El juego finalmente había comenzado, la última prueba que decidiría quien sería el ganador. La idea de ganar tanto dinero ya no se les hacia tan tentadora.
Taehyung salió de su escondite a toda prisa y corrió nuevamente hacia la mansión, tendría más lugar para esconderse si las cosas se ponían peor. Jin vió a Taehyung pasar cerca de él, no lo había visto escondido, podría sacar provecho de ello. Con sigilo lo siguió, vió que el del cuchillo entraba en la mansión y volvió a perderlo de vista, lo mejor sería entrar y seguirlo antes de que él u otro pudieran sorprenderlo. abrió la puerta por la que habían salido con cuidado de no hacer ruido, Taehyung ya no se encontraba ahí. Protestó en silencio y se dispuso a seguir su camino dentro de la mansión, acabaría con todos y volvería con sus padres, eso solo sería una pesadilla mañana.
Jungkook tenía la ventaja de haber elegido su arma, creía que había hecho una buena elección. Miró su ametralladora y salió de su escondite mirando hacia los alrededores, debía acabar el juego antes de la medianoche o el juego los terminaría a todos, lo mejor era moverse. Su táctica era caminar y mantenerse escondido en todas las paredes que viera, así de aseguraría de que nadie lo soprendiera desde atrás. No vió a nadie, de hecho parecía estar solo en el lugar.
Yoonmin decidió que lo mejor sería empezar a buscar dentro de las casas, era obvio que alguien, quizás más de uno se había escondido allí. Entró en la primera casa, la que tenía más cerca, no abrió la puerta ya que pensó que alguien podría estar esperando allí apuntando a cualquiera que entrase, no quería ser el primero en morir así que buscó otro camino. Una ventana estaba abierta.
Con cautela subió a la ventana y entró haciendo el menor ruido posible, sus pasos eran sigilosos, como un ladrón en la noche. Jimin estaba a punto de salir pero en el momento en el que se movió observó como unos zapatos pasaban cerca, no había escuchado la puerta abrirse ni tampoco que alguien hubiera entrado. Estaba en pánico. Se quedó inmóvil en su lugar, sabía que quién estuviera afuera lo atraparía en cualquier momento, no sabía qué hacer para distraerlo, cerró los ojos y entonces escuchó como se rompía una ventana al otro lado de la casa, al parecer un tiró había impactado contra ella, la persona que caminaba por la cocina corrió al instante hacia donde escuchó el sonido y Jimin aprovechó para correr con toda la velocidad que pudo hacia la puerta y salir de la casa, Yoongi vió como el de cabello rosado escapaba y lo siguió.
Jungkook disparaba hacia todas las ventanas de las casas, quizás tuviera suerte y alguna bala impactara en alguien y si no pasaba eso de todos modos distraería a quien estuviera escondido. Sentía que tenía el poder y el control de la situación.
Namjoon se mantenía tranquilo, no podía pensar estando nervioso. Ya había preparado unas botellas de vodka con veneno, si su plan funcionaba entonces estaría a salvo y si no... Sacudió su cabeza liberándose de malos pensamientos y terminó de mojar unos cuchillos de cocina en veneno, su plan alternativo era envenenar a la persona a la fuerza si su primer plan no funcionaba. Se sentó en una de las sillas, ahora solo bastaba esperar.
Hoseok se mantenía a la espera sobre el árbol mirando fijamente hacia abajo con el arco preparado, nunca había tenido puntería antes pero lo intentaría. Jimin pasó corriendo por debajo, Hoseok preparó la flecha, apuntó como pudo y lanzó la primera flecha ésta rozó el cabello de Jimin pero no llegó a lastimarlo. Maldijo en voz baja y se escondió detrás de las hojas, un disparo pasó cerca de él, al parecer Jimin tenía un arma, volvió a mirar hacia abajo con cautela, el del cabello rosado ya no estaba pero en su lugar se encontraba caminando muy tranquilamente Yoongi, el chico miró la flecha de Hoseok, la levantó y la rompió con ambas manos, miró hacia el arbol, se acercó a él y tocó el tronco, finalmente se fué caminando como había llegado. Quizás Yoongi no sospechaba que alguien estuviera allí. Hoseok suspiró y miró como el de cabello negro se alejaba en la dirección en la que Jimin se había ido, se relajó y finalmente el árbol explotó en mil pedazos.
