—¿Seguro que no te puedes quedar más tiempo? —murmuró Terra desde su techo, mirando el atardecer con Isaac a su lado.
—Mi papá me tiene trabajando esta noche —explicó Isaac, ayudando a Terra a pintarse las uñas sosteniéndole el esmalte color rojo.
—Y mientras tú estás partiéndote el culo, él tiene el suyo pegado a la televisión —bufó la chica.
—Está bien, Terra. No me molesta.
—Por supuesto que te molesta, solo que no lo dices.
—¿Por qué tanto escándalo? —preguntó Isaac, volteando a verla—. ¿No tenías esa cita con el chico del equipo de atletismo?
—No voy a ir —se encogió de hombros.
—¿Y él lo sabe? Porque yo lo escuché hablando de ti en las duchas.
—Nop. Le avisaré media hora después cuando esté esperándome en el cine —dijo Terra como si nada.
—Eres una perra —farfulló Isaac por lo bajo.
—¿Y? Jace acaba de terminar con su novia hace una semana porque se acostó con la hermana de ella. No voy a portarme linda con él.
—Creí que habían terminado porque su novia se acostaba con un hombre mucho mayor que ella.
—Eso fue solo un rumor que Jace inventó —Terra puso los ojos en blanco—. Mañana empezaré a decir que llegué tarde a la cita y que encontré en el cine a Jace masturbándose. Va a ser un escándalo.
—Eres una perra —repitió Isaac, incrédulo.
—No debió de haberle hecho eso a su novia, está mal. Además, no me gusta.
—Te gustaba hace dos meses.
—A la Terra de dos meses le gustaba Jace. Ahora ya no.
—¿Por qué eres así? —Preguntó Isaac, genuinamente curioso—. Siempre te gusta un chico, siempre. Y sabes que tú les gustas a todos los chicos. Pero has tenido como seis citas máximo en todo lo que te conozco.
—¿Por qué crees que sea eso? —Terra sopló a sus uñas, intentando secarlas.
—Porque eres una perra.
—¿Soy una perra solamente porque no salgo con los chicos a los que les gusto?
—No quise decir eso —se disculpó Isaac al instante—. Me refiero a que coqueteas con ellos pero nunca te atreves a algo serio.
—¿Me estás llamando calienta huevos? —preguntó Terra, vagamente divertida.
—No. Sí. No lo sé.
—Me gustan los chicos y me gusta coquetear —Terra se encogió de hombros—. No por coquetearles les debo algo o pueden pensar que es algo serio. Me gusta flirtear. Generalmente me ayuda a conseguir lo que quiero. No le veo nada de malo.
—¿Entonces nunca te ha interesado ningún chico en serio?
—Uno —admitió Terra después de unos segundos de pensárselo.
—¿Quién? —preguntó Isaac, sorprendido. Nunca había visto a Terra prestar atención a algún chico en específico y ella nunca había mencionado a nadie.
—¿Por qué quieres saberlo?
—Porque eres mi mejor amiga.
—¿Y?
—¿Y qué? —Isaac la miró confundido. Terra suspiró, pareciendo frustrada.
—Nada, Isaac.
—¿Es Scott McCall?
—¿Scotty?
—Mira, hasta le tienes apodo —murmuró Isaac, tomando el brazo de Terra y comenzándole a pintar en el brazo con el pintauñas como si fuera un lienzo figuras sin sentido para mantenerse entretenido.
—Sí, como a Danny. ¿Por qué lo piensas?
—Durante una semana todas las noches no dejaste de hablar de lo bueno que era en lacrosse y no paraste hasta que el entrenador lo nombró capitán contigo.
—Me gustó como por un mes y ya —dijo Terra como si nada—. No me gustan los chicos por mucho tiempo, y nada en serio.
—A excepción del chico misterioso.
—Sip.
—¿No me dirás quién es?
—Nop.
—¿De dónde lo conoces?
—De la escuela.
—¿Va en un club contigo? —preguntó antes de recordar que Terra estaba casi en todos los malditos club de la escuela. Terra le volteó a ver como si fuera estúpido.
—Síp.
—¿Cómo es?
—Alto. Muy alto. Me gusta su cabello. Y sus ojos. Tiene esa melancolía detrás de ellos... Y su risa. Amo su risa.
—Mmm... —murmuró Isaac, sin saber qué más decir.
No entendía por qué se sentía así ni por qué seguía preguntando esas cosas. Tal vez fuera porque generalmente Terra no tenía tapujo alguno en decirle quién le gustaba y como si tuviera una tarjeta de esas coleccionables de jugadores de futbol, le recitaba los datos curiosos y biográficos de cada uno de los chicos. Cambiaba de chico cada par de semanas. Incluso hubo dos ocasiones en que Terra le habló de chicas, pero fue una etapa que se fue tan pronto como llegó.
—¿Y tú? —Preguntó Terra—. ¿Ninguna chica? Nunca te he visto con alguien.
—No tengo tiempo para novias.
—Siempre tienes tiempo para mí —le recordó Terra.
—Sí, pero tú eres mi mejor amiga —dijo Isaac como si fuera obvio—. Siempre voy a tener tiempo para ti.
—¿Entonces nadie? —volvió a preguntar Terra en un extraño tono de voz que Isaac no logró identificar.
—Oh, hay alguien —recordó Isaac—. ¿Te acuerdas cuando invité a salir a Lydia?
—Perfectamente —respondió Terra de nuevo en ese extraño tono de voz.
—¿Estás bien?
—Claro. Sigue. ¿Qué decías de Lydia?
—Ella es muy bonita. Terminó con Jackson, ¿verdad?
—Sí.
—Aún se reirá en mi cara si le pido salir, ¿cierto?
—No lo sé —Terra se aclaró la garganta—. Deberías intentarlo.
