Jimin soltó una risa suave mientras comía el helado que Jackson había comprado para él.
- Mis compañeros se enojaron cuando notaron que ganamos, dijeron que era injusto que yo ganara ya que fui parte de la organización del baile... Pero adivina qué. - Sonrió. - No me interesa lo que dicen los envidiosos.
El menor soltó una carcajada y Jackson pudo sentir su corazón latir fuertemente, pero lo ignoró dejando soltar un largo suspiro.
Los tres días que los dos chicos habían logrado alejarse de las clases se la pasaron saliendo juntos a diferentes lugares por la ciudad, con carcajadas y grandes sonrisas Jimin la pasó increíblemente bien.
Pero se encontraba aún más feliz cuando llegó a clases y lo primero que vio fue a Yoongi mirarlo desde el otro lado del edificio.
El mayor apretó sus labios nervioso y, con su mano temblando, hizo un ademán en forma de saludo al pequeño chico que lo miraba sorprendido.
Jimin miró a su alrededor, temiendo que estuviera saludando a otro y sus ilusiones fueran rotas rápidamente, pero cuando notó que nadie más miraba la ventana volvió a mirarlo sorprendido y se señaló.
Yoongi asintió confirmando que era a él a quién saludaba, y agradeció que estaban lo suficientemente lejos como para que no notara el nerviosismo que recorría todo su cuerpo.