Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(...

By yaclythx

137K 11.5K 2.8K

Cuando se habla de sarcasmo, humor negro, honestidad en su máximo esplendor, lenguaje hiriente y actitud desp... More

P E R S O N A J E S // P L A Y L I S T
1. last person I wanted to see
2. hate at first sight
3. an infinite hate
4. don't even think about it
5. karma is a fair b*tch
6. sweet as lemon
7. bad thoughts
8. improper proposal
9. my body is telling me yes
10. just another chance
11. naivy of the year goes to...
12. let's be honest
13. it's just a joke
14. it's the best for us
15. is anyone jealous?
16. pure evil
17. let's meet again
19. parents
20. what love means/final

18. no regrets

4.2K 330 119
By yaclythx

Estaba tan puto nerviosa últimamente.

Joder, si, que es bastante usual que lo esté, digo, para paranoica extrema estaba mandada a hacer, era normal en mi que me sintiera con los nervios de punta al menos una vez a la semana y por los asuntos más ridículos que se me podrían ocurrir. Así estuviese a punto de hacer la mierda más trivial de todas me ponía a temblar como caniche, una vez me puse inquieta porque una maldita paloma me estaba persiguiendo en la plaza mientras cuidaba de Danny. No faltaron miradas de pena y desdén de los transeúntes ingleses, ya me había acostumbrado a que me vieran así.

Podría llegar a asegurar que esa paranoia que siempre cargaba conmigo para todos lados y para cualquier cosa que fuese a hacer de la que no estuviese acostumbrada, se remonta a los días en los que Jungkook era un drug-dealer en Seúl y vivía con el miedo de que llegaran a mi apartamento a secuestrarme, violentarme o cualquier rollo extraño en el que mi hermanito se pudiera haber metido. Se intensificó con la enfermedad de mi madre y Hyebin siendo una fugitiva y alojandose en mi casa, me terminaron de traumar la pobre mente.

Ahora cargaba con las malditas secuelas a todos lados, me ponía nerviosa por toda mierda. Ahora mismo, estaba mordisqueandome el labio inferior porque iba en camino al conservatorio a llevar a Danny a sus clases de piano y era la primera vez que veía de nuevo a Yoongi -que bonito acostumbrarme a llamarlo por su verdadero nombre, joder-, después de lo que pasó en el apartamento de Hyebin.

Por otro lado, el notición de que mi cuñada estaba con siete semanas de gestación llevando un crío en el vientre que creó gracias a mi hermanito menor, era otra de las razones por las que estaba tan abrumada. Porque además, me había pedido que la acompañara a su primera jodida consulta con el ginecobstetra, maldición, me siento como si yo fuese el padre de esa criatura ¿Cómo no sentirme nerviosa? Capaz sea una mierda de hermanos que sienten lo mismo que el otro. ¿No? Se han visto casos.

Ambas razones podían darse la mano si discutieran sobre mi estado emocional actual, sin embargo, podía llegar a decir que la razón de Yoongi llevaba una ventaja considerable, en especial porque era la primera a la que iba a enfrentar. Caer en cuenta que iba a verlo conllevaban varias reacciones en mi cuerpecillo de caniche, la primera: Iba a querer besarle la boca allí mismo frente a todos esos niños a los que dejaría traumatizados si lo hago como quisiera hacerlo, y segundo: Tendremos que hablar ¿No? Íbamos a hablar, puede que no sea precisamente sobre nosotros pero igual tenía que compartir palabras con él.

Y después de aquel extraño pero funcional método para "conocernos de nuevo", sentía que muchas cosas cambiarían a partir de ahora entre nuestras usuales conversaciones.

Por alguna razón, si había algo que deseaba mantener intacto era lo bien que a veces nuestro sentido del humor compactaba entre sí. Quería poder seguir hablando con él trivialmente como lo hacíamos a veces, obviando claro está, las discusiones irracionales producto de aquellas diferencias de las que, por nunca habernos conocido bien, nunca pudimos dejar a un lado.

Hasta ahora. Porque gracias a lo que había ideado, esas discusiones iban a quedar en el olvido. Quería confiar en él, en su forma de ser honesto y sincero, en cómo buscó la manera de intentarlo por más resignado que se veía y en la forma tan apasionada y cargada de sentimientos con la que me besó.

No me iba a arrepentir. Y me aferraba con ansias a esa idea ya que jamás desde que lo conozco, había percibido esa transparencia en él.

Lo ví apoyado en el umbral de la puerta del salón mientras caminaba en su dirección con Danny tomando mi mano. Era bastante temprano, había venido con media hora de anticipación solo porque quería tener más tiempo para charlar con él o si no tendría que esperar en la tarde a que se desocupara y yo llegara de la cita al médico con Hyebin. El pobre Danny fue el que más peleó cuando lo levanté tan temprano, pero valió la pena el berrinche.

Dios, sabía que iba a sentir ganas de besarlo aquí mismo, y lo hubiese hecho si no fuera porque Danny estaba presente, así que solo me limité a sonreírle cuando él me guiñó el ojo una vez estuvimos a pocos pasos de distancia del otro. Me iba a matar, esos malditos gestos seductores me ponían de cabeza, odio que sea tan atractivo y yo no poder quejarme al respecto.

―¡Hola campeón! ―fingiendo ignorar mi presencia se agachó para quedar a la altura del niño y chocar los puños como siempre lo hacían para saludarse― Oye... Necesito que me ayudes en algo. ―le habló en voz baja pero aún así podía escuchar claramente qué decía―, estoy empezando a conocer a esta señorita. ¿Te parece si me dices alguno datos sobre ella? Tu que la conoces mejor que yo.

Danny me miró con una sonrisa maliciosa de niño demonio en su rostro y con emoción se llevó sus pequeños dedos al mentón mientras me observaba buscando cualquier dato que le sirviera a Suga. Sin embargo, según lo que le respondió a continuación, no ayudó demasiado.

―Se llama Heeyeon Jeon. Es mi niñera. ―me señaló con el dedo. Nuestra reacción fue reírnos al escucharlo.

