(Asuntos...)
Quiero pedirles una disculpa por mi ausencia, tuve algunas complicaciones con todo lo de COVID (con unos familiares) nada grave, todos están bien. Pero eso me tuvo ocupada y se me hizo imposible publicar (solo por eso voy a publicarles los capítulos faltantes hasta ponerme al corriente.
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Jamás pensé que el simple hecho de ir a Disneyland podía emocionarme tanto como si fuera una niña pequeña, pero la verdad era que tenía muchas ganas de ir. Además, esperaba poder ver a Andy, ya que ella ahora estaba en California, aunque era una idea surrealista... su carrera como fotógrafa estaba resultándole muy bien y mejor de lo que ambas esperábamos, eso me hacía feliz por ella, la vida comenzaba a sonreírle.
Ya habíamos empacado ropa necesaria, dos mudas de ropa por cada día en el parque, previendo lluvias o simplemente los juegos de agua. Estábamos en la sala de la casa, la cual se encontraba repleta de personas.
Gemma y Athala ya tenían sus maletas listas también. Solo esperábamos a Kaleb.
—Mi hermano tarda más que una novia el día de su boda —dijo Athala molesta poniendo los ojos en blanco.
—Solo espero que ese día no haga lo mismo, o vas a dejarlo sin descendencia por llegar tarde —le susurré a Gemma al oído, ganándome un puñetazo en el estómago de su parte.
—Calla Capaldi —dijo ella entre dientes.
—No lo negaste... —dije cantarina.
—Dije que te callaras.
—Bien, me callo —dije riendo, tomé mi maleta y la arrastré hasta que quedó junto a la de Clary.
—Cathalinna, me gustaría hablar con ambas —dijo Stella a Gem y a mí. Ella estaba aquí por un par de días pues venía a un congreso que se daría en Brooklyn. Asentí con la cabeza y la seguí escaleras arriba. Una vez arriba y a puerta cerrada Stella habló— Chicas, ya les di tiempo, creí que me contarían qué sucedió en Grecia por ustedes mismas, pero al ver que no, mi obligación como hermana mayor de ambas, es preguntar.
—Y yo respeto tu obligación —le digo a Ella con cariño— pero yo tengo derecho a guardar mi privacidad.
—Ella, no puedes pretender que Cathy hablé de algo así, y yo tampoco, porque le prometí no hacerlo, a nadie. Debes respetar eso.
—Ella, prometo que lo hablare a su tiempo, pero ese momento no es ahora —le dije a la que consideraba mi hermana mayor.
—Chicas, hora de irnos —dijo Athala interrumpiendo la conversación y tomándonos de la muñeca a Gemma y a mí— apúrense, antes de que a Kaleb se le ocurra pasar al baño o a desayunar...
Seguimos a Athala obedientemente, ya que nos estaba salvando de un largo cuestionario por parte de Ella. Solo esperaba que esa conversación no se repitiera pronto.
—Niña Dorada —escuché como gritaba Rodrigo desde el pasillo, sin pensarlo mucho eché a correr hacia él, después de todo él era mi mejor amigo. Rodrigo me atrapó en el aire y me hizo girar unos momentos, luego me bajó y me dio un zape en la cabeza— debiste decirme que te ibas. Te hubiera apoyado tontita.
—Me conoces Ro, no puedes pedirme que haga algo que odio hacer —le dije refiriéndome a las despedidas.
—Lo sé —me abrazó y le devolví el abrazo.
Saludé a Sam y a David, quienes cargaban cada uno a Clary y Lizzie respesctivamente, Raymond rápidamente se apresuró a tomar a Clary de los brazos de Sam. Ya conocían a Athala de una vez que ella había llegado a cenar de sorpresa, y estaba demás decir que conocían a Gemma. Pero Kaleb si se presentó.
—Mmm... —dijo Thiago jalándome de la falda del vestido, bajé la mirada hacia el pequeño y me gaché hasta quedar a su altura.
—¿Qué sucede cariño?
Señaló a Clary durmiendo. Aún era complicado lograr que hablara, pero un progreso ya se llevaba, a la que menos le había costado era a Lizzie, pero Thiago era otra cosa.
—No creo que tarde en levantarse, puede hacerse la dormida por el cambio de brazos, pero eso la despertó, te lo aseguro.
—Mmjmm —Thiago asintió y echó a correr.
—Lograste despertarle las cuerdas vocales, por lo poco que sé, eso es un logro —dijo Rodrigo.