—Debería —coincidió Isaac, distraído, sin ver a Terra—. O la chica nueva, Allison. Ella también es linda. Y parece agradable...
—¿No tenías que ir a trabajar? —lo cortó Terra, parándose de la nada. Isaac la volteó a ver, confundido.
—¿Me estás corriendo?
—Decidí que voy a salir con Jace.
—Acabas de decirme que era un idiota —musitó el chico, confundido. Terra le sonrió, coqueta.
—Es una idiota como novio. En la cama los rumores dicen que es diferente. Mis padres no están y Jackson tampoco. Le diré que venga. No quiero un novio, quiero una distracción; y él es una distracción con una bonita sonrisa y un culo de infarto.
Algo en Isaac se atoró. Era como un nudo en la garganta y en el estómago. La sangre se le heló de tan solo pensar a Terra en la cama con alguien. Sabía que Terra no era precisamente inocente, sin embargo era diferente saberlo a enfrentarlo.
—Si eso es lo que quieres... Me voy —Isaac se paró y siguió a Terra, bajando los escalones para salir por la puerta principal.
—Una chica tiene necesidades, Isaac. Nos vemos —Terra prácticamente le cerró la puerta en la cara, casi golpeándolo en el proceso, dejando a Isaac bastante confundido.
─────────────
Isaac trabajaba de noche en el cementerio local excavando tumbas. Sí, parecía un trabajo de mierda... y lo era, pero a Isaac como que le gustaba. Era tranquilo y lo mantenía alejado de su padre. Y le ayudaba a pensar.
Había llegado a la conclusión que lo que había sentido con Terra hace un par de horas eran celos. Horribles celos que se metían en sus venas como veneno y que le hervían la sangre. Pensar que mientras él estaba cavando tumbas como el perdedor que era ella estaba en las sábanas con otro chico... Y a pesar de cómo lo había hecho sonar Terra, Jace no era tan malo. Era un chico atlético, simpático, un poco tonto pero a las chicas les volvía locas que tocara la guitarra. 'Es un chico sensible', le había dicho Terra cuando le había gustado.
Es solo una noche, pensaba Isaac. Solo una noche. Después Terra se olvidaría de él. Pero, ¿y si no lo hacía? ¿Y si realmente le gustaba en serio? Jace era un chico pasable. Nunca sería lo suficientemente bueno para Terra pero nadie lo era. Todos verían con buenos ojos su relación e ignorarían el hecho de que Jace acababa de terminar con su novia. ¿Y si Terra y él se volvían novios?
No entendía por qué se sentía así. No eran celos de amigos. Eran celos carnales. Lo que no daría Isaac por ser el que besara a Terra, no él. Acompañarla por los pasillos tomados de la mano. Jugar con ella en el campo de lacrosse. Tocarla como seguramente la estaba tocando en esos momentos el idiota de Jace.
Y si no fuera Jace, sería cualquier idiota. Tal vez ese chico que mencionó Terra que no quiso decirle quien era. No era fácil de deducir, Terra se la pasaba con la mayoría de sus compañeros en sus diversas actividades y nunca había mencionado a nadie en especial. No quiso decirlo en ese momento pero no entendía cómo era que Terra no estaba con esa persona. Cualquier hombre en la escuela perdería la cabeza por andar con Terra Whittemore. Cualquiera.
El fruncir tanto el ceño hizo que sintiera latirle el moretón que había dejado el puñetazo de su padre de hace unos días. Terra había puesto hielo, mirándolo desaprobatoriamente. Isaac no pudo evitar preguntarse por unos segundos si estaría en la lista de Terra si no conociera su mierda de vida. Si le hubiera gustado por unos malditos tres segundos si no fuera un cobarde que no se atrevía a hacer nada ante su padre. Isaac descartó el pensamiento. Era masoquista tan solo pensar en esa pequeña posibilidad.
Isaac volvió a la realidad cuando escuchó un sonido de la nada. Era como un crujir de ramas, pero más fuerte. Isaac movió la excavadora para alumbrar con ayuda de los focos que tenía al frente el oscuro bosque.
—¿Qué demonios? —exclamó Isaac en voz baja al ver una especie de... garra rozar la piedra de una tumba. Entrecerró los ojos para ver mejor, y estaba tan distraído en eso que no escuchó como algo corría hacia él, con tanta fuerza que al lanzársele volteó la excavadora.
Por suerte no fue aplastado por la excavadora, sino que cayó en el hoyo que había estado excavando. Isaac no dejaba de ver arriba al escuchar ruidos provenientes de ahí.
Asomó la cabeza, temeroso, fuera del agujero cuadrado de tierra solo para ver a lo que parecía era un animal excavando en la tumba de alguien. Escuchó un par de gruñidos y después nada. Luego un rugido y un sonido de un animal llorando.
Aun sin comprender lo que estaba pasando, vio como la excavadora que obstruía su salida era levantada por alguien dejándolo libre. Aun así, Isaac retrocedió hasta quedar en la esquina del hoyo de tumba. Pasos se acercaron a él, revelando a un chico un par de años mayor que él.
—¿Necesitas una mano? —preguntó Derek Hale.
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Espero les vaya gustando esto! Ya empezaré a meterme en la serie, lo que ya hacía falta para ponerle un poquito más de emoción al asunto jajaja. ¿Podría ser Isaac más ciego? No lo sé, no lo sé. A mí también me desesperhttps://img.wattpad.com/7834f20d31e2fb716ba1f75f4668ca5ed304b8cd/687474703a2f2f33382e6d656469612e74756d626c722e636f6d2f61306236303331353063303261653039323630316166343766343732346563302f74756d626c725f6e65693736744d633556317475746477336f325f3430302e676966?s=fit&h=360&w=360&q=80a jajaja.
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