Sugar and Honey ↔ MYG ff. ✔️(...

By yaclythx

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Cuando se habla de sarcasmo, humor negro, honestidad en su máximo esplendor, lenguaje hiriente y actitud desp... More

P E R S O N A J E S // P L A Y L I S T
1. last person I wanted to see
2. hate at first sight
3. an infinite hate
4. don't even think about it
5. karma is a fair b*tch
6. sweet as lemon
7. bad thoughts
8. improper proposal
9. my body is telling me yes
10. just another chance
11. naivy of the year goes to...
12. let's be honest
13. it's just a joke
14. it's the best for us
15. is anyone jealous?
17. let's meet again
18. no regrets
19. parents
20. what love means/final

16. pure evil

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By yaclythx

En este preciso instante, solo tenía tres cosas en mente.

Uno: Tengo una montaña de deberes esperándome en el escritorio de mi habitación que debo empezar a hacer ya que son programados para el día lunes y debo ponerme manos a las obras si no quiero que el tiempo escasee.

Dos: Min Suga, esto ya es usual.

Tres: El casi beso que me había dado One en el bar.

Obviando todo lo anterior mencionado, por primera vez desde que llegué a este hueco en Doncaster estaba sintiéndome por completo adaptada al ambiente que me había costado un ovario acostumbrarme. Había sido una noche maravillosa indudablemente, una noche esplendida, aun flipaba de lo genial que había sido, había disfrutado cada segundo de ella aun cuando me había encontrado con el imbécil de Suga en medio de esta. Tal hecho ni siquiera había afectado el ambiente, había sido ignorado por mi subconsciente cuando decidí no permitir que me arruinase el momento con su presencia en el sitio.

Había sido relativamente sencillo, en toda la noche no coincidimos de nuevo -gracias a Dios-, tanto él como yo preferimos evitarnos por completo y decidimos permanecer en compañía de nuestro circulo. Mientras él estaba con su grupo de amigos en una parte del bar emborrachándose y siendo los típicos amigos ruidosos, yo había permanecido con One y su grupo en la otra, calmados pero divertidos. Ninguno molestó al otro y vaya que le agradecí al barbudo de arriba tal factor.

Fue genial haber transcurrido un rato agradable y distinto, a mi letárgica vida rutinaria le había hecho falta tal experiencia en compañía de aquellos chicos, tanto así que ni siquiera me hicieron extrañar al grupo de amigos que dejé en Corea al venir aquí. Gracias a ello, me había sentido tan a gusto y tan incluida que no fue incomodo en ningún momento, no me sentí en la necesidad de usar filtros como siempre lo hacía para poder «encajar», ni tampoco necesité esconder a la Heeyeon real para «caer bien», si ya One me conocía lo suficientemente bien, no necesitaba fingir en presencia de sus amistades.

Sin embargo, como todo lo bueno llega a su fin, había vuelto a casa. Estaba jodidamente exhausta físicamente y pensar en lo que en un principio mencioné estaba agotándome también mentalmente, quería entrar, tomar un baño, comer y caer en coma si era necesario. Pero recordaba que debía ponerme con los deberes y mis planes de relajación se iban por la borda. Aun ni amanecía y mi lado razonal sabía que aun cuando necesitaba unas cuantas horas de sueño, adelantar lo que tenia pendiente será la mejor decisión.

En este momento estaba en el auto de One fuera del apartamento que comparto con Hyebin y Jungkook, observando las luces apagadas en señal de que probablemente esten durmiendo o de plano estén en una velada romántica en algún sitio más privado, casi siempre lo hacían al menos una vez por semana, no era de extrañarme. El punto es que parte de mi estaba esperando a que One dijese algo. No había mencionado absolutamente nada en toda la noche de aquel casi-beso que me había dado, y en parte, no había querido que lo hiciera mientras estábamos allá porque no quería que el ambiente se tornase incomodo ente los dos como lo está siendo en este instante aun cuando ni siquiera hemos dicho nada al respecto.

No obstante, estar tan callados y fingir que no sucedió también era de cierta forma algo...irritante. Quería hablar de ello, quería saber qué pensaba él. ¡Quería saber qué pensaba yo! Porque ni siquiera sé qué pensar, joder... ¿Cómo debería de sentirme al respecto? ¿Emocionada? ¿Alegrada? ¿Satisfecha? ¿Incomoda? ¿Triste? ¿Decepcionada? No sé ni qué cojones pensar, creer o imaginar, por eso necesitaba si o si aclarar tal hecho. Porque sucedió y no podemos seguir ignorándolo, maldición.

Los dos sabíamos que queríamos hablar de eso, pero ninguno se atrevía. Quería que fuese él el de la iniciativa porque fue él quien me lo dio, no yo. Así es como funcionan las cosas... ¿No? ¿Quizá debería esperar solo unos minutos más? ¿Y si no menciona algo mejor me despido y entro al apartamento para detener la desagradable tensión? No quería que esto sucediera, porque con One las cosas nunca habían sido así de incomodas. ¡Joder, que ni siquiera había sido algo demasiado intenso! Solo fue un...beso a la mitad. Creo que ni siquiera un adolescente se ponía en estos planes, me siento inmaduramente estúpida ahora.

Lo miré de reojo y para mi mala suerte enseguida captó mi fugaz vista, maldije entre mis adentros porque no pude disimular el hecho y por esa razón, ambos reímos nerviosamente al unísono. Joder, que oso. Que pena ser así de indiscreta. Creo que será mejor acabar con esto, me rindo, no ha dicho nada y ya no pienso seguir esperando a que lo haga, acabaré con esto yo misma.

―Gracias por todo, One. ―rompí el extenuante silencio, captando su mirada al instante en el que hablé. Sus manos yacían frente al volante, inquietas, como si estuviese conteniéndose de «actuar» ― En serio, agradezco que me hayas invitado a pasar un rato tan agradable, me encantó absolutamente todo. Y no me canso de decirte lo espectacular que estuviste en ese escenario. ―sonrió, dejando de mirarme para agachar la vista, mirándose apenado.

―Dios, Hee, basta, sabes lo patético que soy para recibir cumplidos. ―reí esta vez yo, asintiendo en el acto de acuerdo a sus palabras.

―Joder si, eres terrible. Pero te lo dejo pasar solo porque eres un artista increíble. Y se supone que debería de dejar de alagarte porque no te gusta, pero lo seguiré haciendo porque es involuntario ¿Vale? Es como si mi deber fuera dejar salir mi gratitud en forma de cumplidos hacia ti. ―negó con la cabeza, entre risas silenciosas.