―Genial, buen comienzo. ―expresó Yoongi mordiéndose el labio para no reírse más― Aunque eso ya lo sé.

―Tiene bonitas tetas. ―me tapé la cara por su jodida ocurrencia. No se le había olvidado esa mierda que Yoongi le había dicho meses atrás, y lo repetía como jodido loro porque sabía que me molestaba.

―¡Danny! Por favor. ―me quejé― ¿Qué te dije sobre repetir eso? Enano siniestro.

―Eso no lo dije yo, lo dijo el profesor Suga. ―señaló a Suga, quien agachó el rostro para ocultar la risa.

―Ni se te ocurra decir eso frente a tu mamá otra vez o te escondo la patineta.

―Olvida lo que dijo el profesor Suga, quiero datos que pienses tú, venga. ―agregó Yoongi dirigiéndose al niño nuevamente.

―Mmmm ¡Ya sé! Sabe cocinar, aunque a veces le falta sal a la comida pero dice que es porque le engorda. ―chasqueé la lengua. Este ser demoníaco tenía el don para dejar mal parado a cualquiera, y el desgraciado de Yoongi vaya que disfrutaba de ello.

―Amo a este niño.

―Otra cosa, mi mamá a veces la regaña porque se pone a cantar muy fuerte en la ducha cuando se queda con nosotros. ―volví a quejarme, e iba muy dispuesta a taparle la boca para que parara pero Yoongi lo alejó de mí para evitarlo― Entonces dice que suena como una urraca, no sé qué es eso, pero creo que suena muy feo.

―Danny es quien se va a encargar de hacer que deje de gustarte. ―le señalé con el dedo.

―Que va, es un niño honesto. Tiene futuro.

―Un niño normal dice cosas como: Mi niñera es genial, juega conmigo y me lee cuentos para dormir, no que canto como urraca ni que tengo miedo a engordar.

―¡Lo normal es aburrido! ―exclamó el enano como un grito de guerra.

―Genial, ahora es único y diferente. ¿Tu mamá también te dice que eres especial? ―negó con la cabeza.

―No, mi mami también dice que soy anormal. ―gritó aquello mientras corría por el pasillo a sentarse sobre su taburete.

―Estoy rodeada de gente rara. ―negué con la cabeza, viendo lo raro que era ese pequeño a veces. Lo quería ¿Para que decir que no? Le agarré un cariño gigantesco, pero así de gigantesco eran las ganas de querer callarlo a veces. Rodé los ojos cuando ví a Yoongi disfrutar de esta anormal escena.

―¿Cómo no? Si la primera anormal eres tú.

―Empezó cuando me junté contigo.

―Que va, ya eras así. Que te lo digo yo. ―los insultos en un solo respiro volvieron casi que por inercia, ese mecanismo ya era parte de nosotros, definitivamente. Reímos al caer en cuenta en aquel detalle.

―La mierda es involuntaria, creo que no podemos evitarlo, ya ni caso tiene.

―Lo sé. Es que tu aura me incita a hacerlo.

―Lo mismo digo. ―tomé sus mejillas en mis manos para obligarle a hacer contacto visual conmigo― A veces te veo a los ojos y pienso: Dios, que insultable sujeto.

―No te hagas, cuando me ves a los ojos solo piensas en lo irresistible que soy.

―Si, en lo irresistible que se ve tu carita para mis insultos.

―¿Te gustaría salir conmigo? ―solté su rostro con delicadeza, mirándolo como si tratara de averiguar si lo que dijo era en serio o era parte de nuestro mecanismo de insultos. Pero por como me miraba con esa característica expresión que usa para hablar en serio, supe que no bromeaba al respecto.

―¿Es una cita?

―No, Heeyeon, es que hoy es el día de salir con tu mascota, entonces tengo que llevarte a pasear.

―¿En serio? ―fingí sorpresa de forma exagerada― A ver ¿Qué correa te quedará mejor? ¿La azul cielo con broche de croqueta o la que tiene el cascabel?

―Me encantan estas, eh. ―tomó mis manos y comenzó a detallarlas― Se ven tan bien en mi cuello. ―solté una carcajada, vaya que esa no me la esperaba. La risa ni siquiera me permitió buscar una respuesta rápida de vuelta.

―Seras...

―Ponte linda. ―agregó― Aunque siempre lo estás, preciosa. ―rodé los ojos cuando me guiñó.

―No me vas a llevar a un motel ¿Verdad?

―Rayos, iba a ser sorpresa. ¿Ahora que hago con las cuerdas y los látigos?

―¿Has oído hablar del auto-amor? Hay tutoriales.

―Nah, yo no hago el amor. Yo follo, duro. ―fingí tener arcadas al escuchar esa "frase" tan citada vergonzosamente hace años.

―Dios...me has traído recuerdos del 2014 cuando estaba de moda esa mierda. ¿Puedes creer que soñaba con ser la sumisa de Grey?

―Pues, enhorabuena. Ya podrás cumplir tu sueño, no soy tan millonario como Grey pero si guapo, y en realidad, yo si hago el amor. ―puse mi mejor cara de disgusto, aguantando las ganas de reírme.

―Te has vuelto más cringe que de costumbre. ¿Debería preocuparme? ―chasqueó la lengua, soltando un lamento corto luego de esto.

―Ya no se puede ser romántico sin dar cringe, jodidos millennials. El romance en las generaciones del siglo pasado era el verdadero romance.

―Si ¿No? Te bañabas una vez al año y te morías de peste bubónica a los veintiuno, pero al menos todo era muy romántico.

―El amor era más importante que la higiene personal y las pandemias, eso es lo que se valora. No como ahora, ahora solo piensan en cosas indecentes. ―exageró el gesto de indignación.

―Mira quien lo dice. En fin ¿Me dirás a dónde me piensas llevar?

―Ya te lo dije, es una sorpresa.

―Yoongi, no soy persona de sorpresas ¿Sabes? No puedo cargar con la incertidumbre encima. ―negó con la cabeza.

―La vas a arruinar, quiero que sea especial. ―lo mire con los ojos enarcados, con cierta sospecha.

―No te creo. No pareces de ese tipo.

