Valerie miraba las estrellas mientras apoyaba la espada en la fría pared del balcón. Esa parte del castillo era una de las que más le gustaba, pocos alumnos sabían de su existencia y ella aprovechaba la tranquilidad para poder despejar su cabeza.
Había terminado de comer con los dos magos y cuando ellos dijeron que se iban a dormir, ella se excusó diciendo que se quedaría en la sala común leyendo. Ninguno de los dos magos había visto en el comedor a Riddle, por lo que aceptaron que Valerie se quedara sola en la sala común, pero le rogaron que tuviera cuidado. Apenas los dos se fueron a sus piezas ella salió de la sala común hacia su lugar favorito.
No sabía cuánto tiempo llevaba mirando el cielo, no debía ser mucho, pero para ella eso era insignificante. De pronto bajó su mirada hacia sus manos y se sorprendió al recordar que había hecho en clases de pociones. Definitivamente no había perdido el toque pese a que no había usado ese tipo de magia hace muchos años. Levantó su mano a la altura de su rostro y de pronto fuego comenzó a salir de ella, Valerie sonrió satisfecha.
Movió su mano que ardía en fuego, pero no se quemaba. Después, con mucha facilidad hizo que el fuego se separara de ella y flotara sobre la palma de su mano. Miró con intensidad el fuego, bajó suavemente su mano, pero la llama quedó flotando en el aire y ella sonrió con alegría.
Se quedó varios minutos mirando el fuego, sumergida en sus pensamientos, pero de pronto suspiró y miró hacia la puerta que daba al oscuro pasillo – Sé que estás ahí Riddle –
El mago llevaba varios minutos observando atentamente a la nueva alumna, no podía esconder su asombro ante la facilidad con la que ella había realizado ese hechizo. Sabía que tarde o temprano la bruja lo descubriría, pero se había pasado todo el resto del día pasmado por lo sucedido. Ella había realizado un hechizo muy oscuro y estaba seguro de haber sentido su magia. Sin decir una palabra salió de entre las sombras y observó a Deanoff, ella miraba el cielo sin prestarle atención.
Riddle se quedó mirando varios minutos a la nueva alumna, pero ella lo ignoraba, cansado y un poco molesto el mago dejó escapar un suave suspiro y se sentó en el suelo. Valerie se limitó a ignorarlo y continuó mirando el cielo mientras intentaba nuevamente relajarse.
Varios minutos después el mago se puso de pie tranquilamente, miró a Deanoff y se limitó a decir – El domingo me reuniré con mis seguidores, pasare por ti a las 9 en la sala común – se comenzó a retirar esperando haber dejado sorprendida a la nueva alumna, pero escucho que ella le respondía – Mañana en la noche, primeras lecciones para usar los elementos con magia, aquí.
Riddle abrió los ojos y se giró sorprendido, pero ella seguía mirando el cielo. El mago sonrió, asintió y se retiró todavía con la sorpresa en su cuerpo, no esperaba que ella continuara con esa idea, pero él no podía dejar pasar más tiempo, ella era muy poderosa y ya había decidido que debía tenerla a su lado, este era el primer paso para convertirla en su nueva seguidora, corromperla y tener absoluto control sobre ella.
La vampira continúo mirando el cielo y sonrió con ironía, Riddle era un mago muy peculiar, tal vez demasiado para su gusto, pero sabía que no iba a ser fácil acercarse, ya había asumido que el mago trataría de sacar su peor lado y que trataría de indagar en su pasado. Aun así, ella era más inteligente, debía imponerse ante el de manera distinta y acercarse a él pese a que no iba a ser sencillo y asumiendo que no sería una buena experiencia. Estaba tranquila, tenía amigos junto con ella y los cuidaría de la ira de ese maldito mago. Él cual, aunque no quisiera admitirlo, era una persona con un poder admirable y ella rogaba que no volviera a perder el control o terminaría desangrándolo hasta la muerte.
***
El sábado en la mañana Valerie se había dirigido desde temprano a la biblioteca para avanzar en sus tareas, le gustaban los desafíos y debía admitir que disfrutaba estudiando y repasando la materia. Una hora después se le unió Walburga quien le dedico una mirada de complicidad y comenzó a trabajar en un ensayo en silencio junto a ella, de vez en cuando le lazaba miradas suspicaces y sonreía. Cuando eso ya se había repetido varias veces Valerie le preguntó si tenía algo que decirle.
