~CARTER DALLAS.
¿Nunca les ha sucedido que amanecen con un humor de perro y se enojan hasta por que el sol ilumina el mundo? Exacto. Así me encuentro yo, hasta yo misma me caigo mal cuando ando así.
Eran las 7:00 de la mañana y no podria reconciliar el sueño. Creo que eso fue lo que provoco parte de mi mal humor.
Bajé con las llaves de mi auto y una chaqueta en la mano a la cocina. Encontrandome con algunas personas ahi.
-Vaya vaya. Nunca crei que este dia llegaria mientras yo estubiera vivo.- habla Cristhian refiriendose a que e madrugado.
Decidi ignorar a todos ya que todos hablaban del mismo maldito tema. Abri el refigerador y tome una manzana junto con un jugo de naranja y me dirigí a la salida de la casa.
-Carter.- me llama Will.
Volteé a mirarlo con la mano puesta en la puerta.
-Que tengas un buen dia, linda.- sonrio.
Rodé los ojos y sali de ahi antes de que comenzara con su tipica charla de que rodar los ojos es de mala educación y nose que más idioteces.
Me adentre a mi Camaro y sali de ahi quemando llantas y dejando rayones negros en la calle.
-¡AH! ¡MALDITA SEA!- gruñi mientras aceleraba a fondo.
Ni siquiera tenia idea a donde me estaba dirijiendo, lo unico que importaba en este momento era conducir. Conducir a alta velocidad sin importar el destino.
La flechita que marca la velocidad aún no llegaba a su limite y nose porque pero senti la gran necesitad de que llegara a ella.
Las calles a esta hora eran las más trancitadas, dado que algunas personas madrugan para ir a su trabajo aún estando en domingo. Y aunque suene un poco alocado, eso era lo que más me gustaba.
Arrebazé a unos cuantos carros y me lleve insultos por parte de los conductores pero no me importo, lo unico que contaba era la adrenalina que corria por todo mi cuerpo al intercambiar de carril y evitar que los autos se estrellen contra el mio. Eso era lo unico que me importaba, volver a correr.
Y de un momento a otro ya no era la unica que corria por las calles a gran velocidad.
Un Camaro negro que conocia a la perfección comenzo a darme guerra. Y esta más que claro que no me negaria. Aceleré a fondo mi carro, agarré con fuerza el volante mientras movia la palanca al cambio 5.
-¡AH! ¡MALDITO PUÑETERO MORGAN! ¡SIEMPRE ENTROMETIENDOTE EN LO QUE NO TE IMPORTA!- le grité grirando bruscamente mi volante hacia la derecha logrando darle un buen golpe a su lateral. -¡MALDITO SEAS TAYLOR! ¡TU Y TU ESTUPIDA VIDA DE MIERDA!- le grité volviendo a repetir la acción.
¿Y saben que fue lo peor? Que él no se quito, ni siquiera freno para evitar el golpe.
Los dos teniamos los vidrios arriba, igual de poralizados e igual de blindados.
Hoy no era especificamente uno de mis mejores dias. ¿Y que de repente aparesca un imbecil persiguiendome? Esto ya es el colmo.
Bajé el vidrio del lado del copiloto y saque una pistola de mi guantera y a la primera que disparé le di en la llanta delantera, haciendo que perdiera el control y que tubiera que frenar para no probocar un accidente. Quedo a la mitad de media cuadra atravesado.
Yo seguí de paso pero agarré el freno de mano y lo jale, haciendo que tambien quedara atravesada en la avenida. Esperé como 2 minutos que él decidiera hacer algo pero no lo hizo. Asi que volvi arrancar y sali volviendo a quemar las llantas de ahi.
«Demonios, si sigo así tendre que comprar unas nuevas»
Volvi a conducir sin destino alguno, solo que esta vez más calmada. Al parecer hacerle eso a Morgan habia logrado calmarme.
Logré llegar a una playa. Estacioné mi auto y decidi ir a camimar un poco.
