Jason's POV.
Sentí como Dulce se removió de entre mis brazos y logró zafarse creyendo que no me había despertado, la tenue luz del amanecer que se filtraba por la ventana me hizo entrecerrar los ojos y fingí seguir durmiendo para no alertarla.
Observé como mi chica se levanto de la cama y se quedó unos segundos sonriendo frente al gran ventanal, estaba completamente desnuda y sus perfectas curvas eran remarcadas por los rayos de sol que se filtraban por la ventana.
Su sonrisa se esfumó de repente y me odie al saber que era mi culpa, jamás podía controlarme al estar junto a ella, no podía enamorarme y mucho menos encariñarme, era estupido y arruinaría el plan, así que mi única forma de mantenerla odiándome era maltratándola.
Al final, yo la quería para un propósito y enamorarme de ella no formaba parte de eso, así que jamás lo haría, era una simple obsesión... un capricho que se esfumaría con el tiempo.
Caminó hacía el cuarto de baño y aproveché para observar el reloj, el cual marcaba casi las siete de la mañana, apenas habíamos dormido un par de horas.
Me levanté de la cama sin hacer ruido y seguí a Dulce, me quedé con la boca seca al observar cómo el agua caía por su cuerpo mientras ella frotaba el jabón contra su vientre.
Sentí como mi miembro comenzó a despertar pero intenté contenerme al recordar lo que había pasado hace unas horas, escucharla llorar regularmente me excitaba y me hacía sentir poderoso, pero está vez... tan solo me hizo sentir como una mierda.
Esta chica me hacía cobarde, débil... sensible, simplemente no podía permitirlo.
Dulce's POV.
Escuché pasos dentro del cuarto de baño y voltee inmediatamente, Jason estaba llenando la tina y parecía que no había notado mi presencia en absoluto.
Decidí hacer lo mismo que él, lo ignoré y seguí con mi ducha, tomé un poco de Shampoo y lo froté contra mi cabello, realmente me sentí normal por unos momentos, como cualquier día de escuela en el que me tengo que despertar temprano para ir a clases aburridas, con amigos comunes y profesores odiosos, lo que una adolescente debería hacer.
Extrañaba mi vida, muchísimo, y no podía evitar ese sentimiento en mí, siempre había querido hacer algo arriesgado, emocionante, incluso peligroso... y bueno, todo se tornó en una película en la cual le pides un deseo a un mago proveniente de una lámpara y termina enredando todo para que tu deseo se vuelva una pesadilla.
-Dulce.-Escuché que Jason me llamó y volteé, estaba dentro de la tina y tenía los ojos cerrados mientras se recargaba lentamente.-Ven aquí.-Ordenó y cerré la llave de la ducha, parecía calmado y no estaba de humor para alterarlo.
Salí y comencé a caminar hacia la tina, me quedé parada unos segundos observándolo y abrió los ojos, parecían inexpresivos, era una característica muy particular de Jason.
-Entra.-Dijo con la voz sorprendentemente tranquila y obedecí.
La tina era grande, parecía un jacuzzi y podíamos estar ambos en cada lugar de ella, pero al poner mis pies dentro del agua McCann jaló mi cuerpo para quedar sobre él.
Estaba recargada sobre su pecho y al estar completamente desnudos sentía su miembro sobre mi trasero, intenté hacerme a un lado para estar sobre su pierna pero al moverme tan solo provoque que un gemido ahogado saliera de su garganta.
-No te muevas.-Susurró y asentí, tan solo me recargué sobre él y cerré los ojos.
"¿Algún día serás bueno conmigo?" Pensé.
-Jason...-Dije lentamente, tal vez era mi oportunidad para sacarle un poco de información.
-¿Qué?-Siseó lentamente.
-¿Te puedo preguntar algo?-Abrió los ojos y pensé que había arruinado todo, pero respire de nuevo al ver su rostro asentir.
-Sé que es estupido, pero ¿Por qué yo?-Cerré los ojos fuertemente y sentí como rodeó mi cintura con sus brazos, sin lastimarme.