―En realidad yo debería de agradecerte a ti por venir, aprecio que hayas aceptado. ―asentí. Me quedé callada por un momento, esperando a ver si proseguía y decía algo, pero como era de esperarse, el silencio se prolongó y de no ser por mí, habría seguido avanzando.

―Ya sabes que para mi es un placer ―alcé los hombros―, verte rapear es todo un privilegio así que...ya sabes, disponible siempre que quieras. ―sonrió mirándome a los ojos. Tragué saliva, sintiéndome un poco nerviosa por aquella mirada, la cual no me atreví a mantener. Así que por los nervios y porque no sabía qué mierda decir a continuación, me la quise dar de cordial y dije: ― ¿Quieres pasar?

―Vale, seguro. ―mierda, de hecho, hasta esperaba que se negara. Lo dije porque pretendía que se iba a negar, ahora por mi culpa la incomodidad y la tensión se prolongaran hasta que encuentre una forma amable y cero cortante de decirle que tenía cosas que hacer.

Pero me sentí mal por él enseguida, porque quizá había aceptado con mucha ilusión, le había invitado muchas veces, pero todas esas veces eran pospuestas por mi misma por razones que yo misma desconocía, tal vez en parte eran porque sabía que Hyebin y Jungkook me avergonzarían hasta la muerte, y necesitaría una extensa charla con ellos para pedirles que por lo que más quieran y si le tienen aprecio a sus vidas, se encerraran en su puto cuarto y no salieran de allí en diez meses si era posible.

―Seguramente mi hermano y mi cuñada estarán en el quinto sueño ahora mismo. O habrán salido, yo que sé. ―expresé una vez dentro del apartamento, cerrando la puerta detrás de mi y encenciendo las luces de la sala y la cocina. Me di cuenta de que no estaban porque en el sitio donde guindamos nuestras llaves, las de ellos dos no estaban― Si, en definitiva, salieron. Son medio capullos a veces, así que es mejor que no estén. ―él asintió, sonriendo, siguiendo mis pasos hacia la cocina pero manteniendo la distancia.

Pasé directo a la nevera en busca de una bebida fría, aunque no habíamos probado demasiado alcohol porque él sabía que manejaría y yo quería estar a la par para no dejarle solo en ello, me moría de sed, creo que son los nervios. Los nervios me ponen como si hubiese estado un mes entero en medio de un desierto.

―Oye, Hee...―sentí una leve punzada en el estómago cuando escuché decir mi nombre algo nervioso, rascando su nuca en el acto y evitando el contacto visual. Aproveché mi vaso de agua después de ofrecerle uno a él y lo bebí para esconder mi cara de querer evitar esto― ¿Sabes? Lo del...beso ―oh dios mío, es el momento, es el maldito momento. Aquí vamos, Heeyeon. Agradece que lo mencionó aquí y no en el auto, aquí al menos puedes disimular más―, tal vez fue muy atrevido de mi parte, lo siento si te pareció inapropiado o algo por el estilo, estaba pensando en cómo decirte esto todo el camino...lo siento. Me dejé llevar por la emoción del momento.

Dios bendito. ¿Por qué es tan tierno? ¿Por qué me dan ganas de apretarle las mejillas y decirle que es un buen chico? One es demasiado bueno para este mundo tan desagradable, o sea, esperé que dijera algo tipo: Ese beso, Heeyeon, quiero más, venga, vayamos a lo oscurito, pero le he juzgado mal, aun cuando vengo conociendo ya desde que iniciamos el periodo universitario, transcurrir y lidiar tanto tiempo con Suga me ha hecho juzgar a todos los hombres de la misma forma. Perdón, One, no eres un guarro de esos, eres un pequeño terrón de azúcar.

―No te preocupes, ―me acerqué a él, viéndolo con ternura. ¡Y es que había dicho beso! Cuando solo había sido un poco más que un roce pero muchísimo menos que un beso-beso de verdad, sin lengua y en la comisura, fue algo tan leve que me enternecía que lo haya considerado «beso» ― no lo vi de esa forma. No tienes por qué sentirte así, tranquilo. Podemos olvidarlo si así lo quieres. ―y es que realmente no lo había visto inapropiado, porque no fue nada intenso o nada demasiado profundo.

―Ese es el problema... ―lo miré, algo incrédula, sin saber exactamente a qué se refería con ello.

―¿Cuál?

―Que honestamente, olvidarlo no es algo que quisiera. ―alcé las cejas, sorprendida. ¿Está diciéndome que...no quiere olvidarlo? Estabamos un poco más cerca que antes y podía notar lo nervioso que estaba porque seguía sin poder verme a los ojos y sin dejar de moverse ligeramente de un lado al otro.

―¿Eso significa...? ―alcé a ceja de nuevo, cruzándome de brazos, esperando a que lo soltara de una vez. Me estaba empezando a sentir como una tía tétrica que intimidaba a chicos como él, como una dominatrix o algo por el estilo, pero es solo que One es demasiado tímido, no tengo ni pizca de dominatrix ni de intimidante.

―Que...más bien... ―tragó saliva, esta vez armándose de valor para verme a los ojos y estar más quieto, cosa que me hizo sentir un poco intimidada a mi, invirtiendo los papeles de una forma más fugaz que el parkour, ahora la timida era yo y él el tío con una dualidad que ni el tipo de Fragmentado lograba―, me encantaría repetirlo si así me lo permites. ―abrí ligeramente mi boca, sin poder decir nada― Por favor...si no quieres solamente ignórame, no digas nada, es menos vergonzoso si no dices nada, por favor...

―One...

―No digas nada.

―¡Pero déjame hablar, hombre! ―me quejé, haciéndole reír.

―Lo siento. ―Lo jodido del caso es que aun cuando le había pedido que me dejara hablar, no supe que decir. Por esa razón, creo que interpretó mi silencio y mi expresión como una respuesta clara y precisa.

One estaba besándome. Y esta vez no era solo un casi-beso.

Esta vez no había sido en la comisura y no había sido un roce efímero. Oh vaya que no. Que me había incluso tomado delicadamente de la cintura, y estaba presionando de forma suave y cálida sus labios sobre los míos. No tardó demasiado en tomar el control y empezar a profundizar el beso, abriéndose paso con sus labios y yo aceptando la invitación sin ninguna duda. Me había sorprendido, pero no me había disgustado, así que le seguí. Permití que intensificara el beso a su antojo haciendo uso de su lengua al momento de subir mis manos y colocarlas sobre su nuca como un gesto que nos hiciera liberar un poco la tensión de la que aun no nos habíamos despojado.

Me estaba besando con más soltura y seguí su ritmo sin chistar, su forma de besar era calmada pero profunda, suave, delicada, no era brusca y sabía usar muy bien su lengua sin ser incomodo en lo absoluto, era satisfactorio porque besaba jodidamente bien, era buenisimo porque sabía como hacerme caer por breves instantes...sin embargo...

