El chico de rizos alborotados y hermosos ojos esmeralda retorció sus dedos encima de la almohada, la preocupación comenzaba a hacerse presente en su cuerpo, carcomiendo algo en su interior. Y al sentir una sensación oprimiente en su pecho, se dio cuenta de que algo no iba muy bien.
-¿Hablar sobre que, papá? -Harry fue el primero que se atrevió a proferir alguna palabra, mirando de soslayo a los dos chicos que reposaban a sus lados.
-Es... algo delicado.
-Oh, comprendo, yo me puedo ir -Niall ofreció con una sonrisa sincera.
-No, no, simplemente es que este no me parece un lugar adecuado para lo que tengo que hablar con Louis y Harry -el hombre trató de sonreir un poco, pero no lo logró.
Desmond Styles lucía algo cansado, unas ojeras debajo de sus ojos delataban las horas que había pasado de insomnio, el aura apagada que lo rodeaba le daba un mal sabor de boca a Harry y sus ojos verdes no tenían el mismo brillo que de costumbre. El hombre estaba algo más que deprimido y la razón aún era desconocida.
Los tres jovenes se miraron sin nada que decir, querían hacer algo para que la opresión en su pecho desapareciera, pero no sabían como hacerlo o al menos intentarlo.
-Vayamos a un café, comeremos algo y entonces podremos hablar de esto.
-Papá, esto es muy complicado, nos estás asustando ¿porque no solo lo dices de una vez?
-No es cualquier cosa, Harry, es sumamente importante.
-Yo... Llamaré a los chicos y veré si podemos salir, no se preocupen, ustedes vayan a arreglar aquello y todo estará bien -aseguró el rubio y salió de la habitación con pasos incómodos, el ambiente en la habitación se sentía muy pesado y asfixiante.
-Los espero en el auto, dense prisa.
El hombre salió cerrando la puerta sin más que agregar.
Louis y Harry soltaron el aire retenido en sus pulmones y se miraron a los ojos, fue entonces que Harry se percató de la incertidumbre y ansiedad en las bellas orbes azules de su amante.
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Jack&Paul's era una buena opción para ir a relajarse, era un café de bonitas paredes blancas que consistía en varias mesas de madera y cómodas sillas rústicas, un fuerte aroma de cacao y jengibre recibía a sus visitantes en la entrada del lugar, haciendolo muy cómodo y fascinante, los frascos de miel y mermelada de frambuesas también adornaban los estantes. El aroma a galletas de canela y mantequilla recién horneadas bailaba sobre el viento y se colaba en las fosas nasales de cualquier persona que pasara por ese bonito local a una cierta hora de la tarde.
Era increíblemente acogedor y relajante.
Los dos Styles y Tomlinson entraron en silencio hasta llegar a la última mesa más apartada, fuera de la vista de todas las personas que pudieran estar atentas a su conversación, tomaron asiento y después de pedir un buen café de mocca y cerezas dejaron salir la tensión en bocanadas de aire.
-Creo que es el momento correcto, si asi lo crees, papá -comenzó el ojiverde una vez que la taza de café reposaba en sus manos frías.
El mayor tomó un trago de su propia taza y la dejó sobre la mesa, tratando de perder un poco más de tiempo al fingir que hacia entrar en calor sus propias manos grandes y un poco rasposas.
-Harry, hay algo que debo decirte antes de cualquier otra cosa -Des levantó la mirada hacia el menor, sus ojos ocultaban algo de vergüenza- Pero debes prometerme que eso no cambiara en nada nuestra apenas creciente relación de padre e hijo.
-Te escucho -profirió el ojiverde, no muy seguro de lo que estaba diciendo.
-Prometelo.
-No estoy seguro...
-Hijo, te amo a pesar de todas las cosas, te lo prometo, ¿podrías hacerlo por mi?
El de rulos paseo sus dedos por la orilla de la taza, atrapando el vapor entre estos y haciendolo bailar en el aire.
-Te lo prometo papá, tratare de que nada cambie entre nosotros.
Desmond no estaba seguro de aquella respuesta, pero prefirió darle su espacio a su hijo para que pudiera decidir él solo sin interrupciones.
La mirada del ojiazul permanencia perdida en algún punto de la pared, no queriendo entrometerse en aquella tensa conversación.
El hombre suspiró y le dio una mirada avergonzada más.
-Creo que nunca te he dicho el motivo por el cual tu madre y yo nos separamos...