- No, no, no, querida. No pasa nada – le guiñó el ojo y continuó leyendo.
La vampira la miró sin entender, pero se encogió de hombros.
Después de dos horas, las dos amigas se dirigieron al gran comedor a buscar algunas cosas para comer ya que se habían saltado el desayuno. Conversaban de la materia, pero fueron interrumpidas por un grito y Walburga sonrió con malicia.
- ¡Deanoff! – gritó Malfoy desde el pasillo, traía puesto el equipo de quidditch y respiraba agitado. Las dos brujas se le quedaron mirando mientras él corría hacia ellas.
- ¿Qué sucede? – preguntó Valerie.
- ¿Cómo que qué sucede? ¡Hoy es el día! Te he estado buscando toda la mañana y Reid va a estar furioso conmigo por haber salido antes de las pruebas –
- ¿Quién es Reid? ¿De qué hablas?
Walburga comenzó a reírse sin poder controlarse y Valerie le dedicó una mirada de extrañeza.
- Reid es el capitán del equipo de quidditch y hoy eran las pruebas para encontrar nuevos jugadores – le respondió el rubio con la respiración agitada.
- Hoy vas a aprenderá volar en escoba – le dijo entre risas Black.
Valerie abrió los ojos, pensó que solo era una idea loca del rubio y jamás creyó que sería verdad. Miró a su amigo el cual le dedico una sonrisa maliciosa mientras le decía - ¿De verdad pensaste que te escaparías de esto?
- No, pero... yo pensé que...
Malfoy rio y antes que pudiera decir algo más la tomó de mano y se la llevó por el pasillo camino hacia las canchas mientras Valerie le decía molesta - ¡Suéltame Malfoy! No pienso subirme a ninguna escoba.
- Eso lo veremos – le decía mientras la arrastraba.
Black los observó retirarse y se tapó la boca para controlar su risa, después de eso se ordenó el uniforme y ya más tranquila se dirigió lentamente hacia las canchas para ver cómo le iría a su amiga, era un espectáculo que no iba a perderse.
***
Malfoy sonreía mientras llevaba a Valerie hacia las canchas, ella no se iba a escapar de esto.
Al llegar la miró y tuvo que aguantar la risa ante su cara de mal genio, por lo que con una sonrisa le indicó un banco que había en la cancha para que tomara asiento. Había varios chicos y chicas con el uniforme de quidittch y escobas en mano. Valerie observó que varios miraban a Malfoy atentamente, pero solo uno le dedicó una mirada despectiva sin decirle nada, ella asumió que él debía ser el capitán.
Después de un buen rato mirando como los distintos alumnos se probaban en distintas posiciones que ella desconocía, todos bajaron del aire y gran parte de los alumnos se retiraron a los camarines. Malfoy se quedó unos minutos conversando con dos hombres más y Valerie se sorprendió de darse cuenta que uno de ellos era Lestrange. Se puso de pie y comenzó a acercarse a ellos.
Malfoy se percató de que ella se acercaba y se giró para incluirla en la conversación haciéndole un espacio en el pequeño círculo.
- Deanoff – se limitó a decir Lestrange con el rostro serio.
- Lestrange – le respondió ella sonriendo sarcásticamente.
- Valerie, él es Reid, Leathan Reid, está en séptimo año, es el capitán del equipo y cazador – le dijo Malfoy presentándole a un joven alto, pelo negro y ojos cafés casi negros, su postura era recta y segura. Le dio la mano de manera gentil y le sonrió disimuladamente – Lestrange, que ya lo conoces y es uno de nuestros bateadores en conjunto con Avery.
- ¿Cómo les fue con las pruebas? – preguntó ella.
- No muy bien – respondió Lestrange mirándola a los ojos – Nos falta un cazador y ninguno de los que se probaron nos convence.
Reid asintió – Si nadie más se presenta tendremos que elegir el mal menor – dijo encogiéndose de hombros.
- Bueno, pero ahora cambiando de tema y si me permiten... - dijo Malfoy tomando de la mano a Valerie – Hay una bruja que debe aprender a volar en escoba – la vampira lo miró con cara de odio y para sorpresa de ella Lestrange rio de manera sincera observándolos.
