Notas del alma (HunHan)

By morganrei

140K 20.1K 12.9K

»Esta historia es completa y absolutamente producto de mi activa imaginación. Cualquier semejanza con la real... More

Prólogo
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI (PARTE I)
XI (PARTE II)
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX (PARTE I)
XX (PARTE II)
XXI
XXII (PARTE I)
XXII (PARTE II)
EXTRA | Navidad color arcoiris
XXIII
XXIV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
EXTRA | Desiderata
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
XXXIV
EPÍLOGO
AVISOS Y DESPEDIDA

XXV

3.1K 416 433
By morganrei

Atención lectorxs sexies: este capítulo, como advertí antes y como dicta la descripción del respectivo fanfic, tendrá HanHun.

Como ya dije, eviten comentarios innecesarios de disgusto; si no quieren no lean, pero se perderán de algo importante de la historia, puesto que no es sólo sexo impulsivo.

Siendo advertidxs como corresponde, procedan como más deseen~. De todas formas "el momento" en es corto y nada del otro mundo :).

La tensión en el cuerpo de Luhan era tan, tan grande, que todos los músculos le dolían.

Sentía el cuello, los hombros, los brazos y las piernas agarrotados, duros y sin respuesta. Estaba demasiado paralizado, tanto que no pudo hacer nada más que quedarse muy quieto y con los ojos enormes aunque no podía visualizar nada tras la venda. Si hubiera podido algo más, hubiera llorado de desesperación porque la oscuridad volvía a invadirlo. En un segundo volvió a estar en aquel galpón abandonado y frío, tirado en un rincón esperando a que lo matasen o lo rescatasen, sólo esas dos opciones válidas. Comenzó a temblar de forma violenta y logró formular apenas unas cuantas palabras.

-¿Qué está pasando?

Entonces lo sintió por detrás, bien pegado al cuerpo y transmitiéndole calor. La tensión aumentó, aunque esta vez no tenía tanto que ver con los recuerdos aterradores. Sehun trazó un camino lento por su brazo izquierdo con los dedos, las yemas tibias erizándole la piel en un cosquilleo expectante; llegó a su puño apretado hasta un punto doloroso y lo deshizo con amabilidad, entrelazando sus dedos en su lugar. A la otra mano, la posó en la base de su cuello y luego subió abarcando toda su garganta en una caricia caliente. La nuca de un Luhan agitado y con sentimientos encontrados reposó sobre su hombro, empezó a creer con terror que lo asfixiaría, pero Sehun sólo encerró su mandíbula en la palma con suma suavidad.

-No te preocupes.- Le susurró al oído, haciéndolo estremecerse por el aliento tibio contra la piel. -Dijiste que confiabas en mí.

Eso era verdad, pero...

De repente le soltó la mano y rodó los dedos por su estómago blanco y plano.

Oh por Dios...

Lo acarició y bajó con lentos círculos hasta meter la punta de los dedos tras el bordillo de sus pantalones de pijama. Luhan estaba comenzando a temblar, pero... La mezcla de placer, miedo y curiosidad era la principal razón y lo estaba confundiendo. Sehun fue todavía más abajo y lo tomó en una mano.

-Ah...- Gimió, arqueando la espalda.

Comenzó a masajearlo y olvidó por un instante la oscuridad en la que estaba sumido. Estaba apoyado contra su hombro por la debilidad que cada vez se apoderaba más de sus miembros y todo su cuerpo. Eso que hacía... Se sentía muy bien, rayos. Tragó saliva lentamente y Sehun sintió el movimiento de su manzana de Adán bajo la palma.

Le gimió al oído con una sonrisa esbozada en los labios porque le gustó sentirlo.

-Sehun.- Pronunció Luhan en un murmullo porque el movimiento lento de su mano era delirante. Sentía su respiración irregular en el cuello, la piel no dejaba de erizársele.

Movió la mano de su mandíbula a su mejilla y le volteó el rostro. Luhan sólo se movió bajo su guía como un títere. Entonces Sehun atrapó sus labios y comenzaron un beso lento y cadencioso. Que lo besara mientras todavía lo tocaba le produjo cosas serias a Luhan. Cosas como la pérdida completa de su consciencia.

-Recuerda esto cuando te encuentres en medio de la oscuridad alguna vez.- Le dijo con voz ronca cuando se separó. -Ya no será mala. Recuerda...- Entonces lo apretó con más fuerza y Luhan jadeó. -...lo que te hice.