El problema era yo.

Y es que, en todo momento, desde que comenzó a intensificar el beso...no pude evitar compararle e imaginarme a Suga en su lugar...era una putada, pero recordaba aquel momento en el cine cuando él y yo nos besamos de esta forma, y recordaba que las sensaciones...obviando las reacciones físicas, habían sido el triple de intensas. Había sido diferente en su totalidad, me había sentido completa...emocionalmente hablando. ¿Con One? Me sentía como una total basura admitir que no estaba sintiendo ni la cuarta parte de lo que sentí cuando besé a Suga.

Incluso aquel día, cuando nos besamos justo aquí...en el mismo sitio que estoy besando a One, y aunque había sido muchísimo menos profundo, había sentido más de lo que siento ahora.

Por esa razón, me aparté. Dejé de besarle enseguida, si bien, habían transcurrido unos extensos segundos, preferí no seguir prolongándolo. Suficientemente mal me estaba sintiendo ya, y no quería hacer pasar a One por esto. No quería hacerle esto. En lo absoluto, él no se lo merece, joder.

―Vale, ―dije apenas nos separamos―, eh...esto no está bien. ―él me miró entre incrédulo y asustado, apartando sus manos de mi cintura en ese preciso instante y dando un corto paso hacia atrás para mantener una pequeña distancia entre nuestros cuerpos. Quizá pensó que mi perspectiva estaba bajo el factor de lo moral, probablemente piensa que la ha cagado por pasarse de atrevido o algo por el estilo, se estará culpando a su mismo y no puedo permitir que siga pensando así.

―Dios, soy un idiota. ―pasó sus manos por su rostro, algo desesperado. Por ende, comencé a desesperarme yo también cuando lo vi tan arrepentido y apaciguado― Perdón, perdóname, tal vez mejor debería irme antes de que el alcohol me siga dejando cometer estupideces. Lo siento, Hee, de verd...-

―Escúchame ¿Sí? ―lo tomé de las manos, mirándole a los ojos para tratar de transmitirle más confianza y seguridad. Lo último que quiero es que esto le haga sentir inseguro, necesito tratar por todos los medios que entienda que el problema no es él― Por favor, déjame hablar contigo. No quiero que te vayas pensando en cosas erróneas. Solo escúchame antes ¿Sí? ―él se detuvo, haciendo caso a mis palabras, apretando los labios apenado― Sé que te sientes avergonzado y es mi culpa, solo te quiero decir esto para que me entiendas y puedas comprender mi razón.

―Claro. Si, sí. ―asintió efusivamente.

―One... ―tragué saliva― no quiero ilusionarte. ―negué con la cabeza. Dudé por un segundo en ser honesta al cien por ciento, tal vez solo debería de decirle una parte, aunque...Dios, eso no se trata de mí, maldición, esto se trata de él y de su bienestar emocional― Es...es una putada, porque conociéndote, eres un partidazo si te comparo con el idiota que me gusta. ―su rostro cambió de expresión ligeramente, como si pasase del desespero a un alivio leve, aunque no creo que sea la palabra exacta, sin embargo, tal vez quizá pensó que mi razón se debía a algo más.

―Te gusta alguien...

―Si...y tu lo conoces ya...creo. ―suspiré, agachando la mirada― No te mereces estar con alguien cuyos sentimientos están guiados hacia alguien más. ¿Me entiendes? No quiero...no quiero seguir con esto si en mente tengo la idea de que te estaría usando. Porque es lo ultimo que te mereces. One.

―Vaya...

―Lo siento. Estoy tratando de reprimir mis sentimientos hacia esa persona, pero mientras aun no lo haya logrado, no quiero tener a alguien como un recurso para ayudarme a cumplir ese objetivo. Eso debo lograrlo yo sola y no involucrar a alguien más. Porque tu me gustas pero de otra manera, tu compañía, tu amistad...eres uno de los pocos amigos que he hecho aquí y...no quiero perderte ¿Vale? En poco tiempo te he sabido apreciar muchísimo, por eso no quiero...herirte.

No mencionó nada por unos extensos segundos, tanto así que hasta empecé a asustarme levemente, pensando en que quizá estaba buscando una manera consisa de decirme que me vaya a la mierda. Estaba cabizbajo, ni siquiera me veía a la cara, y aunque no lucía enojado o algo por el estilo, fue inevitable sentirme así. 

―Nunca nadie había pensado tanto en mí. ―los dos reímos al escucharle. Aunque mi risa fue más de melancolía que de gracia. ¿Hablará en serio o solo está intentando ser gracioso? Porque si hay alguien que no ha valorado los sentimientos de este chico estoy dispuesta a patearle― Aunque esto es...de alguna manera...un ¿Rechazo? No lo siento tan...así ¿Sabes? Y joder, te agradezco demasiado que lo hayas hecho ver de la mejor forma, creo que por eso es que...me empezaste a gustar. ―volví a agachar la vista. Le gustaba...o le gusto...joder, que mal se siente escucharle decir eso― Eres...increíble.

―Perdóname tu a mí ahora...

―No tienes por qué pedirme perdón, Hee. ―alzó los hombros― Yo...te entiendo. Porque he estado en tu lugar antes y, mierda, ojalá hubiese podido tener la suficiente madurez mental que tu has tenido ahora siendo sincera al cien por cientoconmigo, cosa que yo en su momento no fui. ―era maravilloso como estaba intentando hacerme sentir bien tanto como estoy intentando yo hacerle sentir bien a él. Era maravilloso, esta amistad era maravillosa, por eso no quiero perderla. No quiero perderle a él.

―Son cosas que...se aprenden por experiencia.

―¿Esa persona que te gusta...es Suga?

―¿Cómo sabes?

―Bueno, me lo acabas de confirmar. ―suspiré― Tenía mis dudas, cuando mencioné que lo conocía tu reacción fue bastante evidente. Solo que no sabía si había sido negativa o positiva, ahora es que me doy cuenta que mis deducciones fueron ciertas.

―Es una putada. ―mordí mi labio inferior― Y lo digo en serio. Quisiera que no fuera así, pero no puedo evitarlo. Si tan solo el cerebro fuese quien se encargase de elegir quienes nos gustan...definitivamente no me gustaría él.

―Lo sé...

