Law era perfecto, era el chico mas inteligente del colegio con un promedio de notas perfectas desde que entro a clase, era presidente estudiantil del colegio, ya tenia un puesto en una de las mejores escuelas de medicina y era bueno en deportes.... ¡Hasta tenía un club de fans!
Pero todo el mundo se volvió loco cuando una chica, que ya conocía a Law desde que entro al colegio, le pidió que la ayude en las clases de biología y cuando el acepto fue como un golpe para las fans de Law.
Silvia era en buena en todo lo que sea arte, musica, baile o cultura pero en las materias que eran necesarias para pasar el curso se le dificultaban muchísimo, ella ya había hablado con Law antes y por eso se atrevió a pedirle clases privadas.
Una tarde, después de que Silvia por fin encontrara el restaurante en donde Law la había citado, se encontraron y Trafalgar, con paciencia inhumana, explicaba a la chica la materia.
—Demonios Law—Susurro ella cerrando su cartilla y mirando a su compañero, el chico se río suavemente de los caprichos de la chica.—Es todo por hoy.
—Aun no comprendes el ultimo tema, Silvia.
—No quiero hablar contigo de la reproducción humana Trafalgar—Susurro ella avergonzada pero Law quería enseñarle del tema, sonrió y estiro su morena mano a la de ella.
—Prometo ser gentil.
—Eres un idiota.