Doce y punto. Era una mañana muy lluviosa como para ser verano, temporada de las famosas flores de cerezo, pero estas no se dignaron a aparecer. ____ cogió su abrigo de un color salmón bastante opaco, camino lentamente por el pasillo con sus zapatillas negras con rayas blancas que resonaban con cada paso; el lugar estaba desierto. Abrió la puerta de su salón para ver si encontraba algún alma, pero este también era un desierto, hasta que escucho un ruido proveniente de lo alto de los asientos, subio con cierta cautela y encontró a Park Jimin recostado en un banco, parecía estar en un sueño profundo, ____ sonrió por la extraña posición en la que Jimin yacia. Cuidadosamente se acomodó junto a él, no quería despertarlo, ya que este se pone de muy mal humor al ser despertado. Sin darse cuenta su mano se acomodo en los cabellos de Park Jimin, enredando sus sedosos mechones en sus menudos dedos,su corazón comenzó a palpitar con gran fuerza y su rostro se enrojecio. Posteriormente sus calidos dedos rozaron su sereno y palido rostro, su piel se encontraba fría y sus labios voluptuosos estaban blanquecinos, intento tocar sus labios pero acusa de esto recibió un pequeño y calido beso en su dedo índice.
-acaso,¿eres una pervertida?- dijo jimin con una sonrisa en su rostro y ojos somnolientos. ___ se estremecio e inmediatamente giro su rostro a otro lado.
- solo… estaba preocupada—dijo casi en un susurro. Sus mejillas todavía se encontraban rojas. Casi llego a maldecirse por tomar la decisión de tocar sus labios, pero no se arrepintió, al contrario, quería volver a tocarlo y observar ese fresco e impenetrable rostro, que ejercía en ella un dominio del que no se podía librar.
- vas a decirme que hacias tocandome o vamos a quedarnos como estatuas todo el maldito dia?- pregunto Jimin acomodandose en el banco y arqueo una ceja ocultando su sonrisa burlona. ____ dirigio su rostro hacía él y sus ojos se escontraron, sintió que esos rasgados e intensos ojos le estaban hablando; que esos labios que usaba para pronunciar su nombre le impedían quitar su vista de ellos . Por primera vez sintió sed de sus besos, querer acariciarle y hacer que todo su cuerpo le pertenezca; acompañar sus sueños y sus deseos.
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Capitulo apto para todos (?