-¡¿Un vibrador?! ¡Saca esa mierda de mi trasero ahora mismo! -exigió el menor más que furioso.
-Si lo hago sería para meterlo en tu boca, así que mantenla cerrada si quieres evitar eso -dijo completamente seco, causando efecto en el menor quien dejó de patalear al instante-. Buen chico. ¿Ahora crees que podrás soportar el primer nivel?
JungKook no comprendía a lo que se refería hasta que sintió cómo el objeto que se encontraba dentro suyo comenzaba a vibrar. Jadeó levemente con dolor.
-Vaya que en verdad resistes -dijo, ahora en un tono divertido-. Vamos a intentar con dos niveles más.
El menor sintió cómo el vibrador se movía con mucha más potencia causando estragos en su interior y causando que sus quejidos se aceleraran. Teniendo en cuenta de que el objeto había sido introducido en él sin ningún tipo de lubricación o dilatación, le dolía en demasía.
-Ya que es tu primera vez, ¿Por qué no sacar fotos para recordar tan precioso momento? -dijo, sacando su teléfono celular de uno de sus bolsillos para desbloquear la cámara frontal y levantarlo en alto-. Estoy seguro de que a tus amigos y a los demás chicos y chicas de la escuela les encantará.
JungKook tragó en seco.
-N-no. Por favor no -suplicó con angustia.
El mayor sonrió, y enfocando el desnudo culo de JungKook, tomó una fotografía.
-Vamos, muestra esa linda e inocente carita a la cámara -dijo, obligando al menor a cumplir lo dicho al tirar de su cabello.
Al estar haciendo lo ordenado, pudo ver en la pantalla del móvil a él mismo sobre el regazo de TaeHyung, con su trasero expuesto, sin mencionar que se hallaba rojo debido a las palmadas y mucho menos de que se dejaba asomar un vibrador desde su entrada. Mientras que al mayor, sólo se le veían las rodillas y una de sus manos sujetando el cabello del menor.
Nuevamente se dejó escuchar el sonido de una nueva foto tomada.
-No... no son necesarias aquellas fotos, por favor, bórralas -pidió el menor.
Sintió una nueva fuerte nalgada en uno de sus glúteos.
-No seas egoísta. Como dije, a tus compañeros les encantará.
JungKook sentía miedo y un claro nudo en su estómago acompañado de un mal sabor de boca. Si el mayor llegaba a hacer aquello, su vida se iría por el caño.
-No. En serio, TaeHyung. Por favor, no las muestres -volvió a suplicar.
TaeHyung sonrió.
-Bien. No las borraré, pero prometo no mostrarlas mientras sigas ciertas ordenes que te daré.
JungKook sintió un leve alivio.
-¿Qué ordenes? -preguntó resignado.
-Bastante simple. Serán las mismas de antes -dijo, acariciando y apretujando el culo del menor entre sus manos-, pero a excepción que ahora deberás de llamarme daddy.
El menor frunció su ceño.
-¿Daddy? Eso es enfermo -criticó.
TaeHyung volvió a reír.
-Oh, de acuerdo. Sólo era una salida para ti, pero si te resulta más fácil aguantarte los comentarios de la escuela...
-¡T-te diré daddy! -cedió al sólo pensarlo.
De repente, la tensión en aquel lugar se volvió aún más pesado.
-Entonces dilo, ahora -ordenó.
JungKook puso sus ojos en blanco, suspirando con pesadez.
-Daddy... -dijo en un hilo bajo y tímido de voz.
TaeHyung quien se encontraba observándolo con completa lascivia en su mirada, relamió sus labios.
-Muy bien, JungKookie... -felicitó antes de tirar fuertemente del cabello al menor, haciendo que se levantara y arqueara su espalda.
-D-duele... -musitó, cerrando sus ojos con fuerza.
-¿Qué es lo que duele? -preguntó, jalando con más fuerza de la cabellera entre sus dedos y aprovechando de dejar una nueva nalgada en el culo del menor-. Vamos, dile a daddy qué es lo que te duele -dijo, para luego dejar una leve mordida en el lóbulo de la oreja del contrario.
Maldito imbécil degenerado y enfermo. Pensó JungKook.
-Todo, daddy. Por favor, perdóneme.
Y de pronto, JungKook sintió un duro bulto presionar contra su abdomen. A TaeHyung se le había puesto dura con tan sólo escucharle. El mayor sentía sus manos picar por arrancarle todo el resto de su ropa al menor y... Todo tipo de pensamiento fue interrumpido al escuchar sonar el ruidoso timbre de llamada de su móvil. Tomó el mismo, y su expresión volvió a mostrarse seria y con un claro fastidio al ver el número que marcaba.
-Con esto basta por hoy -dijo con completa indiferencia, desamarrando el cinturón que apresaban las manos del menor el cual sintió verdadero alivio al escuchar sus palabras.
De repente sintió quitar el vibrador de su interior de un tirón, provocando que soltada un último quejido de dolor. Al tener sus manos libres rápidamente se puso de pie y subió sus pantalones. Levantó su mirada, y tan sólo alcanzó a ver la espalda del mayor antes de que cerrara la puerta tras pasar por ella.
Se sentó en el sofá y dio un pequeño brinco al hacerlo, su trasero ardía al punto de quemar. Enseguida fue al baño para bajarse los pantalones frente al espejo y ver el desastre que había dejado TaeHyung en su trasero que ahora se hallaba rojo, tintadas en él las grandes manos del mayor en tonos carmesí.
¿Qué demonios era aquello? ¿Cómo era que las cosas habían tomado aquel giro? Llevó sus manos a su cabellera para tirar de la misma con frustración.
JungKook había tenido un largo día y tan sólo decidió irse a dormir de una vez.