-¿Porque ya no se amaban? Ella siempre me lo decía cuando de niño se me daba por insistir.
-Esa no es la versión que yo consideraría correcta -acordó, tosiendo un poco y después suspiro pesadamente- Nos separamos porque yo comencé a salir con otra mujer.
Harry se quedó helado en su lugar, procesando todo aquello. ¿Eso quería decir que Anne le había mentido? Aunque en realidad eso no era tan importante como la información que Desmond recién revelaba. ¿Su padre la engañó? ¿Aquel hombre que se veía tan noble, amable y honesto? Era imposible.
-No es verdad -habló con la voz temblorosa, tratando de sonar demandante, pero no lo logró.
-Si Harry, no voy a tratar de justificarme con nada porque sé que lo que hice fue horrible; le fui infiel a tu madre.
-¿Y porque Louis tiene que saber todo esto? ¿No es lo demasiado bochornoso que yo lo sepa?
-Porque aqui es donde él está...
Desmond tomó aire profundamente antes de hablar, sus ojos se cristalizaron un poco y bajo la mirada, sabía que aquello iba a cambiar mucho las cosas, pero era necesario darles a conocer aquella información tan valiosa a ambos.
-Louis, estás aqui porque... tu también eres mi hijo.
No, no, no. Eso era estúpidamente incorrecto, no estaba pasando.
Ambos cerrarían los ojos en ese momento y cuando los abrieran se encontrarían envueltos en las sábanas del ojiverde, placidamente dormidos después de entregarse el amor que se sentían y eso sería solo una horrible pesadilla. Nada de que preocuparse.
Los jovenes se miraron directamente a los ojos, donde Harry tenía miedo Louis retenía lágrimas, se estaban quebrando poco a poco a su manera. Y nadie podría detenerlos.
-Johanna Tomlinson fue la mujer con la que estuve. Después de un tiempo nos enteramos de que estaba embarazada de ti y huyó a Doncaster, sin siquiera dejarme ayudarla con sustento -siguió el hombre con la voz quebrada, a ese punto había dejado de mirarlos- Naciste tú y apenas llamó para decirme que habíamos tenido un niño, no sabía que hacer, con Anne embarazada de Harry y a pocos meses de dar a luz...
Apoyó los brazos en la mesa, tallando sus ojos con desesperación, los chicos frente a él permanecían callados, casi como petrificados en el asiento.
-Lo siento tanto Harry, fui un estúpido al haber engañado a tu madre, estoy tan arrepentido porque si nada de esto hubiera pasado...
-... Yo no hubiera existido -terminó el ojiazul que yacía con lágrimas en los ojos- Se arrepiente porque si no hubiera engañado a la madre de Harry con la mía, no hubiera tenido un hijo bastardo y ustedes seguirían siendo la familia perfecta ¿no es así? -esta vez atacó, la furia reunida con la depresión se asomaba en sus orbes azules.
-No Louis, también eres mi hijo, no quise decir eso...
-Pero fue lo que ambos entendimos.
-Te quiero por el simple hecho de ser parte de mi sangre, no veniste de intercambio, es lo que tu madre te hizo creer. Cuando al fin pude localizarla accedió a dejarte venir un año a Holmes Chapel para conocerte y pasar tiempo contigo, por alguna razon coincidió con las fechas en las que Harry debía volver, pero no les había dicho esto porque parecía que ambos se odiaban, me decidí a hacerlo hoy ya que se ven felices juntos y les sería más fácil como hermanos que son...
-¡No lo digas! -explotó el ruloso lleno de furia en la voz, se levantó bruscamente tirando la silla al piso y apuntó a su padre amenazante- Dinos que estás bromeando, que no somos nada.
-Lo que dije fue la verdad. Confiaba en que entenderían y con esto estarían más unidos.
-¡No! ¡Louis no es mi hermano! ¡Me niego a creerte! ¡Mentiroso!
-¡Aceptalo! ¡Ambos son Styles! ¡Harry y Louis Styles y no pueden cambiar nada de esto!
Harry se echó hacia atrás temblando.
Su mundo se estaba cayendo, ¿que pasaría con ellos? Todo este tiempo... termino enamorado de su medio hermano, eran parte de la misma sangre... familia.
"Harry y Louis Styles"
Días y noches soñó con poder escuchar ese título, en un futuro cuando se hubiese casado con el muchacho de ojos celeste.
No así, no queria ver su apellido seguido del nombre de su amante con el único propósito de asegurar que eran hermanos. No lo quería.
Cuando desaparecieron todos los sentimientos de su cuerpo, se echó a correr fuera del café. Ese lugar ya no le parecia tan acogedor. No quería ver a nadie, simplemente quería correr de todos.
Y asi hizo.
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-Porfavor responde -lloriqueo el rubio con demasiada angustia, sostenía fuertemente el celular en sus manos temblorosas y la opresión en su pecho le hacía soltar pequeños gimoteos- Porfavor Harry...
Cortó una vez más y se decidió a enviar otro mensaje a la bandeja del ruloso y aunque sabía que tal vez no iba a contestar como a los treinta y dos mensajes anteriores, lo hizo;
"Harry, porfavor, todos estamos muy preocupados por ti, responde las llamadas, sabes que soy yo, Niall, soy tu mejor amigo y no voy a dejarte en un momento como este, bro, llamaré cuantas veces sean posibles, te quiero.
-Ni."
Todo a su alrededor era sostenido por un aura oscura. Sus lágrimas eran borradas con sus manos, solo para que le dejaran ver mientras llamaba al ojiverde por millonésima vez.
Después de que lo dejaran solo en casa, Niall invitó a los chicos a pasar el rato. Sandy, Dan y Zayn llegaron haciendo un alboroto lleno de latas de cerveza, frituras y películas para adolescentes.
Todo iba bien, se estaban divirtiendo demasiado, hasta que Louis llegó solo.
Lo primero que hizo al entrar a casa fue hecharse a los brazos de Zayn y contarles a los cuatro entre lágrimas e hipidos lo que había sucedido y el secreto bien guardado del hombre. Todos se quedaron petrificados y lo dejaron desahogarse en paz, a Zayn se le escaparon un par de lágrimas invisibles, que dejó ir sin avergonzarse de que los chicos lo miraran.
El castaño lloró tanto que sus ojos terminaron por hincharse y ponerse de un tono rojizo, perdieron su brillo, y cuando no le quedaban más lágrimas simplemente dejaba escapar hipidos y jadeos. Zayn insistía en ir a prepararle un té para que se tranquilizara, pero el ojiazul siempre se negaba aferrandose con fuerza al cuerpo de su moreno amigo y gritando siempre la misma frase "No te vayas Zayn, no me dejes como él lo tendrá que hacer"
A todos se les partió el corazón hasta que el ojiazul se quedó dormido en el regazo de Zayn.
Los tres chicos ajenos se quedaron a dormir en aquella casa, buscaron un acomodo en el piso de la habitación de Louis y a él lo dejaron reposar en su cama, Niall se negó a irse a su habitación y aunque nadie lo admitía, aquel gesto era para demostrarle a su amigo que estaban con él a pesar de todo.
Y ahora, eran aproximadamente las 2:30 a.m. y Harry no había aparecido.
Los cuatro tenían sus celulares en sus manos, haciendo llamadas y enviando mensajes, pero simplemente el chico de orbes esmeralda se negaba a siquiera dar señales de vida.
A ese grado, Niall estaba llorando, pues no quería imaginar que al menos le había sucedido algo similar a la vez anterior con Liam.
Eso fue, hasta que la puerta se abrió con un empujón brusco y todos se giraron exaltados hacia esta, los cuatro chicos en la habitación que estaban conscientes dejaron ir la preocupación en una gran bocanada de aire y relajaron las manos en donde sostenían sus teléfonos.
-Harry... -dijeron al unísono y corrieron a su encuentro.
Niall fue el primero en abrazar a su amigo, asegurandose de que no tenía algún rasguño o golpe, todo parecía marchar bien, hasta que el aroma a tabaco y alcohol inundo sus fosas nasales haciendolo retroceder.
-Estoy bien -murmuró arrastrando las palabras; estaba ebrio.
-¿Que mierda...? ¿En donde te habías metido?
-Por ahí -dijo sonriendo- Fui por alguna que otra chica... ¿Louis les contó? Y una mierda, resultó que es mi jodido hermano -el veneno en la voz les erizo la piel a más de uno, pues nunca habían visto a Harry en ese estado.
-Sí Harry, lo hizo -hablo Zayn esta vez, con una mueca hacía el olor que desprendía el de rulos.
-"Louis Styles" -citó esté con burla- Y yo que pensé que escucharía ese nombre hasta el día de nuestra estúpida boda -una carcajada salió desde su garganta- Soy tan estúpido ¿no es así? El primer chico del que me enamoré y seguramente el último es mi hermano. ¿Me harían el favor de terminar con esto de una buena vez?
-Harry, cállate, estás malditamente ebrio -Dan lo reprimió- Ve a darte una ducha fría, apestas a mierda y perfume barato...
-Eh... que su nombre es Taylor y es jodidamente guapa -interrumpió y se tambaleó hacía atrás, chocando la espalda con el marco de la puerta, cosa que le sacó una débil sonrisa- Lo hace tan bien... Extrañé las vaginas.
-Mierda cállate ya, hombre -gruñó Sandy y caminó hacía atrás mientras se jalaba el cabello de la nuca- ¿Que no ves? Louis esta por allá, podría despertar en cualquier momento y tú estas soltando toda esa mierda.
-¿Quién? ¿Mi hermanito? ¿Y porque tendría que molestarle?
-Harry -soltó Niall entre dientes- Termina con esto, cierra la boca, porfavor, bro.
-No, bro.
-¿No?
-¿Harry? -una débil voz cortó el aire y llego hasta los oídos de todos, el ojiazul recién se despertaba de la ajetreada tarde que tuvo y con el dorso de sus pequeñas manos tallaba sus párpados, bostezó ligeramente y se removió debajo de las sábanas mirandolos a todos con sus mejillas sonrosadas- Estás aqui...
-Louis -respondió más como un susurro, su voz se había llevado todo rastro de ignorancia en Harry, los ojos de este último fueron a reparar en los azules ajenos, mirando como yacían rojizos y un poco hinchados- ¿Que carajos te sucedió?
-Louis se quedó con nosotros todo el día, nos contó todo y no dejó de llorar hasta que se durmió entre mis brazos -explicó Zayn y Harry tragó saliva sintiendo como los ojos acusadores de sus amigos se clavaban en su cuerpo como pequeñas agujas punzantes- Nunca lo había visto tan devastado ¿Y donde dices que estabas tú? -atacó.
Las débiles orbes celeste de Louis parpadeaban bajo la fuerte luz de las lámparas, buscando acostumbrarse a esta mientras repasaba el cuerpo demacrado de Harry con la mirada.
Su camiseta blanca se arrugaba contra su cuerpo y unas ligeras borrosas manchas rojizas que no distinguió cubrían el cuello de esta, sus jeans estaban acomodados de la misma manera que alguien lo haría al salir apresurado de casa y él se movía ligeramente a los lados, perdiendo completamente la estabilidad de sus piernas, sus mejillas y labios adquirían un tono rosado, del mismo color que solían estar después de que ambos jovenes compartían una tarde de besos y caricias.
-¿Harry? ¿En donde estabas? -preguntó temiendo de la respuesta.
-Por ahí -respondió levantando los hombros ligeramente.
-¿No vas a decirle la verdad? -insistió Sandy- Que el pobre estaba muy preocupado y te juro que lloró más de seis horas.
-Callense, no les importa en donde me metí, dejen de joder esto más de lo que ya está.
-Está muy jodido ¿verdad? -respondió el ojiazul, encogiéndose bajo las mantas una vez más.
-Dejemos que ambos hablen a solas, me quiero largar antes de que le parta la cara a Styles -Dan gruñó y sus amigos asintieron lentamente, comenzaron a salir para dirigirse a la habitación del rubio y encerrarse hasta que todo pasara.
-¿A cual de los dos Styles? -preguntó Harry y soltó una carcajada tratando de disimular el dolor que sus propias palabras le provocaban.
-No quieres seguir con esto, Harry -respondió Sandy con un tono amenazador, que fue arrastrado cuando los demás se lo llevaron a la habitación de Niall con molestia.
La puerta se cerró, dejandolos a ambos en la solitaria habitación del ojiazul, sus presencias parecían distantes, ninguno de los dos quería decir nada, permanecían en su lugar con un nudo en la garganta y sus mentes llenas de cosas por decir... pero simplemente parecían dos fantasmas en el lugar que ambos solían ocupar...
-¿Que va a pasar ahora? -Louis, se atrevió a preguntar.
Harry levantó los hombros y al tratar de sentarse en el piso, se resbaló y se golpeó en la espalda, pero se quedó ahí recostado, flotando en su propia nube de ebriedad.
-¿No vas a responderme?
-¿Y que quieres que te diga? No hay nada que hacer -respondió el ojiverde con la garganta seca.
-Eso significa...
-Me vas a tener que olvidar.
-Y tu a mi.