―En serio espero que puedas conseguir a alguien que verdaderamente te merezca, porque yo no lo hago...en lo absoluto. Mereces a una persona tan increíble como tu, yo soy una maldita ingenua, eso es lo que soy. ―él rio, contagiándome la risa enseguida. Amaba que esto ha resultado mucho más cómodo de lo que esperaba. Por un momento creí que iba a reaccionar terrible, que me iba a decir lo ilusa que era, o que ni siquiera iba a decir nada, sino que se iría ofendido y enojado por lo que acababa de confesarle. Es tan maduro que me maravillaba, ojalá ser yo así de madura también, seguramente me habría fijado en él y no en Suga.

―Venga, no seas autodestructiva. Quiero que vuelva la Heeyeon desbordante de arrogancia que conocí, es la que me cae bien. ―aparté mi pelo hacia un lado con exageración, entrando en personaje.

―Tienes razón, yo soy ultra fabulosa, solo que me gusta ser humilde a veces para equilibrar mi fabuloso ser.

―Ahí estás de vuelta. ―aplaudió.

―¡Nunca se va, es lo más fabuloso de mí! Solo se oculta como fiera sigilosa. ―bromeé, sacándole risas.

―Me alegro de haberte conocido, Hee. ¿Será que...después de hoy...todo será igual o...?

―Si, por favor ―junté mis manos en señal de ruego―, no quiero perder tu amistad, One, te adoraría inmensamente si haces como que esta noche solo fue un mal sueño. A excepción de tu presentación, eso si que fue una total fantasía hecha realidad.

―Hecho, Hee, hecho. ―asintió― Averiguaré la forma de borrarte la memoria.

―Cualquier forma es bienvenida menos un putazo en la cabeza como en las novelas.

―Tranquila, no me van los métodos medievales.

―Fantástico. ―alcé los pulgares.

―Vale...yo mejor me voy ya. Seguro quieres descansar y yo no me quedo atrás.

―Por supuesto, si, no te me vayas a malograr, eres un diamante en bruto y te tienes que cuidar como la joya que eres.

―Esa estuvo buena. ―me señaló con el dedo entre risas.

―¡¿Ah que si?! ―fingí una exagerada sorpresa― Dios, que poetiza soy. ―expresé en broma mientras abría la puerta para acompañarle a la salida.

―Adiós. Y...oye Hee. ―se giró a solo unos pasos de llegar a su auto para decirme: ― Ojalá que él también aprenda a valorarte antes de que sea demasiado tarde.




***




Estaba que me moría.

Eran casi las siete de la mañana y no he pegado un ojo en toda la puta noche. Observaba el asquerosamente colosal desorden de papeles, apuntes, borradores y esas mierdas regadas en el escritorio y solo podía pensar en el fin de mis días y para cuando el señor me dará la dicha de sacarme del plano terrenal.

No había avanzado mucho. No había avanzando nada en realidad, teniendo en cuenta que solamente pude terminar dos de las siete asignaciones que tenía para el lunes, aun me faltaban cinco, para mi exhausto cerebro parecían miles y hacían que las horas pasaran volando, si me echo una siesta ahora es probable que me despierte el año que viene a este paso que voy.

Tampoco podía concentrarme, además de estar pensando en que mañana debía cuidar todo el día a Danny porque Kat y Gordon estarían a tope con sus ocupaciones, estaba también con la mente hundida en lo que había pasado con One horas atrás, he estado en una crisis existencial tan profunda que hasta me ha hecho meditar la idea de haber tomado una decisión errónea, que quizá nada hubiésemos perdido con intentar avanzar o que si en realidad, ya le había ilusionado y ese «rechazo» de mi parte le decepcionó tanto que jamás me hablará de nuevo. Estaba en esa fase en la que a mi mente le da por creer que tomé la decisión equivocada.

Pero ahora mismo lo ultimo que necesitaba era martillarme los sesos con tales sucesos, ya lo hecho estaba hecho, no había vuelta atrás, y aunque me ponía a pensar en todas esas mierdas siempre caía en la conclusión que era lo mejor para él. Se viera por donde se viera, yo jamás habría podido ser una compañera sentimental suficiente porque mis sentimientos no les correspondían. Tal vez es una de las desiciones más maduras que he tomado, ignorando las cavilaciones basadas en egoísmo que me hacían sentir arrepentida, mi decisión se basó más en empatía hacia él que en un bienestar propio.

Mientras siga sintiendo lo que siento por Suga, no puedo pensar en «corresponderle» a alguien más...primero tenía que superarlo a él para poder empezar a considerarlo.

Dejé a un lado los apuntes de Evolutiva para levantarme de la silla giratoria y caminar hacia mi cama donde me dejé caer dramáticamente con unas ganas monumentales de arrancarme el cerebro con las uñas para dejar de sobre pensar de una jodida vez. ¿Habrá más adelante en los próximos semestres una rama de la Psicología que me sirva para esto? Joder, necesito auto terapia para ayer.

El sueño estaba ganándome a este punto, el edredón de mi cama tenía ese sobrenatural poder de apenas entra en contacto con mi cuerpo ya me empieza a atraer hacia la más profunda fase del sueño, estaba a nada de entrar en los aposentos de Morfeo cuando mi teléfono vibra sobre la mesa de noche en señal de que había llegado un mensaje. La vibración de este se escuchó y sintió como si fuese una jodida licuadora, haciéndome despertar enseguida y provocando que maldijera a quien quiera que sea el que se atrevió a interrumpir mi sueño. Estaba que lo ignoraba, pero se me ocurrió una mejor idea: Le mandaré una nota de voz deseándole la muerte. Si son Jungkook o Hyebin además de mi cordial deseo les daré la oferta de ser yo misma quien lo cumpla.

Cuando vi la pantalla y noté el remitente el afán de enviarle esa nota de voz que les deseara un feliz fin de sus días acrecentó el triple, hasta me aclaré la garganta para no sonar adormilada mientras lo decía, pero cuando había accionado el micrófono, los mensajes siguieron llegando, dándome cuenta de que el muy idiota iba en serio con querer comunicarse. Además, cuando leí lo que había escrito, no supe si reír o llorar...



Zucaritas

Honeyyyy

Buenas noches!!

Hou estabs muy linda

6:46 am

En srooo

6:46 am


Estás borracho, tío

Se te ha fundido el poco cerebro que tienes.

6:49 am

nah

Estoy biebien

6:49 am


Del 1 al 10 qué tan borracho estás?

6:49 am

17

6:50 am


Estás mal, vete a casa.

6:50 am

No xd

Voy a verte.A tu casa. Puedo?

EEstás ahiii?

6:51 am


No, me teletransporté de vuelta a Corea.

6:51 am

Me llevas contigo?

6:51 am

Estás loco.