—Yo no hice nada.
—Admítelo Cathy, eres un faro de luz.
Yo no estaba tan segura de eso. Fue entonces cuando preguntó.
—¿Vas a tener bebé? —no pude saber con certeza que sentimiento predominaba en sus ojos en ese momento.
—Oh —dije mientras ponía cara de mamá emocionada y acariciaba la prominente pancita que estaba obligada a llevar encima— sí.
—Y el padre...
Rodrigo no pudo terminar la pregunta porque Clary llegó corriendo hacia mí molesta, con los ojos hinchados y totalmente sonrojada por su siesta. Hermosa y encantadora, definitivamente.
—Mami —dijo haciendo un puchero encantador— Thiago me picó mi estómago —se cruzó de brazos y le sacó la lengua a un Thiago preocupado. Yo no pude más que reírme.
—Muñeca, solo quiere jugar.
—Pudo esperar a que despertara —dijo aun molesta.
—Tal vez no quería esperar —le susurré en el oído a Clary. Ella poco a poco perdió el fruncido seño que tenía.
—Bien —dijo rodando los ojos, luego volteó a ver a Thiago— Que no se repita, una chica necesita su sueño de belleza —dijo con superioridad. Dicho esto, lo tomó de la mano y lo arrastró hasta donde estaban todos. Caminé tras ellos.
—Recuerda que tenemos público Cathy —me susurró Gemma al oído una vez que estuve a su lado. Yo puse cara de confusión y ella me señaló con la mirada a la pancita y a Raymond, ahí entendí.
—Claro Gem.
Pude notar que Rodrigo me había seguido, me dirigí resuelta con Raymond mientras veía su sonrisa traviesa y divertida mientras miraba a una ceñuda Clary jugar con Thiago. Por acto reflejo sonreí también, con el pasar de los meses había aprendido a adorar esa sonrisa traviesa y problemática. Me paré a su lado.
—¿Por qué dejaste que la despertara? —le pregunté curiosa— sabes que se levanta de malas.
—Me gusta verla enfadada, curiosamente, arruga la nariz exactamente como tú —dijo tocando mi nariz con su dedo índice causando que cerrara mis ojos, un reflejo que a Raymond le daba maña conmigo— lo cual demuestra que muchas cosas se aprenden.
—Oh, tu realmente no me quieres ver molesta Ray —le dije con una sonrisa de lado.
—Tienes razón, prefiero verte sonrojada — pasó uno de sus brazos por mi cintura abrazándome y volvimos a centrarnos en la conversación grupal. Mi mirada encontró la de Gemma, la cual me sonreía pícara. No quería mirar a mi mejor amigo.
En el avión la distribución, por salud mental de Gemma, fue la siguiente: Gemma, Clary y yo en una fila; Ray, Kaleb y Rodrigo en otra; Sam, Adam y Thiago en otra, y finalmente Lizzie y Athala en otra.
—Sigo sin entender por qué no puedes estar cerca de Kaleb —dije y ella me fulminó con la mirada.
—Y yo sigo sin saber por qué aún no has hecho nada al respecto —dijo señalando la pancita. Bajé la mirada— Cathy, lo siento, sé que te cuesta, y no debí ser hiriente, pero, Kaleb es mi tema tabú y lo sabes.
—Siempre pensé que terminaría siendo tía de una hermosa niña y tú una mamá soltera —le confesé medio cambiando de tema.
—Y la tía soy yo —dijo riendo viendo como acariciaba el cabello de Clary, quien había vuelto a caer dormida en mis piernas.
—Debes pensar en algo Cathy, después del "robo" —dijo poniéndole comillas a la palabra con los dedos— de documentos del hospital, ¿Qué harán?
—Pues estuvimos hablando, pero cualquier opción levantaría sospechas, creo que dejamos que esto fuera demasiado lejos.
—Creo que sí, pero mira, si es necesario, podemos atraer al imbécil ese, lo matamos y tiramos su cuerpo al mar, o a un lago... yo negaría que tú eres culpable —dijo Gem sonriendo inocentemente y luego ambas reímos juntas.
—Si algún día necesito los instintos asesinos Connelly, te llamaré, tenlo por seguro.
—También soy detective privado por si te interesa —dijo seria.
—Espero podamos pensar en algo rápido.
—Por ahora, debes centrarte en tu familia feliz, recuerda que los ojos están en todos lados.
—No debo fingir mi alegría para con Clary, ni mis risas con Ray, eso es algo más fácil.