- ¿Vas a dejar que este rubio te enseñe a volar? – le preguntó el mago todavía riendo, a lo que ella asintió – Ten cuidado, dudo que sea buen profesor – y le golpeó el hombro amistosamente ante la cara de pocos amigos de Malfoy.
El capitán la miró y después le dijo a Malfoy – Ten cuidado – después de eso continúo conversando con Lestrange sobre cosas más técnicas del equipo.
Abraxas apretó la mano de Valerie y la llevó al centro de la cancha con una sonrisa en su rostro, la dejó ahí y después corrió hacia un extremo de la cancha y tomó dos escobas para volver hacia ella. Cuando estuvo cerca de la vampira le sonrió con coquetería mientras le decía – Bien, como quiero que tengas una experiencia increíble volando en escoba, cosa que solo un Malfoy puede darte, te daré el honor de prestarte mi escoba – le tendió una de madera oscura bien cuidada y pulida – Yo usaré esta antigua del colegio, que la verdad deja poco que desear, pero así lograré que tu experiencia sea mejor.
Valerie tragó saliva incomoda, jamás había volado en escoba y hace muchos años que había dejado de usar sus poderes para volar por su cuenta, pese a que por dentro se moría de ganas de hacerlo alguna vez, pero los recuerdos que traía aquella acción todavía eran demasiado dolorosos y nitiditos para ella.
Malfoy le sonrió con ternura y le indicó que dejara la escoba en el suelo, ella debía llamarla y demostrar que era capaz de subirse y controlarla.
La vampira dejó suavemente la escoba en el suelo, suspiró y siguiendo las instrucciones de su amigo dijo con seguridad - ¡Arriba! – la escoba de Malfoy voló rápidamente hacia su mano extendida y ella abrió los ojos sorprendida, Abraxas aplaudió entusiasmado.
- ¡Excelente! ¡No esperaba menos de ti! Pero, ahora viene la hora de la verdad. Pon la escoba entre de tus piernas y sujétala con seguridad – Valerie hizo lo indicado – Ahora, quiero que suavemente cuando cuente hasta tres pates el piso para que te eleves unos cuantos centímetros. Es la primera parte, no quiero que te espantes ¿de acuerdo? – el rubio la miró con seriedad a lo que ella le sonrió con confianza, después de todo no le tenía miedo a volar.
- Entonces... a la cuenta de tres... Uno...
- ¡Tres! – gritó con alegría Valerie pateando el suelo con fuerza, la escoba salió rápidamente volando con ella y gritó de alegría mientas sentía el aire sobre su cara. Escuchó como Malfoy le gritaba algo, pero lo ignoró.
Se elevó rápidamente hasta la altura de uno de los arcos redondos que había en la cancha y miró a su alrededor, su cuerpo se emocionó, era casi lo mismo que volar, pero desde una perspectiva totalmente nueva.
Se dirigió rápidamente hacia un costado de la cancha con velocidad, luego bajó velozmente y giró en círculos, volvió a subir y se dirigió rápidamente hacia uno de los arcos redondos. Antes de chocar con el aro volteó bruscamente a su derecha y fue hacia abajo para quedar a poca distancia del suelo. Chilló de alegría, voló a pocos centímetros del suelo y de pronto volvió a subir al divisar a Malfoy sobre ella.
Abraxas observó como ella se le aceraba rápidamente para quedar los dos flotando en el aire sobre sus escobas, no pudo evitar ocultar su rostro desencajado por el asombro. O bien ella era una gran mentirosa y claramente no era su primera vez volando en escoba o tenía frente a él talento innato. Ella lo miró con una sonrisa alegre en el rostro mientras su pelo se movía para todos lados debido al viento, lo primero que se le pasó por la cabeza a Malfoy al verla así es que se veía preciosa, su sonrisa era lo más bonito que había visto en mucho tiempo.
- ¡Deanoff! – los dos magos giraron el rostro para ver a Reid acercándose en su escoba raídamente hacia ellos mientras traía una esfera café en su brazo derecho - ¡Atájala! – le gritó el capitán mientras le lanzaba la pelota.