Me senté en la orilla del mar y ahi me quede por nose cuantas horas.
¿Que pasaria si no hubiera llegado a mi vida William Dallas? Probablemente estaria muerta o aún peor, talvez me hubieran vendido por un poco de droga o unas cuantas botellas de alcohol. Nada hubiera sido como ahora; no hubiera conocido a Jadén y a Alán. Mucho menos a Dylan y Chase. Y si no los hubiera conocido a ellos tampoco a los Tyler y a los otros chicos, y eso quiere decir que en mi vida jamás hubiera aparecido el nombre de Taylor Morgan. Aquel insoportable, mujeriego, arrogante, egocentrico e insoportable chico que ocupa el primer lugar en mi lista negra. Jamá habia odiado a alguien con tanta magnitud que no hayan sido mis padres, jamás.
Ahora, de la nada llega aquel estupido aborto de mono con el que me di cuenta de que la idiotez humana no tiene limites. Aquel estupido vecino de mierda que hace que mis malos dias se vuelvan los peores.
-¡Rayos! Ahora estoy pensando en el estupido de Morgan!- agarré una piedra que estaba a mi lado y la lanzé con mucha furia al mar.
-Asi que... ¿Ahora piensas en mi?-
Cerré los ojos trantando de no perder la cordura. Me acoste en la arena sin abrirlos.
-¿Que diablos haces aqui?- pregunté con irritación en mi voz.
-¿Sabes? Fue buena tu tecnica, la de disparar al neumatico y esperar a que hiciera algo. Sin embargo solo saliste huyendo de mi.- ignoró mi pregunta.
-Sigues sin responder.-
Senti como tomó asiento a mi lado y solto un suspiro con cansancio.
-Este es mi lugar favorito... El unico en la tierra.-
No dije nada. Solo me limite a disfrutar del hermoso silencio que se habia hecho presente junto con el ruido de las olas chocando contra la arena y el viento moviendo las palmeras que habia.
Nose cuantos minutos pasamos asi, en silencio. Solo soy conciente de que nunca me habia relajado tanto y menos si estaba él de por medio.
Decidi abrir los ojos y me encontre con él mirandome.
-¿Que? ¿Acaso tengo un espejo en la cara?- levante una ceja.
-No. De hecho iba a decirte que tienes un moco.- sonrio de lado mientras yo me aseguraba de que no fuera verdad. Y cai en su trampa.
-Hoy en la noche habra una carrera.- dice de repente.
-¿Una carrera?- me levante enseguida y me sente a su lado.
Ahora fui yo quien lo miraba a él.
-Si, una carrera.- volteo a verme, pero al momento de hacerlo su rostro quedo a centimetros del mio.
Sus ojos calleron en los mios y los mios en los suyos.
«¡¿QUE DIABLOS?!»
Nos quedamos unos segundos mirandonos hasta que ambos desviamos la mirada al frente.
Me levante de la arena y me sacudi la ropa.
-Vere si puedo ir.- dije sin más y comenzé a caminar de regreso al auto.
-Haslo. Te aseguro que no te arrepentiras.- hablo Taylor sin mirarme.
Ya estando como a 5 metros de distancia grito en mi dirección.
-¡EN EL PUERTO A LAS 10:00!- me grito levantandose.
Simplemente asenti y me adentre de nuevo al Camaro.
Mientras encendia el auto no pude evitar voltear a verlo. Él me miraba pero luego se dio la vuelta y comenzó a caminar por toda la orilla, llenando de agua sus botas militares y lo bajo de su pantalón.
Sin nada más que ver, sali rumbo a mi casa.
(***)
~TAYLOR MORGAN.
Ya eran las 10:00 de la noche y aún no miraba a Carter entre toda la gente que estaba presente.
-¡Hey hermano!- saludo Jack llegando a mi lado.
-Imbecil.- le dije en modo divertido.
-Auch. ¿Y eso porque?- me pregunto por el golpe en la nuca que le habia dado.
-Nose... se me dio la gana.- me encogi en hombros.
