Tenía miedo abrir los ojos, temía seguir en manos de él, todo le dolía. Acaso su escape solo fue producto de su imaginación? O él la había alcanzado y regresado?.
Eran preguntas que se hacía mientras estaba consciente y evitaba moverse para que no la descubriera y así continuara con su tortura.
No escuchaba ruidos, y el sueño la vencía de nuevo....
Cuando se había terminado el alcohol reía como loco, verla sufrir lo hacía feliz?, nunca creyó que su papa una vez hubiera confiado en él.
-Que te pasa Bunny?- la había descubierto viéndolo –Quieres que siga jugando contigo- volvió a reír mientras la veía llorar de nuevo
-Por qué me haces esto?-
-Tu querido papi tiene que sufrir por quitarme lo que más quería-
-De que estás hablando?
-De tu mamá, ella me amaba, nos amábamos. Pero tu padre nos descubrió e hizo que me corrieran de la universidad, invento cargos en mi contra, dijo que acosaba a tu mamá pero ella me amaba-
-Estas loco-
-Claro que no, tu mamá me amaba- dijo acercándose a ella le cubrió la boca nuevamente.
Espero a que el edificio donde estaban estuviera lo suficientemente silencio y la saco de ahí, una vez en el auto le cubrió totalmente para que no viera el camino.
Y no es como que ella realmente prestara atención por donde iban pues lo que el había dicho referente a él y su madre la tenía bastante confundida.
El ruido de la puerta abriéndose la había despertado, escucho unas pisadas y la hizo tensarse
-Buenas noches, niña. Te desperté?-
Escucho la voz de una mujer hablarle y entonces se animo a abrir los ojos por primera vez
-Quien es usted?, Que hago aquí?-
-Mi nieta te encontró tirada cerca de aquí, estas herida. Pero nuestra aldea aun está un poco incomunicada y el doctor solo viene 2 veces en la semana. Pasado mañana estará aquí y le pediremos a ella que te lleve a la ciudad-
La mujer dejo de hablar pero la seguía viendo
-Estabas perdida?- le pregunto
-No, un hombre me secuestro y me trajo a una casa que estaba abandonada-
-Una casa abandonada dices?. No eh visto ninguna por aquí- dijo la mujer -Esta aldea es pequeña y nos conocemos todos, somos ancianos los que la habitamos, nuestros hijos se van a vivir a las ciudades cercanas y solo nos visitan los fines de semana y las vacaciones-
Se da cuenta que la mujer quería tranquilizarla y por eso le contaba
-Probablemente el hombre que me secuestro y lastimo me vendrá a buscar- interrumpió a la mujer
-No te preocupes, pocos se dieron cuenta que te traje- dijo cuando vio temor en los ojos de la chica –Necesitamos a doctor para que atienda tus heridas, yo solo las lave y vende–
-Tengo miedo si ese hombre viene va a querer llevarme para matarme-
-Porque te tiene así?, Eres una niña rica?-
-No, solo odia a mi padre. Debe estar loco-
-Trata de dormir, es mejor tener todas las luces apagadas-
No fue que la anciana tuviera que insistirle mucho para que durmiera ya que se sentía realmente cansada. Probablemente se sentirse segura en casa de esa señora la ayudo a no tener pesadillas.
Muy temprano escucho ruidos en la casa.
-Abuelita, ya despertó- Escucho a una niña gritar –Ahora viene mi abuelita con tu desayuno- dijo esta vez dirigiéndose a ella.
-Gracias-
-Cómo te llamas?-
-Naruko... y tú?-
-Hitomi, deja de molestarla aun debe estar cansada y deben dolerle sus heridas- dijo esta vez la mujer que entraba con el desayuno para ella.
-Lo siento- Se disculpo la niña
-Estoy bien, gracias por ayudarme Hitomi. Tu eres quien me encontró?-
-Si, me gusta salir a correr, aunque tengo que decirte que me asusto mucho verte tirada.
Comió el desayuno lentamente degustando lo que le ofrecieron, pensó que nunca más probaría algún bocado. Cuando fuera a casa se comería sin rechistar la comida que su madre le diera.
Su madre, sabía que ese hombre estaba loco pero tenía curiosidad que había pasado entre ellos para que el creyera que ella estaba enamorado de él.
La mujer muy amablemente le había preparado agua para que tomara un baño y le había prestado algunas prendas para que se cambiara de ropa, la que ella usaba estaba llena de sangre y rasgada en los lugares que él había cortado.
-Necesita que te ayuda a curar tus heridas?- preguntó amablemente
-Si, por favor-
-Ese hombre que te hizo esto, realmente estaba loco. Como pudo hacerte tanto daño?-
-Lo se.- suspiro –Señora, tendrán algún teléfono que puedan prestarme?-
-Mi nieta tiene un celular. Aunque aquí no hay buena señal jajaja eso dice ella, yo no entiendo jajaja- la mujer reía
Por la tarde había regresado Hitomi a la casa
-Mi abuela dice que quieres que te preste mi celular?-
-Podrías hacerme ese favor?-
-Claro, pero aquí no llega la señal. En la otra aldea a veces le llega algo, yo suelo ir ahí por las mañana para enviar mensajes a mi madre-
-Le has contado a tu madre sobre mi?-
-No, la abuela me dijo que la asustaría. Pero más bien creo que no quiere que le cuente para que no venga por mí, tal vez no me dejaría volver- le dijo mientras le pasaba el celular –puedes escribir mensajes y mañana por la mañana volveré a ir para que puedan ser recibidos.-
Naruko tomo el celular y escribió al único numero que recordaba, esperaba no haberse equivocado en algún numero después de escribir una carta lo devolvió.
-Tambien me dijo la abuela que el doctor vendrá mañana por la tarde-
-La verdad, no quisiera ver al doctor de aquí. Me gustaría esperar a que vengan por mi-
-Pero tus heridas...-
-Tu abuela hizo un excelente trabaja curándome, no creo que pase nada. Además me da mas miedo que él aparezca y me encuentre. Ustedes también estarían en problemas por mi culpa y no puedo dejar que eso pase-
-No creo que la abuela te lo permita-
-Si las cosas salen bien, espero haberme ido mañana-
Aun se sentía muy débil, le dolían mucho las heridas pero no quería seguir ahí temía que en cualquier momento apareciera y se la llevara, y estaba segura que si volvía a caer por tercera vez en sus mano no dudaría en matarla.
A penas y había pegado un ojo en toda la noche, el dolor había sido muy intenso, estaba segura que tenía una que otra de las heridas infectadas.
-Buenos días-
-Hola, Hitomi-
-Estas ansiosa de que me vaya no es verdad?-
-Un poco, si...- dijo mientras sonreía a la chica
-Ya me iré, se que necesitas ver a tu familia-
-Gracias, un último favor, puedes enviar la ubicación, para que puedan venir a buscarme-
-Claro-
-Otra cosa, tal vez te marcaran. La persona que lo haga puede ser un poco grosero pero puedes entender que estará preocupado y tendrá miedo de que sea mentira- o eso espero agrego mentalmente.
-No te preocupes si llama yo le dire todo.
-Gracias...-