* * *
La estancia en Disneyland fue maravillosa, los niños disfrutaron muchísimo. Hicieron peleas de almohadas y de comida, inclusive nosotros nos divertimos, Gemma y yo ayudamos a Athala con su miedo a los juegos mecánicos, al menos logramos que se subiera a la rueda de la fortuna y otras pocas más. Clary estuvo todo el tiempo conmigo y Ray, en Fantasyland nos subimos los tres juntos a todas las atracciones, bueno, a todas a las que le permitían subir a una mamá embarazada, las restantes solo subían los dos. A pesar de que quisimos mantenernos juntos, fue imposible, terminamos todos por partes diferentes, solo había dos actividades en las que coincidimos obligatoriamente, el desayuno y la cena, si llegábamos a encontrarnos en alguna atracción, era suerte.
Ya estábamos empacando todo, mañana regresábamos a Nueva York, y no podía evitar las ganas de quedarme aquí por siempre. Raymond intentaba convencer a Clary de no comprar cada cosa que veía en las tiendas, dado que habíamos dejado las compras para el final. Gracias a eso, yo había tenido tiempo de platicar con Rodrigo.
—Tu madre moriría si se enterara que esperas un hijo sin estar casada.
—Mi mamá... es probable que ya lo sepa —dije en mi defensa. Él no preguntó.
—¿Y ya sabes qué es?
—Niña —contesté automáticamente, estaba tan acostumbrada a la pregunta, que la conversación casi fluía con inercia.
—¿Ya tienen los nombres?
—Aún pensamos en ellos —no sé por qué le dije eso a él. Normalmente respondía lo acordado con Raymond.
—Cathy —dijo con un tono de voz extraño, yo lo miré y lo animé a continuar con la mirada— ¿Él te trata bien? ¿Lo quieres?
La pregunta me tomó por sorpresa, no esperaba esa pregunta, no estaba preparada para ella. Sin embargo, mis labios parecieron responder lo que mi mente no podía.
—Si, lo quiero. Y me trata bien, no te preocupes, además, sé que será buen padre, tal vez aún le falte algo de práctica, pero creo que podemos lograr hacerlo bien.
—Entonces te apoyo, Enana —dijo Rodrigo abrazándome, sin embargo veía su mirada triste— mientras seas feliz y él te trate bien, tienes mi apoyo incondicional. Nunca pensé que tuvieras el sentido maternal tan activado.
—¿Por qué lo dices?
—Por la niña, Clary. Ella te dice mamá, y parece que te lo dice con el corazón, además de que tú la tratas como una verdadera madre la trataría.
—Es un ángel, ¿Cómo no hacerlo?
—Un ángel que trae medio Disneyland en las bolsas de compras.
Miré hacia donde miraba Rodrigo y pude ver a un Raymond con muchas bolsas de compras y a Clary con otras tantas, me daba tanta risa, que terminé tomándoles una foto.
—Tu hija tiene problemas de compradora compulsiva —le dije a Ray ayudándole un poco con las compras.
—Cuando Clary tiene un defecto, es mi hija —dijo Ray mirándome a los ojos y acercándose a mí— pero cuando hace algo brillante y magnífico, lo aprendió de ti —dijo reprimiendo una sonrisa.
—Claro Gordo —dije acortando un poco más la distancia— no podría ser de otra forma.
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—¿Intensa?
—Si, Gemma, intensa, es la única palabra que lo describe.
—Pero... ¿Dices que ha pasado todo el viaje? —preguntó curiosa.
—Exacto, y no sé a qué se deba.
—¿Antes no sucedía?
—No —dije rotundamente.
—¿No?, o ¿No lo habías notado?
—No lo sé Gem, por algo te lo pregunto. Si yo supiera la respuesta no lo preguntaría.
—Okey, bien —dijo rendida— mira, desde ahorita te advierto, que mi respuesta no te va a gustar Cathy.
—¿Y eso por qué? —pregunté a Gemma.
—Mira Cathy, no soy la experiencia andando en el tema y tal vez sea mejor que hables con Stella.
—Olvídalo, Stella hará demasiadas preguntas. No estoy lista para contestarle nada a ella.
—Está bien. Mira Cathy... tal vez existe la mínima posibilidad de que Ray sienta algo más... fuerte por ti de lo que creíamos.
—Wow ¿O sea que qué? —pregunté como cuando éramos niñas realmente sorprendida.