―Pues no me conoces lo suficiente, acuérdate. ―cierto...el jueguillo de conocernos. Aún seguía en pie así que debía seguir el ritmo de este para que todo pueda transcurrir mejor. Había funcionado, vaya que lo había hecho.

―Es verdad. ―alcé las manos en señal de paz― Vale, entonces será sorpresa. ¿Debo hacer algo en especial?

―Nada, es más, si quieres te vas así como estas ahorita. ―fingí indignación ante la descarada crítica a mi outfit.

―¿Que tiene de malo mi outfit de niñera?

―Heeyeon, son Crocs.

―Las Crocs son las prendas más multifacéticas que he usado en mi vida. ―era la defensora número uno de las Crocs y lo seré hasta la muerte.

―...con jeans bota campana. ―alli no podía refutar de vuelta. Tenía razón, la combinación era pésima. No sé en qué diablos pensaba cuando combiné dos piezas tan opuestas.

―Fue lo primero que encontré, venía tarde. ―me excusé con esa mentira tan obvia, en realidad era que la costumbre de sobre pensar no me permitió ser racional con mi ropa― Vaya, es por esto que me miraban raro en el subterráneo.

―Pobre Danny. Entonces ¿Paso por ti a las seis? ―me miró con una ceja alzada.

―Bien. Antes debo acompañar a Hyebin a una consulta con su gineco obstetra ya que Jungkook no puede, por su trabajo y porque le tiene miedo a los hospitales el muy cobarde.

―Cómo no le dió miedo meterla sin condón. ―asentí de acuerdo.

―Hombres.

―Que incómoda situación, aún es raro asimilar que mi hermanita menor tendrá el vientre hinchado en unos meses.

―Lo sé, prácticamente la vi crecer, ni hablar de Jungkook. ―pero ni nos poníamos a llorar de nostalgia al asimilar lo mucho que han crecido estos dos, íbamos a terminar lloriqueando frente a todos los niños. Además, ya faltaba poco para la hora de entrada, era mejor que me vaya despidiendo― Oye, ya se hace tarde, debo irme. ―asintió, suspirando.

―Nos vemos en la noche.

―Seguro. ―hice ademán de irme, girando lentamente sobre mis talones para ver si le daba tiempo de detenerme para ver si se acordaba de lo que yo si me había acordado.

Y en efecto, no tardó mucho en hacer que me detuviera.

―Oye...

―¿Mmh? ―giré mi rostro para verlo a los ojos.

―¿No se te olvida algo?

―¡Claro! ―exclamé en voz alta, ―sonreí con picardia, para luego, hacer lo que se me "había olvidado hacer"― ¿Cómo pude haberlo olvidado? ¡Nos vemos mañana, pequeño demonio! ―le di un tierno beso en la coronilla al niño― Pórtate bien ¿Okey? ―Yoongi me miraba con una sonrisa de derrota en su rostro, como queriéndome decir: "Caí, Heeyeon, me tienes"― Ahora sí, adiós.

―Ah, como te encanta ver el mundo arder. ―pero no me permitió irme como había planeado hacerlo, su mano sostuvo mi muñeca con delicadeza atrayendome consigo, llevándome hacia la zona que de hallaba fuera del alcance visual de los niños en el aula para, sin preámbulo alguno, besar mis labios con serenidad.

Por supuesto, aunque había hecho como el que no quiere la cosa, por dentro estaba muriéndome de ganas por besarlo desde que puse un pie en este sitio. Es por ello que ahora que tengo la grata oportunidad de hacerlo, no tardé en corresponderle y saborear esos suaves labios que se carga.

Espero que a ningún representante se le ocurra la grandiosa idea de acercarse a esta zona porque me iba a cabrear, cualquiera que osara interrumpir este momento tan maravilloso, iba a terminar insultado sutilmente por mi.

Deposité un último beso suave y sutil sobre sus entumecidos labios producto de una larga sesión de pasión para despedirme finalmente...algo me decía que debía guardar energías y no arruinar la emoción para esta noche.

―Portate bien tu también.





***




Me siento como adolescente enamorada. Y esta vez, no me disgusta en lo absoluto.

Y es que... ¿Cómo se supone que deba sentirme después de que Yoongi se haya convertido en la mejor cita que he tenido en mi vida entera?

Cuando conocí a Yoongi y decidí juzgarle por su apariencia y actitud, crei que era del tipo que te pedía pagar la mitad de lo que hayan consumido en la cita, se la pasa metido todo el puto rato en el móvil y quiera tomarse fotos contigo para subirlas al Instagram con el propósito de provocarle celos a su ex.

Cuando conocí a Yoongi, jjamás pensé que este chico en realidad fuera del tipo que te lleva a un bar sencillo, te pide que te sientes en una mesa cercana al escenario, se sube a este, empieza a tocar estupendamente como todo un maldito profesional musical ese piano, y que además...rapee una canción tan etérea, sublime y profunda, con una letra increíble que te llegaba a lo más profundo del corazón, mirándote directamente a los ojos en todo momento. Para cuándo finalizara ese espléndido performance, se acercara a ti y te plantara un beso cargado de afecto sin importarle tener una cantidad considerable de espectadores que me aplaudieron al hacerlo.

Lo feliz que estaba de haber conocido a ese Yoongi no se comparaba con nada, no entendía cómo era posible que este chico fuese el mismo tipo que me propuso tener sexo casual de la nada mientras me llamaba "bruja" a cada dos por tres. ¿Son acaso el mismo o es que todo ese tiempo tuvo un demonio interno manejandolo y escondiendo al Yoongi romántico y apasionado de ahora?

Había tenido la cita más puto romántica que he podido desear alguna vez. Aún cuando ni siquiera sabía que deseaba tenerla. No podía ni siquiera enumerar las veces en las que me sentí como en un cuento de hadas, porque para ponerle otro altar, se había comportado como todo un caballero. Y me sorprendía tanto su cambio, su avance, su progreso, su intención y su esfuerzo, que por momentos tuve el infinito deseo de llorar de orgullo. Dios, lo estaba intentando y eso me conmovía en demasía.