-Lo sé perfectamente.
-¿Y asi nada más? ¿Terminó?
-Terminó.
Harry se sentó en su lugar, recostando la espalda en la puerta y miró a Louis... su adorado Louis, su dulce criatura.
¿De verdad quería eso? ¿Asi terminaba su historia? ¿No había nada más?
-Lo siento.
-No tienes porque disculparte, Lou, nada de esto es tu culpa, si tan solo hubieramos sabido que... mierda, no quiero ni decirlo -talló su rostro con sus manos, suspirando pesadamente y dejando que las lágrimas se acumularan en sus orbes.
-Te amo, Harry.
-Mierda, cállate, no, no me puedes hacer esto, no me dices que me amas ahora.
-Debí de haberlo hecho antes.
-¡Con un carajo! ¡Estoy tan jodido!
El de rulos se levantó, descolocandose y comenzó a golpear la pared frente a él, haciéndose daño físico, pero nada de aquello se podría igualar al daño sentimental que luchaba en su interior.
-¡Harry basta! -gritó el ojiazul asustado- ¡Déjalo ya!
Se levantó de la cama tan rápido como pudo, tropezando con las sábanas y corrió hasta el ojiverde, abrazandolo de la cintura fuertemente y tirando hacia él para alejarlo de la fuente que hacía sangrar sus nudillos. Él se seguía sacudiendo, tratando de llegar hasta la pared por segunda vez, pero al estar ebrio tropezó y la fuerza de Louis fue suficiente para arrastrarlo hasta la orilla de su cama.
-¡Tranquilizate porfavor!
-¡Sueltame joder! ¡Dejame!
-¡Harry! ¡Basta! ¡Me estás lastimando!
Como si aquella frase activara algo en su interior, dejó de moverse y aun rodeado por los brazos de Louis se giró hasta estar frente a él, observando sus hermosos ojos cin, ambos tenían rastros de lágrimas en las mejillas.
-Perdón... no quise...
-Esta bien, ya, estoy bien ¿ves? No hay nada de que preocuparse.
-Estoy tan jodido... Porque yo también te amo.
Y lo besó.
El último beso, tan amargo y dulce, lastimero y adictivo, sus corazones quebrandose a la par pero simplemente no querían dejarse ir, no podían. Sus labios rozando sobre los ajenos, sin necesidad de profundizar el beso, era uno simple y casto, lo que necesitaban más que alguna otra cosa mundana.
Con dificultad, el de rulos se soltó de su agarre, retrocediendo hasta dar con la puerta, sus ojos aún desprendían lágrimas que dejaba ir sobre sus mejillas.
-¿Es... es el fin?
-Así es Lou, pero no te preocupes, cuando me necesites estare para ti, no importa si me encuentro lejos, si necesitas un beso, puedes pensar en mi y en todos los besos que debí de haberte dado antes. Porque te amo como nunca creí que llegaría a amar.
-Pero te necesito -lloriqueo destrozado, gimoteando mientras se aferraba a su propio estómago- Te necesito tanto.
-No hagas esto más difícil. Me tengo que ir Louis, mañana tendremos que fingir que todo esta bien, ¿crees que puedas hacer eso por mi, amor?
-No Harry, no quiero esto.
-Louis.
-Te lo prometo.
-Seremos fuertes juntos, y en poco tiempo estaremos bien, ya lo verás.
-Creo... creo que podre hacerlo, porque tu me haces fuerte.
Harry limpió sus lágrimas y salió de la habitación tropezando con sus propios pies.
Y cuando Louis lo perdió de vista cayó de rodillas en el suelo, jadeando mientras se aferraba a su cuerpo y rasguñaba su pecho, tratando de calmar la atemorizante sensación de que le quitaban algo dentro de este.
Tantos "Te amo" que nunca se volverían a decir.
Miles de besos perdidos en algún lugar de ellos mismos.
Aquella sensación apremiante no lo abandonó, aún seguía presente cuando miles de recuerdos con el rizado jugaban una mala pasada en su mente y fingia que no se había percatado de aquel perfume femenino mezclado con alcohol y tabaco en la ropa de Harry.
Y todo terminó hasta que Louis yacía inconsistente en el piso de su habitación.
Su corazón terminó por quebrarse una vez más.
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A petición de algunas personas...
The Boy Of Exchange regresara a sus actualizaciones (:
Perdonen por romperles el corazón con este capítulo, pero era necesario descubrir la verdad de los Styles y además ustedes querían:v