Valerie se dio cuenta rápidamente que se la lanzaba hacia sus pies y que de ninguna forma podría alcanzarla, ella rotó su cuerpo haciendo una maniobra asombrosa y dirigió su escoba hacia abajo tras la pelota, la cual agarró con su mano derecha y después tiró con fuerza la escoba para enderezarse y volver a subir, pero los dos magos se dirigían hacia los aros redondos de la cancha con rapidez, pero haciéndole señas de que los siguiera.
Ella aceleró sin soltar la pelota y cuando estuvo cerca Abraxas se giró y trató de bloquearle el paso, pero Valerie giró la escoba esquivándolo con facilidad. Reid le hizo señas que le lanzara la esfera, lo que ella hizo con rapidez y presión. Cuando el capitán la recibió en sus manos le sonrió y giró su escoba para lanzarla hacia el otro lado de la cancha mientras le gritaba que la agarrara antes de que tocara el suelo.
Valerie se dirigió en picada al suelo, unos centímetros antes, levantó con su fuerza inhumana la escoba y atrapó la pelota con rapidez antes de que tocara la tierra. Levantó el rostro y vio que los dos magos volaban sobre ella con rapidez, ella aceleró hacia arriba y le gritó a Reid mientras le lanzaba la esfera.
El capitán la tomó con agilidad, se la tiró a Malfoy y le indicó a Valerie que se dirigiera a los aros mientras le indicaba que debía pasar la pelota por uno de ellos. La vampira voló rápidamente hacia el aro del centro y vio como Malfoy le lanzaba la pelota, ella aceleró la tomó y dándose un giro tiró la pelota con agilidad justo en el centro.
Alegre, se giró para observar que los dos magos la miraban, Malfoy todavía con la boca abierta de la sorpresa, en cambio Reid la miraba con una sonrisa sarcástica en el rostro. El capitán aceleró su escoba y se dirigió al borde de la cancha donde lo esperaba Lestrange y Valerie lo siguió sin esperar a su amigo. Mientras bajaba pudo ver que Walburga estaba sentada en una esquina de la cancha con el rostro sonriente y aplaudiendo.
Apenas Valerie puso sus pies en la tierra la bruja corrió a felicitarla.
- ¿Dónde demonios aprendiste a hacer eso? – le preguntó todavía sonriéndole.
La vampira iba a responderle, pero fue interrumpida por Malfoy que bajó bruscamente de la escoba mientras la miraba – Eso mismo iba a preguntar yo, claramente sabias lo que estabas haciendo. –
- No... Yo jamás había volado en una... Lo juro... - respondió Valerie incomoda.
Abraxas se la quedó mirando seriamente, pero antes que pudiera decir algo se acercaron Lestrange y Reid, ambos sonriendo.
- No seas duro con ella Malfoy – le dijo Reid mirándolo con una sonrisa sarcástica – Ella no quería decirte que sabía volar en escoba porque todos sabemos que eres un mal profesor – Black tuvo que taparse la boca para no reírse, pero Valerie lo miró con cara de pocos amigos.
- No es cierto, jamás había volado en escoba... - volvió a decir ella.
- Entonces, tenemos frente a nosotros talento innato, misterio resuelto – le interrumpió Lestrange mirándola con una sonrisa maliciosa.
Abraxas se cruzó de brazos y relajó el semblante evaluando esa posibilidad.
- Bueno, entonces queda decidido. Ya tenemos el equipo completo, bien hecho Malfoy – todos miraron sorprendidos al capitán sin entender a qué se refería, excepto Lestrange.
- ¿Equipo completo? – preguntó el rubio.
- Claramente. Ya encontramos el cazador que estábamos buscando – dijo Reid mientras miraba con alegría a Deanoff. La vampira abrió los ojos sorprendida ¿de verdad la estaban incluyendo en el equipo?
- No hace falta modestia, está claro que tienes talento – agregó Lestrange cruzándose de brazos.
Valerie comenzó a sonreír y Black se le acercó para abrazarla suavemente y felicitarla.
- ¿Estás segura que quieres formar parte del equipo? – preguntó seriamente Malfoy a lo que recibió una radiante sonrisa de parte de su amiga mientras asentía. Después ella corrió hacia él y se le lanzó para abrazarlo fuertemente mientras le decía - ¡Gracias, gracias por obligarme a volar! ¡No sabía lo entretenido que era! – y le dio un beso en la mejilla.