6:51 am

Por ti

6:51 am

a

6:52 am

Pero sé que te gust más ese niño bonito que yoO

Poeque él es genial y yo soy un putonkmbecil

Puto imbécil*

6:52 am


Oye en serion

Puedo ir a tu casa

Es que perdí las llaves de mi apartamento y no puedo conducir porque estoy como una cuna OBVIO

Borracho pero responsable

Zuba*

Cuba maldición*

Estoy sentado en la acera de al frente jajajaja

Asómate y te dpy una serenata, te gustan las rancheras de Vicente Fernández?

6:54 am


A veces eres medio creepy, sabes?

Cualquier insinuación o equis mierda referente llamo a la policía, estás advertido.

6:54 am


Mierda, tanto desconfías de mi????

Soy imbécil, pero ten ho mis limites

No haré nada, te lo juro por mi madre

Espera

Jajajaja

Por mi hermana mejor, si, te lo juro por ella. Que se muera ahorita si es mentira

6:54 am


Suga...estoy haciendo tareas ahora, qué joder...

No es un buen momento.

6:55 am

Soy bueno haciendo tareas, te ayudo.

Me comportaré como niño bueno

En serio

Slo quiero descansar

Tomar un baño di es posible para que se me pase la borracherA

Iría a mi casa pero ya te di la rZon por la cual no puedo xd

6:56 am


No haré ruido.

A menos que quieras aun la serenata.

Di ya, Vicente Fernandez o Luis Migurl?

6:56 am

Échate una de Ana Gabriel mejor.

Es joda, no vayas a hacerlo enserio que estás borracho y te veo capaz.

6:56 am


SUGA MALDICIÓN CALLATE QUÉ COJONES JAJKAJAAJAJA

PERO JAJAJSHA NI SIQUIERA TE LA SABES

VAS A DESPERTAR AL PUTO VECINDARIO, MALDITO RARO AJSHAJJS CALLA YA.

YA VOY A ABRIRTE SOLO PARA QUE TE CALLES.

6:58 am


Hieres missentimientos

Abreme precisoa

Previosa*

PreciosaAAAA*** Maldito teclado.

APURATE

Estoy que me meo ekxima

Encima*

Necesito ir al vaño

6:59 am


Puedes dejar que me vista al menos????

Joder que exasperante, aguántate.

6:59 am


No te vistas jeje

Estas bien sin nada

Es broma no te vayas a enojar.

6:59 am


Joder ¿Qué cojones estoy haciendo?

Eso fue lo que pensé cuando me di cuenta de que, además de que se había ido el sueño por completo, estaba vistiéndome y peor aún, estaba tratando de verme «presentable» casi que por mera inercia, como si es que el idiota me estuviera invitando a una cita en un restaurante con cinco estrellas Michelin o yo que sé. ¡Que estaba sonriendo sin darme cuenta! Aunque la verdad, dudo de la razón exacta, quiero decir, el muy subnormal se había puesto a cantar una «serenata» según él allá afuera, obvio que me iba a reír, pero también dudaba si es que estaba sonriendo porque en varios de los mensajes me había dicho cosas que solo mi yo que se empeña en traer de vuelta a la Heeyeon adolescente se siente conmovida.

Aparte está ebrio ¿Qué esperas, Heeyeon? Anda más graciosillo de lo normal porque el alcohol le afectó la ultima neurona que le quedaba intacta, es normal que suelte cosas de ese tipo, lo mejor es darle cero importancia. Le ayudo porque es inevitable sentir compasión, y más cuando me dijo que quería descansar, siendo otra, le hubiese dejado allá afuera pasando frio sin importarme en lo más mínimo su bienestar, pero venga, que también iba a despertar a los vecinos y hacerme pasar vergüenza si seguía en plan mariachi.

Aguanté las ganas de reírme cuando lo vi apoyarse en el poste de luz de la acera de al frente con los brazos cruzados haciéndose el sobrio, apuesto a que si ese poste no estuviera allí ya tuviera los dientes en el asfalto. Alzó el mentón al verme en modo saludo y allí fue donde no pude aguantar la carcajada que amenazaba con escapárseme desde que lo vi siendo el idiota que naturalmente es.

―Dios mío, pensé que no podías ser peor y borracho te superas. ―expresé cuando estuve lo suficientemente cerca para que me escuchara sin levantar demasiado la voz, esperé a que se acercara para no caminar demasiado pero cuando me di cuenta que su caminar inestable iba a hacerle caer en cualquier momento, me situé a su lado y le tomé del antebrazo. Dios mío, vaya situación para más ridícula― No te mueras, pendejo, mira por donde caminas. ―expresé entre risas, más ganas de reirme me dieron cuando intentó enderezarse para fingir estar sobrio, se le acabó el teatrito en cuanto abrió la boca.

Anoche estuve conversando...con mi cigarrillo~ ―aceleré el paso con él a mi lado, apretando los labios para no reirme cuando le escuché cantar en voz baja aquella canción que ni siquiera entendía.

―Cállate, cállate. Jesús, cállate por favor. ―pero decirle que se callara era como pedirle que lo siguiera haciendo y con más ahinco.

Le conversé de ti, y de mis añoranzas...le conté de tus besos, y de mis esperanzas~ ―estaba muy empeñado en darme esa serenata que ni siquiera me estaba dejando cerrar la puerta con llave porque estaba acariciando mi rostro mientras la cantaba con un fingido drama. Me aparté, aguantando la risa y llevándole como un crio hacia el sofá para que se sentara y se quedara allí.

―¿Cómo es que te sabes una canción en español de señora despechada? ―en cuanto se desplomó en el sofá, subió los pies en la mesa del centro y se puso cómodo como si fuese su jodida casa. Bueno, era la casa de su hermana así que tiene sentido...

―Sé mucho de música, preciosa. Y no es de señora despechada. ―me señaló con el dedo. Escucharle arrastrar las palabras era demasiado gracioso, joder― Bueno sí, pero más respeto ¿Quieres? ―negué con la cabeza, viéndole mientras yacía de pie a un lado.

―Estás...mal. Acuéstate allí. Que tu hermana te aguante mañana cuando llegue.

―Uh, estamos solos, bebé. ―alzó las cejas repetitivamente, haciendose el seductor. Con ese gesto lograba todo, menos seducirme, más bien me provocaba grabarlo y chantajearle con eso por el resto de su vida― Imagina las posibilidades si tan solo no estuviera borracho y tú me quisieras.

―No vuelvas a decirme bebé, la vergüenza que he sentido fue intensa. ―iba dispuesta a largarme a mi habitación y dejarle allí a que se durmiera de una puta vez, pero cuando le escuché segur tarareando la canción que estaba cantando hace unos segundos, supe que no me iba a dejar en paz en toda la noche. En parte, si era entretenido verle en esa faceta, además, ya había perdido el sueño por completo, da igual― Cállate un año, Suga, joder...

