Al llegar a los aposentos del príncipe Admes lo saludo con un asentimiento de cabeza.
-Admes sé que es tarde, pero, ¿Me dejas pasar? -Louis mordió su labio inferior con impaciencia-
-Tengo que informarle al príncipe de su llegada.
-Admes, por favor. -El castaño unió las palmas de sus manos frente a su cara-
Admes lo pensó durante unos segundos y luego asintió.
-Está bien Louis. -Permitió con un suspiro- Pero solo por esta vez.
-No se volverá a repetir. -Admitió Louis ingresando a los aposentos-
Al entrar, Louis busco con la mirada a Harry.
Ahí estaba él perfectamente imperfecto mirando por la ventana con el cabello desordenado y sosteniendo una copa de vino en su mano.
-Por alguna razón supe que ibas a venir... -Murmuró él sin despegar sus ojos del cielo oscuro y dejando la copa con vino a un lado.- Y si no venias iba a ir yo a buscarte.
-Harry... -Susurró Louis acercándose rápidamente al príncipe.- Yo... lamento lo... -El rizado lo interrumpió haciendo un gesto con la mano.-
-No te disculpes, creo... creo que yo me exalte un poco gracias a la situación. -Las mejillas del príncipe se tiñeron levemente de color carmín y entonces Louis creyó que no había nada mas tierno que la imagen del príncipe con los rizos desordenados y las mejillas sonrosadas.- Lamento haberte gritado.
Louis asintió y el lugar cayo en un silencio incomodo y pesado.
-Harry, no me gusta que estemos así. -Admitió Louis mordiendo su labio inferior.-
Harry clavo sus ojos esmeraldas en los hermosos ojos zafiros del ciervo y sintió un cosquilleo en su estómago.
Ambos se sumieron en una perfecta atmósfera en el que sólo eran ellos dos, ahí frente a la ventana del gran palacio Griego, con las mejillas sonrosadas, millones de sentimientos en sus estómagos y miles de pensamientos en su cabeza.
Harry subió una de sus manos a la suave mejilla del joven ciervo mientras esté se acurrucaba inconscientemente en ella.
El príncipe no podía controlarse, sus movimientos no respondían a sus ordenes y parecían mandarse por si solos.
El color en las mejillas de Louis se incremento al ver que el príncipe se iba acercando cada vez más y más. Hasta tal punto en el que su respiración impactaba directamente en sus labios.
Ambos cerraron sus ojos al mismo tiempo, sin pensar en las consecuencias de lo que estaban a punto de hacer.
Escasos centímetros separaban los labios de ambos y ninguno de los dos se atrevía a ir más rápido por miedo de asustar al otro.
-Príncipe... -Ambos volvieron a la realidad rápidamente y se alejaron bruscamente.-
-¿Qué quieres Admes? -Pregunto Harry frunciendo el ceño-
-La princesa Gemma lo manda a llamar. -Harry asintió secamente y Admes salio nuevamente-
Louis comenzó a reír flojamente y entonces el príncipe volteo a verlo con una ceja alzada y una sonrisa en sus labios.
-Será mejor que vaya con la princesa, o sino ella se enojara.
-La princesa puede esperar. -Harry volvió a su posición anterior.- Ahora... -En un rápido movimiento el príncipe besó los labios de Louis con lentitud, mientras subía su mano hacia la mejilla de este nuevamente.-
Ambos sintieron un revuelo de emociones en su estómago y en su pecho que se sintió agradable y acogedora.
Louis posó vergonzosamente y con lentitud su mano en el hombro del príncipe mientras cargaba todo su peso en las puntas de sus pies.
Se tuvieron que separar por falta de aire, pero a los segundos volvieron a besarse.
Los minutos pasaron y ellos se mantuvieron así, besándose hasta quedarse sin aliento, separándose para tomar aire y volviendo a repetir todo nuevamente.
-Por los dioses Harry. -Ellos ni siquiera se percataron de que la princesa había ingresado a los aposentos- ¿Tú eres tonto? Te mande a llamar hace 10 minu...-La voz de Gemma fue perdiendo intensidad a medida que hablaba-
Ellos se separaron y entonces repararon en la presencia de la princesa quien mantenía los ojos abiertos en señal de sorpresa.
