En una noche lluviosa donde toda la esperanza ha sido destruida y la sangre derramada por doquier, un reino sufre su derrumbe con los gritos de las almas desgarradas suplicando su salvación. Donde el llanto doloroso de una Diosa retumba por los aires... en espera del héroe sin vida que en sus pies se encontraba.
- Zelda: Link, ¡Link! - Espera su respuesta que nunca llegaba - No... no me dejes, ¡Liiiiiinnnkk! - La Diosa gritaba a los vientos con la pesadez de un gran dolor representado con sus lágrimas - Si hubiera tenido más tiempo podría ha-haberte dicho... Cuanto te amo, lo siento mucho, Link. - Menciona entre sollozos - Yo... Sniff, sniff... Yo...¡Waaaaaaaaaaa! - Estalla en un terrible y desgarrador llanto al mismo tiempo que se apoyaba en el pecho del héroe que sin vida se hallaba... -
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~ Aunque, todo comenzó mucho antes
~ Hace 3 años...
La historia de la familia real de Hyrule es también la del cataclismo, que se conoce como Ganon, una amenaza existente desde épocas inmemoriales.
La historia se repite una y otra vez y, en cada ocasión, un héroe devuelve la paz al mundo. Lucha siempre al lado de una princesa por cuyas venas corre la sangre de la Diosa.
Así transcurrió el tiempo como los momentos en que Ganon era derrotado alimentando la leyenda.
Pero los hechos que se relatarán son de un pasado muy remoto, hace diez mil años: En ese entonces, Hyrule se había convertido en una civilización muy avanzada. Tanto, que ni siquiera los monstruos eran una amenaza seria para la gente del reino.
Los ciudadanos decidieron emplear su tecnología para crear ciertos artefactos. De ese modo, si el cataclismo volviera a producirse, estos ayudarían al héroe y a la princesa.
Construyeron cuatro bestias divinas, diseñadas para ser controladas por cuatro campeones. También crearon soldados mecánicos con voluntad propia, denominados "guardianes".
Para controlar a las bestias divinas, eligieron a cuatro valientes cuyo talento no tenía igual. Y de este modo, se puso en marcha el plan para combatir a Ganon.
Cuando Ganon resurgió de nuevo para desatar su furia sobre Hyrule... la princesa y el héroe lo enfrentaron junto con los cuatro campeones.
Si bien los guardianes tenían un tamaño más modesto, eran suficientes para defender al héroe. Las enormes bestias divinas atacaron sin piedad mermando las fuerzas de tan temible enemigo.
Y cuando el héroe que blandía la espada que doblega a la oscuridad asestó el golpe final... la princesa, heredera del poder sagrado, aprisionó por fin al enemigo...
- Impa: Bien, jóvenes. - Dice cerrando un libro muy viejo -Disfruten su día, no olviden traer su resumen sobre la historia de hace diez milenios. Y recuerden que mañana no habrá clases.
- Chicos: ¡Yeeeeeeey! - Grita toda la clase saliendo -
- Link: ¡Genial! - Dice saliendo a toda prisa -
- Impa: Link, te quedarás unos cuantos minutos más que los demás.
- Link: ¡¿Quéeee?! - Menciona frenando en seco - Pero, pero...
- Impa: Nada de peros, muchacho. Ya van varias veces que te duermes en clase. - Dice apuntándole con su dedo -
- Link: Bueno, eso es por que tengo hambre je, je... - Mencionado riendo y con la mano en la nuca -
- Impa: Pues lo lamento, pero tendré que poner el castigo en el expediente.
- Link: ¡¿En el expediente?! - Dice exaltado - Ay, no me escaparé de esta...
- Zelda: Eso te pasa por dormirte en clase, bobo - Dice saliendo del aula -
- Impa: Princesa Zelda, hablaré con usted más tarde, su padre me lo encomendó.
- Zelda: Como digas, Impa. - Responde ya fuera del salón -
- Impa: Ay, esta jovencita no entiende lo que le dice su padre. - Mencionado con sus dedos en la frente - Pero bien, Link.
- Link: ¿Sí?
- Impa: Te quedarás dentro tú solo.
- Link: Ajá. - Responde sin muchas ganas -
- Impa: Recuerda, una hora tarde. - El otro asiente - Y que no vuelva a pasar. - Sale del lugar -
- Link: Genial, otro día tarde. Creo que mi padre sí me castigará esta vez. - Se sienta en su pupitre sin muchas ganas - Me pregunto, ¿si Mipha estará bien? Espero que esos chicos Zora hayan entendido lo que les dije esa vez. Pero no importa, le prometí que mañana iría a visitarla, que emoción. - Sonríe de lado a lado al mismo tiempo que alzaba la vista con un deseo de total libertad que imploraba con todo su ser -
De esta manera, empieza una leyenda que marcará un punto y a parte en la historia de Hyrule, en la que el espíritu del héroe se enfrentará a uno de los desafíos más desafiantes de todas sus vidas.