―¿Cómo quieres que te diga entonces? ¿Cariño? ¿Lindura? ¿Cielo? ¿Cari-cari? ¿Preciosa? ―me di una palmada en la frente, sin poder evitar reirme de la vergüenza. Este ser era demasiado gracioso ebrio ¿Por qué no conocí esta faceta antes? Me gusta más que la sobria― ¿Preciosa? ¿Este te gusta más?

―Si, si, ese me gusta. ―decidí seguirle la corriente porque no tenía caso discutir con un ebrio. Me senté en el espacio que había dejado en el sofá, dispuesta a seguir aprovechando las risas gratis que me estaba brindando.

―Okey, preciosa. ―negué con la cabeza.

―Me cagas la existencia, en serio.

―Mentira. Yo te encanto. ―con su dedo índice, me dio un toquecito en la mejilla haciéndome reír― Solo que no me quieres como quieres al niño ese. ―se quejó soltando un ronquido profundo― Vivo aniquilado en el despecho, reprimido ardiendo por los celos. Lo odio, aunque él te haga feliz~ ―cantó, fingiendo estar extremadamente dolido, que hasta el puño en el corazón se ha puesto.

―¿Qué tienes con las canciones en español, hombre? ¿Si quiera sabes lo que dicen? ―esta vez el rio al escucharme― Y si tienes razón, es muy diferente lo que siento por él a lo que siento por ti.

―¿Cuál es la diferencia? ¿Me puedes decir? ―no dije nada, solo me quedé callada fingiendo no haberle escuchado, sin molestarme en mirarlo aunque él me estaba viendo fijamente y muy dispuesta a ignorar tal pregunta. Sabía que estaba bajo los efectos del alcohol, así que quizá darle importancia a esto mientras él no está del todo en sus cinco sentidos era inútil...creo― ¡Honey, no me ignores! Dime, anda.

―Si, a ti te odio y a él lo quiero mucho. ―bromeé.

―¿Escuchaste eso? ―me giré a verle a los ojos, no había escuchado nada.

―¿Qué?

―Fue mi corazón partirse en mil pedazos. ―chasqueé la lengua. El alcohol lo pone dramático, anotado.

―¿Tuviste corazón todo este tiempo?

―¿Por qué me odias?

―¿Por qué respiras?

―Heeyeon...no me odies. ―a veces sonaba muy sobrio, y acaba de sonar muy cuerdo cuando dijo aquello. Me sorprendió incluso, sonaba calmado y sereno a diferencia de hace minutos, se notaba en sus ojos algo desenfocados que estaba ebrio pero en su tono de voz parecía no tener ni una gota de alcohol en el organismo― No te pido que me quieras ni que te enamores de mi...porque la verdad, no tienes pinta de ser de las que se enamora rápido, pero no me odies. Me conformaría con eso, o con que me digas: Odio que no te odio.

―Oh vaya que odio que no te odio.

―En serio, no me odies. ¿Vale? ―sus dedos se dirigieron a mi mejilla, donde comenzó a acariciarme con sus nudillos de forma tan suave que me transmitió calma. Lo hizo por varios segundos, mientras me miraba directo a los ojos― Me dolería eso. Porque yo...yo si te quiero. No estoy enamorado porque es muy pronto...creo. Pero si te quiero. ―negué con la cabeza, no quería ponerme a hondear demasiado en esas palabras, no quería tomarme en serio las palabras de alguien estando con los sentidos algo alterados, porque no quiero ilusionarme luego en cuanto volvamos a la realidad.

―Solo estás diciendo eso porque estás ebrio.

―No es así. Lo digo en serio, mírame bien a los ojos.

―Tus ojos dicen que es mentira. ―chasqueó la lengua.

―Honey ¿Nunca has escuchado que los ebrios no mienten? ―reí― Yo estoy diciéndote la verdad. Pero, ya que ¿no? Igual ya sé que no tendré nunca una oportunidad contigo porque la cagué. ―asentí efusivamente― La vivo cagando siempre porque soy un imbécil por naturaleza. ―alzó los hombros― Fui un imbécil con Suran, tienes derecho a pensar que lo seré contigo también...pero es diferente.

―¿Qué es diferente?

―Todo. Lo que siento por ti a lo que sentí por ella. ―cerré los ojos, suspirando. Y en cuanto lo hice, dejó de acariciar mi mejilla. Solo no caigas, Heeyeon, no ahora, no creas en esto, no te ilusiones, no hondees, no profundices, no te mortifiques, no es real, está bajo los efectos del alcohol. No es verdad...y si estuviera sobrio, también deberías dudarlo...tal vez.

―Suga...

―Shnhh...no digas nada que lo empeoras. ―colocó su dedo índice sobre mis labios para hacerme callar, interrumpiéndome― Seguro vas a decir algo en plan: «Cuando dejes de pensar con el pene podré considerarlo» y eso no ayuda en nada. ―reí, vaya que me conoce― Siente esto... ―tomó mi mano entre las suyas y por un momento me puse nerviosa, pero me calmé cuando la dirigió hacia su pecho a la altura de su corazón, tragué saliva cuando mi palma sintió el retumbar frenético de este―, estoy pensando con él ahora mismo.

―Vaya, si tienes corazón. ―quise hacerme la imperturbable bromeando para mantenerme en mi falso papel, cuando en realidad, aquello que estaba sintiendo me ha hecho sentir exactamente lo mismo. Los nervios y la situación en si hicieron que enseguida mi corazón empezara a latir igual o inclusive más rápido que el suyo.

―Si, y estoy pensando con él ahora mismo. ―dejé caer mi mano a un lado cuando me soltó calmadamente. No supe qué hacer o qué decir a continuación, tenerle tan cerca me provocaban ansias titánicas de querer besarlo, lo tenía justo al frente y me estaba mirando a los labios, como si ese afán fuese mutuo. Seguramente se muere por hacerlo tanto como yo, pero en vez de ello, suspiré apartando la mirada y lo que hice fue descansar mi cabeza sobre su hombro. Él no se quejó en ningún momento, al contrario, se adaptó mejor sobre el asiento para estar más cómodo.

―¿Te confieso algo?

―¿Mmh? ―inquirió con su característica voz ronca.

―Rechacé a One por ti. ―como no podía ver su rostro, supe que estaba sonriendo porque le escuché soltar una risa nasal muy corta y casi imperceptible.

―Serás tonta.

―Lo sé. ―imité su risa nasal.

―¿Por qué lo rechazaste?

