfono... No responde a nuestros llamados.

No había sentido mi presencia tan quieta como lo hago ahora, asociar lo que dijo con Tom y sus acciones me produce una sensación extraña.

Alguna cosa pudo haberle ocurrido... Ayuda de alguien necesita... Distintas opciones se me ocurren por las que podría estar pasando aquella persona desaparecida, pero lo cierto es que me resulta desconcertante.

—Probablemente venga pronto —digo en tono desconocido y poco amigable cuando miro como ahora un tarro de espumosa cerveza queda enfrente de la persona con la que hablo, o eso creo hacer.

—Sus razones ha de tener... Sus razones para ser tan solitario.

—¿Solitario?

—Alejado, distante... Más la segunda opción, pero no nos olvidemos que es amable. ¿Has notado que él está ahí cuando se necesita de la compañía de alguien?

Siento una especie de punzada cerca de mi pecho. Es cierto lo que dice aquel individuo sobre Tom, recuerdo. Pienso en las veces que ha estado ahí, aún y cuando no pensaba que alguien se acercaría a mi lado. —Por supuesto —contesto.

Sonríe. —Necesitas hablar con él, ¿verdad?

Asiento, pero recuerdo que él está concentrado en su bebida. —No lo he visto en días.

Han sido unos pocos. Siento que parezco alguien paranoico, tal vez así sea.

—Debo irme —agrego. Antes de que él hable, doy la vuelta y camino a ritmo medio hasta salir de este lugar, al que no debí haber entrado en tal acto de curiosidad.

La atmósfera del lugar cada vez me parece más fría, el cielo empieza a oscurecer y eso hace a los letreros iluminativos de los negocios más intensos.

El boulevard, una zona llena de negocios de todo tipo, en la tarde con una atmósfera diferente de a la que ahora de noche es; hay personas que aparecen, con deseos cargados de oscuridad, en busca de personas que quieran sentir lo mismo...

Miro al otro lado de la calle, cruzo mirada con una persona observante de mirada intensa y a la vez ajena y fría. Ese tipo de miradas que expresan mucho y a la vez poco, ese tipo de rostro tan inexplicable de describir como atrayente creando curiosidad.

Recuerdo a la chica de aura misteriosa. Después a Tom... Personas silenciosas.

La oscuridad prevalece cuando cierro los ojos. A pesar de eso, no hay rastro alguno de sueño, simplemente estoy consciente, viendo un vacío negro.

Más allá de la oscuridad que resplandece, hay ciertas cosas que son visibles, resaltan, como si brillaran, mismas que traen recuerdos y sensaciones de hace mucho. Una vez que aparecen los recuerdos, para quedarse, siendo la única señal de un sueño que pronto se convierte en una pesadilla bastante real.

No siento temor por seguir recordando, siento temor por la persona que era hace años y sufría al vivir las pesadillas.

Soportar, cerrando los ojos y respirando fuertemente, hasta que mi ser profundizaba en el sueño.

Esta vez, más que recordar todo aquello con las respectivas sensaciones, hay algo más que me confunde, del mismo modo que hace unos días.

Aquel sentimiento que contiene una sensación cálida, me lastima. Duele y confunde... Queda impregnado, aumentando y abriendo un camino hasta una parte de mi ser que hace tiempo no siento algo tan nuevo como lo es éste sentimiento.

¿Qué lo causa?

Trato de visualizar en el momento que apareció, sin embargo, tal pareciera como si de la nada habría aparecido.

¿Cómo dejo de sentir aquello?

Miro hacia la ventana por enésima ocasión, pienso en que hay alguien que podría responder a la pregunta. Pero no sé en dónde está Tom.


"Si hiciera un poema por cada vez que me siento confundido ya tendría una libreta llena de poemas."

Eso pensaba hace años, cuando no pensaba en retomar mi pasión por la poesía. Y es ahora que respondo a la reflexión, pues ya he llenado una libreta con poemas sobre la confusión en mi ser.

Y aunque cada poema parezca ser de la misma cosa en particular, he descrito en cada ocasión lo que siento, lo que vivo, de una forma distinta.

Ahora debo escribir sobre temas distintos, sentimientos que no sean dolor o tristeza.

Son los únicos temas que conozco... De niño, mis historias eran tristes, pero eran escritos con un toque de cariño, porque alguien me hacía sentirlo.

Dejo el bolígrafo al lado de la libreta abierta, una página expectante a que escriba sobre algo nuevo...