-¡Lo sabia! -La princesa comenzó a festejar haciendo ciertos movimientos extraños- Alexander me debe 10 monedas de oro.
Louis y Harry se miraron con los ojos sumamente abiertos.
-¿Alexander? -Preguntaron ambos al unísono-
-Al parecer fuimos los únicos dos que nos dimos cuenta de que entre ustedes dos había cierta atracción. -Harry negó con la cabeza con diversión mientras las mejillas de Louis se sonrojaban violentamente-
(...)
La mañana del día siguiente paso con normalidad, Harry como siempre fue a su entrenamiento diario y luego de este fue a atender un llamado que su padre le hizo.
A Louis no le había gustado eso, sabía que si los reyes mandaban a llamar a Harry era para hablarle del dichoso matrimonio.
-Padre, usted me ha mandado a llamar. -Harry aun seguía enfadado con sus padres-
-Si hijo, solo te llamaba para informarte que mañana llegará Azeneth. -Louis rodó los ojos- Tendrás que ser amable y respetuoso con ella.
-Está bien. -Harry sabia que era mejor no discutir con su padre.- ¿El rey precisa algo más o puedo retirarme?
-No... -Des frunció el ceño al notar que Louis y Harry llevaban pulseras a juego, sin embargo, no dijo nada.- Puedes retirarte, hijo.
(...)
-¿Qué voy a hacer Lou? -Pregunto el rizado una vez que se encontraron en los aposentos de este.-
-Tenga paciencia. -Aconsejo Louis mientras servía agua en una copa y se la entregaba al príncipe.- Los dioses saben que es lo que hacen con nuestros destinos.
Ambos se sentaron en el kline de Harry.
El rizado fijo su vista en el ciervo y sonrió de lado, sintiendo un cosquilleo en sus labios recordando lo ocurrido la noche anterior.
El castaño, al sentir la mirada de Harry sobre él, sintió como la temperatura de su rostro iba aumentando levemente.
-¿Sabes? -Dijo Harry dejando la copa sobre el kiboto que se encontraba junto a su kline- He perdido la cuenta de cuantas veces te has sonrojado frente a mis ojos.
Louis soltó una carcajada tapando su boca con su mano.
-No hagas eso. -Pidió el príncipe retirando la mano de Louis de su boca- Me encanta la manera en la que tu nariz se arruga cada vez que ríes. -Y eso fue todo para que el rostro de Louis se sonrojara hasta tal punto en el que hasta sus orejas estaban rojas.-
-Debo parecer un tomate. -Louis cubrió sus sonrosadas mejillas con sus manos mientras escuchaba la risa del príncipe.-
Harry tomó las manos de Louis entre las suyas, las posó en su regazo mientras dejaba un delicado beso en los labios de este.
El beso se vio interrumpido por el sonido de la puerta de sus aposentos al abrirse.
Harry y Louis no se daban cuenta pero sus manos seguían entrelazadas en el regazo del príncipe.
-Gemma, ¿Es que acaso siempre tienes que llegar en momentos inoportunos? -Pregunto Harry rodando los ojos-
-Agradezcan que soy yo y que no es alguien mas porque sino tendrían bastantes cosas que explicar. -Dijo ella señalando sus manos.-
-¿Qué querías Gemma? -Pregunto Harry apretando ligeramente las manos de Louis entre las suyas al notar que el ciervo tenía intenciones de alejarse.-
-Quería invitarte a pasear, desde que volví no hemos tenido la oportunidad de hablar o siquiera de pasar un tiempo a solas. -Ella fijo su vista en Louis- Obviamente Louis también está invitado.
(...)
El sol resplandecía a lo alto del cielo despejado, brindando un clima perfecto para salir a pasear.
-La vista es perfecta. -Dijo Gemma observando el perfecto cielo-
-Coincido en eso... -Dijo Harry con la mirada fija en el pequeño ciervo.-
-Por los dioses Harry deja de ser tan cursi. -Murmuró Gemma con diversión observando el sonrojo que poseían las mejillas del castaño.-
Pasados varios minutos Gemma volvió a hablar.
-¿Para cuando mis sobrinos? -Pregunto seriamente sin despegar su mirada del cielo-
Louis comenzó a reír a carcajadas mientras Harry miraba a su hermana con los ojos muy abiertos.