—Cathalinna, no estamos en el jardín de niños —dijo poniendo los ojos en blanco— tú misma conoces esas miradas ¿No tú misma dedicaste muchas de esas miradas a muchos Adonis griegos?
—Gemma, no creo que... —no me dejó terminar.
—¿No crees, o no quieres creerlo? Mira Cathy, sé que te lastimaron, y lo entiendo. Pero no por ello tienes que negarte al amor.
—Gem no creo que eso sea para mí, no aún... debo sanar muchas cosas...
—¿Y por qué no le das a Ray la oportunidad de sanar esas cosas? Cathy, yo puedo guardar tus secretos, Andy y Victoria pueden hacerlo, podemos apoyarte incondicionalmente, pero hay algo que ninguna podemos cubrir. No podemos cubrir ni reparar tu corazón, no como necesitas que sea reparado. Debes darte la oportunidad a ti misma, la oportunidad de ser feliz, Cathy, desde que eso sucedió te has estado negando a aceptar una relación sentimental en tu futuro, pero no quiere decir que debas segur así. Te veo feliz Cathalinna, feliz como antes, desde que estás viviendo en casa de Ray, veo a la Cathalinna Capaldi de quince años con la que me iba a las fiestas a romper corazones y a deslumbrar a media Grecia. Mira —dijo tomando mis manos entre las suyas— si quieres no me digas nada ahora, no es necesario, pero si piénsalo, no por mí, por ti.
—Si estamos siendo sinceras, también me gustaría darte un consejo Gem.
—Teniendo en cuenta que te dije lo que menos querías escuchar en el mundo, puedes decirme lo que sea —dijo ella sincera.
—Habla con Kaleb —dije rápidamente antes de perder el valor de hacerlo— Debes hablar con él Gem, no por él, como tú me has dicho, por ti. Desde la última vez que tú y Kaleb estuvieron juntos no has estado con nadie más, pero tú no sabes con quién ha estado Kaleb... además de Jessica. Es por tu salud, la física y.... la mental. Sería bueno que recordaras qué sucedió. Y arreglar las cosas. Te conozco Gem.
—Hagamos un trato —dijo Gem cerrando el puño y enseñando el pulgar hacia arriba— yo prometo hablar con Kaleb, si tú me prometes intentar dejarte llevar un poco por tus sentimientos, si no funciona, respetaré tu decisión, pero si él logra repararte un poco, vas a dejarte llevar. A cambio, prometo arreglar lo de Kaleb.
—Lo prometo —dije poniendo mi mano como la de Gemma y poniendo mi pulgar justo con el de ella. Era una forma de jurar que teníamos desde pequeñas, solo que entonces, así firmábamos nuestras guerras, ahora, ese era el sello de las promesas— Lo juro de sangre.
* * *
—Los niños estarán bien en la casa Cathy —insistía Sam.
—Lo sé, pero ¿Estás segura Sam? Solo tendrán mañana para reponerse para la escuela.
—Cathy, las vacaciones te afectaron —dijo comprensiva— el lunes empiezan las vacaciones de pascua, tendrán una semana para recuperarse.
La sorpresa no cabía dentro de mí, de verdad había olvidado las vacaciones de pascua.
—Bien, pero solo hasta mañana.
—¿No puedo quedarme hasta el lunes ma?
—Le prometiste a Laysha que se reunirían apenas regresaras, y acordé con su mamá el lunes por la tarde, y por la mañana deberás desempacar.
Clary suspiró resignada. Le encantaba pasar tiempo con Laysha, era su mejor amiga, pero para ella, nada se comparaba con pasar tiempo con Thiago y Lizzie.... bueno, más con Thiago. Clary solía decir que él era su mejor amigo. Y a pesar de que Thiago no decía nada, yo suponía que él pensaba lo mismo de ella.
—¿Vamos a la casa? —me preguntó Raymond.
—Honestamente, tengo ganas de comer un poco de la comida de Marina —le dije sonriendo inocentemente.
—La comida de mi madre es maravillosa, hechiza —reí con ganas, porque de cierta forma, era cierto.
—No voy a debatir eso —le dije tomando la mano que me ofrecía.
—Cathalinna —dijo Rodrigo deteniéndome, me giré hacia él— espero que me invites cuando nazca tu bebé.
—Tenlo por seguro Ro —le dije sonriendo, me solté de la mano de Ray y corrí a abrazar a mi mejor amigo.
—Procura no pelearte con Ray —le susurré, refiriéndome a lo que había ocurrido en el avión de regres
—Lo haré si él lo hace Enana.