El sonido de la alarma comienza a resonar, por lo cual avanzo hasta la mesita de noche a apagarla.

"Si hiciera un poema por cada ocasión que el dolor es tan fuerte que siento a la razón salir de mi ser, creo que la locura sólo sería un término para justificar mi perdición."

Pienso, mientras termino de secar mi cabello con la toalla color azul oscuro.

Tantas ideas para escribir, pero ninguna sobre lo que busco escribir, porque ni siquiera sé sobre qué escribir.

Dejo la toalla húmeda en la silla delante de mi escritorio mientras tomo mi mochila y me apresuro a salir de mi habitación.

Ver a Tyler saliendo de su nueva habitación asignada no ayuda en la búsqueda de inspiración.
Tan solo ver cómo sus ojos me observan provoca que me pregunte en dónde está mi libreta.

No entiendo para qué la quería, qué hará con mi cuaderno de poemas. Tal vez solo me la pidió en un claro acto de molestia, sin embargo, sé que no fue por eso.

Después de que camina a las escaleras, comienzo a descender al primer piso, no es bueno estar en el desayuno mientras él esté en la cocina, simplemente no me interesa, y no ayudaría el hecho de tolerar su presencia más de lo que ya lo hago.

-Deberías desayunar -habla Helen mientras baja las escaleras tan solo unos segundos después de mi.

-No tengo hambre.... Nos vemos después -la observo rápidamente para después dirigir mis pasos a la puerta de entrada.

Si algo que me parece nuevo y sorprendente a pesar de que lo contemplo diario a una hora en común, es el camino del bosque por el cual avanzo para ir al instituto.

Y es que el ambiente y el cielo son algo tan inefable, una especie de calma que necesitaba me causan, aunque no duran demasiado.

Desde sonidos extraños hasta el rítmico canto de la aves se escuchan en todo momento, pero a lo que más presto atención es al ruido de pisadas lejanas...

Observo hacia adelante, pero al parecer soy la única presencia... Probablemente lo haya imaginado y no sea otra cosa más que la imaginación.

"Así que has desaparecido." Pienso, al mirar el casillero de Tom. Al pasar cerca me doy cuenta de que todos los días lo miraba acomodando sus libros... No sé en qué momento había comenzado a tener confianza de acercarme a saludarle.

Aún me aturde la idea de que no me haya dicho adónde iría. Tal vez no me tenía confianza o le dió poca importancia decirme.

Imagino por un momento que haya dejado alguna nota o mensaje, de aquel modo podría saber si estaba y se encontraba bien al momento de irse...

El ruido de un casillero siendo cerrado interrumpe de forma extraña mis pensamientos. Me encuentro con la misteriosa presencia de la chica de pelirrojo cabello mientras se aleja con un libro siendo sujetado por su mano izquierda.

Y es cuando me doy cuenta del hecho de que ha entrado al salón de la clase de Filosofía, misma a la que me dirijo...
...Y misma a la que Tyler entra cuando depósito mi mochila en el asiento situado en la fila ubicada del lado izquierdo, la cual está ubicada al lado de la ventana.

Hay algo incrustado en mi interior, es extraño... Ver a Tyler conversando con personas mientras ríen, solo provoca que esto aumente.

No solo es él quien hace que aquello lo sienta de una forma peculiar e intensa... La mayoría de personas que están en el salón conversan, rién... Vaya, es algo que no suelo hacer a diario.

Tal vez solo cuando coincidía en las clases que tenía Tom eran las veces que hablaba con alguien, pero ahora no sé en dónde está Tom.
Probablemente no me sentía tan solitario como ahora.

"-Hay distintas formas en que una persona que ha sido diagnósticada con estrés postraumático llega ha reaccionar ante las cosas... Depende de lo que haya vivido y a qué edad..."

No sé en qué momento la profesora comenzó a explicar este tema, simplemente una cierta palabra captó mi atención para escuchar la explicación.

-¿Alguien podría darme un ejemplo de un factor detonante del estrés postraumático? -varias personas levantan la mano-. Dime Tyler.

-Una vez escuché un caso de un niño que vió cómo su padre se había vuelto loco y casi asesina a toda la familia...

Mi enojo y la forma en que vuelvo puños mis manos van en conjunto...

El enojo es mi fuente de energía, y busco tener más... Corre en mis venas y quiero sentir más.

El rostro de la profesora es confuso. —Escuché algo similar hace años. Si, eso podría ser un causante.

-Y dígame, ¿Qué secuelas podrían haber en la persona?

Maldito.