Lo mejor de todo es que ese intento conseguía en mi las sensaciones más positivas de todas. Me imaginaba una relación con esta versión de él y solo podía caer en la conclusión de que...era justamente lo que buscaba. Justamente lo que quería. Justamente lo que obtenía.

Es por ello, que no me disgusta la sensación que cargo conmigo desde que lo ví tocar el piano y dedicarme esa actuación tan fascinante, al contrario, es una sensación que me encantaría tatuarme para que perdurara eternamente. Su mano seguía entrelazada con la mía y mientras caminábamos en dirección al apartamento porque por razones obvias, quisimos volver así, solo podía pensar en que:

Mierda, quiero pasar el resto de mi vida con este ser.

Tal vez ya estaba haciéndome toda una maldita película, pero por primera vez en mucho tiempo no tenía miedo de hacerlo. No me sentía abrumada por la sensación que me embriaga en este instante, no me sentía demasiado entregada a algo que no pudiera ser recíproco ya que me sentía correspondida en cada acción. Me sentía bien...me sentía cómoda.

Y eso era lo que siempre buscaba con él.

Comodidad. Seguridad.

No quería arrepentirme. Y por los pequeños pasos que dábamos, parecía que el arrepentimiento terminaría siendo una reacción ajena en este vínculo que apenas empieza a formarse.

―Este es el momento en el que yo debería de decirte "Oh, debo irme, se me hace tarde". Y tú dices: "¡Qué va! Pasa, siéntete en casa" Y luego te respondo: "Lo siento, preciosa, pero a la medianoche se acaba el hechizo", después me respondes "No importa, yo te quiero con todo y tus demonios". ―solté una sonora carcajada cuando lo escuché decir todo aquello mientras abría la puerta del apartamento.

―¿Cuántas fanfics te has leído? ―cuestioné después de recuperarme de la risa.

―¿La fanfic de t/n más el cepillo Colgate tres sesenta cuenta? ―preguntó con una seriedad tan impresionante que cualquiera creeria que hablaba en serio.

―¿Todavía lo preguntas?

―Entonces más de diez. ―negué con la cabeza.

―Ya pasa, Yoongi. No hallas como hacer para autoinvitarte. ―cuando entramos y Vi que la luz de la habitación de Jungkook y Hyebin estaba encendida, supe que los dos futuros padres estaban aquí― Esta vez no estamos solos.

―¿El embarazo los hizo recapacitar y ya no malgastaran en moteles sino en pañales y fórmula?

―Parece chiste, pero es anécdota. ―respondí, quitándole el abrigo para colocarlo en el perchero― Ya son chicos maduros, quieren darle un buen ejemplo al fetito y qué mejor que una buena administración financiera para empezar.

―¿Soy el único al que le emociona ser tío? ―me siguió hacia la cocina cuando me dispuse a servirme un vaso de agua

―¿Cómo crees? Yo estoy que grito, no sabía que quería ser tía. Espero ser la tía genial que le da dulces a escondidas y le enseña malas palabras. ―bufó, apoyándose sobre la encimera de la cocina y viéndose extremadamente atractivo en esa posición. Dios ¿Desde cuándo cada maldita cosa que hace me parece tan sexy? Si se cruza de brazos voy a tener que besarlo, porque vaya que aquello le ganaba.

―Lo siento, querida, pero ese seré yo. ―pero la que se cruzó de brazos fui yo, frente a él, mostrando mi mejor expresión de desafío.

―¿Ya empezaremos a pelear por familiares como cuando peleamos por Hyebin hace años? ―alcé la ceja ante el gesto de indiferencia que me ofreció.

―No descarto la posibilidad de que me ponga celoso si le veo preferirte a ti que a mí. Por cierto, espero sea niño.

―Va a ser niña, que te lo digo yo. ―me di toques en el pecho para demostrar seguridad― Tengo un radar para eso, es como mi radar de gays pero está vez, radar del sexo de bebés en gestación.

―¿Te he dicho que a veces suenas tercermundista?

―Bueno, vengo de un barrio de mala muerte de Corea y un hermano ex drug-dealer, que no te sorprenda. ―esta vez lo hice reír yo a él― Por cierto, empezaré a discutir a propósito con Hyebin, quiero que la bebé se parezca a mi. ―puso una expresión de disgusto.

―¿Ves? Hasta parecer orgullosa. Es demasiado tercermundista creer en el mito de que el bebé sale parecido a la persona con quién más discute la madre. ―chasqué la lengua.

―Como sea, Yoongi. Te jode darte cuenta que seré la tía más cercana.

―Ya lo veremos.

Después de un silencio de varios segundos en el que me concentré en secar mis manos sobre el paño de la cocina después de lavarlas, sentí sus brazos rodear mi cintura desde mi espalda y apegar su cuerpo al mío transmitiendome esa calidez tan sublime que me maravilló de forma extrema, tanto así, que inercialmente mi espalda se arqueó con ligereza gracias a ese escalofrío que me provocó. Sensación que se intensificó el triple cuando comenzó a susurrar con esa voz grave y sensual que se carga.

No cabe duda de que la tensión sexual que hemos venido experimentando desde hace meses lo que hace es progresar y avanzar cada vez más.

―Oye... ¿Fui una buena cita o ya no me llamarás para la próxima? ―sonrei, mientras me mordía el labio inferior al sentir sus manos acariciar mi cintura, sintiendo su respiración provocarme cosquillas sobre la piel de mi cuello.

―Fuiste un once de diez, la verdad. ―respondí, girandome para quedar frente a él. Para que la posición en la que estábamos se hiciese más cómoda, me subí a la encimera y permití que se situará sobre el espacio entre mis piernas― Se vio el esfuerzo...fue maravilloso. Ahora quiero que rapees y toques el piano para mí veinticuatro siete. ¿Crees que puedas? ―lo miré con súplica, mientras acariciaba su mandíbula con mis dedos― Te compraría té de jengibre para que no te duela la garganta.

―Con tus besos remediarias mi dolencia. ―mordí mi labio inferior al escucharlo.

―Uh, que poético. ¿Empezamos el tratamiento de una vez o...?