Todos contuvieron la risa al ver como el rostro de Malfoy se tornaba rojo después del pequeño beso, mientras le devolvía el abrazo a su amiga. Avergonzado, la separó de él suavemente – No hay de que... - le sonrió y rápidamente se dirigió a los camarines con la excusa de que debía cambiarse. Lestrange se rio de él, pero también se dirigió a los camarines.
Walburga miro con picardía a su amiga para después despedirse de ella, tenía que terminar un ensayo por lo que se verían a la hora de comer.
Valerie se quedó en silencio junto con Reid.
- Las practicas serán los jueves después de clases, una vez por semana y a medida que empiece el campeonato será dos veces por semana. Próximo entrenamiento te presentaré al equipo, aunque a algunos debes conocer. Ahí te enseñare las reglas – Valerie le sonrió mientras asentía.
- Muchas gracias, Reid.
- Llámame Leathan.
Valerie lo miró a los ojos y vio sinceridad en ellos. No lo había visto nunca en clases y mostraba una postura segura de sí mismo, pero al mismo tiempo era cordial y despertaba un aire de pasividad y tranquilidad.
- Un gusto, capitán. ¿En qué año estas? No te he visto nunca en clase.
Reid asintió con una sonrisa – Estoy en sexto. Suelo pasar desapercibido la mayor parte del tiempo, me gusta mi privacidad. Pero, claramente a ti ya te había visto.
- ¿A mí? – preguntó extrañada la vampira.
El capitán rio - ¿La nueva alumna que se integra a la casa de las serpientes? Claramente todo el colegio te conoce, pero es un placer conocerte personalmente. ¿De Rumania verdad? Es un lindo país, lo visite hace varios años.
Valerie abrió los ojos sorprendida y sonrió con alegría, saber que alguien había estado en lo que alguna vez fue su hogar la llenó de entusiasmo. Quería conversar largamente con Reid, pero no queriendo retrasarlo más le respondió – Son pocos los que conocen mi país, otro día estaría feliz de escuchar que lugares visitaste, pero ahora demás quieras cambiarte.
Reid le sonrió con sinceridad – Me encantaría y sería un honor. Próximo entrenamiento, al finalizar podemos conversarlo con más calma – inclinó su cabeza a modo de despedida y se dirigió a los camarines.
***
Valerie esperó a que Malfoy saliera de los camarines para dirigirse al colegio. No podía creer todavía que estuviera siendo incluida dentro del equipo de quidditch, pese a que sabía hacia trampa con sus poderes sobrehumanos, no pudo evitar sentir una enorme alegría de poder formar parte de algo, aunque fuera minúsculo.
Abraxas salió acompañado de Lestrange y Reid, pero le dedicó una gran sonrisa a su amiga al ver que lo esperaba y sujetaba su escoba con alegría.
Cuando los cuatro estaban llegando a la entrada del colegio Malfoy y Lestrange se excusaron para ir a dejar sus escobas a sus habitaciones.
- Nos vemos en el gran comedor – le dijo el rubio a Valerie guiñándole el ojo y doblando hacia la derecha, seguido de Lestrange.
Reid le sonrió y los dos se dirigieron hacia el comedor en un cómodo silencio. Al llegar a la puerta ambos detuvieron el paso cuando Riddle se les acercó con el rostro serio.
- Reid – dijo Riddle.
- Riddle – le respondió el capitán con el rostro serio.
El futuro mago oscuro puso sus ojos en Valerie y la miró intensamente mientras le decía - ¿Paso por ti después de comer en la sala común? Quisiera terminar el informe de pociones hoy día si es posible. –
- Por supuesto, nos vemos allá.
Riddle asintió y con un movimiento de cabeza se dirigió a la mesa de slytherin, mientras que Reid observaba atentamente a la nueva alumna.
- ¿Informe de pociones?
- Slughorn nos puso en pareja para todos los trabajos que haremos en pociones – le respondió ella encogiéndose de hombros.
- Ten cuidado Deanoff – y sin decir más se fue a sentar a la mesa.
Valerie bufó, ni que no supiera con quien se estaba metiendo. Caminó hacia la mesa de las serpientes donde divisó a su amiga sentada esperándola.