Link es un joven de 16 años de edad que cursa quinto año en la Academia de Hyrule, una academia en la que los jóvenes son preparados para cumplir sus sueños. En la academia entran alumnos para dedicarse a una profesión: desde ser arqueologos, grandes inventores, dedicarse a salvar vidas con medicina, combatir la injusticia estudiando derecho o política para servir al consejo real, hasta, ser un reconocido caballero.
Tras una aburrida espera de una hora en el salón de clases, Link decide por fin salir del "infierno" y se dirige a su casa en donde su padre debería estar esperándolo.
- Link: ¡Estoy en casa! - Grita esperando la respuesta - ¿Papá? *Nadie responde* Bueno, al parecer me encuentro solo... de nuevo. - Camina un poco tirando su mochila en el piso para dirigirse a la cocina, su estómago estaba rugiendo. Ya en ella, Link abrió hielera para sacar algunos aperitivos de a montón, y al cerrarla nuevamente, el rubio se encontró con una pequeña nota pegada en la hielera que había pasado por desapercibida. La tomó con dificultad pues tenía sus manos ocupadas y se llevó una sorpresa al descubrir que había sido escrita por su padre.
Sé que estuviste castigado, posiblemente te hayas dormido en clase, ¿acerte? - Link ríe al leerlo -
Dejé en la hielera un poco de comida para que prepares lo que gustes ya que sé que te encanta experimentar con ella. Pero de igual manera estás castigado, mañana no saldrás y, para asegurarme, mañana regresaré al medio día.
Necesitas esforzarte más.
...
Papá.
- Link: (...) Mejor mañana pensaré en algo. Sí, mañana lo haré. Mientras tanto, ¡a comeeeer! - Comienza a preparar un gran banquete para la cena. Al terminarlo, espera un poco para salir afuera y entrenar el arte de la espada.
Narra Link
Entrené por una hora con mi espada como todos los días, el arte de la espada fue una de las primeras cosas que aprendí, y por si fuera poco, aquellas personas cercanas a mí me han comentado que desde el primer momento que tomé una espada mi habilidad y destreza con ella fueron sobredotadas. No comprendo porque se me da tan bien esto de usar la espada, supongo que es por herencia o algo así. Siempre termino haciendo pedazos el tronco de entrenamiento y mi padre me regaña porque tomo otro e igual lo destruyo. No es culpa mía que los troncos sean tan débiles ante mí.
Una vez terminé mi entrenamiento que, aprovechando que mi padre no vendrá esta noche, lo más probable es que me duerma un poco más tarde de lo normal, me bañaré y leeré una historia cortísima, si claro, Donkey Kong siendo un libro corto, ¡ja! Bueno, ya mañana pensaré como explicárselo a mi padre o algo se me ocurrirá.
~
~ Al día siguiente
- Link: Oh, no... - Dice mirando el reloj - ¡Ya son las doce! Demonios, demonios, mi padre llegará en cualquiera momento.
Narra Link
Salgo disparado de la cama al baño para arreglarme lo necesario, me lavo los dientes, me cambio de ropa, me alboroto un poco el cabello y salgo de la casa.
En el camino me puse a pensar que no había planeado nada para engañar a mi padre y todo por ese libro de King... digo, Donkey Kong que dura muuuucho.
Oh, por cierto, me llamo Link, supongo que ya lo saben. Soy un chico muy común que asiste a la academia para cumplir sus sueños. Quiero ser un caballero, y no uno simple, sino el mejor de toda la historia del reino, aunque... En realidad también deseo apreciar la naturaleza por siempre. Pero bien, tengo muy pocos amigos, de hecho solo tengo a Mipha, una zora un año menor que yo.... O eso creo, la verdad siempre me he preguntado por qué no crece, digo, desde que la conocí en mi infancia no ha cambiado demasiado o seré yo el que... No, olvídenlo.
Las personas que son un poco desagradables para mí, siendo que no desprecio a nadie, son las que son un poco aguafiestas.
Compartiéndoles otra cosa sobre mí, me gusta mucho aventurarme en distintas tierras y, porque no decirlo, amo comer y escalar, además de combatir la injusticia. Muy raro, ¿cierto?
Tras un largo recorrido al fin llegué a la Región de los Zora. Antes era mucho más largo el camino pero gracias al avance de la tecnología se crearon nuevos senderos más rápidos y accesibles. Me dirigí directo al estanque en donde se encuentra la bestia divina Bah Ruta, ahí es el lugar donde acordamos vernos Mipha y yo, pero cuando llegué...
- Joven hyliano: Te dije que me dieras ese hilo, lo podría vender a altos precios por sus propiedades, ja, ja, ja.
- Mipha: S-si deseas puedo conseguir un poco más pa-para ti. - Dice tímidamente -
- Joven hyliano: ¡Te dije que no! Yo quiero el tuyo.