-Gemma, ¿No crees que es muy muy muy temprano como para andar preguntando eso? -Cuestionó Harry rodando los ojos-
-No, no es muy temprano. -Gemma negó con la cabeza- Si por mi fuera mañana ustedes se estarían casando y pasado mañana los estaría coronando como reyes de Grecia.
-Pero mañana nadie se casara, y lo único que se celebrará será la llegada de Azeneth. -Los hermanos se miraron sabiendo que lo que el castaño decía era verdad.-
(...)
Para Louis el día había pasado muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos el paseo con Gemma y Harry había llegado a su fin, el encuentro con el príncipe en los jardines del reino había durado menos de lo que él recordaba y la noche había pasado como si de minutos se tratase.
En este momento se encontraba sirviendo vino en distintas copas para los reyes, los príncipes y distintas personas que se encontraban en la sala del trono a la espera de la llegada de la princesa de Egipto.
La ultima copa en entregar fue la del príncipe.
-Louis... -Susurró este al notar la mirada gacha y pérdida del ciervo.-
-¿Desea algo más príncipe? -Pregunto al notar la mirada del rey sobre ellos.-
-Louis... -Volvió a decir tomando con una mano la copa de vino y con la otra la muñeca del castaño.-
-Ahora no, por favor... -Louis se apartó del agarre con sutileza y en ese momento las puertas de la sala del trono se abrieron.-
Los ojos del ciervo se aguaron al fijar su vista en la joven que entraba; Era alta, casi tan alta como Harry, con el cabello rubio cayendo por sus hombros, los ojos celestes, la nariz pequeña y los labios grandes, el vestido blanco que llevaba puesto le sentaba perfectamente haciendo juego con la blancura natural de su piel.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que no debería hacerse ilusiones con el príncipe, es decir, ¿Cómo el príncipe de Grecia se iba a fijar en él, un simple ciervo que lo único que hacía era recibir ordenes y acatarlas sin protestar, teniendo a su disposición preciosas princesas que llamaban la atención y caminaban con la cabeza en alto, sin preocupaciones?
-No seas ingenuo, Louis. -Se dijo a si mismo.-
Aprovechando la distracción, y el hecho de que todos tenían la atención puesta en la hermosa joven que acababa de ingresar, Louis dio media vuelta con intenciones de salir de la sala del trono.
-Louis, ¿A donde vas? -Pregunto Gemma al verlo pasar. -
-Discúlpame con los reyes y con el príncipe pero debo irme, no me siento bien. -Se excusó sin levantar la mirada y Gemma noto ciervo temblor en su voz.-
La princesa maldijo internamente el hecho de tener que quedarse en la sala del trono a fingir que la princesa Azeneth le caía bien y no poder ir con Louis.
(...)
En lugar de ir a sus aposentos el castaño se dirigió hacia los establos del reino en busca de Lazlos, el caballo que su padre le había regalado una semana antes de aquel fatídico día.
Louis había chillado de felicidad al ver a un potro pequeño y asustado de color blanco y marrón, con el tiempo el pelaje del animal fue creciendo a pasos agigantados y Louis amaba eso de su caballo.
Louis aprendió que su caballo era de raza gypsy vanner y que su padre había hecho un gran sacrificio para conseguirlo ya que ese tipo de caballos no se conseguían en la región griega en la que ellos vivían.
-¿Cómo estás Lazlos? -Tras la muerte de su padre Louis había tomado por costumbre hablar con su caballo cada vez que se sentía muy triste.- Tenía tiempo sin venir a verte. -Louis abrió la puerta de la caballeriza y se adentro en ella.- ¿Cómo te trata el señor Aeneas? -El castaño dejo un beso en la gran mandíbula del animal.- Lamento no poder venir tan seguido como antes. -A medida que iba hablando el ciervo colocaba una a una las piezas de la montura.-
Hacia 5 años que el castaño había tenido que separarse de su adorado animal porque su madre había comenzado a ser la dama de compañía de la reina y lo tuvo que dejar en los establos del reino.
A pesar de eso Louis iba todos los días a verlo, pero en cuanto empezó a ser el ciervo del príncipe ya no pudo permitirse eso.