Alcé los hombros, permaneciendo en silencio el tiempo suficiente para poder ordenar mis palabras antes de decirle la razón. No entendía por qué seguía actuando como si él estuviese sobrio, creo que la comodidad es la que me ha provocado ese ataque de sinceridad repentino, tenerlo de esta forma a mi lado me hacia sentirme menos...a la defensiva, como era de costumbre cada que coincidíamos. Ahora me sentía con ganas garrafales de soltarlo todo y ser honesta al cien por ciento.

―Porque también te quiero. ―esta vez no hubo una reacción inmediata de su parte, así que proseguí― Y no puedo evitarlo. Y vaya que trato de evitarlo, pero no lo logro. Entonces dices cosas como las que has dicho y lo haces más difícil. ―le escuché chasquear la lengua― Dijimos que sería un error seguir con esto y dejar todo atrás porque era demasiado tarde...pero aquí seguimos.

―Porque tampoco lo hemos intentando en realidad.

A esto me refería cuando me hacía pensar que la borrachera se le ha esfumado por arte de magia. Habla tan natural y tan seguro de si mismo como si no se hubiese empinado no se cuántos tragos de alcohol esta noche. Me encantaba también que no me respondiera con su frecuente sarcasmo, el Yoongi usual probablemente me habría salido con una de sus malditas idioteces, y yo le habría seguido el juego respondiéndole de la misma forma, pero por cómo estaba transcurriendo la conversación, aparentemente ni él ni yo teníamos ningún afán por aventarnos esas bombas de marcado retintín que acostumbramos a usar desde que nos conocemos.

―No te mentiré, Honey, no he intentado ni una vez reprimir mis sentimientos. Y veo que tú tampoco. ―reí por lo bajo.

―¿Te das cuenta de que no hemos peleado en todo el rato que tenemos conversando? Creo que me caes mejor estando borracho. ¿Por qué no te quedas así siempre?

―Pues aprovéchame. ¿Vas a querer la serenata o qué?

―¿Y si rapeas para mí? ―alcé mi vista para verle de nuevo a la cara, proponiéndole aquello con emoción― One me dijo que rapeabas, yo no sabía eso. Échate una de las de Simon D ―le di un codazo en el costado―, la de Dax4. ―pasó ambas manos por su rostro al escucharme, parecía avergonzado y le entendí por completo, la canción que le estaba pidiendo cantar es un rap demasiado laborioso para alguien cuya elocuencia se ve afectada por el alcohol.

―Se me trabará la lengua y será vergonzoso. Nunca logré decirlo así de rápido estando sobrio, borracho menos.

―¡¿Qué vas a hablar de vergüenza, Suga, si hasta hace poco andabas cantando una canción de Ana Gabriel como si nada allá afuera a todo pulmón?! ―rechisté en contra.

―Eso lo hice por amor. Fueron medidas extremas.

―Medidas extremas las que tomaré yo hasta conseguir que rapees para mí. ―soltó una risa más fuerte que enseguida fue aplacada por un aparente malestar, pues se quejó por lo bajo enseguida.

―Mierda...

―¿Qué?

―Estoy muy mareado. ―negué con la cabeza.

―¡No vayas a vomitar aquí, joder! Ve a darte un baño. ―señalé el camino hacia el sitio.

―¿Me quitas la ropa, preciosa?

―Ni de coña.

―¿Me das un beso? Dicen que los mareos se quitan con besos. 

―¿Quién dijo eso?

―Un hombre muy sabio llamado Min Suga.

―Ese sabio hombre es un imberbe en realidad. ―me puse de pie después de decir aquello, tendiéndole mi mano para que se apoyara en mi y se pusiera de pie también―Te ayudaré, pero no pienso quitarte la ropa, te bañaras así.

―¡No, Honey! ―exclamó con dramatismo― Esta ropa es cara. La voy a arruinar.

―Como sea, no te voy a ayudar a quitarte nada, ve al ba...- ―me adelanté hacia el baño con el propósito de abrir la llave de la ducha, pero cuando me volteó a ver el muy desgraciado se estaba empezando a desvestir aun estando en la sala― ¡Suga!

―Ya me has visto desnudo ¿Qué tanto pudor? ―expresó mientras se empezaba a quitar el pantalón, lanzando su camisa a un lado.

―¡Eso es exhibicionismo!

―Que exagerada. En vez de admitir que te gusta lo que ves y todos felices. ―negué con la cabeza. Estaba muy en lo cierto, de hecho. Joder, quería evitar verlo desvistiéndose, pero por los clavos de Cristo, mi vista estaba siendo bendecida con semejante imagen. Se había quedado solo en ropa interior, y agradecí mentalmente que no le dio por quitarse también ese boxer blanco que traía puesto porque allí la situación se iba a tornar mucho más...ya saben...

―¿Para qué quieres que admita algo que ya sabes? Dios mío, Suga ¿Te dolió cuando te caíste del cielo? ―empezó a reírse cuando me escuchó piropearle como cual albañil― Dichosos los ojos que te ven, semejante físico que te cargas, eh, estas como se quiere. ―negó con la cabeza, y me di cuenta de que se ha puesto tan rojo que parecía a punto de estallar. Podía ser medio tierno cuando se lo proponía.

Se puso de pie con algo de dificultad segundos después cuando pudo controlar la risa y la vergüenza, encaminándose hacia el baño mientras yo yacía de pie en el umbral de este esperando a que se acercara de una vez para irme y esperar a que terminara.

―Joder... ¿Hoy es el día de alabar a Suga? ―dijo en cuanto se situó frente a mi, logrando que me pusiera ligeramente nerviosa por el hecho de tenerle tan cerca y semi desnudo― Que satisfactorio escuchar todo eso salir de tu boca. ―añadió, dándole una caricia a mi mentón con sus dedos― No me lo esperaba, esperaba que dijeras algo tipo: Ni de coña admitiré que me vuelves loca.

―Ya ve a bañarte ¿Quieres?

―Hay espacio, por si quieres entrar.

―Si y de paso follamos también.

―¡¿En serio?! ―alzó las cejas, tragándose mi sarcasmo.

―Por supuesto que no. ―chasqueó la lengua ante mi obvia negación.

―Al cabo que ni quería. ―alzó los hombros efímeramente, tuvo que apoyar un brazo sobre el umbral de la puerta para no tambalearse, logrando quedar mucho más cerca de mi de lo que ya estaba. Estaba a escasos pasos de chocar conmigo, si se acercaba más, íbamos a terminar unidos― No traigo condones. Y estoy borracho, cuando el momento suceda debo estar en mis cinco sentidos porque debo disfrutarlo como nunca sin correr el riesgo de que se me olvide al día siguiente.

Alcé una ceja al escucharle, lo aseguraba como si tuviese la certeza de que algún día iba a ceder ante sus insistencias...y honestamente, comenzaba a creer que no estaba muy lejos de hacerlo, porque con tan solo tenerlo a centímetros de mí, sentía que cada nervio en mi organismo estallaba haciéndome temblar. Ni siquiera me ha tocado y las sensaciones que provoca en mi este hombre eran hasta sobrenaturales, joder.