Santo cielo, sí, podía apostar que lo haría.

Una idea súbita se le vino a la mente. ¿Acaso él...? ¿Estaba intentando...?

Se apartó y lloriqueó cuando dejó de sentirlo en aquel lugar palpitante y anhelante. Se quedó quieto y sin aliento en el lugar, intentando agudizar los otros sentidos para saber dónde demonios se había ido. La oscuridad ya no le estaba resultando tan horrible porque toda su concentración estaba puesta en aquello que necesitaba y que Sehun no le estaba dando. Debía hacerse cargo de lo que comenzaba. Este era tremendamente silencioso porque no podía enterarse de dónde estaba.

De repente lo cogió de un brazo y pegó un respingo. A la izquierda, estaba a la izquierda. La expectación de no saber qué haría o dónde estaría estaba resultando sorprendentemente excitante. El corazón le latía como un loco.

-En la cama.- Murmuró, llevándolo hacia allí.

La parte de atrás de las piernas chocó contra la cama y terminó sentado en la orilla. Llevó ambas manos hacia la venda para quitársela, no le molestaba del todo porque estaba distraído, pero seguía poniéndolo nervioso. Sin embargo desistió involuntariamente cuando Sehun se agachó y le apretó la entrepierna con una mano.

Ahogó una gran bocanada de aire.

-Si te la quitas, ya no sigo.

Okay, manos quietas, anotado.

Se alejó sólo un par de segundos más en lo que apretaba los labios y agarraba un buen montón de manta bajo los puños. Volvió a sentir sus dedos en la quijada cuando se la alzó y lo dejó ahí. Por su ceguera, Luhan no supo que Sehun se estaba tomando el tiempo de apreciar sus rasgos iluminados por la luna. Toda su piel blanca, sus labios rosados y brillantes por la saliva, su nariz respingona. No pudo aguantarse y le dio un pequeño beso allí, antes de volver a deparar en su boca.

Literalmente lo devoró, o al menos eso intentó, internando la lengua en su cavidad. Luhan lo siguió agitado y casi sin respiración, aunque no se movió de donde estaba, igual de tenso que antes. Sehun entendía que no sabía qué demonios estaba sucediendo, pero tenía la esperanza de que lo leyera, de que lo viera a través de sus gestos, de sus acciones. Sabía que lo haría, Luhan era absurdamente perceptivo. Se apartó y apoyó ambas manos en sus puños apretados, sus nudillos eran blancos por la fuerza que ejercía. Se agachó hasta quedar de rodillas entre sus piernas y lo miró: frágil, expuesto, tembloroso. Tenía miedo y él también, pero estaban allí para superarlo todo juntos. De una buena vez por todas.

Al menos esperaba que funcionara como quería y esperaba.

Le sonrió aunque no podía verlo, con todo el amor que sentía y que le salió. A pesar de que odiaba estar así de impedido, propenso al peligro, aun así le había hecho caso. Confiaba tanto en él que se dejaba hacer sin réplicas.

Demonios... Cuánto lo quería.

-Hey.- Le susurró, acariciando sus manos. -Tranquilo, estás conmigo. Estamos juntos.- Le recordó, al segundo que dijo eso lo sintió relajarse. -Una vez te dije que no dejaría que nunca te pasara nada, ¿recuerdas? Porque te amo.

Luhan largó aire de forma trémula por entre los labios, deshizo los puños.

-¿Confías en mí?

-Sí.- Susurró al confirmar una vez más. -Con toda mi alma.

-En ese caso,- Le besó el cuello con ternura. -Recuéstate para mí.- Ahora besó sus labios, Luhan lo buscó por más cuando se separó. -Y tócame. Muero por tus manos.

Luhan tardó sólo dos segundos en extenderse sobre la cama. Sehun se puso sobre él con la misma rapidez, procurando no aplastarlo. Acaparó su boca una vez más y esta vez, Luhan enredó sus dedos entre las hebras de su cabello y profundizó el beso, más seguro. Sehun continuó en la labor en lo que subía su camiseta lentamente y masajeaba su torso con movimientos perezosos. Alcanzó aquel par de protuberancias llenas de terminaciones nerviosas deliciosas y las frotó con el mismo ritmo.

Luhan jadeó sobre su boca y se removió entre gemidos bajos. Sehun se apartó y lo miró con una sonrisita ladina.