-Ni siquiera yo lo sé, simplemente todo coincidió.-Suspiró, como si estuviera arrepentido.
-¿Coincidió? No entiendo.-Comenzó a hacer círculos en mi vientre.
-Yo... Te vi y sabía que tenías que ser mía, estoy tan malditamente acostumbrado a que todo lo que quiero sea mío...-Se detuvo y unos segundos después siguió hablando.-Pero entonces comencé a investigarte y tan solo tenías trece años, créeme que me sentí asqueado de mí al tener pensamientos sexuales con una niña.-Me removí incomoda e intenté separarme un poco de él pero me lo impidió.
-Tu tenías 23, ¿Cierto?-Susurré y asintió.
-Pero todo encajó cuando supe que eras hija de Arthur, uno de mis socios, sabía que serías la indicada...-Se detuvo en seco y fruncí el ceño.
-¿Indicada para qué?-Pregunté pero negó con la cabeza, no le sacaría más información así que tan solo me recargué en su pecho y cerré los ojos.
Comenzó a besar mi cuello tranquilamente y no abrí los ojos, tan solo disfrute de las sensaciones e intenté olvidarme de todo.
-Esperé mucho tiempo para poder tener como mujer.-Dio una pequeña mordida en mi cuello y gemí.
-¿Y por qué me tratas tan mal si esperaste tanto por mí?-Susurré apenas audible.
-Porque me haces débil, y lo que te hace débil termina matándote.-Bajó lentamente una de sus manos por mi vientre y comenzó a hacer pequeños círculos en mi pelvis.-Prefiero hacer débiles a las personas, antes de que me hagan débil a mí.-Concluyó y tomó un poco de jabón para frotar sobre mi cuerpo.
Nos quedamos en un silencio profundo y mientras Jason pasaba el jabón por mi cuerpo y mi cabello, yo tan solo me dejaba llevar por el momento.
Bajó su mano hacia mi zona más sensible y comenzó a rozarla lentamente, gemí y sentí como un remolino de calor bajaba desde mi cabeza hasta los pies.
De un momento a otro, introdujo dos dedos dentro de mí y me arquee contra él, era una explosión de sensaciones indescriptibles.
-Puedo ser tu primera vez en muchas cosas, entre ellas, follar en una bañera.-Sacó sus dedos de mi interior y me volteó bruscamente para quedar a horcajadas sobre él, me sostuve de la bañera al sentir que me resbalaba y me equilibré cuando posó sus manos en mi cintura.
Me penetró rápido y fuertemente, gemimos al unísonos y recargue mis manos en su pecho, me levantó lentamente y comenzó a tomar el ritmo para las penetraciones.
Me sostuve de nuevo de la orilla de la bañera mientras Jason subía y bajaba mis caderas, se sentía diferente hacerlo dentro de el agua ya que penetraba más profundamente.
-Mierda.-Gimió y ahora yo tomé el control, sin su ayuda comencé a brincar un poco más rápido sobre su miembro y gemimos fuertemente.
Unos minutos después, justo cuando estaba a punto de correrme, Jason salió de mí y derramó todo su semen en el agua, creí que todo había terminado y me tomó de sorpresa cuando con dos dedos comenzó a hacer círculos en mi clitoris, haciendo que me corriera increíblemente,
Después de descansar un poco, nos enjabonamos de nuevo y con agua limpia nos enjugamos para salir de la tina.
-Ahora que lo pienso, no traje ropa ni nada.-Dije frunciendo el ceño, observando discretamente a McCann mientras secaba su cuerpo con una toalla.
-Abre el armario.-Hizo un gesto hacia el gran mueble que cubría casi toda una pared de la habitación y al abrirlo observé atónita muchísima ropa, para mí y para él.-Elige algo abrigador, estamos a menos cinco grados.-Dijo mientras se vestía y asentí.
Tomé un pantalón entallado negro y una playera en manga larga junto a un abrigo del mismo color, además botas por encima de las rodillas y un lindo gorro en color blanco. Mi cabello lo dejé suelto después de secarlo y apliqué base de maquillaje para ocultar... todo.