Imagino golpeando su rostro. La sangre en mis nudillos, el dolor en su mirada.

-Principalmemte, en niños, es el aislamiento y la ansiedad social, recuerdos repetitivos del evento traumático, pensamientos de un futuro devastador -el silencio es tal que cada palabra podría originar un eco-. Llegan a alterarse o sobresaltarse ante contacto físico leve, carencia de emociones.

-¿Y si el niño no presenta la mayoría de las características?... En lugar de aquello simplemente tiene aislamiento, en ciertos momentos parece frío y bastante distante, como si estuviera en su mundo.

Hay algo en su tono de voz, tal parece que es un claro signo de molestia.

-Si no se llegan a tener ciertas características, otras pueden originarse. Cómo anteriormente les he mencionado, depende de la persona.


P

or segunda ocasión aprieto mis manos, hasta que se forman puños y al enojo trato de controlar.

Tyler está observando mi presencia, debo pasar a su lado para poder salir del instituto.

-¿Te fue de ayuda la explicación de la profesora Woods?

Mi respiración se desestabiliza, aunque logro equilibrar eso, el enojo crece.
Estoy a punto de pasar por su lado derecho, perro rápidamente un empujón llega.

Ese fue el detonante que necesitaba para desarrollar mi furia contra él...

-Qué fuerza -anuncia con una sonrisa después de esquivar el primer posible golpe.

Antes de que pueda reaccionar recibo otro empujón y esta vez no puedo evitar no perder el equilibrio y caer de espaldas.

Un destello de dolor se expande mientras empiezo a levantarme a ritmo medio... Hasta que Tyler se acerca, trato de levantarme de una forma más apresurada pero nuevamente, no puedo evitar que consiga atacar.

El aire me comienza a faltar cuando sus rodillas quedan en mi pecho y sus manos en mi cuello.

Trato de forma desesperada de encontrar una forma de zafarme, pero tal es el peso que soporto que mis manos tratando de apartar sus brazos no funciona.

-Supomgo que no estás enojado -habla burlonamente.

-Idiota -pronuncio entre jadeos, dejando mostrar en la tonalidad todo mi enojo.

Vuelto a tratar de tomar un impulso para quitarme su peso, pero no puedo. Pronto una sensación sofocante aparece, es cuando entiendo que él no usa su peso en mi contra, él usa mi ira y la presión que utilizo en mi propia contra.

Otra sonrisa en su expresión me confirma eso, y sabe que sé su estrategia en cuanto logro apaciguar un poco mi furia y mis forcejeos, y en cuanto rápidamente él se pone de pie.

Trato de levantarme más rápido que él y devolver su ataque, pero tan pronto como estoy de pie, aquel tipo ya se ha alejado bastante hasta donde se encuentra con Helen y su novio, quien está depositando su peso en la puerta del conductor.

La intención de ir ahí es tan baja como la energía que tengo, dando paso a cansancio y un suspiro cargado de éste.

El sonido de un relámpago indica que pronto la lluvia comenzará. Observo hacia el área donde se encuentra la parada del autobús, hay bastantes personas formadas en espera del último autobús, dudo en ir, simplemente lo mejor será que opte por ir hacia el camino del bosque.


La lluvia no ha cesado, tampoco mi dolor. La mayor parte de mi cuerpo está mojado, sin embargo, continúo caminando a la vez que siento dolor en mi estómago.

Observo una casa, es la única casa que hay en este lugar. Tiene un estilo elegante, con toques de antigüedad y a la vez refleja misterio y abandono.

¿Está abandonada? El aura fantasmal indica que así es. Al igual que las anteriores veces que he venido.

Pienso que tal vez sea adecuado tomar asiento en la escalera que se encuentra adelante de la puerta de entrada, un pequeño techo en el último piso de la casa indica que los primeros peldaños se encuentran secos.

Con la idea de que la casa se encuentre abandonada, avanzo hasta llegar al último peldaño y tomar asiento ahí.

Junto mís piernas mientras elevo mis rodillas, las cuales quedan a la altura de mi pecho, las envuelvo con ambos brazos. Introduzco mi cabeza al espacio que hay entre el círculo que forman mis brazos, mi frente se acomoda en mis rodillas.

No hay calor que provenga de mi cuerpo, solamente más frío, frío que aumenta con cada día; me aterra la idea de que no llegue a sentir algo de calor.

Mi cuerpo tiembla...

-Hey... ¿Quién eres? -escucho la cuestión de una voz fría y delicada.

