CAPÍTULO 38
Sucrette: Kentin, ya me tengo que ir
Ken: Te acompaño hasta tu casa
Sucrette: No hace falta cariño
Ken: Pero quiero hacerlo...
Sucrette: Vale — sonríes
Haceis juntos el camino hasta casa, cuando vais a torcer la esquina aparece esa persona a la que Kentin le tiene tanto odio.
Dake: Hola, preciosa
Sucrette: Hol...
Antes de que termines el saludo Ken da un paso hacia delante y mira desafiante a aquel rubio.
Ken: ¿Qué quieres?
Dake: Vaya modales tiene tu novio, solo queria pasar a saludar a una bella chica
Ken: Pues si has terminado nos vamos
Sucrette: Kentin... No seas tan grosero...
Ken: Perdón...
Ken te toma de la mano y te lleva lejos de Dake mientras él os sigue con la mirada, algo molesto y confundido.
Sucrette: Ken, eso estuvo muy feo
Ken: Ese tipo no me transmite buenas vibraciones...
Sucrette: No deberías ponerte tan celoso, sabes que no le quiero, es más, ni siquiera nos conocemos; a este paso acabarás por encerrarme en un cuarto oscuro para que ningún chico pueda hablar conmigo jajaja
Ken: Jajaja no seas mala, sabes que nunca haría eso, amo demasiado presumir de tener una novia tan linda
Te sonrojas al escuchar eso, llegais a tu casa y le despides con un beso, el cual corta tu tía; y aquí está lo que se le da mejor a tu queridísima tía, ¡Estropear momentos!
Tía: ¡Uy! ¡Su, no me dijiste que Kentin era tu novio!
Sucrette: Pues si lo es, perdona, no tuve tiempo para decirte
Tía: Y pensar que mi Su ya tiene novio, dentro de poco se casarán y tendrás hermosos hijos, dos niños y una niña a la cual llamarán Agatha por supuesto
Ken: Claro claro jajajajja
Sucrette: Claro que si, no había pensado ningún otro nombre jajaj
Decís los dos en tono irónico, tu tía también se ríe.
Tía: Bueno, voy a comprar, si os vais a quedar solos en casa no hagáis demasiado ruido o nuestro vecino el guapo pensará que tengo novio, ¡Sería horrible!
Sucrette: Jajajaajaj, deberías decirle lo que sientes
Tía: Oh no, me daría demasiada vergüenza, él es tan perfecto
Sucrette: Y ¿qué vas a comprar? Pensaba que compraste ayer
Tía: Sí pero...
En ese momento la puerta del vecino se abre y sale aquel lindo muchacho de ojos marrones con una sonrisa.
Sucrette: Hola Diego
Diego: Hola, buenas, tan puntual como siempre Agatha
Sucrette: ¿Qué?
Diego: Tu tía y yo siempre vamos a comprar este día, nos coincide el día y el sitio de compras
Sucrette: Si claaaro
Tu tía se sonroja.
Tía: Me llevo a Su un momentito, no tardo nada
Te lleva dentro de casa y cierra la puerta rápidamente, luego te mira muy sonrojada y tartamudéa.
Tía: Puedo explicarlo...
Sucrette: Haber, déjame adivinar, llevas varios meses espiándolo cuando va de compras, he visto un calendario donde tienes apuntados los días que sale a gimnasio, a pasear a su perro, a la peluquería, a comprar etcétera...
Tía: Es que es inevitable querer saber más sobre él sin que piense que soy una loca psicópata
Sucrette: Jaja, no te preocupes, te entiendo perfectamente, anda, ve por él; y ya me contarás si funciona o no
Tía: Muchas gracias sobrinita hermosa
Le guiñas el ojo y le deseas buena suerte, abre la puerta y escuchas un "Perdona por hacerte esperar" y una respuesta "No te preocupes, te esperaría toda la vida" se ven muy lindos, luego se van sonriendo, hacía mucho que tu tía no estaba enamorada.
Ken: Bueno, voy a mi casa, mañana te recojo para ir al instituto bebé
Sucrette: Aww tan tierno mi Kentin
Ken: Te amo
Os despedís y te echas en el sofá para dormir un poco antes que Nath llegue, ahora lo preocupante es ¿Qué deberías hacer con la escena del beso?