-Te gusta eso, ¿eh?

Luhan sólo asintió, no podía hablar. Sehun se mordió el labio, todavía torturándolo, y consideró ir aún más lejos en su plan, pero antes lo distraería un poco más. Deseaba con tantas ganas hacer algo por él, intentar lo que sea más allá de que al final no funcionara. Quedarse parado a un lado viendo como Luhan seguía sufriendo por el pasado no era una opción. Así que bajó sinuoso hasta su entrepierna y lo acarició sobre la ropa, haciéndolo maldecir entre dientes. Le bajó el pijama junto a su ropa interior y lo tomó rápidamente en la boca, viéndolo con intensidad aunque no podía apreciarlo tan profundamente como quería.

Luhan se removió entre balbuceos ilógicos mientras se sentía cada vez más duro entre los labios de Sehun. Había querido que siga hasta el final, pero el malnacido se apartó cuando estaba en mitad de una descarga de placer, aunque los temblores no frenaron en un tiempo.

-¿En serio no puedo verte?- Le cuestionó sin aliento.

Pero todo se fue al garete cuando sintió cómo le tomaba ambas manos y se las juntaba en el cabezal. El corazón empezó a sufrir taquicardia porque sólo con eso lo puso nervioso; notó que se las estaba atando.

-Aguarda...- El pecho le subía y bajaba con agitación.

-Hey, calma.- Volvió a tranquilizarlo con su voz estable y cariñosa. -No pasará nada malo. Además...- Estiró una mano y comenzó un vaivén de arriba abajo sobre su intimidad, Luhan aspiró entre dientes. -Si te portas bien, te recompensaré. ¿Ahora qué deseas más? ¿Qué te desate o que te vuelva a tomar en mi boca?- Le murmuró sobre los labios.

Bueno, Luhan estaba perdiendo la cabeza, definitivamente. Aquella mezcla de placer y miedo estaba causando estragos sobre todo lo que conocía. Estaba rompiendo los esquemas. Odiaba no ver y estar atado le hacía sentir mil veces más amenazado, pero también estaba abrumado por las caricias, lamidas y besos de Sehun, y si se resistía, entonces se apartaría y, Dios, quería que siguiera hasta hacerlo delirar.

Tragó saliva con la garganta seca.

-Los nudos son flojos.- Le susurró. -Puedes zafarte en cualquier momento.

Movió un poco las manos y descubrió que la tela del trapo que lo rodeaba ni siquiera le apretaba las muñecas, podía mover los brazos un poco hacia abajo y estaría libre. Cierto, Sehun no era un secuestrador, no lo estaba imposibilitando para reducirlo, humillarlo y maltratarlo, lo estaba haciendo para...

Oh... Madre santa.

Las ideas que había tenido al comienzo y que se le habían perdido en un rincón oscuro de la mente por la excitación, habían vuelto como una avalancha ahogante y sorpresiva. Nuevamente el corazón le comenzó a latir como un loco, pero no por temor, más bien por felicidad... De acuerdo, no podía dejarlo todo ahí, si quería saber si estaba en lo correcto o no, tenía que dejar que Sehun siguiera con su plan.

-Sigue.- Pronunció en mitad de una pequeña risita conmocionada, ya no sentía miedo. -Prometo que me comportaré.

Sehun no perdió el tiempo y, como bien dijo, lo recompensó con besos por todo el cuerpo, con mordiscos calientes y lamidas lentas y profundas allí donde más lo deseaba. Tensó todos los músculos porque quería deshacerse del nudo en las muñecas para hundir las manos en su nuca y hacerlo ir más profundo. Se había vuelto un maldito pervertido en un lapso de veinticuatro horas (¿o acaso ya lo había sido?), pero era culpa de Sehun. Él y su cuerpo masculino y fuerte y sus acciones incitantes lo volvían puro instinto. En su lugar maldijo y apoyó los pies sobre el colchón para alzar las caderas. Sehun no se apartó, se quedó donde estaba y lo recibió sin complicaciones.

Luhan se preguntó entre relamazos de placer qué tan acostumbrado estaba a esas cosas; antes no había podido hacerle lo mismo sin evitar las arcadas. Sintió una inoportuna oleada de celos y la hizo a un lado rápidamente. Suponía que con la practica mejoraría.

Entonces Sehun volvió a apartarse y rezongó.

-Otra vez no, por favor.- Suplicó. -Vuelve.