Levanto mi rostro para ver a... Una chica de cabello pelirrojo, rostro tan claro e inexpresivo que la atmósfera del lugar remarca más intenso mientras me observa.

-Yo eh... Lo-lo siento. Creo que de-debo irme -mi voz tiembla al ritmo de mi ser. La chica levanta su ceja izquierda en señal de confusión-. Es solo que creía que este lugar se encontraba abandonada y decidí venir aquí y esperar a que la lluvia pasara.

Me levanto rápidamente, lo cual causa dolor, se expande por todo mi ser. Trato de ocultar la expresión de dolor que se forma en mis labios, es tarde.

-Veo que no te encuentras bien -parece estar pensando algo, más bien dudando. Su desconfianza levemente reflejada parace irse, pero no me quedo a averiguar qué piensa, así que comienzo a avanzar-. Deberías... Deberías esperar a que la lluvia pare.

-Estoy bien -contesto rápidamente.

-Tu espalda refleja tu dolor, sería bueno que esperes a que la lluvia cesara un poco.

-No me ocurrirá algo -me he detenido a mitad del camino cuando mencionó el dolor reflejado en mi espalda. Hace tiempo que había escuchado aquello.

-La vida es impredecible, tal vez tus acciones no lo sean, pero no sería bueno que te ocurriera algo y más por aquí.

Me doy cuenta de dos cosas, una es que tiene razón, y la otra es que la lluvia comienza a aumentar...

-Bien.

-Por más que me gustaría dejarte aquí afuera, es decir, eres un desconocido, lo mejor es que entres. Vamos.

-Se-seguro.

.

-¿Té verde o café?

-Café -contesto.

-Buena elección -afirma.

-Lo sé -confirmo.

Abro mi mochila, el único libro que traigo, Filosofía, se encuentra húmedo, saco rápidamente mi libreta de poemas. Me permito sonreír un poco cuando me percato de que se encuentra bien.

Hay un fantasma afuera de una casa,

Se encuentra en equilibrio entre lo real e irreal,

Sabe que no forma parte de la vida de una manera física,

Sin embargo, aprecia la vida aún cuando es perteneciente a la muerte observante.

Dejo de pensar ante tal impulso filosófico cuando miro a aquella chica, tiene dos tazas de color negro, cada una humeante y en cada mano.

Deja la taza que estaba en su mano izquierda con toques de delicadeza y cuidado de mi lado derecho.

Me doy cuenta que le presta atención a mi libreta de poemas.

-Eres poeta -comenta.

-Supongo -respondo.

Dejo suspendido el trago de café cuando miro que saca una libreta del mismo color que la mía.

-Igual lo supongo -sus palabras son un indicio de tranquilidad.

-¿Eres poeta?

Asiente a modo de respuesta. Termino de dar un trago al café. Qué irónico, pienso. No acepto el café de Helen, pero si el de alguien que acabo de conocer.

-Estás inspirado, ¿no? -me quedo quieto ante su respuesta, si es que le puedo llamar así.

-No lo sé. Estoy escribiendo sobre una idea que tenía desde hace rato.

-¿Sobre?

-Sobre un fantasma -interpreto su mirada como una señal para que le explique-. La forma metaforica en que un fantasma mira la vida.

-Tal vez el fantasma ya no forma parte de la vida.

-Sin embargo, de algún modo es parte de la vida.

-¿Y cómo es que se encuentra en el mundo de la vida?

-No lo sé. No es algo que se necesite entender, porque...

-No es necesario entender algo para saber qué es o...

-Para contemplar aquello.

-Entonces participarás en el concurso de poesía -afirma, después de darnos cuenta que vamos al mismo instituto.

-Seguro -contesto.

-No pareces convencido -acierta.

-Mi objetivo no era concursar. Es decir, sobre la existencia de ese concurso era ajeno, y un compañero mío hizo que aceptara.

-Tal vez ganes.

Sonrío. -No, lo dudo... ¿Has concurso en anteriores ediciones? -la pregunta cargada de curiosidad sale de mis labios de una manera rápida que termina por sorprenderme.

-Esta será mi primera edición.

-Que gane el mejor -anuncio.

-Lo has dicho.

Miro por la ventana que hay del lado izquierdo de la puerta de entrada, la lluvia no ha cesado en lo absoluto, sin embargo, el dolor en mi estómago lo ha hecho.

Me muevo un poco, pero tal mínimo movimiento hace que una expresión de dolor se forme en mis labios nuevamente.

Otra vez la chica parece notarlo.