En las ultimas horas después de haber estado con Carter en la playa, eh estado de buen humor. Raro en mi y la verdad es que nose el porque.
-Andas de buen humor ¿Eh?- sonrie.
-¿Quien nada de buen humor?- llega mi hermano dandomé un abrazo como saludo.
-Taylor.- dice sonriete Jack.
-¿Ha si? ¿Y a que se debe ese buen humor Taylor?- alza ambas cejas Malcom.
Estaba por responder con un insulto cuando alguien me interrumpe.
-Aqui me tienes Morgan. ¿Para que soy buena?- habla Carter.
Los chicos comenzaron a hacer sus tipicas burlas. Hasta que se fueron de donde estabamos.
-Quiero que corras conmigo.- la mire a los ojos.
Poco a poco se asomaba una sonrisa en su rostro hasta convertirse en carcajada.
«Genial. Y volvemos donde empezamos»
-¿Ya acabaste?- rodé los ojos.
-Es que... ¿Acaso piensas que eres digno de mi?- sonrio con supeoridad.
-No idiota.- bufé cansado. -Quiero que corras como mi acompañante, no como mi rival.- puse los ojos en blanco.
-Okey, okey haber si entiendo. ¿Yo? ¿Contigo? ¿En tu auto?- hazé una mueca de asco.
«¡A LA MIERDA CON LO DE SER AMABLE! ¡YO NO NACÍ PARA SERLO!»
Intentar ser bueno con ella era como tratar de enseñarle a un bebé el proceso del tequila.
-Okey. Basta. Vete al diablo Dallas.- hablé comenzando a caminar lejos de ella.
¡Dios! Es que es una chica insoportable. Me he topado con muchas así, pero nada se compara con ella. Ni un minuto, ¡NI UN PUÑETERO MINUTO PUEDE MANTENER SU BOCOTA CERRADA!
-¡MALCOM! ¡CONSIGEME A UNA PUTA PARA QUE VAYA CONMIGO!- le grité posicionandome en la linea de salida con mi moto.
Él asintio y salio en busca de una lo más rapido que pudo, ya que sin acompañante no podria competir.
Encendí la moto y comenzé a acalerarla para que se fuera calentando el motor. De pronto unos timidos y pequeños brazos me redearon la cintura y se quedaron ahi. Ante el tacto me tense por completo.
-Pense que nunca llegarias.- hable entredientes a mi acompañante.
-¿Que? ¿Creiste que te quedarias con toda la diversión mientras que yo estaba como estupida observandote como le ganabas a los otros idiotas?.... no Morgan, eso jamás se hace.- inocentemente sonrei al escuchar su voz. Pero luego me di cuenta de lo que hacia y la sonrisa se borro de inmediato.
«¡¿INCONCENTEMENTE?! ¡¿SONREI?! ¡¿EN QUE DEMONIOS PIENSAS MORGAN?! ¡TU NO ERES ASI! ¡ANDA, RESPONDELE CON CRUELDAD O SINO YO MISMO LO HARE!» me grito mi subconsiente.
-¿Que mierda estas haciendo aqui, Carter?- frunci el ceño volteando a verla.
Ella retiro las manos de mi cuerpo y cuando estaba por responder una voz la interrumpio.
-¡Morgan! ¿Es esa la nueva victima?-
-Blossom.- mis puños se contraen al verlo.
-¿Victima?- interrogo Carter frunciendo el ceño a mi lado.
Maldita sea, el estupido de Jason Blossom tuvo que aparecer.
-¿Que sucede Morgan? ¿Acaso esta niña de cabellos castaños no se merecé saber la escoria que eres?-
-¡CALLATE BASTARDO!- grité enojado.
-¡Dios! Que pena. Te acabo de arruinar la noche.- dice con falso arrepentimiento. -¡Pues debo de decirte que no esta nada mal la chiquilla!-
-¡TE HE DICHO QUE TE CALLES DE UNA JODIDA VEZ!-
-Vaya. Esta zorra debe de mover el culo bien para que estes asi...-
Me harté de estar escuchando sus estupidecez y me bajé de la moto furioso. Caminé lentamente hasta él y me quedé a centimetros de su rostro.
