Narra Ally.
Estaba metiendo unos libros en mi taquilla, que con semejante desorden la tarea se me estaba complicando, arquitecta esta claro que no iba a ser. Con Lisa al lado, la cual revisaba una y otra vez su móvil en busca de actualizaciones nuevas, cuando de repente escucho su corazón alterarse y la veo girar la cabeza y cambiar de pose de manera brusca y supuse que Edward venía.
Así era.
-Hola.-dijo ella coqueta cuando lo vio. Rodé los ojos y Edward me sonrió.
-Hola Lisa.-respondió él el saludo.
Su corazón dio un vuelco porque se paró y después siguió en su proceso de latir a mil por hora.
-¿Qué querías?-pregunté irritada porque no lograba mi tarea de arquitecta.
-He venido a decirte, que por favor me avises aunque sea a mí cuando te vayas con él en medio horario escolar. ¿Está bien?
-Claro señor Cullen.-dije dándole tono de importancia y humor a la vez por su protectora actitud.-¿Algo más?
-Nada más señorita Cullen.-me dijo sonriendo y siguiéndome la broma. Le di un beso en la mejilla. El corazón de Lisa aceleró y pensé que explotaría. Edward me miró a los ojos, después su mirada frenó unos segundos en mi boca, sonriendo para después irse.
-¿Qué acaba de pasar?-dijo ella.
-Un pesado.-me referí yo a su interés porque le avisara si me iba. Pero ella me hacía oídos sordos poeque seguía a Edward con la mirada a lo largo del pasillo.
-Te pido por favor que le mires el culo Allison Masen Cullen.-me dijo Lisa.
El movimiento de caderas de Edward era marcado pero varonil. Era sexy.
Sus ajustados vaqueros y la camisa con las mangas remangadas lo hacían más sexy aún. Miré dónde Lisa me pidió.
Pero justo entonces vimos a Edward girarse y sonreír, seguramente había escuchado nuestra incómoda y vergonzosa conversación.
-Vale Lisa, le acabo de mirar el culo a mi hermano, ¿estás ya contenta?
-Mirame a los ojos y dime ahora que no tiene un culazo.-dijo ella con su mirada fija en la mía, sonriendo cual boba y su corazón excesivamente acelerado.
La miré. -Edward Anthony Masen Cullen tiene un buen culo.-Dije sin poder esconder una sonrisa de complicidad. Y avergonzada, porque si no lo hacía me seguiría insistiendo, pero una vez dicho Edward lo oiría. Genial.
-¡Lo sabía! ¡Te gusta!
-¡Shh!-le callé.-No del todo.
-Os shippeo. Lo has admitido. Me muero.
-Eres tonta Lisa.-asumí, admití y afirmé.
-Tía, te juro que necesitaba veros juntos.-dijo ella emocionada aún pero creo que no se enteraba de por donde iban los tiros.
-¡EH! Frena fiera. No he estado ni voy a estar con él. Mirale el culo a Jacob y luego hablamos.
Lisa rió. Me di cuenta de que como mejor nos llevábamos era hablando de chicos.
Supongo que es algo esencial en las amistades entre las humanas así que si ser pervertida era de humana adolescente, lo sería.