- Mipha: Pe-pero es para alguien más cercan... ¡Ay! - Es pateada por el joven -
- Joven hyliano: ¡Que me des el tuyo! - Levanta su puño pero antes de que éste diera el golpe un tipo de rayo rodeó al joven y apareció un rubio frente a él -
- Link: Oye, ¿tú no eras el jefe de esos chicos zora? - Dice levantando su espada para ver como las prendas del niño empezaban a romperse - Ups, creo que alguien ha roto tu ropa.
- Joven hyliano: ¿Qué? - Miro hacía abajo y solo observó sus boxers y, por ende, tapó su cuerpo con sus brazos y manos - ¡Aaahhh! Ma-maldito. - Dice huyendo del lugar - ¡Ju-juro que me las pagarás! - Dice ya a varios metros del hyliano de ojos azules -
- Link: Al fin se fue ese tipo, - Mira a Mipha en el suelo tocándose la mejilla por el golpe - ¿sabes? No deberías dejarte vencer por tipos como ese, eres mucho más fuerte que todos ellos. Yo soy consiente de ello. - Dice extendiéndole su mano - Aunque, después de todo, yo siempre te protegeré. - La toma dándole una gran sonrisa -
- Mipha: - Sonrojada - S-sí.
Tras esto, Link y Mipha empiezan a jugar y hablar un poco sobre lo acontecido. Seguido de unas horas de diálogo, Link le dijo a Mipha que ya era muy tarde y...
- Link: Oye, ya es muy tarde y como te dije mi papá va a usarme como tronco de entrenamiento si no llego pronto, - Además de que estoy castigado, pensó - y no quiero terminar así. - Ambos ríen por lo mencionado -
- Mipha: Está bien, pero quisiera decirte que, que...
- Link: Tú suéltalo. *Sonriendo*
- Mipha: Quería decírtelo de otra manera pero... - El otro levanta la ceja - Bueno... E-Entraré a la academia de Hyrule, junto a ti... - Menciona mientras cerraba los ojos y apretaba los puños en sus rodillas -
- Link: (...).
- Mipha: ¿Eh? *Extrañada*
- Link: ¡Eso es genial! - Dice alegre -
- Mipha: ¿Te alegra?
- Link: ¡Pues claro!, ahora tú y yo estaremos juntos. - Menciona contento - Oh, y ahora podré protegerte mejor.
- Mipha: Sí, je, je. Tranquilo. - Dice entre risas -
- Link: Sí. Pero, Mipha.
- Mipha: ¿Sí?
- Link: Ese prenda que estás tejiendo, ¿para quién es? - Pregunta con duda -
-Mipha: ¡¿Eh?! Pues, pues... *Se sonroja mucho* Es para, para, para. - Empieza a tartamudear -
- Link: ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Eres muy graciosa, Mipha! - La mencionada infla las mejillas - Pero bueno, ya es tarde, *Se levanta y empieza a caminar* nos vemos otro día, Mipha. Ah, y a la próxima que te molesten dile a tu padre, después de todo él es el rey del lugar. ¡Adiós! - Grita a lo lejos -
- Mipha: Adiós, Link. Cuidate mucho. - Dijo en voz baja -
Link, tras ver la hora que era decidió darse prisa en regresar a casa, pero... Ya era muy tarde.
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- Link: Que esté dormido, que esté dormido, que esté... - Se repetía a si mismo, pero las llamas de los candelarios se encendieron -
- Cloks (Padre de Link): Díme, Link, ¿no estabas castigado?
- Link: Pues...
- Cloks: ¿Y ya miraste la hora que es?
- Link: Ouh... Nop.
- Cloks: Ve a tu habitación, ahora.
- Link: Sí, señor - Menciona subiendo a su habitación con la cabeza baja -
Y de esta manera, el principio de la historia que se convertiría en el cataclismo de Hyrule da comienzo.
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- Yo (Escritor crock - Crack y pro pues XC): Bien, este es el primer capitulo de esta súper historia de The Legend of Zelda.
- Link (El prota): Ni que estuviera tan buena.
- Yo: ¡Hey! Apenas comienza, ¿cierto, Mipha?
- Mipha (La waifu): Yo, eh, eh...
- Link: ¡Hey! No te metas con Mipha si no quieres que te haga pedazos.
- Cloks (El padre ejemplar): Discúlpenme pero, ¿qué hace Link aquí?
- Link: ¡Adiós!
- Cloks: ¡Vuelve aquí, Link!
- Yo: ¡Dele con la chancla señor Cloks!
- Cloks: Oh, gracias por la idea, gran escritor. ¡Ya veraz Link, la chancla no perdona!
- Link: ¡Solo aplica si eres mamá! - Grita a lo lejos -
- Yo: Pues bueno, nos vemos en el siguiente capitulo de esta historia. No olviden comentar, ni dejar su preciado voto.
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- Escritor: