Cuando la noche pasó y Sebastián se encontraba dormido sentía algo estremecedor en su piel, algo que la recorría lentamente, dudo, pero finalmente decidió abrir los ojos y se dio cuenta de que no se encontraba en su casa, estaba rodeado de criaturas de apariencias demoníacas en un mundo de lava y fuego, no lograba entender las voces de los demonios hasta que de pronto una voz tomo lugar;
— "Hermanos míos la venganza está cerca, el sello caerá.
Sebastián no lograba entender lo que estaba pasando, ¿que era el sello del que hablaban?, ¿cuál venganza tomaría lugar? Sebastián no lograba levantarse de esta pesadilla, su cuerpo empezó a emocionarse justo igual a la noche anterior y de pronto todo se detuvo, se congelo el tiempo y un demonio con unas inmensas alas de hueso y piel, con su rostro lleno con grandes dientes afilados y ojos rojos como la sangre, se acercó a él lentamente y le hablo con una voz tan tenebrosa que le helo el corazón;
—Los hombres pagaran con su vida la estupidez de su creador.
Sebastián quedo petrificado y su cuerpo no podía moverse, su vista quedo congelada en los largos colmillos del demonio y del silencio se escucha una voz familiar
—Sebastián, levántate, es solo una pesadilla, levántate.
Era la voz de su madre que ilumino su sueño y le permitió levantarse de esa horrible pesadilla; Sebastián había estado gritando y alerto a su madre para ir a levantarlo, desconcertada su madre lo tomo entre sus brazos y le dijo suavemente:
—Sebastián todo fue un sueño, ese demonio no podrá alcanzarte.
Sebastián se tranquilizó aunque no entendía como era que su madre sabía sobre un demonio en su sueño, voltio a ver a su madre y le pregunto por su padre, para lo que ella le contesto con una voz triste:
—Tu padre tuvo un viaje de negocios esta madrugada y ha partido tan rápido que no quiso molestarte.
Sebastián sabía que algo nadaba mal debido a que su padre jamás había viajado a un lugar sin despedirse de él, cansado por su noche ya aterradora, decidió intentar reconciliar el sueño esperando poder descansar.
La mañana siguiente después de la pesadilla, Sebastián estaba algo preocupado y desconcertado por todo lo que había vivido en tan poco tiempo,su padre había salido de viaje y su madre parecía un poco preocupada y triste como si algo malo fuera a pasar; Alistándose para el viaje a la escuela, Sebastián tomo su ropa y su mochila sin olvidar ponerse su anillo y el collar que sus padres le dieron, al bajar por las escaleras su madre ya había preparado su almuerzo y decidió tomar asiento para comer algo antes de ir a la escuela; La madre de Sebastián estaba más seria de lo normal y con una mirada un poco pérdida, al terminar su almuerzo Sebastián agradeció su comida y se dispuso a partir a la estación del metro, cuando se ve interrumpido por su madre que le hablo con un tono de preocupación
—Sebastián, por favor ten cuidado, saliendo de la escuela regresa rápido a la casa.
Sebastián acento con la cabeza y salió de su casa.
Cuando Sebastián cruzo la puerta de su casa, logro recordar la noche pasada, caminando más lento se acercó al árbol que se encontraba fuera de su casa y logro ver con terror en su expresión las garras marcadas fuertemente sobre el tronco duro del árbol, la idea de pensar que la criatura que hizo eso pudiera estar cerca lo aterro, decidió darse prisa hasta llegar a la estación del metro donde se encontraría con Tom como el día pasado; Mientras caminaba rápidamente pudo sentir una mirada sobre él, como si alguien lo siguiera, pero esta vez su cuerpo estaba relajado, no sintió las mismas emociones de la noche pasada, esta vez solo se sentía observado;
Poco tiempo después llego a la estación y la sensación seguía sobre el sin embargo se encontró con Tom y eso le dio un poco más de seguridad, aunque él sabía que ellos dos no podrían con la criatura que corto el árbol con sus garras, Sebastián se acercó a Tom y lo saludo, pero no parecía estar bien, estaba serio y con la mirada perdida, Sebastián preocupado se acercó y le tomo el hombro mientras le preguntaba si algo andaba mal, Tom enseguida volvió del profundo pensamiento en el que estaba inmerso y le dijo con una voz relajada:
—Sí, discúlpame, es que mi padre no se encuentra del todo bien y estoy preocupado por el, él es todo lo que tengo, no sé qué haría si algo le pasara.
Sebastián se sintió más identificado con el ahora que su padre había salido rápidamente y él no sabía nada de su paradero, Sebastián se dirigió a Tom con una voz de comprendimiento y le dijo:
—No te preocupes, te entiendo, yo también estoy preocupado por mi padre, salió esta mañana y no me ha dicho a donde ira y eso es raro en él.
—Mi padre pasó toda la noche investigando un nuevo químico para la empresa en la que trabaja, pero... algo salió mal —le contesto Tom y continuo—Creo que el químico enfermo a mi padre y no logra sentirse bien.
Sebastián volvió su mirada y se percató que se acercaba el metro.
—Ven, es hora de irnos, pero créeme todo estará bien no debes preocuparte —le dijo a Tom.
Tom acento con la cabeza y ambos tomaron el metro al a escuela;
Sebastián fue el último en subir y sintió tranquilidad ya dentro del metro, ya no se sentía observado, pero esto no lo relajaba del todo, aún quedaba mucho tiempo para volver a casa.
Sebastián preocupado por sus presentimientos y por la situación de su padre, no pudo hablar mucho en el viaje a la escuela, Tom por otra parte se encontraba casi perdido debido a que no podía dejar de pensar en la salud de su padre, al pasar el tiempo en el metro Tom acelero su respiración y apretó su puño en la pierna, como si estuviera molesto o enojado con algo, Sebastián logro ver el puño de Tom y no duda en preguntarle qué está pasando
—Todo está bien, lo que pasa es que no puedo hacer nada por salvar a mi padre —le contesto con una voz quebrada.
Sebastián no sabía que decir, solo intento darle palabras de ánimo
—Tom, tu padre estará bien, no te preocupes, es un hombre fuerte y no se rendirá —le comento con una voz alentadora.
—Mi padre jamás me dice que me quiere, y hoy esta mañana me pidió que me acercara, me tomo entre sus brazos y me dijo que me amaba... eso significa que es algo muy grave —contesto mientras derramaba unas lágrimas por sus mejillas.
Sebastián se quedó sin aliento, no sabía que decir; puso su mano sobre el hombro de Tom y le dio unas palmadas de ánimo —Ten fe, el estará bien.
Tom voltio a ver a Sebastián y agradeció sus palabras con un gesto,poco después arribaron a la escuela y se separaron hasta la clase de química.
Sebastián paso todo el dio preocupado por su padre, con continuidad se hacia la preguntas como "¿Por qué se fue?, ¿Qué era tan importante para irse tan rápido?, ¿Por qué no se despidió?", la verdad es que Sebastián jamás había pasado mucho tiempo sin su padre, era muy raro para el imaginarse la razón por la cual se hubiera ido; Otra cosa que llenaba de incertidumbre a Sebastián era descubrir que era lo que lo siguió la noche anterior, y si era la misma criatura la que lo siguió esa misma mañana, él no podía entender si su sueño estaba relacionado con lo que paso esa noche, o si ese sueño era real y no solo un invento de su imaginación, lo que sintió y lo que vio parecía tan real que hasta podía sentir el calor del lugar en el que estaba; Sebastián estaba desconcertado por todos los sucesos extraños que habían tomado lugar tan rápido que olvidaba por completo poner atención a clase o a lo que lo rodeaba. Mientras estaba en su clase de matemáticas, una nueva chica entro al salón, decían que venía de intercambio de un lugar lejano, a Sebastián parecía no importarle, pero cuando tomo asiento y se colocó a lado de él, noto algo extraño en ella, parecía emanar de ella una confianza y una alegría que sin duda él pudo percibir, encantado por la sensación que lo abordo cuando tomo asiento, no pudo dejar de verla despistadamente durante el resto de la clase, olvidando sus problemas y sobre todo, entrando a un momento de relajación mientras la veía.
Esta joven misteriosa tenía un cabello largo y de un color morado que se desvanecía, una sonrisa perfecta, unos ojos celestes que encantarían a cualquier hombre, por primera vez en la vida de Sebastián sentía la necesidad de hablarle, de saber quién era, de preguntarle todo lo que se le ocurriera, tenía la sensación de querer conocerla por completo, pero claro, él era muy tímido para hacer ese tipo de conversación, así que solo se dedicó a observarla de reojo para no levantar sospechas sobre el interés que él tenía sobre ella; Sebastián no logro pasar por desapercibido mucho tiempo, en una ocasión que voltio a ver a la joven ella lo estaba observando también y al cruzar sus miradas ambos se sonrieron y regresaron su atención al maestro que estaba en clase; Sebastián parecía estar encantado con la nueva chica, pero ella curiosamente parecía estar en la misma situación que él; Al terminar la clase la joven misteriosa se acercó lentamente a Sebastián —Hola! Mi nombre es Anna Moore, vengo de intercambio, ¿Cuál es tu nombre? — le dijo con una voz muy agradable.
Él se quedó sin palabras por unos momentos, estaba sorprendido por la facilidad con lo que lo abordo, después de unos instantes de silencio logro articular unas palabras y le contesto
—ha... perdón, mi nombre es Sebastián Grey —le contesto con una voz entrecortada.
—Pareces algo tímido, no te asustes, no muerdo — ella continuo después de una breve risa.
Mientras reía se cubría la boca con su mano, Sebastián quedo asombrado y también logro reír un poco —Sí, no estoy acostumbrado a hablar mucho — le dijo con una voz llena de pena.
Ella después de escucharlo se sonrió y mientras tomaba sus cosas le dijo
—Bueno, espero verte pronto, nos vemos! —con su voz alegre.
Sebastián le regreso la sonrisa y se despidió de Anna.
Sebastián había tenido una interacción poco común en su forma de ser, se sintió algo diferente, parecía que él le agradaba a ella y se sintió nervioso, él no sabía qué hacer y solo deseo poder verla otra vez pronto.
Tras pasar la materia de matemáticas Sebastián había olvidado todo lo referente a la noche anterior y sobre lo de la mañana, poco tiempo pasaría para que tuviera un frio recordatorio, al entrar a la materia de química se volvió a encontrar con Tom y el aun parecía desconcertado acerca de lo de su padre, Sebastián quería contarle sobre lo que paso en su clase de matemáticas pero no podría hablar de la felicidad, y presumirla podría ser muy cruel, decide olvidar lo que paso y pasar el resto de la clase como si no hubiera conocido a Anna; Cuando Tom entro al salón parecía una persona diferente, como si algo hubiera cambiado en él, la situación de su padre lo estaba destruyendo lentamente, Sebastián al no saber qué hacer solo decide brindarle su apoyo y coloca su mano en el hombro de Tom, él responde levantando su mirada y después toma asiento; Sebastián no logra saber cómo iniciar una conversación, sus palabras lo abandonan cuando decide hablar, solo guarda silencio y espera a que Tom mejore un poco su situación; Pasando el tiempo en la clase, Tom parece cada vez más triste, en un instante sin advertirle a nadie, sale rápidamente del salón, ignorando todo comentario de compañeros y maestros; El maestro sorprendido por el acto de Tom decide dejarlo en paz, ya se veía algo alterado como para seguir molestándolo, además él era el mejor alumno de esa clase, no le afectaría en lo más mínimo el perder ese tema; Sebastián sin entender porque fue que se retiró de esa manera lo siguió hasta y le pregunto qué pasaba, Tom le respondió que la clase de Química le recuerda mucho a su padre y que es doloroso estar en el salón con esa materia, Sebastián entendió que era lo que pasaba y decidió acompañarlo mientras estaba afuera de su salón; Al ver que el ánimo de Tom no parecía mejorar decidió a sincerarse un poco con él, a ver si lo hacía sentir mejor —Sabes algo Tom, la verdad no conozco mucha gente, eres el primero al que puedo llamar amigo, no sé si pueda hacer algo para ayudarte en este momento, y si es así, con gusto lo haría —le dijo con una voz llena de tranquilidad.
Tom se sonrió y se limpió las lágrimas que le habían brotado por el recuerdo de su padre —Gracias, en verdad yo tampoco he tenido muchos amigos, la gente se burla de mi por ser adelantado en clases, pero la verdad no me importa, ya me he acostumbrado — le contesto mientras su ánimo parecía mejorar.
Sebastián regreso a clases y hasta la salida no volvió a saber de Tom.
Cuando las clases terminaron la pesadilla revivía, Sebastián tenía muy presente lo que le paso el día anterior, espero a Tom para regresarse y caminar juntos hacia el metro, pero él no aparecía, se adentró a la escuela a buscarlo y después de unos momentos lo logro encontrar, Tom había sido alejado por unos compañeros de clase, si es que se les podía llamar así; Roger Smith era la pesadilla de todos los jóvenes listos de la escuela y como era de esperarse era el abusador de la escuela; Roger había capturado a Tom con la intención de fastidiarle el regreso a casa y que perdiera el metro, Tom no podía hacer nada por defenderse debido a que Roger nunca estaba solo, siempre estaba acompañado por un par de sus amigos;
Cuando Sebastián se enteró de que Roger no dejaba regresar a Tom fue a defenderlo, el problema fue que ambos perderían el metro y tanto Tom como Sebastián deberían estar en sus casas temprano, Tom para vigilar la salud de su padre y Sebastián por la criatura que lo asechaba; Sebastián preocupado decidió encarar a Roger y le ordeno que dejara en paz a Tom, Roger se rió y junto con sus amigos se burlaron de Sebastián
—Jajaja, ¿este es tu nuevo novio Tom?, creí que solo eras un perdedor,pero ahora también eres Homosexual! —le grito Roger a Tom, mientras codeaba a sus amigos.
—Valla, valla, el que habla de novios y tu estas con tres verdad, o me equivoco? — le contesto Sebastián mientras sentía como la sangre se le calentaba, y como la adrenalina subía rápidamente. Tom soltó una risa y Roger junto con sus amigos se olvidan de él después de darle un golpe en el estómago y buscaron atacar a Sebastián; Cuando Sebastián logra estar con la atención de Roger le grito a Tom que corriera a el metro, Roger estaba tan molesto que no hizo por seguir a
Tom, él prefería callar a Sebastián así que lo ataco; Los Amigos de Roger tomaron a Sebastián de los brazos y el tercero se colocó a espaldas de él, para impedir que escapara, Sebastián se rió y antes de que Roger pudiera golpearlo, con unos movimientos rápidos y precisos logra separarse de los jóvenes que tomaban sus brazos, el que lo sujetaba de la espalda termino siendo azotado contra el suelo, Roger asustado por el cambio repentino de la situación, decidió tomar un tubo de metal que estaba a su lado y cargo contra Sebastián; Sebastián logrando esquivar un par de golpes, y decidió mejor escapar he intentar alcanzar el metro junto con Tom. Sebastián corrió por el patio de la escuela y se sentía como en casa, sentía que era una práctica de obstáculos y con gran facilidad pudo esquivar a Roger y a sus amigos, logro salir de la escuela y lo siguieron camino al metro, Sebastián logro escaparse por su velocidad, además que los amigos de Roger estaban ya sin ánimos de seguirlo. Cuando Sebastián logro llegar al metro fue en vano, el metro ya había salido y no se detendría por nadie, lo que relajo a Sebastián, era que al menos Tom si logro subir y podría ver a su padre enfermo, su mayor preocupación era la oscuridad y la criatura que yacía en ella.
La salida del siguiente metro era en un par de horas, así que decidió caminar un poco, sin embargo, comenzó a sentirse observado nuevamente, esta sensación lo estaba volviendo loco, ya no sabía si era verdad lo que sentía o si ya era algo psicológico, buscó una maquina expendedora en busca de algo que comer, y ver si la sensación desaparecía, pero la sensación extraña que tenía, no desaparecía y el sol ya se estaba ocultando cuando se sintió observado; La oscuridad del andén parecía ocultar a alguien, al principio no lograba observar nada y sus ojos empezaban a agudizarse, pero tras unos segundos las luces del andén encendieron y pudo ver con claridad, la persona que lo observaba no era nadie más que Anna; Cuando Sebastián vio a Anna sintió una sensación de alivio, pero aún se sentía observado, se tomó su tiempo para saludarla y ella le pregunto si podía acompañarlo, él contesto sonriendo que estaba bien, y pensó que con compañía tal vez la criatura no aparecería; Sebastián y Anna tomaron el siguiente metro.
Ya juntos conversaron mientras el metro viajaba ya que el recorrido no era mayor a una hora, y lo que pudo entender mientras conversaban era que Anna venia de intercambio y que vivía sola, ya que sus padres la mandaron a estudiar a esa escuela porque ella era muy conflictiva en la anterior y pensaron que una escuela alejada y sin gente conocida calmaría su situación, Sebastián hablaba muy poco debido a que aún se sentía preocupado por lo que lo esperaba, pero eso no impidió que fuera un camino agradable; Poco después de que Sebastián y Anna llegaran al andén del metro, él logro percibir algo, su cuerpo se preparaba como la noche anterior, la sensación de observado cada vez se disipaba y daba paso a una sensación diferente, su cuerpo se emocionaba, la adrenalina, sus latidos, todo aparentaba que su mayor temor se volvería realidad, la criatura que vio la noche anterior, estaba tras ellos; Sebastián preocupado por Anna, la invito a su casa, ella acepto, y juntos salieron del andén, la sensación se volvía más fuerte para Sebastián, y Anna comenzaba a notarlo
— ¿Estás bien Sebastián?, pareces algo extraño — pregunto Anna un poco desconcertada y preocupada —Si, estoy bien y perdón Anna, es que creo que nos siguen— contesto Sebastián preocupado por ella.
Anna se asustó un poco y lo tomo de la mano fuertemente, tras unos momentos se escuchó un ruido fuerte detrás de ellos y comenzó a correr,Anna no lograba entender lo que pasaba y entro en pánico, veía a Sebastián voltear a todos lados como si buscara algo, hasta que ella vio algo, algo que estremecería su piel y petrificaría su cuerpo, Anna había logrado ver a la criatura arrastrarse por las sobras detrás de ellos, ella grito y Sebastián asustado volteo rápidamente para ver que Anna se encontrara bien, cuando dio vuelta logro ver la silueta de la criatura, pudo ver las garras detrás de un árbol, él podía sentir que la criatura los cazaría y no los dejaría en paz; Sebastián asustado comenzó a correr más rápido y Anna junto con él, la velocidad y los nervios los llevaron a cometer un gran error, ellos dieron vuelta en un callejón sin salida, lentamente voltearon a ver si la criatura seguía tras de ellos, bajo las sombras de la noche una silueta parecía dibujarse lentamente en la entrada del callejón, era una criatura con alargadas manos y piernas, poseía grandes garras afiladas, y de su boca salían unos horribles dientes afilados y llenos de saliva que parecían saborearse la carne humana, sus ojos eran grandes y oscuros, la piel de la criatura se veía pálida, sin vida, la criatura era tan delgada como si desfallecerá de hambre, mientras más se acercaba podían escuchar su respiración, la criatura parecía estar emocionada, su respiración era cada vez más rápida y a unos metros de ellos la criatura se levantó en dos piernas y mostro su gran tamaño, parecía medir casi los dos metros, Sebastián colocando a Anna atrás de él, lograba ver a la bestia con claridad, pero noto algo en él mismo, él no tenía miedo, su cuerpo no se había congelado como el de Anna, su cuerpo parecía estar listo para enfrentar a esa criatura que parecía provenir del infierno, Sebastián dio un paso hacia adelante acercándose a la criatura y ella parecía excitarse más, mientras las miradas de los dos se cruzaron lentamente, la bestia dio un grito aterrador, la cacería había comenzado, y cualquiera de los dos podría ser la presa;Sebastián quedo casi sordo tras el grito de la criatura, cuando recobro el equilibrio, la criatura ya no se encontraba frente de él, la busco con su vista rápidamente y se encontró con la sorpresa de que se acercaba rápidamente por la pared, sus garras le permitían aferrarse al muro sin caer, Sebastián esperaba el momento adecuado para enfrentarse a él, la criatura salto rápidamente sobre él y apenas pudo escapar rodando hacia adelante,el corazón de Sebastián se aceleraba cada vez más, la criatura seguía tras él, lo atacaba con sus largos brazos y afiladas garras, Sebastián lograba esquivarlo, pero no fue lo suficientemente rápido, uno de sus muchosgolpes logro lastimar su costado, las largas garras habían rasgado su piel y le dificultaba moverse, Sebastián con miedo de ver la muerte de él y la de Anna, intento golpearlo con palos y piedras que encontraba mientras searrastraba, la criatura se encontraba entre Sebastián y Anna, el demonio podía oler la sangre de Sebastián, se acercaba lentamente, cuando atrás de él se escuchó el grito de Anna llamando su atención, la criatura volteo lentamente y grito nuevamente, parecía que el grito petrificaba a Anna y se arrodillo mientras se desvanecía, Sebastián quedo como un espectadora lo que pasaría, a pesar de estar mal herido tomo coraje y se acercó rápidamente,mientras caminaba hacia él, logro tomar una tubo de metal roto que se encontraba tirado, lo golpeó fuertemente en la espalda y la criatura se volvió contra él, de un golpe proyecto a Sebastián contra un contenedor de basura que estaba en el callejón, Sebastián quedo casi inconsciente pero aun con aliento, la bestia se abalanzo rápidamente contra Sebastián , él solo pudo observar cómo se acercaba corriendo rápidamente y justo antes de acertarle el golpe con sus afiladas garras, Sebastián logro colocar él tubo enfrente de él, la criatura quedo empalada y aun con él tubo atravesándola se acercó lentamente y abrió su boca frente al rostro de Sebastián, él solo quedo aterrorizado de como aun a punto de morir seguía sediento de sangre; Sebastián a pesar de haber matado a la bestia seguía teniendo una sensación extraña, seguía sintiendo que alguien lo observaba, después de quitarse la criatura de encima fue con Anna que estaba tirada en el piso casi inconsciente.
—Tranquila, ya todo paso —le dijo Sebastián mientras tocaba su hombro.
— ¿Que fue eso?, ¿Por qué nos atacó? — le pregunto mientras abría los ojos y volteaba a verlo.
Sebastián no tenía respuestas a esas preguntas, Anna se levantó y abrazo a Sebastián, después de la pelea pensó que podría descansar, sin embargo un sonido proveniente del techo lo alerto y volteo rápidamente a ver que era; En el techo se apreció una silueta de un hombre con un gorro que cubría su cabeza casi por completo, el sujeto extraño parecía observar fijamente a Sebastián y tras un momento se sonrió y salto desde el techo, Sebastián no logro entender como logro caer de siete metros sin lastimarse en lo más mínimo, se acercó lentamente a Sebastián y a Anna
—No esperaba menos del hijo de Leonardo Grey —le dijo el hombre misterioso con una sonrisa en su rostro.
— ¿Quién eres?, ¿Cómo sabes sobre mi padre?" —le pregunto Sebastián mientras su rostro se llenaba de sorpresa y duda.
—Se mas acerca de ti, que tú mismo Sebastián — le contesto el hombre mientras seguía con su sonrisa.
Sebastián quedo perplejo y la duda de saber quién era crecía rápidamente,El hombre continuo después de ver la expresión de Sebastián
—Contestare todas tus preguntas, a su debido tiempo; Primero debo deshacerme de este RETRIVER —continuo diciendo el hombre misterioso, mientras se acercaba lentamente a la criatura.
Se arrodillo frente a la criatura muerta, espero un momento y saco de su cinturón un frasco cromado con una cruz grabada en el, parecía ser un frasco religioso; Sebastián noto rápidamente la vestimenta del hombre al colocarse bajo la luz donde se encontraba la criatura, parecía cargar una capa que cubría su rostro con un gorro, su ropa parecía una armadura de cuero negro y tela firme (algo parecido al kevlar), llevaba un cinturón con varios bolsos, en su espalda se veía una especie de ballesta fina y cromada, detrás de ella un par de espadas cromadas y afiladas con una cruz grabada en la hoja, cuando saco el frasco, pudo apreciar que cargaba una arma de fuego, era una pistola cromada con una cruz en su empuñadura; El hombre se levantó y vertió el líquido que estaba dentro del frasco sobre el cuerpo de la criatura, cuando el líquido toco la piel de la criatura se empezó a evaporizar y a desvanecer, parecía ser una especie de ácido; Sebastián y Anna quedaron pasmados por la aparición del hombre misterioso;Después de que se desapareciera el cuerpo del a criatura y solo dejara unamarca de agua.
—Mi Nombre es Edward, y seré tu protector Sebastián —le dijo el hombre extraño con una voz tranquila, mientras volvía su mirada hacia los dos jóvenes.
— ¿Mi Protector?, a que te refieres —le contesto Sebastián sorprendido.
Edward se sonrió y le comento que lo había estado siguiendo desde esa mañana por órdenes de su madre, Natalia Grey; Sebastián no entendía como Edward, su ahora protector, sabia tanto sobre él y su familia, cuando el no conocía nada sobre lo que estaba pasando;
—Hay que apresurarnos, tenemos que llegar a tu casa Sebastián, este lugar ya no es seguro, vendrán más criaturas como esa —les dijo Edward mientras guardaba su frasco.
Sebastián y Anna obedecieron al instante y se fueron detrás de Edward rumbo a la casa de los Grey.
Edward había aparecido de una manera sorpresiva y esto había generado demasiadas preguntas a Sebastián y aprovechando el camino que recorrerían decidió preguntarle sin dudar;
— ¿Qué fue lo que nos atacó? —pregunto Sebastián a Edward con una voz temerosa mientras lo seguía de cerca.
— Era un RETRIVER, un demonio que proviene del infierno —contesto Edward sin bajar su guardia.
Sebastián y Anna se quedaron pasmados tras la respuesta tan directa de Edward.
— ¿Un Demonio?, debes estar bromeando — pregunto Anna con una voz escéptica.
— ¿Te parece broma?, a esos Demonios no les importa si crees en ellos o no, ellos te mataran y disfrutaran cada momento —contesto Edward con un gesto de molestia.
Sebastián tras escuchar las palabras de él, le quedo claro que no era broma, tomo más seriedad y siguió tras Edward; Anna estaba tan asustada que no lograba asimilar todo lo que oía o había visto hace unos momentos, seguía a Edward y a Sebastián ciegamente, no sabía a donde iba o que harían, solo los seguía.
Cuando estuvieron a punto de llegar a la casa de Sebastián, Edward se detuvo abruptamente
—Sientes eso, creo que no estamos solos —le dijo a Sebastián con una voz de preocupación.
Sebastián se había dado cuenta de que sus sentidos se agudizaban;
—A esta sensación se le llama, "emoción de cacería", hoy será una noche muy larga —continúo Edward.
Sebastián comprendía exactamente de lo que hablaba Edward, y se puso a la defensiva;
—Tu herida nos delatara, tu sangre es como ambrosia para ellos, no dejes que te rastreen o tú serás la presa— decía Edward mientras toma un poco de agua de su frasco y limpia lentamente la herida de Sebastián.
—Esta agua purificara tu herida, sanara pronto, no podrán seguirnos el rastro... Ahora prepárate, no te alejes de mí y dile a tu amiga que se mantenga junto a nosotros — continuo Edward mientras se preparaba.
Anna entendió el mensaje y se preparó para lo que fuera a pasar; Cuando la casa se veía a la vista, la "emoción" se hacía mayor, rápidamente corrieron hacia la casa y al abrir las puertas se apreció una silueta similar a la de Edward, una persona con la misma vestimenta que él, sin embargo, esta persona no era desconocida, era Natalia Grey, la madre de Sebastián; Natalia ya se había preparado para lo que vendría después, ella al igual que su hijo y Edward sentía la emoción de cacería y sabía que los demonios se acercaban rápidamente hacia ellos y en gran cantidad;
—Natalia Grey, un honor pelear esta noche a su lado —decía Edward al ver a Natalia mientras una sonrisa y una reverencia lo acompañaban.
—Basta de formalidades, es tiempo de prepararnos — contesto Natalia mientras ponía su mano sobre el hombro de Edward. Natalia continuo y voltio a ver a Sebastián
—hijo, este es tu legado, somos Cazadores de Demonios y es tiempo de que veas lo que el mundo ha ignorado durante siglos —le dijo Natalia a Sebastián mientras habría sus brazos mostrando su atuendo y su semblante. Sebastián quedo impresionado y no sabía cómo actuar ante tal situación, bajo su mirada y sonrió;
— ¿Pasa algo hijo? — le pregunto Natalia con preocupación
—Madre, ¿porque me has ocultado esto durante tanto tiempo? —contesto Sebastián.
Natalia no esperaba esa pregunta y aunque sabía que un día tendría que contestarla, se acercó lentamente
—Porque te amamos, y no queríamos que vivieras esta vida, pero el destino ha querido que tu sigas la tradición de la familia, que por siglos ha protegido a la humanidad —le respondió Natalia con una voz dulce mientras colocaba sus manos sobre el rostro de su hijo.
—Hare lo mejor que pueda —el rostro de Sebastián obtuvo un brillo y levanto su mirada con más orgullo.
Tras las palabras de Sebastián se escucharon jadeos y uñas rasgando el suelo, todo quedo en silencio; Edward rompiendo la tranquilidad y se dirigió a Natalia.
—Mi Señora Grey, lamento interrumpir pero... los demonios ya nos tienen rodeados —comento mientras se recargaba contra la puerta, y poder escuchar lo que pasaba.
—Entonces es hora de regresarlos al infierno —contesto Natalia mientras se sonríe y desprende dos ballestas de plata brillantes que estaban bajo su capa
—Es hora de la Acción Sebastián, tira a matar — Edward tomo su ballesta y se la brindo a Sebastián.
—Hoy los demonios pagaran por su insolencia —Edward blandió dos espadas con un filo cegador que cargaba en su espalda y se preparó para atacar.
Los cazadores estaban listos para matar a sus presas cuando los demonios atravesaron las ventanas de la casa, Natalia y Edward destruían a todos los demonios que entraban; Sebastián se quedó impresionado por la cantidad de demonios y el cómo su madre los aniquilaba sin titubear;
Los demonios seguían entrando y a los cazadores parecían no importarles, todos los tiros eran certeros, no había flecha que no alcanzara un demonio, los cazadores sin lugar a dudas ganarían la batalla con gran facilidad; Los cadáveres de los demonios cayendo y desvaneciéndose por las flechas de los cazadores, los demonios comenzaron a entrar por el segundo piso, Edward y Natalia estaban concentrados aniquilando a todo aquel que entrara por el primer piso, Sebastián sabía que tenía que actuar, se aferró a la ballesta de Edward y apunto con precisión a el primer Retriver que se encontraba caminando por la pared de la escalera, Sebastián tomo aire y jalo el gatillo, la flecha floto por el aire hasta que atravesó al demonio,la sensación, la emoción de cacería, lo recorrió por completo, llego a un punto en que parecía disfrutarlo, Sebastián ya no tuvo más miedo de disparar, por fin entendió para lo que había nacido, para librar a la tierra de los demonios sedientos de sangre; Anna quedo impresionada por todo lo que pasaba ante sus ojos , no entendía lo que estaba pasando, no sabía que eran los demonios o porque iban detrás de ellos, voltio a ver a Sebastián y quedo sorprendida, como era posible que alguien cambiara tanto en tan poco tiempo, sabía que corría gran riesgo al ver los demonios, pero, algo en su interior le decía que permaneciera junto a Sebastián y sin pensarlo obedeció ese presentimiento; Cuando la batalla parecía diezmar y los demonios empezaron a cesar, los cazadores habían ganado la batalla, pero
Natalia tenía un presentimiento, aún más fuerte que la emoción de cacería, era una corazonada, sabía que algo no andaba bien, Natalia voltio a ver por la ventana con precaución y de las sombras, a lo lejos se logró ver una silueta inmensa y unos ojos rojos, de inmediato se dio cuenta que todo eso fue una trampa
—Edward, esto aún no termina, quiero que pase lo que pase, salves a
Sebastián y a su compañera —dijo Natalia con una voz de preocupación.
—Hare lo que usted me ordene mi señora Gray —Edward quedo extrañado por su petición sin embargo acepto.
Cuando todo parecía tranquilizarse, se escuchó un grito horrible, como si cientos de almas atormentados gritaran al mismo tiempo, era un LEGIONARIO, un demonio proveniente de lo más profundo del infierno, una criatura monstruosa y alada con un solo objetivo en mente, destruir a todos los cazadores de demonios; Natalia grito tras escuchar el grito del Legionario
—Corran, lárguense, Edward salva a mi hijo —grito angustiada Natalia.
Edward conocía a los Legionarios muy bien y acato las órdenes de Natalia; Sebastián se negó a abandonar a su madre enfrente de la criatura que los asechaba, pero su madre se negó completamente y antes de que Edward se los llevara Natalia se acercó a Sebastián
—hijo pase lo que pase, no olvides que tú eres un Grey y que tus padres te amamos —dijo Natalia mientras tomaba a Sebastián con lágrimas en los ojos.
Sebastián vio con sentimiento a su madre y le susurró al oído que la amaba.
Ella sonrió y viendo a Edward le dijo —yo intentare detenerlo —Nataliase despedía con su mirada de su hijo, que era lo que mas amaba.
Edward asintió con la cabeza y mientras se alejaban de Natalia, una llamarada a travesó la ventana que se encontraba atrás de ella y una silueta inmensa se apareció, el Legionario ya había llegado y estaba sediento de sangre.
—La hora ha llegado, te devolveré al infierno del que vienes —Natalia recargo su ballesta lentamente y se volvió contra el demonio.
El demonio se rió con una voz tenebrosa y mientras se alejaba Edward con su hijo y su acompañante, Natalia se enfrentó en un duelo a muerte con el Legionario, el demonio atacaba rápidamente con sus largas garras y lanzaba llamas, mientras Natalia esquivaba los golpes y acertaba cada flecha cuando veía la oportunidad, pero el demonio parecía invulnerable, cuando se quedó sin flechas, se volvió y desenvaino sus espadas y continuo luchando contra el demonio, la bestia parecía no cansarse y continuo arrematando golpe tras golpe, Natalia lograba esquivar tantos ataques como le fuera posible, sin embargo, el demonio lanzo una llamarada encerrando a Natalia en un círculo de fuego
—Entonces, este es el fin... —dijo Natalia mientras sonría con una voz temeraria
Natalia dejo caer sus armas, el demonio se acercó lentamente a ella, la tomo de la cintura, la levanto y la acerco a su rostro, Natalia se sonrió y con su único brazo libre saco de su cinto un artefacto similar a una granada
— ¡te iras al infierno! — grito Natalia mientras sujetaba fuertemente la granada y la activaba.
El demonio grito frente a ella y oprimió el cuerpo de Natalia, aun cuando la muerte estaba cercas, Natalia se sonrió y detono la granada frente del demonio, destrozando su cuerpo y destruyendo a la criatura que amenazaba la vida de su hijo.
Edward, Sebastián y Anna lograron escuchar la explosión de la granada de Natalia a lo lejos, Edward se detuvo y puso una rodilla en el piso mientras cubría su rostro con la capucha de su capa y dijo con una voz llena de orgullo —fue un honor el luchar a su lado Miss Grey—, Sebastián al escuchar estas palabras voltio su mirada en dirección a su casa y logro ver una llamarada saliendo de su casa, intento correr hacia ella y Edward lo detuvo.
—Sebastián, tu madre dio su vida para protegerte, no arriesgues tu vida ahora—dijo Edward mientras colocaba la cabeza de Sebastián en su hombro.
Sebastián rompió en llanto en el hombro de Edward, Anna abrazo a Sebastián y derramo lagrimas junto a él; Edward movió a Sebastián mientras le decía suavemente
—Aun no es tiempo de llorar la muerte de tu madre, hay que ponernos en un lugar seguro, conoces un lugar donde podremos pasar la noche—, Sebastián se limpió las lágrimas y le contesto —un amigo vive cercas de aquí, podríamos pasar la noche con él— Edward siguió a Sebastián y se dirigieron a casa de Tom.
Al llegar a casa de Tom, Sebastián se acercó a la puerta e hizo sonar el timbre, poco tiempo después las luces de la caza se encendieron y se escucharon pasos en su interior, al abrirse la puerta Sebastián vio a una persona que no reconoció, pero supuso que era el padre de Tom, el Sr. Gustav; Cuando el padre de Tom abrió la puerta noto a Sebastián y lo reconoció, él lo había visto regresar antes a su casa acompañando de su hijo;
— ¿Que se te ofrece joven?— dijo el Sr Gustav mientras observaba a Sebastián. — Disculpe Dr. Gustav, lo que pasa es que necesitamos un lugar donde pasar la noche, y me preguntaba si nos dejaría quedarnos aquí— contesto apenado, ya que no tenía mucho de conocerlos.
Al terminar de hablar, pudo escucharse que alguien bajaba la escalera, era Tom, que había despertado;
— hola, ¿qué pasa Sebastián? — dijo Tom con una voz entrecortada por un bostezo
Sebastián se sonríe apenado nuevamente y le repite lo que paso, Tom no duda ni un segundo y contesto
— Pasen, son bienvenidos— comento rápidamente mientras tomaba a su padre del hombro — no es así, padre—, el padre de Tom se sonrió y contesto —si son amigos de mi hijo Tom, son bienvenidos— el Sr Gustav sonrió al ver amigos de su hijo, ya que no tenía muchos.
Los tres entraron a la casa aun preocupados, y Sebastián solo pudo decir pocas palabras de lo que sucedió a Tom antes de que Edward lo interrumpiera — mi señor Gray, tenemos que descansar, mañana será un lago día—, Tom y Sebastián asintieron con la cabeza y se retiraron a dormir.