Jin aún estaba en busca de Taehyung, el chico había desaparecido completamente y eso no le agradaba en absoluto, había visto en su rostro que estaba dispuesto a todo y cualquier arma le vendría bien. Entró con cautela en lo que parecía una cocina gigante dentro de la mansión y miró hacia todos lados, pudo escuchar un ligero ruidito dentro pero no vió nada, había una mesa de hierro en el medio, perfecto escondite pero no muy inteligente. Jin sonrió y se acercó en silencio con la soga preparada en sus manos, se agachó y observó.
No había nadie en absoluto.
Jin se levantó rápidamente y miró hacia todos lados, finalmente cuando estaba a punto de caminar algo lo tiró al suelo, mejor dicho alguien. Taehyung estaba sobre él con cara de psicópata, la cuchilla afilada se encontraba en su mano, Jin mantenía las manos de Taehyung alejadas de su cuerpo pero se le estaba haciendo imposible, en ese momento su cuerda no servía de nada. Dió una patada al estómago de Taehyung y este cayó hacia atrás, Jin pudo tomar el control de la situación y se acercó rápidamente al chico acertando tres golpes en su rostro, lo que hizo que un hilo de sangre cayera de la boca de su víctima. Tomó su cuerda a una gran velocidad pero Taehyung llegó a apuñalar su brazo causándole un dolor que se extendió por todo su hombro, se alejó un poco, vió su brazo sangrando y finalmente Taehyung se tiró sobre él apuñalando varias veces su estómago hasta que Jin ya no sintió nada más. Había acabado con su primera víctima. Una sensación de poder se extendió por su cuerpo, la locura estaba tomando su mente. Se levantó con sus manos manchadas de sangre y caminó lejos de la cocina, faltaban pocos.
Namjoon escuchó una explosión en las afueras, de seguro alguien había muerto, suspiró y deseó que no fuera Jin, entonces escuchó un sonido en las afueras. Una de las ventanas se rompió y luego pudo ver la figura de Jungkook apuntandole con una ametralladora. Namjoon alzó sus brazos como si estuviera frente a la policía, Jungkook no dejó de apuntarle.
—No me mates...— dijo Namjoon en el tono más arrepentido que pudo encontrar. —Por favor, no tengo nada. De todos modos moriré.— tomó un vaso de lo que parecía agua y bebió hasta el final, Kookie se dió cuenta al ver la botella que no era agua, sino vodka. —Encontré esto aquí. Gran manera de festejar mi último día, ¿verdad?
Kook pareció dudar pero bajó el arma, Namjoon no tenía nada que pudiera ser ofensivo a simple vista.
—Moriré, nunca volveré a ver a mi familia. Un brindis por mi suerte.— Kookie alzó una ceja en confusión, Namjoon le ofreció un vaso con vodka, había probado eso antes en una fiesta. ¿Qué más daba? —Brinda conmigo y luego me matas, es justo ¿verdad?
Namjoon parecía ser bueno actuando después de todo, quería reír porque Jungkook estaba cayendo en su trampa pero no podía hacerlo, el chico aún era más fuerte que él. Observó lentamente como Kook le sonreía y tomaba el vaso, por un momento sintió lastima por él pero era lo que debía hacer.
—Vaya suerte la nuestra.— murmuró Jungkook y bebió un trago del líquido, su garganta comenzó a quemar pero no era como las otras veces que lo bebió. Sabía diferente, quemaba diferente. No podía respirar, llevó una mano a su garganta y se fué corriendo de la casa, la desesperación se hizo parte de él y un horrible dolor de estómago lo obligó a devolver parte de lo que había tomado. De a poco se fué debilitando y finalmente cayó en el suelo respirando de manera dificultosa. De un minuto a otro dejó de respirar.