Ni siquiera me permitió terminar la frase cuando sus labios besaron los míos de una forma tan suave que hasta me desesperó.

Por un momento, caí en cuenta de que estábamos en la cocina del apartamento, y si en cualquier momento la habitación de Jungkook y Hyebin se abre, nos podrán ver en esta situación y en esta posición tan comprometedora como la vez pasada y morirnos de la vergüenza todos. Pero mierda...detener sus besos cuando lo estaba haciendo tan satisfactorio y tan placentero, iba a resultar tortuoso.

No hacia falta que me besara por un largo rato para yo comenzar a sentir ese afán por avanzar y avanzar sin dar ni un puto paso atrás, las sensaciones que Yoongi me provocaba eran otro nivel, las sentía todas y cada una a flor de piel, casi que podría palparlas si esto fuese posible.

Cuando sus dientes acapararon mi labio inferior y lo mordió con sutileza, supe que no podía más... necesitaba que esto fuese en ascenso de una vez por todas. Es por ello, que me aleje de él para detener el beso y poder bajarme del mesón de la cocina. Él me miró algo confundido cuando me vio hacer esto, pero enseguida captó mi señal cuando tomé su mano y lo dirigí conmigo hacia mi habitación.

Juro que la sonrisa ladina que se le formó en el rostro fue un turn-on inmediato. Sabía que Yoongi había estado deseando esto desde hace mucho, y hasta llegaba a sorprenderme lo drástico que había sido todo en estos días, habían ocurrido cosas que la antigua Heeyeon nunca se hubiese esperado. Ya no solo era el embarazo de Hyebin...

Era también, acceder a la propuesta indecente de este hombre.

Ya no sería tan indecente, quiero decir, ahora sería algo que cualquier pareja haría aunque técnicamente no hayamos formalizado nada aún, sin embargo, no podía dejar de pensar en lo tentador que resultaba hacer lo que tanto habíamos fantaseado cuando si era indecente.

Cerré la puerta de mi habitación con seguro una vez los dos entramos. Y ni tiempo le di de conocer mi espacio porque el deseo interno y carnal de besarlo nuevamente se lo impidió. Mis labios y los suyos se encontraron de nuevo, fusionandose con profundidad mientras mis manos desesperadas se dirigieron a sus pecho, dónde después de acariciar la superficie, empecé a desabotonar su camisa con una lentitud tortuosa.

―Vaya...ni siquiera un: Bienvenido a mi habitación, Yoongi, puedes conocerla con confianza.

―Conoceme a mi, mejor.

―Dios, eso me ha prendido como no tienes idea, Heeyeon.

Su boca dejó de besar mis labios para ahora dirigirse hacia mi cuello, dejando un rastro de besos sutiles que me generaron una sensación similar a una corriente eléctrica que viajó desde mis pies hasta mi cabeza. Sentir sus labios consentir esa zona me hizo un mar allí abajo, especialmente porque sus manos estaban ayudando a que todo fuese más excitante acariciando mi cintura y apegándome a él.

Tuve que cerrar los ojos y disfrutar aquella sensación al máximo, era tan placentero que hasta me asombraba caer en cuenta el hecho de que apenas estábamos empezando. Si esto seguía por el mismo camino, las cosas serán un éxito total.

Cuando mis dedos desabotonaron por completo su camisa, me di la libertad de acariciar la piel de su pecho. Estaba sudando, y aquello lo hacía aún más atractivo. Así que, dejándome llevar y mandando a la mierda todos los filtros o las restricciones, empecé a desabrochar su cinturón. Él, apenas se dió cuenta de este detalle, hizo lo mismo que yo al deshinibirse y comenzar a subir mi blusa. El escalofrío que me transmitió al tocar directamente la piel de mi cintura fue tan fuerte que involuntariamente he jadeado debido a esto.

Mierda, apenas vengo a recordar que la habitación de Jungkook y Hyebin quedaba justo a la lado de la mía, por ende, todo ruido que hiciéramos podría ser escuchado por ellos teniendo en cuenta lo finas que son las paredes de las casas de aquí. Maldición, ahora no los culpo, ya veo por qué preferían pasar la noche en otros sitios...

―Oye... ―susurré en su oído una vez apartó mi camisa

―¿Mmh?

―No vayas a hacer mucho ruido.

―Que putada. Esperaba escucharte y deleitarme auditivamente cuando todo llegue a su punto cumbre.

―Uy, pero qué confiado. ¿Debería tener las expectativas altas?

―Eso se demuestra con hechos, preciosa. No con palabras.

Dios ¿He dicho ya lo excitante que era su voz ronca y grave cuando susurraba? Si pudiera mencionar un sonido más placentero que el ASMR, debería de mencionar esa voz tan sensual que se carga. Además, el que me llame "preciosa" siempre me vuelve loca.

Mientras volvíamos a besarnos apasionadamente, acerqué mi pelvis a la suya porque sabía que iba a sentir las señales de lo mucho que estaba disfrutando esto. Y, en efecto, así fue. Apuesto que estaba siendo tortuoso para él, en especial por lo evidente que se sentía esa dureza, así que para aliviar un poco esa sensación tan desesperante, llevé mi mano hacia su zona íntima y acaricié sobre su pantalón ese bulto tan notorio que tanto ansiaba ser atendido.

Tuvo que dejar de besarme porque un jadeo se escapó de su boca al sentir mis caricias, parecía estar tan sensible ya que apenas lo estaba tocando, y aquello me dió a entender cuánto había estado deseando esto.

Acaricié de arriba a abajo, haciendo movimientos circulares con mis dedos, provocando en él un placer monumental de acuerdo a sus reacciones. Mordió su labio inferior cuando las caricias se volvían cada vez más desesperantes para él, y para darme a conocer lo mucho que lo estaban desesperando, empezó a desabrochar su pantalón. Siendo esta, una forma de pedirme más...mucho más.

Pero en vez de darle más, lo que hice a continuación fue darle la espalda. El hecho de tener un espejo grande de cuerpo completo me dió una idea maravillosa, así que eliminando nuevamente la distancia entre los dos, permití que mis glúteos chocarán contra su intimidad, apoyando mis codos sobre mi encimera moví un poco mis caderas logrando que la fricción siguiese haciendo de las suyas allí.