―¿Y quien te dijo que va a pasar?

―Tu carita me lo dice todo. ―mierda, el tono de voz con el que lo dijo y que se haya inclinado levemente para quedar a tan solo centímetros de mi rostro me hicieron soltar un suspiro imposible de ocultar o ignorar― Solo mira cómo te pones cuando me acerco, mira como estas suspirando y mordiéndote el labio.

Dios santo, que dijera en voz alta todo lo que me provocaba lo hacia el triple de intenso. El paso que nos separaba hasta hace pocos segundos fue eliminado cuando se acercó una vez más. A este punto, estaba totalmente acorralada por su cuerpo ya que mi espalda quedaba recta sobre la pared del baño.

―En tus ojos veo deseo y unas inmensas ganas. ―por todos los cielos, este hombre está matándome, maldición. Todo lo que hacia o decía me ponía patas arriba, y ese amargo aroma a alcohol que desprendía en vez de disgustarme provocaba en mi todo lo contrario. Me fascinaba, joder...pero por obvias razones, iba muy dispuesta a permanecer lo más imperturbable posible y tratar de mantener al margen todas las sensaciones que me ha inducido gracias a su repentino temple.

―Caras vemos, sentido común no sabemos. ―dije, acercándome a su oído para decirle aquello. Haciendolo más difícil para él llevando mis manos a sus hombros y rodeándolos con mis brazos. Sonreí cuando pude sentir a la altura de mi vientre las señales de que esto lo ha puesto tan «tenso» como a mí. Y mierda, era difícil sentirlo tan palpable y controlarme de no hacer nada― Mi cara te puede estar diciendo que me encantaría follarte, pero mi cerebro me está diciendo: Céntrate y domestícate, no caigas en la tentación. ―suspiró con suavidad, sintiendo su aliento chocar contra mi cuello.

―¿Puedes decir eso de nuevo? ¿Eso de que te encantaría follarme?

―No. No pienso lidiar contigo estando ebrio y también cachondo.

―Muy tarde. Ya lo estoy. Y es obvio que ya te has dado cuenta...― por supuesto que me había dado cuenta, lo estaba sintiendo muy evidentemente sobre mi vientre.

―Como sea, igual no voy a ceder y vas a tener que lidiar con ese problemilla tu solito.

―Dios. ―se quejó, echando su cabeza hacia atrás, como si estuviese muriéndose por «lidiar con el problemilla» pero no precisamente solo― Como eres de cruel. Eres malvada, maliciosa, terrible, malintencionada, despiadada. ―reí― Por eso siempre he pensado que eres una bruja terrorífica, no como Hermione o Sabrina, una de esas como las que vuelan en escoba, roban niños, hacen maldiciones y esas mierdas.

―Soy tu pesadilla.

―Me persigues hasta en mis sueños. ―dijo aquello acercándose a mis labios, rozándolos muy levemente. Su aliento cosquilleando la superficie de los míos mientras yo me controlaba para no caer en la tentación y besarlo de una jodida vez. Estaba demasiado renuente de seguir con esto porque él estaba ebrio, y tanto él como yo sabíamos que no era la mejor idea, por muy consciente que estuviese― Y en mis sueños sí que caes en la tentación. Ojalá se hicieran realidad. ¿Por qué me torturas así? ―mi sonrisa hizo que sus labios chocaran muy ligeramente con los míos― En serio eres malvada, tía. Eres peor que Hitler. Al menos Hitler se preocupaba por Alemania.

―Pero te encanto...

―Demasiado, Honey...estoy jodidamente embrujado por ti.




~~~~~

POR LOS CLAVOS DE CRISTOOOOOO, KE HA PASADO AQUÍ AH?

Ni yo sé que diablos anda sucediendo por estos lares, el punto es que VOLVI UUUUUU DJNFHGBHJ Gente, lo siento x238575757 culpemos todos a mi falta de inspiración que me hizo entrar en un bloqueo kks y agradezcamosle a este cerro llamado Caracas, que gracias a un apagón pude recuperar mi inspiración para escribir y terminar este capitulo. Problemas del tercer mundo JAJAJA

No sé si se esperaban lo de One y Heeyeon. En la versión no editada, lo que verdaderamente ocurría es que Heeyeon aceptaba los sentimientos de One e incluso, well...ya saben, los dos hacen el frutifantastico y todo JAJAJAJJA. En cuanto empecé a editar esta historia con ayuda de mi amika del alma, una de las cosas que quería editar , o mejor dicho, ELIMINAR DE UNA VEZ, fue esa escena. 

A lo mejor ustedes se preguntarán ¿Por qué Yoe, por qué quisiste eliminar esa jugosa escena que seguramente iba a estar bien jat? Y mi respuesta es: Porque si JAJA salu2

No, mentira, mi respuesta es: ERA LO DEMASIADO CONTRADICTORIO QUE RESULTABA ANTE LA NEGATIVA DE HEEYEON HACIA LO "EFIMERO". I mean ¿No iba a ser demasiado ironico si ella tanto se quejaba de que Suga tenía a la Suran de juguetito sexual que luego vaya y haga algo muy parecido con el One? Pues, si, totalmente. Y una vez maduré y cambié mi perspectiva, me di cuenta de ese detalle y quise eliminarlo por completo. PORQUE MI HEEYEON ES MÁS MADURA DE LO QUE PARECE OK JDGADGSHNKD bueno, a veces XD

aDEMÁS, que flojera los triangulos amorosos ejeedhj

SIN EMBAAAAAAARGO, PODEMOS VER QUE LAS COSAS SE PONEN UN POQUITO MÁS SERIAS Y A LA VEZ MÁS PROFUNDAS ENTRE NUESTROS DOS PROTAGONISTAS MECOS JEJEJE osi

y boenooo, ya basta de chachara, que yo sé que ninguna va a ignorar que anduve cien años sin actualizar :') Pido perdon mis pequeñas saltamontes, de que mi inspiración sea una zorra sin sentimientos que me abandona cuando más la necesito.

WNNNN, YA ESTE COSO LLEGÓ A LOS 80K?!?!?!?!?!??!?!? Chamas, ver esa cifra me deja shook, en serio, porque yo cuando me refería a hacer una fanfic con una trama ligera y sin mucho trasfondo como esta, esperaba no tener todo este recibimiento. En serio, es muchisimo más de lo que siempre he esperado obtener. MILLONES DE GRACIAS. Y millones de gracias por su paciencia también <3 Yoe las quiere bebebs.

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