Esa fué definitivamente una muerte de lo más patética.
Jimin había logrado escapar de Yoongi, entró a la mansión y corrió hacia el primer lugar que encontró, una habitación con un gran acuario en ella. Miró hacia los peces nadando sin preocupaciones y deseó ser uno, estaba muerto de miedo, temblando y llorando sin saber que hacer, con un arma que no sabía usar en su mano y un asesino tras él.
Taehyung estaba listo para su próxima víctima. Subió unas escaleras mientras reía y pasaba su cuchilla por las paredes, estaba completamente ido. No vió a nadie por ningún lado pero de pronto escuchó una puerta cerrarse, corrió hacia ella y la abrió, Jimin estaba allí, apuntó hacia él con su pistola y comenzó a disparar pero por desgracia y para suerte de Taehyung ninguna bala le dió, estaba bastante nervioso. Taehyung rió y comenzó a correr hacia él, Jimin escapó y salió por la misma puerta por la que Tae había entrado, bajó las escaleras a toda velocidad y cuando estaba por el último escalón frente a él apareció Yoongi caminando tranquilamente como si estuviera dando un paseo.
Estaba atrapado, un asesino a cada lado, realmente no sabía cuál era peor. Trató de calmarse y apuntó hacia Yoongi.
—¡Espera Jimin no voy a...!— Yoongi no termino la frase, Jimin disparó y la bala impactó en el costado del abdómen de Yoongi, éste instantáneamente llevó sus manos a la herida y en la distracción Jimin logró correr al lado de él y escapar nuevamente. No quería matar a nadie, pretendía escapar hasta que quedara solo uno y se sintió terrible por haber disparado a Yoongi pero era lo que debía hacer si quería sobrevivir.
—Hijo de...— murmuró Yoongi pero antes de que pudiera terminar vió a Taehyung bajando las escaleras a toda prisa con una cuchilla filosa en su mano y una sonrisa retorcida en su boca. No podía luchar contra él con la herida de bala que había recibido, por lo que dejó rápidamente una bomba en uno de los escalones, se alejó lo más rápido que pudo y apretó el botón del control remoto mientras corría, la explosión hizo que Taehyung cayera hacia atrás y rompió gran parte de la escalera, Yoongi había huído.
La caída había sido fuerte, el árbol estaba completamente destruído pero debido a su altura la explosión no había llegado hacia él aunque tenía unas cuantas quemaduras en las piernas. Por lo que pudo deducir Jimin tenía una pistola y Yoongi alguna clase de bombas, debía estar alerta. Hoseok se levantó del suelo empleando todas las fuerzas que tenía y miró hacia todos lados, estaba bastante tranquilo, no se escuchaba nada. Comenzó a caminar dificultosamente, las quemaduras en sus piernas le dolían pero debía seguir. Puso el arco en su mano y las flechas en su espalda para tener todo preparado aunque sabía que si se encontraba con alguno difícilmente sobreviviría.
Caminó por alrededor de unos minutos sin notar nada extraño pero entonces a lo lejos notó a alguien tirado en el suelo cerca de una casita, se acercó a él, era Jungkook, ya no respiraba, estaba rodeado de vómito y de su boca salía un hilo de sangre. Hoseok hizo una mueca de asco mientras fruncía el ceño, cuando estaba a punto de irse un sonido lo hizo girar hacia la casa más cercana, parecía vidrio rompiéndose.