-Deberías llamar a tus padres.

-No -digo automáticamente-. No es buena idea.

-No pareces estar bien, pueden venir por ti...

-No deseo que se preocupen, eso es todo... Puedo caminar bien.

-Si tú lo dices -da un trago a su bebida.

-Espero no estar siendo una completa molestia -el comentario sale rápidamente de mis labios, de nueva cuenta, no logro detenerlo a tiempo.

-No lo eres -suspira mientras da otro trago a su bebida-. Es bueno que haya conocido a otra persona cuyo pastaienpo favorito, o uno de ellos, sea escribir... Bueno, sé que hay otras personas en la escuela, pero la mayoría tienen amigos.

Así que tampoco tienes amigos.

-Solo escribo poesía, no muchas historias -miento.

-Te recomiendo que escribas la que tienes planeada.

-No sabría sobre cómo relatar los capítulos.

-Sobre experiencias, hechos que te hayan ocurrido y decidas redactarlos. Una historia que tenga una parte de ti.

He escuchado algo similar en mi infancia, escribir una historia, es algo que no volví a hacer.

-¿Sobre qué escribes? -pregunta mi curiosidad.

-La mayoría de mis escritos datan de hechos fantásticos.

-Suena bien.

-Si una expresión suena bien quiere decir que se desea profundizar en ello, ¿no?

Tardo en procesar lo que ha dicho...

-Más que querer profundizar, es simplemente una curiosidad que indaga en su verdadera naturaleza.

-Indagar es recorrer algo y sentir que se profundiza.

-Profundizar es analizar algo sin entenderlo, indagar con curiosidad.

Al terminar de decirlo me doy cuenta de algo, al parecer, ella mira la vida, la contempla, de un modo parecido al mío.

Me he dado cuenta que no había conocido alguien así, y ahora que lo he hecho, siento que me he expresado de una forma sincera.

Tal vez conocí a esta chica en forma de una serendipia.

Tampoco siento la necesidad de alejarme, como la mayoría de ocasiones he llegado a sentir.

De algún modo pienso que no necesito ser silencioso, simplemente sé que he conocido a alguien que sabe entender mis expresiones.

-¿El poeta pensativo necesita más café para inspirarse?

-Eh, no... Estoy bien, gracias.

-Pareciera que eres fan del café.

-Es una buena bebida.

-Un buen acompañante.

-Así es.

Observo la lluvia desde la ventana, una sensación de tranquilidad me causa.

Marco por segunda vez al teléfono de Tom, pero al parecer no contesta.

Pensaría en marcarle a Helen, pero no quisiera aquello. Simplemente miro el paisaje a través del cristal.

Esta situación me resulta extraña, desde que decidí sentarme en la entrada hasta este instante solamente miro al vacío.

¿Debería salir? ¿Debo permanecer aquí hasta una hora indeterminada?

La incomodidad es algo notorio que siento, tal vez estoy en un momento inoportuno y no dejo de sentir la idea de que haya decidido esperar afuera de esta casa como algo extraño.

-¿Cuál es tu nombre? -no sé quién dijo la pregunta primero, simplemente siento una sensación que hace que de forma inconsciente sonría levemente.

Afortunadamente, estoy de espaldas a ella, por lo tanto desconocemos nuestras reacciones.

-¿Por qué tu sonrisa desapareció en segundos?

Me volteo, me encuentro con su rostro claro y la vez misterioso.

-¿Co-cómo sabes que sonreí? -Genial, acabo de admitirlo.

-Desde aquí puedo ver tu reflejo en la ventana -es cierto. Nuevamente, genial.

-Así que... Estabas mirando mi reacción -hablo en tono bajo.

-Si, ibas a contestar primero, ¿Cuál es tu nombre?

-Evan -hace años que no sentía una sensación extraña parecida al miedo al decir mi nombre.

-Un buen nombre.

-¿El tuyo?

-Rubí.

Continue Reading

You'll Also Like

130K 9.1K 52
James potter el jugador de Quidittch mas popular de hogwarts, es novio del hermoso Severus snape, esta relación podrá seguir adelante o james potter...
176 62 5
𝐄𝐏𝐃𝐒𝐑 A veces respirar no es lo único fundamental para vivir. portada hecha por @SantanArt ®║▌│█║▌│█║▌│█ ...
341K 22.9K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
14.3K 343 9
Para Madrid: nuestro encuentro fugaz nos ha vuelto inmortales. Para mí segundo amor: que fue más real, por tomarme de la mano y enseñarme que podía v...