Sus manos se dirigieron a mi pecho cuando esto sucedió, ya me había apartado la blusa así que lo hacía por encima de mi sostén, el cual no tardó demasiado en apartar con una facilidad que me maravilló. Sus masajes en mis senos fueron increíbles, los tocó sin ser brusco ni rústico, los tocó como quien tocaba un tesoro, los acarició como si fuesen una delicada reliquia, y agradecí enormemente aquel detalle tan considerado. Todo esto, mientras yo seguía moviendo mis caderas y la fricción lograba encendernos aun cuando parecía imposible.

Lo miré directamente a los ojos a través del espejo, y vaya hecho para excitante fue aquel contacto visual tan fogoso, estábamos que echabamos chispas a través de nuestra vista, era una mirada que no sabía que deseaba tanto presenciar hasta ahora.

Su boca se acercó a mi cuello nuevamente, manteniendo la posición de espaldas y las caricias a mi pecho, sin embargo, esta vez decidió ir más allá. Y descendiendo una de sus manos con lentitud y delicadeza, recorriendo mi abdomen y rozando mi piel en el camino, llevó sus dedos al interior de mi falda. Mi ropa interior no lo detuvo, pues cuando alcanzó la zona que tanto buscaba, la hizo a un lado y se abrió paso con ayuda de sus hábiles dedos.

Tuve que cubrir mi boca cuando rozó aquel punto tan sensible con su índice y su medio ya que si me dejaba llevar por el placer que eso me provocó iba a soltar un gemido que no tardaría en ser percibido por mi hermano y mi cuñada en la otra habitación. Recorriendo de arriba a abajo mi feminidad con una suavidad que me hizo temblar, lo ví morderse los labios cuando notó lo húmeda que estaba, dándose cuenta de que todo eso lo había provocado él.

Estuve a punto de querer matarlo cuando sacó su mano de allí y se alejó un poco de mi después de varios segundos de estímulo, mi desagrado fue tan efímero como un parpadeo cuando me hizo encararlo, tomó mi mentón entre sus dedos y después de darme un beso tierno en los labios, dijo lo siguiente:

―Acuéstate.

Por la santa madre, no sabía que una simple palabra me haría temblar de tal forma. Así que para disimular ese temblor, comencé a quitarme la falda, imaginando mil y un posibilidades cuando me pidió acostarme que no tardé ni un segundo en hacerle caso, acostándome boca arriba sobre mi cama y mirándolo desde mi perspectiva solo podía pensar: ¿Siempre ha sido así de atractivo?

Me excitó más pensar en lo dominante que estaba siendo y dios, no pude evitar el dar en mi lema favorito "sumisa solo en la cama". Era una maravilla pensar en que en los próximos minutos, él tomaría las riendas de esto y me hará tocar las puertas del paraíso mismo.

Cuando se inclinó hacia mí después de haberse terminado de quitar su camisa y apartarse los pantalones dejando a la vista un boxer azul marino sorprendentemente elegante, comenzó a deshacerse poco a poco mi ropa interior. Alcé mis caderas para facilitarle el proceso y permití que me observara con esa mirada desbordante de deseo, mi cuerpo entero y todo lo que aún le faltaba por conocer. Estaba sintiéndome toda una puta diosa mientras me miraba asi, como si quisiera hacerme un monumento.

Lo ví extraer un condón del bolsillo de su pantalón y grité interiormente cuando me di cuenta de que no iba a tener que caer en el puto martirio de recordárselo, pues él mismo lo había hecho. Dios ¿Estoy yo viviendo una fantasía o esto es tan maravillosamente real?

Cuando pensé que la fantasía que estaba viviendo no podía ser más irreal, en vez de colocarse el preservativo para empezar con la faena que tanto estaba esperando, hizo algo aún mejor. Tanto...que esta vez, el monumento se lo iba a hacer yo...

Su rostro se acercó a mi intimidad después de ayudarse con sus manos a abrir mis piernas y colocarlas debajo de mis muslos para abrirse camino con más facilidad. No me esperé en lo absoluto que hiciera algo así pero...joder, que no me molestó para nada, al contrario, estaba que me moría. Creo que...era la primera vez que sentía tales cantidades de placer en una noche así...

Después de besar mis muslos y mi ingle, al momento de sentir su boca besar mi sexo, arqueé mi espalda y mordí mi labio para evitar emitir cualquier sonido peligroso. Estaba siendo tan difícil no gemir que mis manos tuvieron que apretar mi edredón con fuerza para poder contenerme, jadeé con una satisfacción descomunal, la manera en la que recorría todo con su lengua fue un nivel más allá...rebalsó mis expectativas e incluso, creó un millón él solo. Las cuales, obviamente, todas las cumplió.

Alcé mis piernas y empujé mis caderas cuando sentí que su lengua estaba haciéndome maravillas allí, se ayudó un poco de sus dedos para consentir mi interior y estimularme aún más, estaba matándome este hombre. Y si seguía en ese ritmo iba a lograr hacerme venir en cualquier instante. En un momento gemí algo fuerte, y me importó una mierda si me escucharon en la otra habitación, ya estaba comenzando a entrar en la fase de todo me la suda, esto era más importante que mi moral en las próximas horas.

Lo tortuoso que se sintió cuando se apartó fue tan desesperante, dios, estuve a nada de llegar a un orgasmo si no fuese por esa detención. Sabía lo que planeaba hacer a continuación, así que cuando tomó el preservativo, se lo aparté de sus dedos porque tenía mejores planes para él.

Yo misma me encargué de bajar su ropa interior aprovechando la posición en la que estábamos, observando esa imagen tan gloriosa y teniendo fantásticos flash backs de cuando lo ví por primera vez en el baño de su casa por accidente. Esta vez, lo tenía a mi disposición, a mi alcance...y podía tocarlo lo mucho que quisiera, las veces que quisiera y cuánto quisiera.