No quiso acercarse pero la curiosidad le ganó, miró a través de una ventana que estaba rota y en lo más alejado, en lo que parecía una cocina pudo ver la silueta de Namjoon. Al parecer el chico lo vió, sonrió y se alejó hasta desaparecer detrás de una pared. Hoseok rodeó la casa, parecía estudiar los movimientos que haría, no quería que Namjoon lo soprendiera, el cuerpo del menor estaba muy cerca, no le sorprendería saber que Namjoon había matado a Jungkook, además el chico estaba demasiado tranquilo a comparación de Hoseok que apenas podía mantenerse.
Pensó en dispararle una flecha una vez que lo tuvo en la mira pero no quiso arriesgarse a perder otra, solo le quedaban nueve.
Namjoon ya tenía ideado un plan, lo inventó al momento en el que vió a Hoseok, cuando vió las lastimaduras que poseía el mayor en los brazos y las piernas. Estando en la cocina por tanto tiempo había ideado más armas que contuvieran su veneno, entre ellas un rociador en el que mezcló agua, cloro y sin falta su veneno especial, era una mezcla... De muerte, y ni bien tocara las heridas del mayor éste estaría muerto. No tenía de que preocuparse, Hoseok no era un problema.
Hoseok se escondió detrás de una pared y buscó un mejor ángulo, pero entonces escuchó la puerta de salida abrirse, apuntó hacia donde el ruido provenía pero no vió nada, sin embargo cuando volteó vió el rostro sonriente de Namjoon desde la ventana, tenía algo en su mano, un rociador como los que se usan para la limpieza, su mirada era algo maligna. Hoseok corrió hacia otro lado, el líquido cayó en su espalda e incluso lo sintió en su nuca, lo que hizo que un frío intenso recorriera su espalda. Cuando estuvo lo suficientemente lejos del alcance del rociador volvió a ver hacia donde estaba el chico, pero éste ya no estaba ahí.
Jimin corría sin descansar, sus piernas dolían e intentaba mantener su respiración. Entró en una habitación que, por alguna razón, le pareció igual a la anterior en la que se había encontrado con Taehyung, esta también tenía un acuario pero las luces eran más tenues y le daba al lugar un aspecto sombrío. Se sentó en el sofá descansando unos minutos y luego se levantó para volver a correr pero unas manos frías se posaron en sus ojos tirándolo nuevamente al sofá, se desesperó, sin embargo no hizo nada más, se resignó a que era su fin.
Yoonmin estaba escondido detrás del sofá tratando de recuperarse del disparo cuando oyó la puerta abrirse, esa podría ser su oportunidad de dar el siguiente paso o su muerte segura. Observó aún escondido los movimientos de quién había entrado, era Jimin, su pequeño y perfecto rostro estaba mojado por las lágrimas. Se sentó y entonces Yoonmin supo que debería hacer. De un momento a otro sorprendió al chico, tapó sus ojos con su mano y con la otra colocó una bomba en su espalda, el chico no se movía, lo que hizo más difícil su decisión de acabar con el. La mano del pelinegro viajó hasta la de Jimin, hizo que soltara el arma y luego susurró un "Lo siento" en su oído, tomó el arma y se alejó. Jimin estaba sorprendido, quizás creyó que Yoongi lo dejaría con vida.
Se equivocó.
Yoongi salió de la habitación, cerró la puerta y un minuto más tarde se oyó una explosión a los alrededores. Yoongi contenía las lágrimas, nunca por más de que sobreviviera, podría sacarse de la mente y de su conciencia la carita de Jimin iluminándose con una vaga y falsa esperanza. No pudo más y rompió en llanto, en ese mismo momento prefería morir.
Taehyung fué alertado por el sonido de una explosión, sonrió de manera psicópata y corrió hacia donde había salido el sonido, Yoongi estaría cerca de seguro. Con las escaleras rotas se le había hecho más difícil encontrar otro camino pero finalmente lo había hecho y ya estaba en carrera. Encontró la habitación de la que el ruido había salido, no la abrió, era obvio que si allí había alguien ya no lo habría, de las puertas salía humo. Corrió hacia otro lugar, estuvo dando vueltas unos cuantos minutos y finalmente encontró a Yoongi, al parecer la herida en su abdómen lo había hecho más débil pero de todos modos Taehyung no se confió y se quedó tras una pared mientras observaba cada movimiento del de cabello negro, éste buscaba en las cajoneras que se encontraban allí algo desesperadamente. De seguro buscaría vendas o algo para recuperar fuerzas.