-Princesa del invierno.-Susurró Jason en mi oído mientras me sostenía de la cintura y sonreí.
Él estaba usando ropa en color negro completamente y un beanie blanco, se veía impresionante y más atractivo de lo usual.
Salimos del cuarto y no me sorprendió ver a uno de los guardaespaldas, nos escoltó hasta el elevador y nos dejo bajar solos, seguro el cuidaría los cuartos.
Al llegar al vestíbulo del hotel, las personas nos observaron ya que al bajar del elevador, los guardias de McCann nos rodearon, ¿Era necesaria tanta seguridad? Siempre me había incomodado, incluso cuando apenas tenía a una sola persona cuidándome... mis ojos se llenaron de lágrimas y mi estómago se encogió al recordar a Nathaniel.
Apreté fuertemente la mano de Jason y mientras salíamos, me observó con el ceño fruncido, tan solo fingí que todo estaba bien y me pegué a su cuerpo al sentir el frío calándome hasta los huesos.
Era irónico que la persona que más daño me había hecho, me sirviera de protección.
Cuando subimos a la camioneta, comencé a temblar, tal vez por el frío o quizá porque estaba a minutos de saber el plan que me había encadenado a estar junto a un asesino.
El trayecto fue silencioso y tenso, Jason no dejaba de mirar por la ventana y yo tan solo veía cualquier cosa intentando desviar mi mirada de él, su camisa negra junto al saco del mismo color hacían un gran contraste con su piel blanca y parecía tan hermoso, realmente no había conocido a un hombre tan atractivo como él.
La camioneta se detuvo y nos abrieron las puertas al mismo tiempo, bajé con la ayuda de un guardaespaldas y al instante McCann llego a mi lado, tomó mi mano y caminamos a la entrada del restaurante.
-Deja de temblar o te daré una verdadera razón para hacerlo.-Susurró en mi oído Jason, con su tono autoritario de siempre y un escalofrío recorrió mi columna, aquí venía de nuevo a ser un hijo de...
-¡Mi niña!-Gritó mi madre al verme y la abracé, cada momento a su lado lo atesoraba como si fuera el último, realmente tenía miedo que alguien los lastimara.
Abracé de igual manera a mi padre y tomamos asiento, el restaurante estaba completamente vacío y no me sorprendió.
Estaba a un lado de McCann e inconscientemente tenía miedo de decir algo incorrecto, así que cada vez que les decía algo a mis padres, como que los extrañaba u otra cosa, lo volteaba a ver, esperando su reacción.
-Muy bien, he ordenado por todos.-Interrumpió Jason y nos observamos unos a los otros, maldito autoritario.-No me vean así.-Giró los ojos.-Aunque no es tu primera vez en Rusia Arthur, si lo es para tu hermosa esposa e hija.-Tomó mi mano y la besó, a lo cual reaccione nerviosa y sorprendida.-He pedido un desayuno estilo ruso.-Me abrazó por los hombros y sentí que entre en calor por primera vez en toda la mañana.
Nuestros platos comenzaron a llegar y con ellos un chef diferente para explicar cada uno, desde su elaboración hasta un poco de su historia, era Kasha: una combinación de cereales con leche y azúcar, Oladi: un tipo de hot-cakes con diferentes ingredientes, Blinchiki: Un Oladi relleno y Blini: Panqueque con caviar negro y salmón.
Me quedé impresionada al observar todo, parecía delicioso y elegante, comenzamos a comer en un silencio profundo y disfrutaba de cada mordida, todo era riquísimo y diferente a lo que estaba acostumbrada.
-Muy bien, creo que es tiempo de que hablemos de la razón por la cuál estamos aquí.-Habló Jason y todos nos tensamos.-Es hora de que sepas el plan, Dulce.-Me observo directo a los ojos y asentí.
Realmente no sabía si estaba totalmente lista para lo que iba a escuchar, pero no tenía otra opción.
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¡Muchas gracias por todo su apoyo en los #BieberAwards! El Lunes darán los resultados y ganemos o no, estoy muy contenta de tener a lectores como ustedes, que están en las buenas y en las malas, en serio mil gracias ❤️
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