Antes de usar el preservativo, lo sostuve entre mi mano y empecé a estimularlo suavemente, apretando solo un poco mi mano alrededor de su dureza, sacándole un suspiro profundo y sonoro. Moví mi mano de arriba a abajo, facilitando el roce por la humedad cuando me ayudé de mi pulgar haciendo movimientos circulares en la punta de su sexo.

―Mierda... ¿Cómo cojones no voy a hacer ruido, Heeyeon?

―Con lo mucho que quisiera escucharte.

―Date la vuelta. ―y como si fuera la orden del rey, lo hice enseguida.

Me coloqué boca abajo sobre la superficie de mi cama, colocando una de mis almohadas en mi pelvis para poder darle una mayor facilidad, abriendo mis piernas en el acto. Escuché el envoltorio del condón ser manipulado y a los pocos segundos, lo sentí colocarse encima de mí, con sus brazos a mis costados y sus piernas entre las mías. Alzó un poco más mi cadera con ayuda de una de sus manos colocándola sobre mi vientre y con una facilidad impresionante, comenzó a entrar en mi, lenta, suave y sutilmente.

Sus labios estaban besando mi espalda mientras se adentraba aún más, cuando lo hizo por completo, los dos jadeamos al unísono. No me tardé en acoplarme a su grosor, alzando mi cadera aún más para que las embestidas fuesen menos laboriosas para él. Escucharlo gemir suave y casi en un susurro sobre mi oído fue un plus total, la sensación de tenerlo dentro de mi y aquel gesto fueron una fusión increíblemente fascinante, se movió suave al principio, pero a medida que las cosas comenzaban a alcanzar niveles más avanzados, me penetraba con más ferocidad. Rozando en varias ocasiones mi punto g.

Estábamos enfocándonos mucho en no gemir alto, pero si Jungkook y Hyebin no nos han escuchado hacerlo, seguramente ya habrían oído que estábamos aplaudiendo y no precisamente con las manos. No podía creer lo deleitante que resultaba sentir sus suspiros, sus jadeos y sus descargas de placer chocar contra mi cuello, era una de las sensaciones más agradables de todo lo que habíamos hecho. Más allá del acto en sí, sus reacciones me estaban generando una abismal complacencia.

En este momento estaba admirando lo firme que fui al principio, lo decidida que llegué a ser. Esperé el momento indicado y ahora lo estaba disfrutando al máximo, estaba feliz de haber tomado esa decisión ya que lo más increíble de todo era que en los próximos minutos, en vez de arrepentirme como tanto llegué a temerlo, solo estaré esperando con ansias a que llegue la próxima ocasión.

Podía sentir como estaba acercándose cada vez más al climax con sus embestidas y el resto de acciones gratificantes que me estaba ofreciendo, pues para ayudarme a que fuera aun más satisfactorio para mí, llevó sus dedos a mi intimidad y comenzó a estimular también mi otro punto de placer. Oh joder, todo un profesional en la materia del placer femenino ¿Estaba yo ganandome la lotería? Porque vaya que me siento como si lo estuviera haciendo.

No podía contenerme más, estaba empezando a convertirse en una sensación insoportable el no poder dejar fluir el goce que estaba experimentando. Ni siquiera morder mi almohada iba a poder ahogar ese orgasmo que estaba acercándose cada vez más.

Cuando mis oídos captaron ese gemido ronco y profundo después de embestirme ferozmente por última vez, me fue imposible seguirlo obstaculizando, deje escapar ese deleite con soltura haciendo a un lado el pensamiento de que mi hermano y mi cuñada me iban a caer encima en las próximas horas por tal espectáculo que estaban presenciando.

Sentí como se tensaba mientras gemía suave y lentamente sobre mi cuello mientras yo lo hacía al unísono y me contraía alrededor suyo, sintiendo los vestigios de satisfacción irse poco a poco para convertirse ahora en una relajación colosal. Qué experiencia más maravillosa el simple hecho de saber que aquel placer que experimentaba era gracias a ti misma.

Salió de mí a los pocos segundos, acostándose a mi lado con los ojos cerrados, la piel ruborizada y sudor recorriendo la zona de su cuello y pecho, respirando agitadamente y viéndose increíblemente atractivo de esa forma. Apoyé mi cabeza sobre mis brazos y permanecí en esa posición observando lo que acababa de provocarle. Sus ojos me miraron poco después, extendiendo su brazo para invitarme de forma no verbal a que me recostara sobre su pecho, acción que no tardé en hacer después de darle un beso en los labios que se sintió románticamente tierno.

Sin embargo, todo lo tierno se fue al caño cuando escuchamos golpes al otro lado de la pared que daba hacia el cuarto de Jungkook y Hyebin, la calma fue reemplazada por una vergüenza infinita. Dios mío, nos habían escuchado ¿Y qué diablos esperabas, Heeyeon? Si estabas retorciéndote de placer siendo todo menos discreta. Tapé mi boca para ahogar una risa, viendo que Yoongi pasaba su mano por su rostro pareciendo tan avergonzado como yo, mordiéndose el labio para no reírse también.


―¡Bajenle el volumen, puercos! ―escondí mi rostro sobre su pecho cuando escuché a Jungkook vociferar aquello desde su habitación, sintiendo la sangre de mi rostro hervir de la pena. La carcajada de Yoongi me hizo gracia también, pero el puto bochorno de que mi hermano me ha escuchado gemir opaca la gracia. Mierda, lo que me espera mañana.

―¡Lo siento! ―exclamé en voz alta― Okey, definitivamente fuimos demasiado ruidosos.

―Joder, que puta vergüenza. ―añadió Yoongi entre risas que terminó contagiandome.

―Siento no haber podido contenerme, es que... ―suspiré antes de proseguir―, lo hacías tan bien. ―atrapó su labio inferior levemente enrojecido entre sus dientes al escucharme confesar aquello.

―Y dime... ¿Te arrepientes? ―sonreí con socarronería, acariciando con mi dedo pulgar su labio inferior sutilmente.

―Me arrepiento de no estar en el cuarto de un motel cinco estrellas, de eso es lo único que me arrepiento. ―reímos.