Sería inútil.
Taehyung entró de manera sigilosa con su cuchilla preparada pero antes de que pudiera sorprenderlo Yoongi lo sorprendió a él con un disparo que atravezó su brazo izquierdo e hizo que se balanceara hacia atrás, corrió como pudo antes de que otro disparó impactará contra él y volvió a esconderse detrás de la pared. Era imposible que tuviera un arma cuando ya tenía las bombas... Taehyung se dió cuenta al instante que Yoongi había asesinado a Jimin, vaya suerte. Miró su brazo sangrando, ahora estaban en igualdad de condiciones.
Corrió hacia otro lado, recordó las bombas de Yoongi, no podía quedarse detrás de una pared, ese podría ser un gran error, sin embargo ahora tampoco podía mantenerse al alcance, su oponente tenía una pistola también. Estaba casi muerto.
Los pasos de Yoongi resonaron en todo el pasillo mientras caminaba hacia Taehyung quien se había escondido en otra habitación cercana, así quizás podría despistarlo. Yoongi sabía que él estaba cerca por lo que puso unas cuantas bombas en las puertas de las habitaciones, si escuchaba algún sonido las activaría y si no... Las activaría de cualquier forma.
Taehyung se alejó un poco sabiendo de antemano que Yoongi trataría de explotar el lugar completo. La habitación en la que estaba escondido era la misma en la que había dormido la noche anterior, ya la conocía y eso le daba ventaja. La puerta que estaba más alejada daba hacia el pasillo nuevamente. Presionó su brazo para que dejara de sangrar y se apresuró a llegar a la puerta.
Yoongi finalmente escuchó un ruido y accionó las bombas mientras se alejaba para que la explosión no lo alcanzara. Varias habitaciones se destruyeron por completo llevándose consigo parte del pasillo, si eso no había matado a Taehyung entonces nada lo haría. Una vez que la situación se calmó Yoongi metió sus manos en sus bolsillos tranquilamente y caminó hacia la habitación de la que había procedido el ruido, ahora estaba resumida a caos. Dió un rápido vistazo a ella, pero frunció el ceño confundido cuando no encontró lo que estaba buscando. El cuerpo de Taehyung no estaba allí.
Con gran desesperación volteó nuevamente pero ya era tarde, Taehyung estaba frente a él con una amplia sonrisa y antes de que pudiera siquiera usar la pistola el cuchillo del menor cortó su cuello. La sangre comenzó a salir como si fuera agua desde una manguera y el mayor cayó al suelo sin saber que hacer. Taehyung estaba de pie ante él con aires de grandeza, rió y no estando conforme con lo anterior se agachó sobre él y comenzó a apuñalarlo reiteradas veces hasta que Yoongi quedó sin vida.
Ya había acabado con dos y sabía que uno estaba muerto, solo faltaban tres, si dos de ellos no habían muerto ya. Quizás debía dar un vistazo en todos lados.
Hoseok se distanció de la ventana y dió unos torpes pasos hacia atrás, comenzó a correr y sintió como lo perseguían por detrás. Namjoon sabía que él no tenía buena puntería, sabía que estaba nervioso y tenía miedo y usaría eso en su provecho. Hoseok seguía corriendo pero sus nervios nuevamente lo traicionaron, no vió el suelo y tropezó con el cadáver de Kook cayendo al suelo a su lado. Su corazón latía demasiado rápido, estaba seguro de que moriría por un paro cardíaco. Namjoon se estaba acercando, ahora había reducido su paso, en una mano tenía el rociador y en la otra un cuchillo. Estaba cerca.
