Viernes por la mañana y estaba increíblemente agradecido de que hoy no tuviéramos matemática, aunque seguramente vaya igual a la casa de Guillermo para seguir practicando. No es que me no me gustara ir a su casa, de hecho, me encantaba; me sentía como muy poderoso dentro de aquella mansión. El problema está en que si voy, es para estudiar matemática, no para otra cosa. Y no me malinterpreten, no ese tipo de "otra cosa", otra cosa de.. jugar a algo, charlar, no lo sé. Hacer algo aparte de matemática, matemática y más matemática. Y aunque para eso es que voy a la casa, tal vez hoy, pueda convencerlo de que hagamos otra cosa.
No tenía ni idea de cuál era la asignatura que teníamos en este horario, lo único que cruzaba por mi mente era el momento en que podíamos comer porque la verdad, estaba muriendo de hambre. Hoy había desayunado poco por la presión que me metió mi madre para que me apure, porque iba a llegar tarde. Al final mi padre se ofreció a traerme y llegué más temprano de lo que debería. Gran momento fue en el que miré con mala cara a mi madre y ella lo único que hizo fue darme un beso en la mejilla y decirme que me quería, mientras se reía de mi y mi rostro manchado con la mantequilla de maní. A veces pienso que mis padres están hechos para burlarse de mi. Más de una vez han hecho de las suyas para hacerme quedar mal. Entre nosotros queda todo, pero sin embargo es algo muy vergonzoso. Pero tengo que admitir que prefiero eso antes que unos padres que no me quieran o no me presten atención. O en su defecto; sean homófobos.
La primera vez que me animé a ligar con un chico y todo salió mínimamente bien, fue a mis 15. No hace mucho tiempo pero sí fue un gran paso para mi adolescencia. Ya no tenía tanto miedo como antes y para las personas que en aquel momento sabían, estaban perfectos con eso de la homosexualidad. El caso eran mis padres y todo lo que puede conllevar el que ellos lo sepan; como que mi familia lo sepa y se arme un barullo de gente en contra de los homosexuales. Nada que ahora me preocupe, pero en aquel momento estaba realmente preocupado por aquello. La gran satisfacción que sentí cuando se los dije y mi padre me respondió la típica broma (que agradezco eternamente) "que bien, así no puedes dejar a ninguna muchacha embarazada". Y mi madre muy como "cuándo conocemos al muchacho? Debes invitarlo a cenar". Y yo de verdad que sentía que iba a llorar. Los abracé con el alma y ellos se rieron de mi una vez más. Nada fuera de lo común; como la homosexualidad vaya.
Guillermo se sentaba un par de metros delante mío, pero tirando más para la izquierda. En realidad era extraña esa ubicación. Cuando me senté con él hasta podía decir que era incómodo tener al profesor delante mío explicando todo. A veces se paraba en frente de nuestro banco y usaba a Guillermo como ejemplo. Algo que, hasta el momento, no me había dado cuenta que pasaba muy seguido. Demasiado diría yo, y es de verdad aquel chico no dejaba de destacar. Y de sorprender también. Hoy a la entrada a clases, por ejemplo, fue extraño como saludó. Entró muy serio al salón y dió una mirada panorámica. Cuando enfocó su vista en mí, levanté mi mano y le sonreí, me devolvió la sonrisa pero después regresó al semblante serio y sin ningún tipo de emoción. Raro, y desde entonces no hablamos en todo lo que llevamos de la mañana. Ya casi eran las 12 y estaba que me ponía demasiado nervioso porque lo veías y parecía que su mundo se venía abajo; decaído, no escribía lo que debía escribir y hasta parecía que no prestaba atención. Esto último se me iba de la cabeza cuando el profesor le preguntaba algo y él, con un tono borde y bajo de voz, le contestaba correctamente a la pregunta. Creo que eso es lo mejor que tiene, puede parecer que no está prestando atención o tal vez está hablando mucho, pero si le preguntas algo sobre el tema, te lo responde. A veces quisiera saber como hace porque cuando a mi me pasa, simplemente me quedo callado, y pido disculpas por no prestar atención y no poder responder cuál es el resultado de hacer X elevado a la quinta o que verbo sigue para conjugar. Por cierto, estamos en la clase de literatura. Cuestión, que Guillermo estaba bastante extraño hoy y espero que cuando vayamos a su casa no siga con ese humor. O por lo menos espero ir a su casa, esa mansión merece ser vista todos los días.
Una vez la clase terminó, todos salieron prácticamente corriendo de aquel salón. O todos se morían de hambre, o se estaban aburriendo mucho. Hay que ser sinceros, hay veces que las clases de literatura son la cosa más estresante y aburrida que hay. Y más cuando lo único que hacemos es leer y responder absurdas preguntas. Esa típica clase que te da como un breve aviso de lo aburrido que va a estar el trimestre en ésta época del año. Cada día pareciera que odio más el colegio. Pero no, en realidad me gusta bastante venir. Prefiero esto a estar aburrido en mi casa, como todas las tardes después de la secundaria. Aunque ahora con Guillermo ya no me aburro tanto, así que... me quejo porque es gratis.