Si tan sólo pudiera alzar una mano y retenerlo... Pero no era una opción porque entonces se detendría por completo. Maldito Sehun. Esperó impaciente a que volviera, su pecho subía y bajaba de forma vistosa, todo el cuerpo le latía con calor, abrumado. Entonces Sehun se le sentó a horcajadas sobre las caderas y notó que estaba en ropa interior. Los músculos otra vez se le tensaron cuando el impulso de tocarlo fue cada vez más atosigante. Ahora las manos atadas le representaban un impedimento excitante: querer tocarlo y no poder hacerlo de alguna manera lo ponía a mil, y no tener visión le hacía expectante por no saber qué le harían y cómo. Era pura sensación, los sentidos estaban obstaculizados y sólo las infinitas terminaciones nerviosas dictaban el ritmo de los pensamientos.

Sehun se sentó y su trasero descansó sobre su intimidad y mierda... Mierda, mierda, mierda.

-Abre la boca.- Le ordenó con voz ronca.

Y le hizo caso, sin cuestionar nada. Entonces sintió algo de textura fresca y curiosa sobre los labios y cuando se la metió en la boca y la mordió, descubrió que era una frambuesa roja.

Y su mundo quedó de cabeza.

Sehun lo estaba alimentando. Y aquello no era pan rancio de días pasados, era su fruta favorita, lo sabía.

¿Entonces por qué estaba llorando?

Ah... Por eso. Porque todas las sospechas eran ciertas al final: Sehun quería borrar el pasado. No, no quería borrarlo, quería sustituirlo. Quería que el presente fuera lo más importante. Quería que cuando las memorias de la vez que había sido maniatado, enceguecido y alimentado a la fuerza lo atacasen, ya no fueran imágenes torturantes, sino imágenes de amor, imágenes que le trajeran a la vida una noche maravillosa junto al hombre que amaba.

Sehun volvió a darle otra frambuesa y se la comió sin chistar, sin importarle una mierda ya el pasado, todo el secuestro, los accidentes. Ahora estaba allí, junto a su persona más querida, pasando un momento genial. Vivía junto a su primo y la mejor cocinera del mundo, esa que lo mimaba y le hacía de comer siempre sus platos favoritos. Tenía a una psicóloga a cargo que se desvivía porque fuera feliz. El primer chico del cual se había enamorado lo amaba también.

¿Qué más podía pedir? ¿Por qué seguía dejando que aquellos malnacidos le arruinaran la vida? Nada de todo lo que pasó fue justo, nada, pero ahora estaba siendo recompensado con personas maravillosas y momentos bonitos... Recuerdos bonitos.

Era suficiente.

Sehun lo escuchó hacer ruidos extraños y se acercó para verlo con más atención, entonces discernió sus mejillas húmedas y el corazón se le cayó al estómago. Demonios, ¿qué había hecho?

-¿Bebé?- Se inclinó desde donde estaba y lo acarició con cuidado. -¿Lo he arruinado todo?- Cuestionó a punto de llorar también, el pecho apretado. Sentía náuseas ante la idea de haberlo lastimado para siempre.

Pero Luhan acabó de tragar a duras penas por el nudo en la garganta y negó. Entonces de los labios le brotó una única palabra susurrada:

-Gracias.

Y Sehun pudo respirar.

No lo había arruinado, Luhan al final había entendido lo que buscaba como había previsto. Eso lo tranquilizó. Le dio un tierno beso en su mejilla y se apartó. Cogió otra frambuesa del cuenco que había llevado y se la dio de comer, pero antes de que lograra apartarse, Luhan alzó su cabeza y le atrapó los dedos entre sus labios. Gimió cuando lo vio chupar y llevárselos más adentro. Se dejó hacer hipnotizado por aquella boca y aquella lengua caliente que giraba alrededor. Luhan sentía el gusto dulce y ácido de la fruta en los dedos de Sehun y lo estaba disfrutando muchísimo.

Volvió a apartarse por un momento y, cuando volvió, lo hizo para darle de beber jugo fresco de pera. Amaba el jugo de pera. Ahora ya no era sólo agua lo que le daban, sino algo delicioso en su lugar. No pudo evitar reírse lleno de dicha  y elevarse para beber más, sin miedo. Sin embargo Sehun sólo volvió a ocupar su boca en un beso voraz. Sintió aquel sabor dulce, la mezcla adictiva de peras y frambuesas. Lo amaba. Luhan titubeó cuando notó el movimiento allí abajo, aunque no en sus partes, sino en las de él.