-Hace tiempo no salimos a pasear tú y yo. -Dijo él acercando el tan conocido banquito que utilizaba para poder llegar a los estribos, ya que debido a su altura no podía llegar a ellos sin él.-
En tan sólo unos minutos Louis comenzó a galopar con el caballo hasta llegar a la salida trasera del reino que daba a un bosque algo sucio y abandonado.
(...)
Las horas pasaron y pronto la noche cayo en Grecia.
-¿Dónde crees que puedas estar? -Pregunto a Harry a su hermana.-
-Ya te he dicho un montón de veces que la ultima vez que vi a Louis fue hoy luego de la llegada de Azeneth. -Contesto Gemma- Hablando de eso, ¿Cómo es ella? -Pregunto con intenciones de que el príncipe deje de pensar en Louis.-
-Insoportable, su voz me irrita y su carácter es inmaduro. -Harry paso una mano por su cara.- Si así me siento a tan sólo unas horas de su llegada ni me quiero imaginar cómo me sentiré a medida que pase el tiempo.
(...)
-¡Louis William Tomlinson! -Exclamó Jay al verlo ingresar por la puerta- ¿Dónde has estado todo el día?
-Con Lazlos. -Contesto él con simpleza encogiéndose de hombros.-
-¿Sucede algo? -Su madre siempre había notado la costumbre de su hijo de ir a hablar con Lazlos cada vez que estaba triste.-
-Nada importante. -Louis tomó una cratera y sirvió agua en ella.- Tenía tiempo sin verlo, lo echaba de menos.
-Bueno, si no pasa nada importante ve a hablar con el príncipe e infórmale que estas bien, ha estado todo el día preguntando por ti. -Louis trago saliva.-
-¿Con... el príncipe? -Jay asintió y Louis frunció sus labios.- Está bien.
(...)
La princesa estaba a punto de salir de los aposentos del príncipe cuando las puertas de este se abrieron y Louis ingreso.
-Me dijo mi madre que ha estado buscándome. -Dijo Louis parándose delante de los hermanos.-
Gemma decidió quedarse.
-Si Louis, estuve muy preocupado por ti. -El príncipe se acercó al ciervo con intenciones de abrazarlo, pero este último hizo un gesto con la cabeza que hizo que el príncipe se quedara en su lugar.- ¿Dónde has estado? La ultima vez que te vi fue hoy en la mañana, en la sala del trono.
-En ese momento no me sentí bien y decidí salir a tomar aire. -Louis aun no había levantado la cabeza para mirar a Harry, sabía que si lo hacía caería nuevamente ante el príncipe.-
Gemma miraba la situación sin entender el porque de la actitud de Louis.
Harry acercó su mano al rostro de Louis, tomó su barbilla entre sus dedos y levantó su cabeza.
-¿Qué pasa Louis? -El castaño fijó su vista en los ojos del príncipe- Por favor dime.
Louis debatió mentalmente durante unos segundos si debía decirle lo que pasaba por su mente o no.
-Lo que pasa es que... -Decidió que era mejor decírselo, después de todo nunca sabría si sus pensamientos eran acertados o no si no lo hablaba con él.- Pensé que sería mejor dejarlo con la presencia de la princesa Azeneth, después de todo es mejor que la mía.
Por el tono en la voz del ciervo y las palabras que utilizo Gemma entendió todo.
-Louis... -Intervino ella al ver que su hermano se había quedado sin habla.-
Harry se acercó lentamente a los labios del ciervo y los beso con ternura y lentitud. Quizás no sepa explicar con palabras que era lo que sentía por él, pero al menos podría demostrárselo día a día con actos.
Les juro por lo más preciado que tengo que si hubiera podido publicar algo mejor que esto lo hubiese hecho, no estoy para nada segura de la calidad de este capítulo.
Por otro lado voy a aclarar algo ya que me llegaron 2 o 3 mensajes de personas preguntando lo mismo y no, la fic no se basa en el "Proceso"(Por llamarlo de alguna manera) de enamoramiento de Harry y Louis, sino que se trata de ellos como una pareja enfrentando distintas situaciones, ya que yo no sé que es lo que se siento con exactitud cuando estas enamorado. Enamorarme no es mi estilo Okno 😂😂.
Y otra cosa: Cumplí con lo del beso Larry, con que las cosas siguieran con normalidad después de eso (Al menos por unas horas😂) y le agregue drama.
No sé si tengo que decir algo más, pero siento que la nota quedo muy larga.