—¿Cuándo regresas a Grecia?
—No regreso a Grecia Enana —rompí el abrazo y lo miré a los ojos.
—¿Cómo que no regresas a Grecia, te quedas? —dije emocionada.
—No, al ver que tú y Gemma dejaron Grecia, se me ocurrió ir a México, conocer el país de mamá.
—Entonces, ¿Te vas a México? —pregunté interesada.
—Si. Y cuando quieras, eres bienvenida.
—Gracias Ro. Algún día te tomaré la palabra.
—Regreso mañana Enana, debo regresar al trabajo.
—Está bien, que te valla bien —dije volviéndolo a abrazar.
—Aún queda pendiente el otro tema Enana.
—No quiero pensar en eso, o no hasta que sea seguro.
—Bien, eso puedo respetarlo, buenas noches —dijo besando mi mejilla, yo besé la suya también a modo de despedida.
Volví con Ray, quien me esperaba del lado del copiloto con la puerta abierta, como siempre. Subí y cerró la puerta.
—Cathy, sé que no es de mi total incumbencia, pero no pude evitar escuchar algo de tu conversación con Gemma y Rodrigo, desde esa conversación, estuviste algo preocupada, lo notaba y si te tiene intranquila puedes confiar en mí.
—Rodrigo me comentó algo sobre mis abuelos, pero realmente no quiero hablar del tema, no ahora —él entendió el mensaje "Cuando estemos seguros, responderé lo que quieras".
Estaba la luz roja, Ray me abrazó y me besó en la frente, ahí sin moverse, agregó susurrando.
—Cuéntame cuando estés lista, no voy a presionarte Princessa, pero ten por seguro que siempre voy a apoyarte.
Se puso la luz verde y Ray avanzó.
—Aun no entiendo cómo es que accedí a que Clary se quedara con Sam.
—Eres una buena madre Cathy, por eso —dijo Ray riendo—Tengo ganas de regresar a Montauk.
—¿Estás seguro?
—Claro que sí, la última vez no estuvo tan mal... bueno, hasta que me abandonaron.
—Soy buena madre... soy buena madre...
—¿Y eso?
—Mi mantra para no sentir remordimiento por abandonarte —dije con una ligera sonrisa. Vi a Ray sonreír también.
* * *
—Hola querida —dijo Marina dándome un enorme abrazo— qué bueno que han venido, espero que no hayan cenado aún.
—Claro que no Marina, jamás te negaría el privilegio de alimentarme bien —le dije.
—Eres una tramposa Capaldi —dijo Raymond.
—No debes ser lambiscona con Marina para ganártela, nos tienes ganados desde que te ganaste a Clary —dijo Daniel riendo, vino y me dio un gran abrazo.
—Es decepcionante que tus padres corran primero a abrazar a una extraña en vez de a su hijo luego de no verlo por una semana.
—Mi bebé está celoso de Cathy —dijo Marina como si Raymond tuviera tres años y le apretó su mejilla.
—Mamá, eso es vergonzoso —dijo un ruborizado Ray.
—Marina, cocinémosle galletas al bebé para que no haga pucheros —dije como si hablara con un bebé.
Marina y yo reímos y nos fuimos a la cocina, Raymond y su padre subieron al estudio, no sin que antes, Daniel me dijera discretamente.
—Debemos tratar el asunto de... Escocia.
—Claro que sí, pero tiene que mantenerse secreto. Mis hermanos no me han llamado para confirmar nada. A demás, aún tenemos unos meses más.
Cuando llegué a la cocina, Marina ya estaba preparando los ingredientes para hacer las galletas. Definitivamente, mi corazón estaba aquí, mi familia era esta, y Marina era como la madre que nunca tuve... tal vez, y solo tal vez, podría tomar el riesgo... y hacerle caso a la loca de Gem, que, con un poco de suerte, tal vez acertaba más en mi vida a morosa que en la de ella.
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Seres de Luz!!!! Espero disfrutaran del Cap...
Ya empiezan a haber más acercamientos entre Cathy y Ray...
¿Qué será eso que Cathalinna no quiere hablar?
Estuve pensando en hacer el especial de Disneyland desde el punto de vista de Raymond para los capítulos finales... ¿Les gustaría?
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Afortunadamente ambas cosas son gratis 😂😂😂 Intentaré contestarles todos los comentarios
Abrazos y Saludos
22/07/18
17/07/20
Azeneth