Sehun se estaba preparando con los dedos tras su ropa interior y eso lo conmocionó.

-¿Qué estás...?

-Sh, no pasa nada.- Sonrió antes de volver a besarlo.

Frunció el ceño ante el ardor que se estaba causando, pero intentó que Luhan no lo notara. Había pasado un buen tiempo para él después de todo... Luhan estaba loco si creía que lo volvería a tomar sin miramientos inmediatamente después de la tarde anterior. Lo había visto caminar con dificultad por culpa de las ansias que habían pasado en el granero, no había tenido nada a mano para prepararlo como se debería y como consecuencia lo había herido, sólo un poco, pero lo había hecho al final. Prefería entregarse en su lugar.

No es como si fuese su primera vez allí arriba después de todo...

Salió para deshacerse de una buena vez por todas de la ropa interior, cuando volvió a sentarse a horcajadas encima de él, lo acarició con la mano cubierta del lubricante que había llevado. Luhan arqueó la espalda ante el repentino frío del líquido. Los jadeos de Sehun eran cada vez más profundos y difíciles de contener, lo deseaba muchísimo. Aquella parte de sí palpitaba con ansias; tocar y excitar a Luhan le había bastado para fallecer de placer. Cuando no pudo aguantarlo más, se posicionó como debía y de una sola vez, se enterró en él hasta la base.

-¡Sehun!- Exclamó Luhan tembloroso.

-Oh, Dios...- Susurró con el interior en llamas.

Aquello había dolido como el demonio, pero había dado justo en el punto de placer y todo se mezclaba volviéndolo fuego líquido. El sonido de las pulsaciones aceleradas le retumbaba en los oídos en lo que esperaba quieto algunos segundos a acostumbrarse, pero nunca había sido paciente y menos en esas situaciones, así que sin pensárselo mucho más y guiado por el deseo comenzó a moverse, primero lento, después más acelerado.

Luhan estaba ahogándose en medio de toda aquella locura tan magnífica. Lo de la tarde anterior había sido increíble, sentir a Sehun dentro y llenándolo por completo había sido de ensueño, pero ser quien lo llenaba a él en su lugar lo igualaba sin lugar a dudas. Se sentía espectacular en aquel lugar apretado y tan caliente, y la fricción que le producía el subir y bajar de esas caderas... Tiró con fuerza del nudo en las muñecas y deshizo el amarre, entonces se apartó la venda de los ojos en un solo movimiento desesperado.

A la mierda las órdenes, tenía que ver eso.

Sehun apoyaba las manos sobre su pecho mientras lo montaba con rudeza. Siempre le había gustado hacerlo desde arriba para dictar el ritmo, no le gustaba esperar y acomodarse, mientras más duro era, mejor. Vio cómo Luhan lo veía con ojos oscurecidos por la lujuria y se incendió todavía más. Le sonrió de medio lado mientras seguía moviéndose sin descanso, agitado.

-Hola.- Le murmuró, era la primera vez que se veían en todo el acto.

Luhan le sonrió con un cariño que le apresó el corazón.

-Hola.

Amainó el ritmo y se agachó para besarlo. Luhan lo abrazó apretado, como si realmente lo necesitara. Deslizó las manos hacia abajo y ahuecó su trasero en ellas, entonces tomó impulso y lo estocó con fuerza.

Sehun gimió como nunca.

Se apartó y lo miró con los ojos nublados y una sonrisa torcida.

-Incluso así sigues queriendo tener el mando.- Balbuceó.

Luhan le mordisqueó su labio inferior. -¿Qué puedo decir? Me gustan las cosas a mi manera.

Sehun removió las caderas y se hundió más en él. Luhan aspiró entre dientes.

-¿A la mía no te agradan?

-Lo dejaré pasar por esta vez.- Dijo con dificultad.

Sehun rio travieso y empezó a moverse una vez más, esta vez todavía más rápido. Se estiró y frotó su pecho en lo que se apretaba más a su alrededor y lo hacía perder. Cuando Luhan terminó rendido al placer más absoluto, se agachó para atrapar sus gemidos en la boca con un beso igual de sucio, mientras se sentía lleno de él. Cuando acabó de temblar, reaccionó aún abrumado por el éxtasis para devolverle el favor: metió la mano entre sus cuerpos y lo acarició. Sólo dos veces bastaron, de arriba abajo con lentitud, entonces Sehun gimió ahogadamente y le embadurnó el pecho y el estómago con su esencia. Cayó encima sin ninguna fuerza y reposó allí con jadeos pesados y estremecimientos violentos. Lo abrazó con fuerza en lo que se calmaba.