-No hagas que pierda la puta paciencia Blossom. Porque esa palabra no va conmigo.- amenazé.
-¿Ha si? Que lastima. ¿Y que tal si me prestas a la putita y te la devuelvo en una hora? Digo, para saber como esta la flor que se echara a perder.- sonrie sinicamente.
-Repitelo...- digo.
-¿Y que tal si.....-
No lo dejo continuar porque mi puño impacta fuertemente su rostro y luego lo envio directo al suelo. Unos chicos intentan apartarme de él, pero no me detengo hasta ver su rostro demacrado.
-¡TAYLOR! ¡TAYLOR PARA QUE LO VAS A MATAR!- dejó mi puño a medio camino al escuchar su voz.
-¡Rayos Taylor! ¿En que pensabas?- cuestiona Jack revisando si el imbecil de Jason seguia con vida, separandomé completamente de él.
-Tuvo suerte. Aún esta con vida.- dice mi hermano soltando un suspiro de alivio. -Taylor. Taylor calmate por el amor de dios.- Malcom me tomo por el rostro e hizo que lo mirara directamente a los ojos.
Mi respitación era agitada, mis nudillos sangraban y tenia ganas de destruir cualquier cosa que se me atravezara por mi camino.
Me solté bruscamente de él y me alejé de toda la gente que se reunio para ver como molia a golpes a Jason.
Escuche como los chicos me gritaban que volviera pero no lo hizé.
Estaba furioso, furioso conmigo mismo por reaccionar de esa estupida manera. ¿Que demonios esta pasado conmigo? La podrian llamar prostituta, ramera y a mi jamás me importaria, incluso yo mismo le diria asi. ¡PERO NO! ¡Me comporte como un jodido lame pollas delante de todos!
-¡TAYLOR!- me grito ella a unos cuantos metros detras de mi.
-¡AHORA NO CARTER!- seguí caminando.
-¡Espera!- me grito nuevamente y pude escuchar como comenzó a correr a mi.
Me di la vuelta el doble de enojado.
-¡MALDITA SEA CARTER! ¡¿PERO QUE COÑO NO ENTIENDES DE LA PALABRA "NO"?!- le grité levantando las manos frustrado.
Ella detuvo su paso y se quedo un minuto en silencio.
Podria jurar que la vena de mi cuello y la de mi frente esta tan marcada que pareciera que en cualquier momento estallaria.
-¡¿SABES QUE?! ¡VETE AL DIABLO MORGAN! ¡ERES EL SER MÁS DESPRECIABLE QUE CONOZCO!- me grita igual de enojada.
-¡CIERRA TU PUTA BOCA! ¡TODO ES TU CULPA! ¡TU PUÑETERA CULPA! ¡LARGATE DE AQUI MALDITA SEA! ¡LARGOO!-
Y aqui vamos de nuevo. Tan bien que me la habia pasado en la playa, sin ningun insulto, sin ningun odio. Vaya, creo que nosotros 2 no estamos destinado a llevarnos bien ni a estar...
-¡PUES PUDRETE EN EL INFIERNO TAYLOR! ¡OJALA NUNCA REGRESES DE ALLÁ MALDITO SER MALPARIDO!- se dio media vuelta con los puños cerrados.
-¡¡LARGO!!- agarré una piedra y la lanzé con toda mi furia a un poste de luz.
Ahora mi mayor problema seria acercarme a ella. Difinitivamente dos bombas no pueden estar juntos, nosotros no podemos. Y si logramos estarlo, sería cuestión de unas cuantas horas para estallar. Como una bomba atomica, arrastrando todo a su paso.
Creo que lo que más me molestó de Blossom fue que segundos antes de que Carter llegará y se sentara en mi motocicleta, me habían enviado un mensaje diciendo que Payne estaba de regreso.