George grito horrorizado ante terrible escena, corrió hacia los escombros y fue quitando los pedazos de puerta que estaban ahí. Sus lágrimas caían por sus mejillas. Su corazón se detuvo al ver el cuerpo sin vida de Mary. Cargo el cuerpo y lo alejó de todo el desastre Dejó descansar el cuerpo de Mary en el suelo y acaricio su mejilla.
Se escucharon pasos y George volteo muy asustado. Su mirada se relajó al saber que era Fred.
—¿Que pasó George? ¿Y Mary? ¿Sabes dónde está?—preguntó Fred desconcertado, George se hizo aun lado y la mirada de Fred se congeló al instante. Cayó de rodillas y empezó a llorar. George se levanto del suelo y miró a su gemelo.
—Vamos a ayudar a Percy...—ordenó George—Deja ahí su cuerpo, volveremos después por el...—Fred se levanto furioso y empujó a George
—¿¡Que demonios te pasa!?—preguntó furioso—¡No la podemos dejar aquí! Ella merece algo mejor..—agregó furioso
—¿¡Y para que!? ¡Eso ya no sirve de nada, ella está muerta!—gritó George y sollozo—Me duele dejarla aquí, como si no valiera la pena. Pero tengo que ayudar a mi hermano que está herido...—informó llorando
—Po-podemos cargarla hasta dónde está Percy...—propuso Fred, pero su gemelo negó
—Tenemos que llevar primero a Percy con Madam...—fue interrumpido por un mensaje escalofriante. El señor tenebroso le ordenó a todos sus seguidores que se marcharan. Los gemelos de miraron y fuero a ayudar a su hermano herido
[...]
—¡Fred! ¡George! ¡Que bueno que están bien!—anunció su madre—Todo esto a acabado...—los gemelos se vieron y comenzaron a llorar. Toda la familia Weasley se abrazo. Ese era un momento de felicidad familiar, pero todo eso se acabó al escuchar un grito proveniente de Hermione.
Los gemelos voltearon a ver que era lo que sucedía. Y se encontraron con la peor escena de su vida. Harry y Neville cargaban el cuerpo de Mary. Todos los amigos de la chica comenzaron a llorar
Dejaron el cuerpo en el piso y todos se acercaron a velar el cuerpo de la chica.
George no lo pudo soportar y se fue de ahí.
No podía soportar el hecho de que se había olvidado de Mary.
[...]
La guerra mágica había pasado, ahora se podía respirar la paz y la tranquilidad, ya no había nada de que temer, ya no había muertes, ya no había dolor. Pero para George y Fred si había mucho dolor, habían perdido a una grandiosa persona, a una grandiosa mujer. Fred recordaba todos los momentos en los que fue grosero con Mary, pero a pesar de eso la chica no se rendía y hacia todo lo posible para caerle bien. Y para Fred, eso lo mataba por dentro.
En cambio George solo recordaba la discusión que tuvo con Mary antes de se desatara la guerra. Todo lo que le dijo y todo el odio que sintió hacia ella en ese momento, pero ahora en su lugar quedó la tristeza, la ira, y el dolor.
La familia Weasley se encontraba almorzando y conversando entre ellos. Después de la guerra los señores Weasley alojaron a Harry y Hermione en su pequeño hogar y los trataron como si fueran sus hijos. Al parecer todos estaban felices, y disfrutaban de la deliciosa comida que preparó la Señora Weasley.
—George...—alguien susurro su nombre y el volteo a mirar a su gemelo—George...—volvió a susurrar
—¿Que pasa?...—preguntó y su hermano se levanto de la mesa
—Bueno familia, George y yo nos tenemos que retirar de la mesa, tenemos que hacer... proyectos para Sortilegios Weasley—anunció Fred fingiendo una sonrisa.
—Pero... George apenas comió algo del platillo...—reclamó su madre y Fred negó
—Lo lamento madre, pero esto es importante...—anunció Fred con un tono más serio y su madre asintió. Los dos chicos se retiraron de la mesa y subieron a su habitación.
Al llegar George se sentó en su cama. Fred fue rápidamente hacia su baúl y sacó una carta. Se acercó a George y sus manos comenzaron a temblar.
—Yo... antes de que...—Fred tartamudeo. Su gemelo se levanto y lo abrazo—Yo... y-yo la mate,George—anunció y rompió en llanto
—¿Qué? ¿Fred de que hablas?—se separó de su gemelo y lo miró desconcertado
—Yo... no sabía que hacer con Percy y comencé a gritar pidiendo ayuda y ella llego y...—volvió a romper en llanto—La trate muy mal George, la trate muy mal y a ella no le importaba que yo fuera grosero con ella... ella seguía ahí—susurró Fred y su hermano lo abrazo con fuerza
—An-antes de que se fuera me dio una carta...—se separó de su hermano—Me dijo que te la diera...—le entregó la carta y suspiro.
—Era una buena chica George, es una lástima que apenas me diera cuenta de eso...—agregó Fred y salió de la habitación.
George miró la carta y sus manos comenzaron a temblar. Se volvió a sentar en su cama y abrió la carta. Su corazón se encogió al ver la letra de Mary. A él siempre le gustó la manera en la que Mary escribía y hacia su letra, era única y hermosa según el.
Querido George:
He preparado está carta, principalmente para decirte lo mucho que te amo, te extraño George. Extraño tus besos, extraño tus caricias, pero lo que más extraño es tu forma de amarme.
Lamento mucho lo que paso, lamento haberte atado a mi, a obligarte a que me amaras, pero no tenía opción. Mi madre siempre hablaba de ti, y quería que ella se sintiera feliz al tenerte como yerno. Mi madre de admiraba, ella siempre soñó con tener a un hijo como tú, tan feliz, tan gracioso, tan carismático. Y yo quería que por primera vez en su vida se sintiera orgullosa de mi. Yo fui su pequeño error, pero cuando comenzamos nuestra relación ella llego a "quererme". Y para mi eso era grandioso
Por eso te rogaba que no dejarás, tenía miedo, miedo a que mi madre me volviera a mirar con despreció y decepción, que ella volviera a sufrir depresión, a que ya no me quisiera...
Pero a pesar de todo eso, con el paso del tiempo llegue a amarte, me enamoro tu forma de ver la vida, me enamoro que siempre ayudarás a las personas, pero lo que más me enamoro fue tu familia. Te amo George, te extraño y lamento haberte hecho que vivieras un infierno a mi lado.
Angelina es una buena chica, ámala, valórala, jamás la dejes ir. Todas necesitamos amor
Ahora que ya no estás a mi lado, tendré que afrontar mi errores y los obstáculos que tiene la vida, no te preocupes estaré bien.
Jamás borres esa sonrisa tan bella, y no olvides que te amo George.
¡Gracias por todo!
—Mary Anastasia Griffin
En el rostro de George corrían lágrimas, lágrimas de impotencia, de ira, pero sobre todo de tristeza. Se llevó la carta a su pecho y sollozo con fuerza.
—Ja-jamás te olvidaré... Te lo prometo—aseguró George—
Pero lo que no sabía George, es que no solo murió la chica a la que amo con su vida, sino también había muerto su primer hijo. El fruto de amor de aquellos dos jóvenes...
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