Salí yo junto al barullo de gente. Vi a Guillermo salir también, pero él parecía que se iba para el lado de los casilleros mas que para el lado del buffet. Lo seguí, porque ya me estaba resultando hasta molesto el que no me salude como se debe. Que hace casi una semana estoy yendo a su casa, todos los días, y lo único que hizo como muestra de saludo fue una sonrisa más fea que su cara. Para luego sentarse en su lugar y tener una horrible cara de nada, haciendo dibujos absurdos en su cuaderno. Ni siquiera se dignó a contestarme el WhatsApp, ¿Para qué lo tiene si no lo va a usar? Cosas de la vida de Guillermo que nunca voy a entender. Tal vez dirán que estoy exagerando, lo que es lo más probable, pero no me importa.
Cuando Guillermo llegó a su casillero, me detuve del otro lado de la puerta, cosa que él no pueda notar mi presencia a menos que cierre el casillero o que mire hacia bajo y vea mis piernas. Una de dos. Ocurrió la primera.
-Hola- Dije cuando cerró la puerta, dándole un susto que me causó bastante gracia. Me hubiera reído en toda su cara pero quiero mantener el semblante serio y enojado, así que sólo atiné a sonreír un poco y volver a una mueca seria.
-Dios, De Luque, ¿Quieres matarme?- Creo que ayer me había dicho Samuel todo el día y ahora volvió a decirme De Luque. Ya me había acostumbrado por lo que no me molestaba, pero ayer pensaba que ya lo había superado. O algo le pasaba o algo le pasaba. Y claro que iba a averiguarlo.
-No, quiero saber qué te pasa- Él rodó los ojos como de costumbre y comenzó a caminar. Obvio, lo seguí.
-¿A qué te refieres? No me pasa nada, sólo estoy de mal humor. No se puede estar siempre de buenas.- Habló tajante y con un tono borde que daban hasta ganas de golpearlo. No lo hice por su bien, y por el mío. Y porque estoy aprendiendo a quererlo un poquito. O eso creo, a esta altura no sé ni qué relación tengo con él. Porque no puedo llamarlo amigo, y conocido me parece muy poco. ¿Conomigo? No, parece que tengo un cono de mascota y no supe ponerle mejor nombre que ese. Si no estuviera tan mal visto hablar solo, me hubiera reído de lo que yo mismo pienso.
-Bueno, hoy vamos a tu casa y en vez de estudiar podemos hacer otras cosas, ¿No?- Me miró y levantó la ceja. -No ese tipo de otras cosas, Guillermo- Rió. Primera vez en el día que lo veo sonreír bien y fue gracias a mí. Pss, se quejará después. En el fondo me quiere y yo lo sé.
-Podemos estudiar un ratito para no perder el ritmo y después vemos qué hacemos. ¿Te conté que tengo un pool?- No me sorprende en lo más mínimo que lo tuviera, asi que sólo negué con la cabeza.
Bueno, en realidad sí que me impacta un poco que tuviera un pool EN SU CASA. Y lo dice como si fuera la cosa más normal del mundo. A veces me pregunto qué hace un chico como él hablando con alguien como yo. Es que siempre me imaginé, y me crucé en la vida, a gente con mucho dinero juntándose con otras personas con mucho dinero. Que Guillermo me ayude a mí, que se junte conmigo y siquiera me hable, me parece algo que no se puede creer.
-Entonces no te dije lo otro tampoco... perfecto. Estudiamos un ratito y después jugamos, ¿Quieres?-
-¿Qué otra cosa tienes que contarme?- Pregunté ya con la intriga a flor de piel. Soy alguien muy curioso, ¿Lo dije?
-Lo verás en la tarde... nos vemos después, De Luque- Y se fue caminando junto con Lana que se encontraba a unos cuantos pasos más adelante que nosotros.
Pintaba que esta tarde puede ser buena. Y aunque yo tenía la idea de tal vez salir por ahí, a tomar algo y conocer gente nueva, ésta idea tampoco me disgustaba.
Además de que esa "otra cosa" que Guillermo tiene que contarme valía por mil personas nuevas para conocer. Sólo esperaba que estas horas que faltan pasen rápido.
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Hello FROM THE OTHER SIIIDEEEEEahre
Cómo estaaannnnn? Yo llevo un mes de clases y ya quiero dejarlo👍
De verdad, lo odio my goddddd
es una paaajaaaaa pero bueno
Vemos cómo Guillermo tiene otro secreto ehehehe? Fantastic ojalá nos cuente más y más sobre sus cosas, en el próximo creo que viene algo piola.
Sino en el otro ahre
Les gussstó? Creo que fue muy para conocer más a Samuel y sus opiniones en la vida acerca de cosas ahrex3
Emmm ojalá les haya gustaaaado, sé que no estoy dándole mucha cola a Wattpad, but la escuela es la escuela muchacheeesssss
Espero que a ustedes les vaya mejor en el colegio que a mí, o en la vida.
Ojalá les haya gustado un poco mucho o lo suficiente y..
Nos leemos otro día<3
Luna❤
PD: emmmm alguna serie que recomienden muuucho?
PD2: The Sinner está EXPLOTADA MUY BUENA
PD3: En unos días publico el siguiente de El Salón de Mi Hija👀