Hoseok no estaba seguro de qué hacer y mucho menos cuando lo tuvo a centímetros de distancia sonriendo y repitiéndose que él era el ganador... Entonces el mayor se dió cuenta de el arma de Jungkook, como último recurso tomó la ametralladora y apretó el gatillo apuntando hacia Namjoon. Varios agujeros se formaron en el cuerpo del chico antes de caer en el suelo, definitivamente había matado a alguien y no se sentía bien.
Respirando dificultosamente y lloriqueando se levantó del suelo y miró hacia el cuerpo de Namjoon en el suelo, un charco de sangre se había formado a su alrededor. Lloró, sacó todo lo que tenía en su interior y deseó que ese juego de mierda se acabará de una vez.
Se dispuso a caminar y entonces se encontró frente a frente con otra silueta tenebrosa, el chico mantenía una sonrisa torcida en su rostro, su brazo sangraba y tenía sangre seca en su ropa, manos y cara. Su cuchillo se mantenía firme en su mano.
—¡Taehyung!— gritó Hoseok llorando y corrió hacia él, Taehyung hizo lo mismo, ambos se abrazaron sin importarles el juego por primera vez.
—¿Cuantos quedan?— preguntó Tae desesperado, parecía preocupado.
Hoseok limpió sus lágrimas y miró hacia otro lado. —Maté a Namjoon, también vi el cuerpo de Jungkook.
—No... ¡No!— gritó Taehyung alejándose un poco y estirando su cabello, parecía estar perdiendo los estribos. —Somos los últimos, Hoseok.
Los ojos del mayor se abrieron grandes y más lágrimas comenzaron a salir, de alguna manera sentía afecto por Taehyung, no quería matarlo. Por su parte Tae sentía lo mismo, había ganado un gran afecto por el asustadizo, no podía matarlo, le había prometido que lo protegería.
Taehyung tragó en seco intentando tranquilizarse y se acercó al que se había convertido en su único amigo, tomó el rostro de éste entre sus manos y juntó sus frentes.
—Mátame, Hoseok.— El mayor se sorprendió y comenzó a negar desesperadamente, no iba a matarlo, no podía hacerlo. —Hazlo, sobrevive y vuelve con tu hermana... Te lo prometí...
—¡Claro que no! No voy a matarte.
Taehyung suspiró mientras las lágrimas salían de sus ojos. Era obvio que Hoseok no iba a matarlo, y él no podía matar a Hoseok, pero si uno de los dos no moría de seguro ambos lo harían. Miró al mayor a los ojos y sonrió, debía salvarlo sin importar nada. Se acercó un poco más a él y finalmente posó sus labios sobre los del otro por unos segundos, si, le gustaba.
—No tienes que hacerlo, Hyung.— dijo mientras se alejaba de él y sacaba la pistola que había arrebatado a Yoongi, la colocó en su cabeza y lo miró con una sonrisa tranquilizadora. Hoseok estaba en shock, quería moverse pero su cuerpo no le respondía, susurró que no lo hiciera pero justo en ese momento escuchó el disparo y el cuerpo de Tae cayó en el suelo totalmente muerto.
Hoseok gritó y tapó su cara para no ver la realidad, cayó al suelo de rodillas y deseó ser él quien estuviera muerto.
—¡Felicidades, Jung Hoseok!— gritó la voz del altavoz que tanto odiaba. —¡Has ganado el juego! Tienes tu pase a la libertad, pequeño psicópata. Dirígete a la puerta de entrada y vuelve a tu hogar como el loco héroe que eres, tu hermana estará feliz de volver a verte... Quizás.
Hoseok se levantó del suelo, dió un último adiós a Taehyung y se alejó, luego de unos minutos de caminar, lo que le pareció una eternidad, salió al exterior y comenzó a correr hacia su casa. La gente que pasaba por la calle lo miraba de manera rara, se escondían, le temían... Sí solo supieran por lo que había pasado. Quería alejarse de esa mansión a toda prisa.