Luhan se sintió salir de él y lo odió. Aquella posición, aquel lugar, se sentía como su hogar.

Estuvieron así un buen rato. Luhan pensó que Sehun se había dormido porque después de que se calmó, literalmente no se movió para nada, pero lo sorprendió cuando cayó perezoso a un lado. Lo miró a la cara y tenía sus ojos adormilados, su respiración era superflua. Se removió y quedó de cara a él, viéndolo más de cerca con una apacible sonrisa.

-Ahora andaremos los dos caminando raro.- Comentó arrastrando sus palabras entre medio de risas tontas.

Luhan se mordió el labio. -¿Te duele?- Estiró una mano para acomodarle un mechón de cabello detrás de su oreja.

Sehun cerró los ojos, sonriente. -Siempre duele, pero fue bueno. No me arrepiento.

Luhan se encogió un poco y lo miró con profundidad, ahondando en sus rasgos, en aquel ceño profundo, aquellas cejas enmarcando una mirada aparentemente fría y distante, su mandíbula afiliada, sus labios pequeños, pero adictivos, su cabello rubio todo despeinado por el momento... Con un dedo suave recorrió la silueta de sus hombros anchos y sus brazos ligeramente redondeados por sus músculos. Quiso suspirar como quinceañera, era tan guapo.

Repentinamente, Sehun estiró una mano y lo acercó más, presionándolo contra su cuerpo con posesividad. Luhan se apartó y lo miró curioso, preguntándose por qué le gustaba tanto fingir que dormía cuando estaba cerca, ¿querría ver sus acciones entonces?

-Estoy todo sucio...- Le recordó en voz baja.

Pero a Sehun parecía no importarle.

-Jyu Ni me habló de todo.- Le dijo todavía con los ojos cerrados, su mano trazando caricias en su espalda. -Me contó lo que te pasó en detalle, pero no la odies, yo le dije que lo hiciera.

Luhan guardó silencio.

-Pensé que si lo sabía entonces te entendería mejor, y así podría ayudarte... Pero me equivoqué.

Sintió como su mano se tensó sobre la piel.

-Jamás creí que el infierno existiera, no hasta que oí lo que te pasó.- Por fin lo miró a los ojos. -Nunca podré entenderte ni nadie podrá, estas cosas no funcionan así. Sentí... tanta ira. Si pudiera encontrar a quienes hicieron eso y matarlos, lo haría.

Luhan se estremeció ante la sinceridad en su mirada.

-Pero en su lugar sólo puedo tenerte a ti. Sano y salvo... Y a mi lado. Y sé de sobra que el pasado no es algo que puedas extinguir, pero si aprendes a lidiar con él de alguna manera, al final dejará de importar, ¿no?

Le sonrió. -Gracias... Te dije que si estabas a mi lado sería suficiente. Tú eres mi presente, Sehun.- Murmuró al posar una mano sobre su corazón. -Y eres mil veces más grande e importante que cualquier pasado.

Sehun le sonrió y fue un gesto tan precioso y lleno de emociones, que Luhan viajó al paraíso.

Y cuando discernió pequeñas motas del color del arcoiris asomando en sus ojos, se sintió renacer.

Espero que no se haya sentido del todo "poco usual". ¿Qué puedo decir? Amo a Sehun de pasiva *cara perversa* (?).

Bieeeeen... Después de esto y en vísperas de lo que será algo un tanto inesperado (?), pediré disculpas por adelantado por el capítulo siguiente.

/huye.

Continue Reading

You'll Also Like

45K 2.1K 12
➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥➳❥ Adaptation ◈ ━━━━━━━ ⸙ ━━━━━━━━━ ⸙ Hola hermosas hermosos etc. Hoy les traigo esta adaptacion...
448K 35.4K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
12.9K 559 11
Se trata De un erizo que traiciono a su amado por la espalda,en este entonces es cuando sonic se une a una pandilla de asesinos en serié poseídos por...
381 54 5
Todo comenzó así, ella les robó a su padre, la vida a su madre y él quería llevársela también a ella, pero ella jamás dejaría a sus hermanos solos, e...