―¿No te arrepientes de haberme hecho esperar tanto? ―hizo un puchero, haciéndose la víctima mientras cuestionaba aquello con voz ronca.

―Para nada, de eso estoy hasta orgullosa.

―Pues gracias por hacer que la espera valiera la pena.

―De nada, querido. ―para "compensarlo" le di un beso suave pero profundo que duró varios segundos. No me cansaba de besar su boca, dios, era la sensación más puto gratificante de todas las sensaciones que experimentaba después del sexo, besarnos de esta forma me daba a entender que aún cuando ya pasó el climax, el deseo entre ambos seguía latente.

―Ahora ¿Quién es tu rapero underground favorito? ―lo mire algo incrédula, pues preguntó eso poco después de liberar sus labios para poder hablar, tomándome por sorpresa― Venga...

―¿Qué?

―Tu charla post-sexo, no me digas que se te había olvidado. ―abrí la boca, sorprendida. Joder, no puedo creer que se haya acordado de eso y yo...yo solo estaba pensando en mil formas de seguir besándolo. Así de jodida me tenía este hombre. Reí cuando lo recordé, sin poder evitar sentirme algo conmovida, me daba tanto gusto que se acordara de tal detalle.

―Joder...yo... ―la confusión y todo su puto ser me tenían casi que sin palabras― Bueno, es Simon D. ―chasqueó la lengua, gesto que me hizo reír― ¿Esperabas que dijera que lo eras tú? Venga, hombre, Simon D es Simon D.

―Al menos me tranquiliza saber que Simon D no puede besarte como lo hago yo, así que...no hay problema, sigue escuchando su música. ―solté una carcajada más fuerte, negando con la cabeza.

―¿Te vas a poner celoso por un artista? ¿Es esa una red flag?

―No, soy más atractivo que él así que no estoy celoso. ―rodé los ojos, sabía que estaba bromeando. Aunque no del todo, ya que en este momento, Yoongi me parecía el ser más jodidamente atractivo del universo, esa parte de mi que estaba mega colada por él estaba que le respondía: Tienes toda la razón, mi rey.

―¿Cómo haces para verte tan bien después de tener sexo? Siento que yo me veo como si me hubiese pasado un tornado por encima.

―¿Qué dices? ―comenzó a acomodar mi cabello por detrás de mis orejas de forma tierna― Despeinada y todo sigues viéndote preciosa. Además, estás sonrojada y eso te hace ver tierna. ―chillé, escondiendo mi rostro entre el hueco de su cuello y hombro.

―Creo...que eso es lo más lindo que me ha dicho una pareja sexual. ―soltó un jadeo ahogado.

―¿Una pareja sexual? ¿Debería sentirme usado?

―¿Cómo debería considerarte entonces? ¿Somos más? ―levanté mi cabeza enseguida, mirándole con una ceja alzada.

―Heeyeon, soy lo que tú quieres que sea, si tú quieres que sea Shrek pues perfecto, eso seré. ―después de varios segundos en los que me dediqué a verle directamente a los ojos, meditando sobre si preguntarle o no preguntarle lo que sus palabras me han hecho pensar, pensé en precisamente eso... ¿Deberíamos considerarnos más a partir de ahora? Es por ello, que decidí no darle más preámbulos y preguntarle cómo si fuese cualquier cosa:

―¿Quieres ser mi Shrek? ―sonrió con calidez ante mi pregunta.

―¿Si te pregunto si quieres ser mi Fiona no te vas a molestar? ―rei.

―Serás imbécil. Fiona es fabulosa, así que si, quiero ser tu Fiona.

―Hablando en serio. ―tomó mi rostro entre sus manos para preguntarme lo siguiente― ¿De verdad quieres...ser mi novia, Heeyeon? ―suspiré cuando me di cuenta de que no dudé ni un jodido segundo aquella respuesta, hecho me hizo caer en cuenta que: Heeyeon, querida amiga, considerate ya la simp de este ser.

―Si quiero, Yoongi. Por supuesto que quiero. ―sus labios besaron los míos por un efímero momento, fue un beso corto pero tan significativo que estoy segura de que nunca voy a sacarlo de mi mente y de mi memoria― ¿Te acuerdas cuando te dije que cuando dejaras de pensar con el pene podría decirte que me gustabas?

―Cómo olvidarlo.

―Me gustas, Min Yoongi. Me fascinas. Y me fascina aun más el hecho de que puedo decirlo sin arrepentirme.






~~~~~

Dude

Ha sucedido. Por fin.

SON NOVIOS ESTOS DOS WEYES. JDVDKDVIDVXKXHDKDHIDVFKF

Soy el tipo de autora que cuando termina de escribir un capítulo, se mete en el papel de lectora a fondo y empieza a emocionarse como si no hubiese sido yo la que lo escribí.

QUIERO LLRAR. Esta vaina ya casi está en su recta final, mai Friends, ya nos acercamos al final bbs. 🥺😭 Ya siento la nostalgia acercarse.

No tengo mucho para decir hoy, bbs, me muero del sueño pero no quería irme sin antes actualizar 🥺🥺 además, me siento muy feliz porque últimamente tengo mucha más inspiración y más tiempo para escribir. Prendan una velita para que esto siga así y pueda considerar el 2022 como mi año de autora ♥️✨ manifestanding✨♥️

Espero les haya gustado!!!! Las quiero un mundo 🥺😭 gracias por tanto. YA CASI LLEGAMOS A LOS 100K, puedo morir ya?

Continue Reading

You'll Also Like

43.4K 4.7K 8
Miyu odiaba como le habían quitado lo que más quería. Miyu odiaba a Yuqi por haberle robado a Yoongi. Spin off de la bilogía Ginger. Mini-historia 10...
832K 72.1K 46
❝Te enseñaré a volar❞ ➻ Hetero ➻ Yoonmin SE PROHÍBE COPIA O ADAPTACIÓN. [EN EDICIÓN]
50.6K 3K 14
Atascandome de historias como si tuviera tiempo de escribir todas JAJAJAJAJ, pero no importa, volvió mi esquizo, ya saben que todo es ficción y no s...
576K 41.1K 74
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...